LA COOPERACIÓN IMPRESCINDIBLE ENTRE LAS BANDAS JUVENILES
Por: Jesús SánchezJurado
jesan.sevilla@gmail.com
Tomado de: piuravirtual.com, Piura, Perú
Actualizado el: 2007-06-06 09:03:30
Las iniciativas para darles una salida a la problemática que conllevan las bandas juveniles se siguen, pero, hasta ahora, todas han sido más o menos locales y no han tenido una intencionalidad global.
Un tema que irá cobrando fuerza es la relación entre las bandas latinas existentes a uno y otro lado del Atlántico. No tanto por las que ahora se dan, sobredimensionadas tanto por su cuantificación como por la importancia que se les otorga, sino por la evolución que en un futuro pueden tener. En este sentido, Mario Carlos Piegari, de la Federación de Entidades Latinoamericanas de Cataluña, me comenta que a título personal, opino que aún no existe ninguna conexión real entre los grupos autotitulados bandas latinas y las maras centroamericanas, y añade que las conexiones transnacionales se darán en la medida en que se intensifiquen las deportaciones de jóvenes hacia Centroamérica. Tal como se dio en USA.
Por lo tanto, los Latin Kings, los Ñetas y otras naciones, maras, pandillas o bandas, están tanto en América como en España y otros países europeos, sus cabezas visibles, en cuanto la organización que detenta el nombre, está en su lugar de origen, pero no ejerce un control real sobre todo el conglomerado de miembros de su nación. Los que están a esta parte del Atlántico disfrutan de una independencia bastante importante, dada la dificultad de control que tienen los que permanecen en su país de origen o de primera expansión. No obstante, siguen manteniendo interés en mantener unas relaciones con los que ya reconocen más o menos abiertamente como independizados.
El problema que tienen los componentes de las bandas latinas en Europa, sobre todo los de segunda generación (los nacidos aquí) es distinto, pues se deriva del sentimiento de “estar fuera de lugar”, de “no estar en tu sitio” que se produce cuando se sienten socialmente marginados. La reacción es buscar algo con que identificarse, ya que no la sociedad de acogida, si la de origen; y así recurren a los colores nacionales y demás signos de identidad tan propios de los Kings, Ñetas y demás. Hay, por tanto, una emoción de nostalgia impulsando ese deseo de restablecer las relaciones con su lugar de procedencia, su sitio, con los suyos.
Pues bien, esto no debe ser pasado por alto. Una tarea prioritaria para quienes trabajan con estos chicos es precisamente esa: ayudarles a restablecer unos lazos de unión que sean eficaces para la integración social a uno y otro lado del océano, tanto para los sujetos en particular como para las comunidades en las que viven. Esto se puede lograr canalizando sus propios deseos, proporcionándoles lo que les falta para que sean productivos, dándoles una perspectiva más general y efectiva, en la que, sin que pierdan lo que ya es suyo y sin que tenga cabida el prejuicio, alcancen ese logro.
El trabajo será largo y meticuloso, sin duda. En los países de Centroamérica y del Caribe ya se están realizando programas que tienen un interés indudable; habrá que empezar por examinarlos, ver cómo se han insertado en la comunidad y hasta qué punto están siendo útiles, y después trazar líneas de convergencia para que sus esfuerzos confluyan y originen un efecto aditivo. Aunque, en modo alguno, esto sea algo rápido de conseguir, mejor que ocurra de una forma orientada a como ocurrió en los Estados Unidos con la MS13.
Esta tarea, aunque será mucho más fácil de realizar en Europa que en América, debe ser llevada a cabo en ambos continentes, y en cada uno según sus propias necesidades y posibilidades inmediatas, para que realmente alcance toda su dimensión.
La labor en América
En América, los objetivos a conseguir dentro de esta línea de acción programática, estarán determinados dentro de estas tres corrientes de acción, procurando siempre enlazar y actualizar programas ya existentes:
1.- La mejora de los barrios y de las comunidades marginales: con programas de salud y de un contenido básico pero sustancial para la mejora de la comunidad.
2.- La formación de la juventud: con programas de escolarización de los niños y de formación laboral de los jóvenes, etc.
3.- La recuperación de la juventud: programas encaminados a recuperar para la comunidad a los jóvenes que han delinquido, a disminuir el impacto que actualmente tienen las cárceles sobre los jóvenes, etc.
Y todo ello haciéndolo con los chicos que están en las bandas, procurando sacar a flote ese deseo innato de mejorar la sociedad, de aportarle algo propio, de sentirse reconocidos…en suma, de integrarlos en una labor de transformación de la sociedad.
Abandonar la violencia debe ser lo primero y así lo deben declarar públicamente, expresando su deseo de convertirse –tal como ha ocurrido en Cataluña- en asociaciones culturales, contando con el asesoramiento de las asociaciones sin ánimo de lucro que trabajan con ellos y que, consecuentemente, los conocen bien.
Todo esto requiere una modificación no pequeña de la legislación, con vistas a potenciar el aspecto socio-educativo de las medidas judiciales y a disminuir el aspecto meramente penal, a facilitar las iniciativas emprendedoras y las vías necesarias para llevarlas a cabo; en definitiva, si la declaración que hagan los jóvenes apoyados y avalados por las asociaciones resulta convincente, que debe serlo, habrá que darles las oportunidades necesarias para que el cambio que preconicen se lleve a cabo.
Además, los organismos internacionales estarán en la obligación de salir en su apoyo. Si el informe Crimen y desarrollo en Centroamérica: atrapados en una encrucijada, de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, la Organización de Estados Americanos y el Banco Interamericano de Desarrollo, llegaba a la conclusión de que las maras y bandas juveniles no son las principales responsables del estado de violencia en que viven esos países, sino que la responsabilidad la comparten con la geografía, el subdesarrollo, el tráfico de armas, la historia de violencia de esos estados y la corrupción, tendrán algo que decir ante un compromiso de los jóvenes de semejante calado.
Los otros causantes del estado de violencia recogidos en el informe citado más arriba probablemente también quieran decir algo al respecto de un cambio tan radical en el comportamiento de las bandas; y no será precisamente en su favor, sino que lo entorpecerán y estarán esperando a la primera dificultad para poner mil trabas e impedimentos que hagan más difícil el camino. Pero no por ello hay que desistir.
Los jóvenes de Guachupita, en Santo Domingo, están demostrando que es posible hacer camino.
La labor en España
Y dentro del grupo de jóvenes latinos que actualmente están residiendo en España, habría que potenciar todo lo relacionado con su integración en la sociedad y su inserción laboral, facilitando que continúen e incluso mejoren lo que están realizando sus padres: 240.957, es decir uno de cada seis inmigrantes, han creado su propia empresa y mantienen una tasa de empleo superior en un 22% a la de los autóctonos.
Estos logros que están alcanzando los emigrantes de primera generación, gracias a una movilidad y a un dinamismo extraordinarios, pueden diluirse entre sus hijos, sobre todo en los nacidos en España, porque ya no sienten de una forma tan acuciante la necesidad de buscar trabajo, sacar a la familia adelante…
Estos chicos están completando la escolaridad obligatoria, que es hasta los 16 años, y solamente un 30% pasa a una formación superior, lo que les impedirá tener los conocimientos y la formación necesarios para conseguir un trabajo que sea significativamente mejor que el de sus padres.
Las causas de esto están tanto en los diferentes niveles académicos que se dan entre el país de origen y el de destino de la migración como en la cultura de trabajadores que traen consigo. No obstante lo cual, una correcta inserción de estos chicos pasa porque sean capaces de llegar a los niveles académicos-profesionales que sean ideales para ellos, probablemente algo superiores a los de la generación anterior.
Una acción conjunta
Los conocimientos académicos que obtengan a través del currículo escolar, la preparación profesional que logren a través del sistema de formación profesional, en suma, la preparación que consigan para insertarse laboralmente en la sociedad española, si se trasplantasen a sus respectivos países de procedencia familiar, sería de un nivel mucho mayor.
Que estos chicos regresen a América y que lo hagan dentro de un proyecto de jóvenes emprendedores encaminados a la puesta en marcha de programas empresariales que, además de crear empleo, sirvan para enseñar cómo trabajar a los jóvenes de las bandas reconvertidas en asociaciones culturales, sería la piedra angular de un proyecto internacional que podría tener un provecho muy importante para toda la sociedad, según esos programas empresariales se vayan poniendo en práctica en las comunidades más desfavorecidas y las vayan transformando.
El Proyecto “Arco Iris” ha sido elaborado en este sentido, para mover en una acción conjunta a los jóvenes latinos de una y otra parte del Atlántico, a las ONGs y otras asociaciones sin ánimo de lucro que trabajan con ellos y a los gobiernos nacionales e instituciones internacionales.
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PROYECTO “ARCO IRIS”
Documento de Trabajo. Versión 1
Autor: Jesús Sánchez Jurado
Lugar y Fecha: Sevilla, 30-V-2007
Dirigido a las naciones, maras, pandillas, bandas y otras organizaciones o asociaciones juveniles tanto de los países que generan más migración hacia España y Europa, como de éstos, a las ONGs y otras Entidades sin Ánimo de Lucro que trabajan a diario con ellos y con otros jóvenes en situación de riesgo social o de precariedad, a los gobiernos de esos países y de España, con sus Comunidades Autónomas, y otros países europeos, a las organizaciones e instituciones que amparan los derechos de esos menores y jóvenes y de las que son miembros los países citados con anterioridad.
Tomamos como punto de partida de este Proyecto la realidad de la migración, de sus causas y consecuencias, las cuales quedan brevemente resumidas en estos puntos:
1.- Los movimientos migratorios entre los países de Centroamérica, del Caribe y, en general, de América, hacia España y Europa son una realidad constante, con una práctica que va en detrimento del capital humano de los países de origen de los migrantes;
2.- Que los menores y jóvenes migrantes han podido estar en contacto o formar parte en su origen de naciones, maras, pandillas o bandas juveniles, u otro tipo de asociaciones juveniles, y que en España/Europa pueden haber retomado esos contactos, continuar con su pertenencia a las mismas o iniciarlos;
3.- Que en sus países de origen los menores y jóvenes tienen una escasa educación familiar y escolar e igualmente una escasa o nula formación profesional y laboral, mientras que los emigrados a España/Europa pueden lograr ambas en un grado superior.
En base a lo cual, consideramos:
1.- Que los movimientos migratorios suponen una vía de enriquecimiento de sus países receptores y de empobrecimiento humano de los países originarios;
2.- Que los que han migrado lo han hecho para salir de una situación social, cultural y económica pobre, tanto en su realidad factual como en sus posibilidades de desarrollo, y que han llegado a otra situación mucho más próspera tanto en su realidad como en sus posibilidades, si bien con unos problemas de integración que son nuevos para ellos;
3.- Que los jóvenes que se han beneficiado de esta migración siguen siendo ciudadanos de sus respectivos países de origen y que, por lo tanto, tienen una responsabilidad para con el desarrollo de los mismos,
Por lo tanto, damos nuestro apoyo a la puesta en marcha del Proyecto Internacional “Arco Iris”, en el que esperamos que participen todos aquellos a los que está dirigido este Programa, en base a los siguientes puntos:
1.- España, sus Comunidades Autónomas, otros países europeos y los de origen de los jóvenes migrantes:
A) Favorecerán el regreso de estos jóvenes a sus respectivos países de origen, una vez hayan concluido su formación profesional/laboral con un nivel superior a la media en sus respectivos países de origen;
B) Dicho retorno tendrá lugar con la cobertura que le proporcionará el marco de un Convenio Internacional, encaminado a la realización del Proyecto Internacional “Arco Iris”;
C) Este regreso tendrá como objeto la puesta en marcha de una actividad empresarial, en la que, además de la realización del trabajo propio de la especialidad laboral en la que se haya formado, se enseñará a otros menores y jóvenes a realizar ese mismo trabajo;
D) Dicha actividad empresarial tendrá la duración necesaria para su puesta en marcha y estabilización como una actividad empresarial permanente en la comunidad que la acoja;
E) Una vez concluido este periodo de tiempo, cada uno de los jóvenes que han intervenido en el mismo podrá decidir en qué país se instala, si en su país de origen, siguiendo al frente de la actividad empresarial que ha puesto en marcha, o si en el que se formó.
2.- Los países de acogida de estas actividades empresariales, así como España y los países europeos donde se hayan educado/formado los jóvenes a los que se refiere el punto 1 de este Programa y los Organismos internacionales, constituirán una Comisión Delegada que se encargue de:
A) la financiación económica y material (inmuebles, muebles y consumibles) necesaria para la realización de cada proyecto empresarial, así como su distribución geográfica en las zonas más necesitadas;
B) La realización de los cambios legales necesarios para darle cobertura legal y jurídica;
C) Dotar a los proyectos de los beneficios y exenciones fiscales y de otros tipos necesarias durante el tiempo de su puesta en marcha y hasta que ya esté funcionando con la suficiente holgura económica como para independizarse del Proyecto “Arco Iris”;
D) Dotar a cada proyecto del personal necesario para llevarlo a cabo, tanto en sus apartados de producción como de administración y aquellos otros que sean en cada caso precisos, seleccionándolo de entre los jóvenes que, procedentes del punto 1, se hayan inscrito en el Proyecto “Arco Iris”;
3.- Las ONGs y las Entidades sin Ánimo de Lucro que intervengan en el Proyecto Internacional “Arco Iris”:
A) Supervisarán la actividad de cada programa que se emprenda, tomando nota de las dificultades que surjan y ayudando a sus responsables a buscarles una solución factible y llevarla a cabo;
B) Si estas dificultades cayesen fuera del campo de competencia de los responsables del programa, propondrán a los mismos la colaboración de otros jóvenes que si sean especialistas en ese campo y que también estén inscritos dentro del Proyecto Internacional “Arco Iris”;
C) Temporalmente, elevarán a la Comisión Delegada un informe con los resultados de la supervisión y propuestas que hayan llevado a cabo;
4.- Las asociaciones y organizaciones juveniles de las zonas donde se instalen estos programas empresariales/laborales:
A) Apoyarán activamente estos programas, favoreciendo la inscripción de alguno de sus miembros en los mismos, como aprendices;
B) Favorecerán que algunos de sus miembros participen según lo expuesto en el punto 5, viajando a España/Europa para recibir una formación profesional/laboral adecuada, dentro de lo previsto en el Proyecto Internacional “Arco Iris”;
C) Apoyarán igualmente a los programas con otras actividades de publicidad y cualquiera otra dentro de su alcance;
5.- Los diversos países americanos y europeos firmantes de este Convenio Internacional, así como las Organizaciones e Instituciones Internacionales firmantes:
A) Facilitarán que algunos jóvenes de los países americanos vengan a los europeos para recibir formación profesional/laboral, y que, una vez recibida, se sumen a lo recogido en el punto 1.
B) Facilitarán los medios económicos necesarios para costear que así se realice.
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Siglo XXI, hacia un sendero más verdadero ...
Hola colegas,
Me parece genial la idea del Proyecto Internacional Arco Iris. En Madrid y Barcelona hay varios jóvenes dominicanos que han participado y apoyado el proceso de la creación de la Red de Jóvenes Unidos en Guachupita. Al mes se van tres y cuatro jóvenes del sector a España y otros países de Europa.
Como ya ustedes pueden notar, nosotros/as nos conectamos a diario por Internet con nuestros/as hermanitos/as que han emigrado al Viejo Mundo. Nuestros/as hermanos/as se comunican a diario con los/as que estamos aquí, haciéndonos contactos y orientándonos sobre cómo debemos de alcanzar el sueño europeo.
Abrazos,
Lino Arturo Castro
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Juventud y migración de República Dominicana a Europa
Antonio de Moya 1, Lino Castro 2, Luis Alberto Jiménez 2, Deivis Batista 2, Alexander Valera 2
1 Consejo Presidencial del SIDA; 2 Red de Jóvenes Unidos de Guachupita
(Resumen sometido al Comité Organizador del Congreso de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales – FLACSO; Quito, Ecuador, Octubre 2007)
A través de la historia, las migraciones han sido un importante vector de los cambios socioeconómicos y culturales. Buena parte de estas transformaciones han sido traumáticas debido a las diferencias culturales y a la competencia por recursos limitados. Con la consigna “En mi barrio hay vida”, jóvenes de ambos sexos, integrantes de 18 “Naciones” o pandillas juveniles de un barrio marginal de Santo Domingo, han depuesto durante 2 años sus hostilidades y han unido sus fuerzas para luchar por el desarrollo de su comunidad. Aunque ellos son los candidatos naturales a emigrar hacia los Estados Unidos o Europa en busca de oportunidades, estos jóvenes han descubierto, a través de un proceso de “liberación cognitiva” o “ciudadanización”, que la acción preventiva del VIH/SIDA y la violencia es un punto de aglutinación y legitimación social que les ha dado una orientación constructiva hacia la vida y les ha abierto el camino de la integración a su comunidad. La Red de Jóvenes Unidos de Guachupita, a través de graffiti, reguetón y hip hop, promueve la educación de la salud y el surgimiento de un nuevo liderazgo al servicio de las organizaciones comunitarias de base. La meta más inmediata de la Red es la instalación de una Escuela de Salud, Arte y Cultura, como espacio de esperanza, que prepare a los jóvenes para vivir en paz en su tierra, y si fueran invitados a migrar, puedan hacerlo con el mayor grado de conciencia y capacidad, para contribuir al desarrollo y bienestar de sus potenciales anfitriones.
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A los Cuatro Vientos: Pensar global, actuar local
De: Zaida Valarezo [mailto:zvalarezo@flacso.org.ec]
Enviado el: Miércoles, 06 de Junio de 2007 07:15 p.m.
Para: Tony De Moya
CC: balbornoz@flacso.org.ec; mcerbino@flacso.org.ec
Asunto: Confirmación tabla de ponencias Congreso FLACSO
Hola,
Desde el Programa de Comunicación queremos informarles sobre los ponentes y los temas del panel en el que participarán, adjunto encontrarán la tabla con su mesa respectiva.
Les agradecemos desde ahora su participación.
Saludos cordiales,
Zaida Valarezo
FLACSO Ecuador
PANEL 2
Coordinador: Mauro Cerbino
Ponentes / Título ponencia
Dina Krausfopf / Problemas y enfoques para la inclusión de la Juventud en las Políticas Públicas
Martín Hopenhayn / ¿Por qué la juventud debe participar de las políticas que las benefician?
Luca Queirolo / Visibilización y hegemonía. Las organizaciones de la calle en Italia y la juventud migrante
Antonio de Moya / Juventud y migración de República Dominicana a Europa
Isabel Feliciano / Dominicanas como el Mangú: entre la inserción y la exclusión
epistheme es un conjunto de medios multiples de comunicacion orientados hacia la gestion del conocimiento y del cambio sociocultural. Estos medios sirven de voz a una serie de comunidades epistemicas dominicanas y caribeñas polisinteticas aglutinantes, interconexas y crecientes.
viernes, junio 08, 2007
miércoles, junio 06, 2007
Noticias del Frente Ecologico 007
Drogas, establishment, violencia y derechos humanos…
“Se prohibe prohibir”, filosofía libertaria
Por Elsa Expósito [1]
Conocí a Blanco, 13 años; Lindo, nueve, y Adolfito, 12, a mediados de julio de 1987, hace casi 19 años, de lo que se infiere, como datos elementales, que el primero debe andar hoy por los 32 años; el segundo por los 28; y el tercero, 31. Y me pasé varias horas con los tres en la avenida George Washington, incluso en la cueva del acantilado donde pernoctaban a orillas del Mar Caribe…
“Blanco, Lindo y Adolfito se han hecho camaradas ‘de a verdad’”.
La pobreza, el abandono, la intemperie y las drogas los han unido en una cotidianidad que los ha hecho adultos intempestivamente, con una violencia que les muerde la vida y les descuenta los años”, escribí en la entrada (lead, en la “neolengua” de Occidente, del establishment) del reportaje que redacté para el desaparecido vespertino Ultima Hora, donde entonces ejercía mi apostolado (porque el Periodismo- ya lo dijo José Martí- es tarea de apóstoles).
El reportaje, de 20 párrafos, trajo sendas semblanzas de los tres chicos, y en los dos finales escribí –me cito-: “Blanco, Lindo y Adolfito son, en conjunción, tres muestras de una realidad de abandono y de desprotección de la niñez en República Dominicana. Así como sus familias y su sociedad se lo han negado casi todo, los tres se les han negado a sus familias y a su sociedad.
Hoy viven su inadaptación oliendo drogas en las calles de Santo Domingo y exhibiendo sus escuálidos cuerpos, sin que nadie los tome en cuenta. Posiblemente mañana, cuando su edad y su vicio hayan crecido, la sociedad repare en que Blanco, Lindo y Adolfito se han hecho delincuentes. Y hasta les cobre sus ‘delitos’ metiéndolos en la cárcel”.
Hoy –la historia se repite, ahora como tragedia-, los Blanco, Lindo y Adolfito andan por esas calles ¿de Dios?, los menos oliendo “cemento” y los más alienados y alienadas con el legal alcohol y las “ilegales” marihuana, cocaína, crack, heroína y éxtasis, mientras los encargados del orden público, en grandísimo número, andan armas en ristre, que no almas, muchos montados en una yipeta e incluso en un puesto de poder formal, policía, guardia, ministro o general, con “licencia constitucional” para llevarme a la cárcel si, eventualmente, me dejo contagiar por la “moral social” y me “robo” un semáforo en rojo para imitar al gendarme que hace lo propio.
(“Como es arriba, es abajo”, por lo que no es de extrañar que en una sociedad que ha sido asaltada por sus “élites” gobernantes, las y los súbditos “cojan también lo suyo”.)
La sociedad, sus “fuerzas vivas”, está “paniqueada”, es decir, metida en pánico, como diría cualquier jevito o jevita enojados porque alguien le “tumbó la nota”.
Es tanto el miedo, el temor, que cualquiera puede ver una amenaza de agresión en un gesto de cortesía, como obviamente pensó una joven que iba a abordar el auto que me transportaba cuando cometí el “desliz” de abandonarlo para cederle mi asiento a fin de no molestarla cuando llegara a mi parada, menos de una cuadra después del lugar donde ella lo abordaría. De boca de la chica llovieron insultos dirigidos a mí por el simple hecho de haber sido cortés. Y no quiso montarse en el carro.
Pero no todo está perdido. El establishment anda buscando cura para el mal social expresado en tanta violencia… Barrio seguro, operativos policiales y militares, redadas y un largo etcétera para combatir la delincuencia, la violencia, asaltos, atracos, robos de celulares y de tenis.
Hasta consultas a presentadores de televisión y dirigentes partidarios para, por ejemplo, organizar un sistema para identificar a los motoristas –deberían hacer lo mismo para organizar un sistema de transporte público, “made in USA”, como el que opera Green House en el Nueva York , el grande, que no el chiquito que Leonel Fernández da notaciones de tener metido entre ceja y ceja-, tarea elemental cuya ejecución debe estar a cargo de una sarta de burócratas, civiles y militares, a quienes pagamos sueldos, en muchos casos lujosísimos para que prácticamente –por sus hechos los conoceréis- no hagan nada.
Falso: sí hacen algo: dar declaraciones a troche y moche (el “declaracionismo”, entrevistas y más entrevistas, es para mí, uno de los vicios del reporterismo criollo) y, muchos de ellos y ellas, aparecer en cuñas de TV y radio, pagadas por el erario público, es decir, por las y los contribuyentes, para ponderar las “excelencias” de su ¿institución?
Incluso, en la presente gestión de gobierno, el presidente Leonel Fernández ha puesto trabas a las libertades de tránsito y de asociación y de reunión sin armas, con fines políticos, económicos, sociales, culturales o de cualquier otra índole, siempre que por su naturaleza no sean contrarias ni atentatorias al orden público, la seguridad nacional y las buenas costumbres.
Y lo hizo también cuando dispuso, administrativamente, horarios para la venta, en negocios autorizados legalmente, de bebidas alcohólicas, droga cuya ingesta es promovida, mañana, tarde, noche y madrugada, por el principal agente de socialización de virtualmente todo Occidente, mayormente en su Tercer Mundo, la TV, porque como ha sido documentado científicamente, el grueso de la gente se “educa” a través de las ondas hertzianas, a tal punto que los chicos y chicas de hoy parecen haber sido hechos en serie: vestimenta similar –gorras incluidas-, formas de bailar, cantar, etc.
Y casi todos y todas imitan a los íconos de la cultura de masas: peloteros, futbolistas, cantantes, profundizando el inquietante fenómeno de la alienación humana característico de la seudo sociedad del conocimiento.
Pero el mal no está en la sábana, señores y señoras de los poderes “institucionales” y fácticos de este vapuleado pueblo.
No.
Las raíces del desbarajuste ético de esta sociedad vienen de viejo, aunque poca gente se enteró de que por ahí andaban –y andan- muchos Lindo, Blanco y Adolfito, producto de una sociedad injusta hasta la tambora que promueve el consumo, incluso de sexo, mientras sus iglesias, de todas las denominaciones, mantienen crucificado a Cristo, el Hacedor de este pequeño universo donde está la Tierra y viven prohibiéndolo todo, desde la anticoncepción responsable hasta que una criatura embarazada en una violación, a veces por su propio padre, interrumpa la preñez por recomendación sicológica.
Y hasta física, porque ninguna niña tiene el cuerpo apto para la procreación, so pena de exponerse a riesgos mayores, incluso la muerte.
Hace años también había reparado en que vivíamos una situación de virtual anomia, a tal punto que en los 90 escribí para El Siglo, donde entonces laboraba, un artículo de opinión al respecto, en el que hice una virtual declaración de desobediencia civil cuando afirmé que si alguna patrulla policial o militar me mandaba a detener mi auto en el trayecto de la sede del diario a mi casa (lo hacía de madrugada, tras el cierre de edición), no me detendría porque sabía que guardias y policías andaban atracando protegidos por sus uniformes.
Luego documenté, en una investigación todavía inédita, sobre el uso y tráfico de drogas ilegales en República Dominicana que hice hacia 1995 para el programa de televisión “Contra viento y marea”, que agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas, militares y policías participaban en el negocio.
Para mi fortuna, el programa –escogimos, por consenso el nombre Contra viento y marea- liderado por Anita Ontiveros y entre cuyas investigadoras estuvieron, además, Nexcy de León, Sagrada Bujosa e Iris Rossi, nunca salió al aire, por razones que desconozco, aunque sospecho, sospechas que dejo en el tintero.
Y digo para mi fortuna, porque la revelación de mis hallazgos en esta investigación, una de las más atrevidas y riesgosas que he realizado en mi ejercicio profesional, enojaría a la mafia de las drogas ilegales –porque las legales son promovidas por los medios de cultura de masas, principalmente (insisto a riesgo de parecer necia) la influyentísima y “formadora” televisión, hasta mediante mensajes subliminales (que influyen a la bestia, al inconsciente, sin que el consciente, el cerebro superior, se entere) que provocan disonancia cognitiva porque concomitantemente se incita a la gente a usarlas y se le dice que son dañinas para la salud.
Y en su enojo, la delincuencia aquella –hay precedentes que lo confirman- sería capaz de aplicarme el aserto aquel: la mafia no perdona.
Es que en la investigación confirmé mi premisa fundamental: que el narcotráfico tenía –y tiene- alicates en estructuras de poder social, económico y político, aquí, allá y acullá.
Si así no fuere, tanta lucha, combate y persecución habrían erradicado el rentabilísimo negocio de las drogas prohibidas.
Años después de mi investigación, se destapó el caso Quirino, como sabe la sociedad dominicana, que vino a reconfirmar el hallazgo de mi investigación.
Porque conviene a los intereses que me han llevado a escribir estas líneas, copio abajo un artículo que escribí en febrero de 1996 –no recuerdo qué día y tampoco lo puse en el texto-, con la intención de publicarlo en uno de los vespertinos de entonces, propósito que no logré porque no pasó la censura.
Para no hacer sentir mal al censor o a los censores prefiero omitir el nombre del diario, el que, por demás, es innecesario aquí y ahora porque lo que persigo es aguijonear a las y los líderes de esta ¿nación? en todas sus instancias de poder –medios de masas, gobierno central, Congreso, grupos patronales, sindicales y profesionales, para que de una vez por todas asuman sus respectivas responsabilidades...
“Cuando la delincuencia gobierna...” fue el título del artículo que ahora comparto contigo:
“A mí los orates, lo mismo que las orates, siempre me han parecido encantadores. No hace mucho me he estado juntando con uno a quien escucho con serenidad y mucha tranquilidad. Y, sobre todo con muchos deseos de aprender. Es, para mí, el aprendizaje, una de las razones esenciales de la vida, de que carguemos todos los huesos que cargamos, lo mismo que toda la carne y el cerebro, pobre órgano tan en desuso en esta posmodernidad doliente, rompiente, mordiente para los espíritus sensibles.
“Mis neuronas -no tengo duda alguna de que las cargo- a veces me traicionan y tienden a dispersar mi pensamiento. Pero mi razón -¿la tengo?- me reatrapa y se impone a mi ‘locura’. Párrafos antes hablé de mi nuevo amigo el orate, a quien culpo por haberme puesto a reflexionar sobre la peligrosidad implícita en el supuesto de que la delincuencia llegue a gobernar una nación e, incluso, todo el mundo.
“Dado el anterior supuesto se pueden construir –y paso a hacerlo- varios escenarios.
Primer escenario: La Policía encargada de velar por el orden público y la seguridad ciudadana está integrada por delincuentes. En semejante caso, ¿quién está seguro o segura? Me parece que únicamente las y los delincuentes, quienes, gracias a su poder de control y represión social, decidirán quién va a la cárcel y quién anda por las calles caminando libremente.
“Segundo escenario: los agentes responsables de combatir el tráfico de drogas ilegales (porque las legales son promovidas, incluso en horas en que se reputa una audiencia infantil, por las y los usufructuarios de las ondas hertzianas, una propiedad pública gracias a las cuales tú y yo podemos escuchar la radio y ver televisión) son delincuentes, caso en el cual es muy improbable que los auténticos narcotraficantes sean castigados con –valga este lugar común- todo el peso de la ley, por más severa que ésta sea.
“Así las cosas, creo que por la peligrosidad que subyace y vive en un eventual gobierno de delincuentes es que andan por ahí algunos teóricos del Derecho según quienes el mejor gobierno es que el que no existe. Porque para qué puede servir, sino es para dañar, un gobierno de la delincuencia.
“Mi amigo el orate de marras ha compartido conmigo otras reflexiones. Verbigracia: me ha dicho que es igualmente peligroso que gente insincera, mentirosa, inhumana, mezquina y amante, sobre todo, de los bienes materiales, ande dirigiendo iglesias, las que sean, y asumiéndose como representantes de Dios en esta Tierra tan maltratada por los seres humanos.
Aquí pongo punto final, porque este tema, el de Dios y sus autoproclamados representantes, sirve para escribir otros párrafos...”
Bien… Pienso que regular, como se ha hecho con el alcohol y el tabaco, la venta de las ilegales parece la salida más sesuda para encarar –valga otro lugar común- el flagelo de las drogas, pero hay intereses muy poderosos –las industrias farmacéutica y de armamentos, verbigracia- capaces de invertir para evitar la regulación, en aras de defender sus intereses (lo hizo la industria de fármacos en Estados Unidos en 1937, cuando, en una campaña de marketing social aupada por la “moralina” de la iglesia logró que se declarase ilegal la marihuana, cannabis sativa, porque esta planta, como la hoja de coca, tiene propiedades de pastillas hechas en laboratorios y pueden ser cultivadas en nuestros propios patios y fincas, lo que conspiraría contra las industrias de las drogas químicas.
Por demás, la “doble moral burguesa” –tampoco la “proletaria”- no me luce muy calificada para andar prohibiendo absolutamente nada. Procede, eso sí, educar, no tan sólo a través de la cenicienta educación formal, sino y sobre todo, usando los medios electrónicos, para aportar a la construcción de valores de justicia y de ética.
Lamentablemente en este país no parece haber mucho interés en este tipo de educación, porque ni siquiera los “moralistas” enganchados al tren gubernamental hacen nada al respecto. Al contrario, lo suyo, comenzando por el presidente Leonel Fernández y su esposa, es la propaganda, incluyendo el autobombo, con recursos públicos, por supuesto.
A tal punto que una propuesta de educación para la ética y la ciudadanía cuyos términos de referencia entregué personalmente a Fernández hace “añales” ha merecido “el caso del perro”.
Es que la “ética” gubernamental, lo mismo que la social (“como es arriba, es abajo”) prevaleciente está empeñada sobre todo en prohibir, aunque se violenten derechos humanos, y en convencer a este vapuleado pueblo de que el inquilino del Palacio Nacional y su señora esposa son “la última coca-cola del desierto”.
Y que sin el mandatario en el Palacio se hunde este país, arde Troya o nos vamos por el derricadero, mientras los postulados peledeístas de organización y disciplina –y el mismo programa de gobierno del PLD-, andan por alguna gaveta, a pesar de que la violencia ha devenido sistémica, aquí - igual que allá y acullá-, a contramano de barrios seguros, “solidaridad”, combate, operativos y luchas contra grandes lacras sociales y otras iniciativas ¿redentoras?
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Nota
La autora ha sido y es una de las principales mujeres dominicanas luchadoras incansables por la ética profesional y la libertad de expresión en la comunicación social del país en las últimas décadas. Por su verticalidad y combatividad, sin dudas, ha sido la comunicadora más censurada en la historia del periodismo nacional. La reunión de sus artículos excluidos de casi todos los diarios nacionales por los que ha pasado serían suficientes para publicar varios libros que desnudan los secretos y desverguenzas de la divina tragedia del ejercicio del poder en nuestro pais. epistheme agradece infinitamente a Elsa esta desinteresada colaboración, y hace votos porque sus incisivos artículos puedan llegarnos más frecuentemente a través de este medio, donde, por principio, jamás será censurada.
Yaguarix
Niños de la calle
“Se prohibe prohibir”, filosofía libertaria
Por Elsa Expósito [1]
Conocí a Blanco, 13 años; Lindo, nueve, y Adolfito, 12, a mediados de julio de 1987, hace casi 19 años, de lo que se infiere, como datos elementales, que el primero debe andar hoy por los 32 años; el segundo por los 28; y el tercero, 31. Y me pasé varias horas con los tres en la avenida George Washington, incluso en la cueva del acantilado donde pernoctaban a orillas del Mar Caribe…
“Blanco, Lindo y Adolfito se han hecho camaradas ‘de a verdad’”.
La pobreza, el abandono, la intemperie y las drogas los han unido en una cotidianidad que los ha hecho adultos intempestivamente, con una violencia que les muerde la vida y les descuenta los años”, escribí en la entrada (lead, en la “neolengua” de Occidente, del establishment) del reportaje que redacté para el desaparecido vespertino Ultima Hora, donde entonces ejercía mi apostolado (porque el Periodismo- ya lo dijo José Martí- es tarea de apóstoles).
El reportaje, de 20 párrafos, trajo sendas semblanzas de los tres chicos, y en los dos finales escribí –me cito-: “Blanco, Lindo y Adolfito son, en conjunción, tres muestras de una realidad de abandono y de desprotección de la niñez en República Dominicana. Así como sus familias y su sociedad se lo han negado casi todo, los tres se les han negado a sus familias y a su sociedad.
Hoy viven su inadaptación oliendo drogas en las calles de Santo Domingo y exhibiendo sus escuálidos cuerpos, sin que nadie los tome en cuenta. Posiblemente mañana, cuando su edad y su vicio hayan crecido, la sociedad repare en que Blanco, Lindo y Adolfito se han hecho delincuentes. Y hasta les cobre sus ‘delitos’ metiéndolos en la cárcel”.
Hoy –la historia se repite, ahora como tragedia-, los Blanco, Lindo y Adolfito andan por esas calles ¿de Dios?, los menos oliendo “cemento” y los más alienados y alienadas con el legal alcohol y las “ilegales” marihuana, cocaína, crack, heroína y éxtasis, mientras los encargados del orden público, en grandísimo número, andan armas en ristre, que no almas, muchos montados en una yipeta e incluso en un puesto de poder formal, policía, guardia, ministro o general, con “licencia constitucional” para llevarme a la cárcel si, eventualmente, me dejo contagiar por la “moral social” y me “robo” un semáforo en rojo para imitar al gendarme que hace lo propio.
(“Como es arriba, es abajo”, por lo que no es de extrañar que en una sociedad que ha sido asaltada por sus “élites” gobernantes, las y los súbditos “cojan también lo suyo”.)
La sociedad, sus “fuerzas vivas”, está “paniqueada”, es decir, metida en pánico, como diría cualquier jevito o jevita enojados porque alguien le “tumbó la nota”.
Es tanto el miedo, el temor, que cualquiera puede ver una amenaza de agresión en un gesto de cortesía, como obviamente pensó una joven que iba a abordar el auto que me transportaba cuando cometí el “desliz” de abandonarlo para cederle mi asiento a fin de no molestarla cuando llegara a mi parada, menos de una cuadra después del lugar donde ella lo abordaría. De boca de la chica llovieron insultos dirigidos a mí por el simple hecho de haber sido cortés. Y no quiso montarse en el carro.
Pero no todo está perdido. El establishment anda buscando cura para el mal social expresado en tanta violencia… Barrio seguro, operativos policiales y militares, redadas y un largo etcétera para combatir la delincuencia, la violencia, asaltos, atracos, robos de celulares y de tenis.
Hasta consultas a presentadores de televisión y dirigentes partidarios para, por ejemplo, organizar un sistema para identificar a los motoristas –deberían hacer lo mismo para organizar un sistema de transporte público, “made in USA”, como el que opera Green House en el Nueva York , el grande, que no el chiquito que Leonel Fernández da notaciones de tener metido entre ceja y ceja-, tarea elemental cuya ejecución debe estar a cargo de una sarta de burócratas, civiles y militares, a quienes pagamos sueldos, en muchos casos lujosísimos para que prácticamente –por sus hechos los conoceréis- no hagan nada.
Falso: sí hacen algo: dar declaraciones a troche y moche (el “declaracionismo”, entrevistas y más entrevistas, es para mí, uno de los vicios del reporterismo criollo) y, muchos de ellos y ellas, aparecer en cuñas de TV y radio, pagadas por el erario público, es decir, por las y los contribuyentes, para ponderar las “excelencias” de su ¿institución?
Incluso, en la presente gestión de gobierno, el presidente Leonel Fernández ha puesto trabas a las libertades de tránsito y de asociación y de reunión sin armas, con fines políticos, económicos, sociales, culturales o de cualquier otra índole, siempre que por su naturaleza no sean contrarias ni atentatorias al orden público, la seguridad nacional y las buenas costumbres.
Y lo hizo también cuando dispuso, administrativamente, horarios para la venta, en negocios autorizados legalmente, de bebidas alcohólicas, droga cuya ingesta es promovida, mañana, tarde, noche y madrugada, por el principal agente de socialización de virtualmente todo Occidente, mayormente en su Tercer Mundo, la TV, porque como ha sido documentado científicamente, el grueso de la gente se “educa” a través de las ondas hertzianas, a tal punto que los chicos y chicas de hoy parecen haber sido hechos en serie: vestimenta similar –gorras incluidas-, formas de bailar, cantar, etc.
Y casi todos y todas imitan a los íconos de la cultura de masas: peloteros, futbolistas, cantantes, profundizando el inquietante fenómeno de la alienación humana característico de la seudo sociedad del conocimiento.
Pero el mal no está en la sábana, señores y señoras de los poderes “institucionales” y fácticos de este vapuleado pueblo.
No.
Las raíces del desbarajuste ético de esta sociedad vienen de viejo, aunque poca gente se enteró de que por ahí andaban –y andan- muchos Lindo, Blanco y Adolfito, producto de una sociedad injusta hasta la tambora que promueve el consumo, incluso de sexo, mientras sus iglesias, de todas las denominaciones, mantienen crucificado a Cristo, el Hacedor de este pequeño universo donde está la Tierra y viven prohibiéndolo todo, desde la anticoncepción responsable hasta que una criatura embarazada en una violación, a veces por su propio padre, interrumpa la preñez por recomendación sicológica.
Y hasta física, porque ninguna niña tiene el cuerpo apto para la procreación, so pena de exponerse a riesgos mayores, incluso la muerte.
Hace años también había reparado en que vivíamos una situación de virtual anomia, a tal punto que en los 90 escribí para El Siglo, donde entonces laboraba, un artículo de opinión al respecto, en el que hice una virtual declaración de desobediencia civil cuando afirmé que si alguna patrulla policial o militar me mandaba a detener mi auto en el trayecto de la sede del diario a mi casa (lo hacía de madrugada, tras el cierre de edición), no me detendría porque sabía que guardias y policías andaban atracando protegidos por sus uniformes.
Luego documenté, en una investigación todavía inédita, sobre el uso y tráfico de drogas ilegales en República Dominicana que hice hacia 1995 para el programa de televisión “Contra viento y marea”, que agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas, militares y policías participaban en el negocio.
Para mi fortuna, el programa –escogimos, por consenso el nombre Contra viento y marea- liderado por Anita Ontiveros y entre cuyas investigadoras estuvieron, además, Nexcy de León, Sagrada Bujosa e Iris Rossi, nunca salió al aire, por razones que desconozco, aunque sospecho, sospechas que dejo en el tintero.
Y digo para mi fortuna, porque la revelación de mis hallazgos en esta investigación, una de las más atrevidas y riesgosas que he realizado en mi ejercicio profesional, enojaría a la mafia de las drogas ilegales –porque las legales son promovidas por los medios de cultura de masas, principalmente (insisto a riesgo de parecer necia) la influyentísima y “formadora” televisión, hasta mediante mensajes subliminales (que influyen a la bestia, al inconsciente, sin que el consciente, el cerebro superior, se entere) que provocan disonancia cognitiva porque concomitantemente se incita a la gente a usarlas y se le dice que son dañinas para la salud.
Y en su enojo, la delincuencia aquella –hay precedentes que lo confirman- sería capaz de aplicarme el aserto aquel: la mafia no perdona.
Es que en la investigación confirmé mi premisa fundamental: que el narcotráfico tenía –y tiene- alicates en estructuras de poder social, económico y político, aquí, allá y acullá.
Si así no fuere, tanta lucha, combate y persecución habrían erradicado el rentabilísimo negocio de las drogas prohibidas.
Años después de mi investigación, se destapó el caso Quirino, como sabe la sociedad dominicana, que vino a reconfirmar el hallazgo de mi investigación.
Porque conviene a los intereses que me han llevado a escribir estas líneas, copio abajo un artículo que escribí en febrero de 1996 –no recuerdo qué día y tampoco lo puse en el texto-, con la intención de publicarlo en uno de los vespertinos de entonces, propósito que no logré porque no pasó la censura.
Para no hacer sentir mal al censor o a los censores prefiero omitir el nombre del diario, el que, por demás, es innecesario aquí y ahora porque lo que persigo es aguijonear a las y los líderes de esta ¿nación? en todas sus instancias de poder –medios de masas, gobierno central, Congreso, grupos patronales, sindicales y profesionales, para que de una vez por todas asuman sus respectivas responsabilidades...
“Cuando la delincuencia gobierna...” fue el título del artículo que ahora comparto contigo:
“A mí los orates, lo mismo que las orates, siempre me han parecido encantadores. No hace mucho me he estado juntando con uno a quien escucho con serenidad y mucha tranquilidad. Y, sobre todo con muchos deseos de aprender. Es, para mí, el aprendizaje, una de las razones esenciales de la vida, de que carguemos todos los huesos que cargamos, lo mismo que toda la carne y el cerebro, pobre órgano tan en desuso en esta posmodernidad doliente, rompiente, mordiente para los espíritus sensibles.
“Mis neuronas -no tengo duda alguna de que las cargo- a veces me traicionan y tienden a dispersar mi pensamiento. Pero mi razón -¿la tengo?- me reatrapa y se impone a mi ‘locura’. Párrafos antes hablé de mi nuevo amigo el orate, a quien culpo por haberme puesto a reflexionar sobre la peligrosidad implícita en el supuesto de que la delincuencia llegue a gobernar una nación e, incluso, todo el mundo.
“Dado el anterior supuesto se pueden construir –y paso a hacerlo- varios escenarios.
Primer escenario: La Policía encargada de velar por el orden público y la seguridad ciudadana está integrada por delincuentes. En semejante caso, ¿quién está seguro o segura? Me parece que únicamente las y los delincuentes, quienes, gracias a su poder de control y represión social, decidirán quién va a la cárcel y quién anda por las calles caminando libremente.
“Segundo escenario: los agentes responsables de combatir el tráfico de drogas ilegales (porque las legales son promovidas, incluso en horas en que se reputa una audiencia infantil, por las y los usufructuarios de las ondas hertzianas, una propiedad pública gracias a las cuales tú y yo podemos escuchar la radio y ver televisión) son delincuentes, caso en el cual es muy improbable que los auténticos narcotraficantes sean castigados con –valga este lugar común- todo el peso de la ley, por más severa que ésta sea.
“Así las cosas, creo que por la peligrosidad que subyace y vive en un eventual gobierno de delincuentes es que andan por ahí algunos teóricos del Derecho según quienes el mejor gobierno es que el que no existe. Porque para qué puede servir, sino es para dañar, un gobierno de la delincuencia.
“Mi amigo el orate de marras ha compartido conmigo otras reflexiones. Verbigracia: me ha dicho que es igualmente peligroso que gente insincera, mentirosa, inhumana, mezquina y amante, sobre todo, de los bienes materiales, ande dirigiendo iglesias, las que sean, y asumiéndose como representantes de Dios en esta Tierra tan maltratada por los seres humanos.
Aquí pongo punto final, porque este tema, el de Dios y sus autoproclamados representantes, sirve para escribir otros párrafos...”
Bien… Pienso que regular, como se ha hecho con el alcohol y el tabaco, la venta de las ilegales parece la salida más sesuda para encarar –valga otro lugar común- el flagelo de las drogas, pero hay intereses muy poderosos –las industrias farmacéutica y de armamentos, verbigracia- capaces de invertir para evitar la regulación, en aras de defender sus intereses (lo hizo la industria de fármacos en Estados Unidos en 1937, cuando, en una campaña de marketing social aupada por la “moralina” de la iglesia logró que se declarase ilegal la marihuana, cannabis sativa, porque esta planta, como la hoja de coca, tiene propiedades de pastillas hechas en laboratorios y pueden ser cultivadas en nuestros propios patios y fincas, lo que conspiraría contra las industrias de las drogas químicas.
Por demás, la “doble moral burguesa” –tampoco la “proletaria”- no me luce muy calificada para andar prohibiendo absolutamente nada. Procede, eso sí, educar, no tan sólo a través de la cenicienta educación formal, sino y sobre todo, usando los medios electrónicos, para aportar a la construcción de valores de justicia y de ética.
Lamentablemente en este país no parece haber mucho interés en este tipo de educación, porque ni siquiera los “moralistas” enganchados al tren gubernamental hacen nada al respecto. Al contrario, lo suyo, comenzando por el presidente Leonel Fernández y su esposa, es la propaganda, incluyendo el autobombo, con recursos públicos, por supuesto.
A tal punto que una propuesta de educación para la ética y la ciudadanía cuyos términos de referencia entregué personalmente a Fernández hace “añales” ha merecido “el caso del perro”.
Es que la “ética” gubernamental, lo mismo que la social (“como es arriba, es abajo”) prevaleciente está empeñada sobre todo en prohibir, aunque se violenten derechos humanos, y en convencer a este vapuleado pueblo de que el inquilino del Palacio Nacional y su señora esposa son “la última coca-cola del desierto”.
Y que sin el mandatario en el Palacio se hunde este país, arde Troya o nos vamos por el derricadero, mientras los postulados peledeístas de organización y disciplina –y el mismo programa de gobierno del PLD-, andan por alguna gaveta, a pesar de que la violencia ha devenido sistémica, aquí - igual que allá y acullá-, a contramano de barrios seguros, “solidaridad”, combate, operativos y luchas contra grandes lacras sociales y otras iniciativas ¿redentoras?
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Nota
La autora ha sido y es una de las principales mujeres dominicanas luchadoras incansables por la ética profesional y la libertad de expresión en la comunicación social del país en las últimas décadas. Por su verticalidad y combatividad, sin dudas, ha sido la comunicadora más censurada en la historia del periodismo nacional. La reunión de sus artículos excluidos de casi todos los diarios nacionales por los que ha pasado serían suficientes para publicar varios libros que desnudan los secretos y desverguenzas de la divina tragedia del ejercicio del poder en nuestro pais. epistheme agradece infinitamente a Elsa esta desinteresada colaboración, y hace votos porque sus incisivos artículos puedan llegarnos más frecuentemente a través de este medio, donde, por principio, jamás será censurada.
Yaguarix
martes, junio 05, 2007
Noticias del Frente Ancestral 022
CAMINOS DE LA TEOLOGÍA INDIA (1/3)
Por: Eleazar López Hernández
Cenami, México. 1997
INTRODUCCION
Toda teología, como palabra que muestra o demuestra nuestra búsqueda de la trascendencia de la vida es, en sí misma, un camino o un conjunto de caminos que intentan desentrañar, para luego comunicar, el misterio profundo del mundo, del ser humano, de Dios. La principal preocupación en la teología ha sido descubrir y expresar ese sentido profundo que los seres humanos damos o encontramos en la vida y en la realidad entera. No es tarea de la teología hablar de las cosas como son, es decir, del ser que resulta de la realidad histórica, sino como debieran ser, esto es, en confrontación con la intencionalidad más profunda que Dios y nosotros le ponemos a las cosas. Este sentido trascendente de la historia y de la creación es la motivación primera de la teología. Por eso no se la puede ubicar propiamente en el ámbito de la academia y de las ciencias. Ella está más allá porque trata de realidades que no son tangibles por los sentidos, sino perceptibles únicamente por la fe. Pero tampoco se puede reducir a los ámbitos puramente religiosos o sacrales; porque abarca toda la realidad humana.
Evidentemente, para poder comunicar el contenido profundo de la teología, los pueblos acuden necesariamente al lenguaje de la cultura, a la palabra hablada o escrita, con el fin de intentar expresar esa experiencia que se refiere a realidades trascendentes. Y mientras más profunda es la experiencia es mayor la inadecuación del lenguaje para externarla. Por eso, más que la modalidad discursiva o especulativa, en la teología echamos mano del lenguaje total, que está conformado de símbolos, gestos, ritos, palabras y hasta de silencios, que podemos saturar de contenido.
El acto primero e indispensable es la experiencia de fe en Dios. La teología viene a ser el acto segundo que expresa y comunica esta experiencia. Y mostrando con la palabra teológica el sentido trascendente de las cosas, recreamos el mundo y también nos recreamos a nosotros mismos al traer a la memoria las razones últimas de nuestra existencia. Con la teología podemos devolver al mundo y a nosotros el sentido o intencionalidad originaria, querida por Dios. Nombrar las cosas es darles existencia y hablar del sentido trascendente es dar viabilidad histórica a esta trascendencia. De ahí la importancia de la teología también para transformar el mundo.
Estas cosas, que se aplican a toda teología -cristiana o no cristiana-, son, desde luego, extensivas también a la Teología Indígena, que ahora emerge, como Lázaro, de la tumba donde se la ha querido sepultar. Pero, dado que en las teologías cristianas, más reconocidas y apoyadas institucionalmente, se ha enfatizado la comunicación de la vivencia trascendente mediante el uso de un lenguaje discursivo y racionalista, y en las teologías indígenas el acento es la misma vivencia de la trascendencia, que se comunica en lenguaje simbólico, pareciera que entre ellas hubiera barreras infranqueables. Pero en realidad no existen tales barreras; ya que ambas teologías comparten la misma realidad trascendente, que es Dios, el mismo sujeto creyente que es el pueblo pobre y, a menudo, los mismos caminos andados en cuanto a la comunicación de la experiencia teologal. A ello se debe que sea posible entablar relación entre ambas teologías y encontrar sus espacios y mecanismos comunes de funcionamiento. Máxime cuando el sujeto de estas teologías son comunidades indígenas que ya son cristianas, y que han iniciado procesos de síntesis de las dos vertientes espirituales que conforman su vida.
Pero para analizar los caminos de la teología indígena con justicia, es preciso superar los viejos estereotipos manejados en la etapa colonial. Viéndola con ojos condenatorios o devaluatorios jamás se podrá comprender la grandeza de sus aportes. Debemos acercarnos a ella descalzos y con espíritu optimista, pero sin idealismos enajenantes, a fin de calibrar la solidez de esta palabra teológica indígena, apreciando sus amplios horizontes y sus límites también.
Cuando aquí hablamos de Teología India o Indígena en singular estamos intentando globalizar deliberadamente realidades muy diversas y plurales. Porque no existe una única Teología India, sino múltiples teologías indias, cada una caminando por senderos propios según el Espíritu le inspira y según las circunstancias históricas le permiten actuar.
Englobar a todas las Teologías Indias en explicaciones unitarias es una exigencia de la necesidad de contar con parámetros amplios que sean capaces de ayudarnos a comprenderlas y valorarlas. Pero esta globalización también es resultado de la situación actual de los pueblos indígenas que, al estar sometidos a las mismas estructuras dominantes desde hace mucho tiempo, han elaborado respuestas similares y convergentes, en todos los niveles incluido el religioso y teológico. La Teología India se está configurando hoy como un modo de hacer teología; porque es atreverse a pensar las cosas de Dios y nuestras cosas más profundas en categorías propias; es echar mano de las herramientas de conocimiento producidas por la sabiduría de nuestros pueblos para expresar nuestra experiencia de Dios; es pensar con nuestra propia cabeza la fe que vivimos. Es activar nuestro Hardware o disco duro para manejar el cúmulo de información que tenemos de Dios, del mundo y de nosotros mismos. Es lo que hace comúnmente nuestro pueblo. Y a los profesionales o carteros que llevamos esta información a foros más amplios nos toca mostrar que no se opone a otras modalidades de hacer teología.
La categoría india, aunque impuesta desde el exterior, ha hermanado a nuestros pueblos en el dolor, en la resistencia y en la elaboración teológica. Por eso ha sido relativamente fácil convocar encuentros de teologías indias o indígenas y lograr rápidamente consensos amplios, porque existe una gran cantidad de elementos comunes, y temáticas que nos hacen converger.
En base a esta constatación es posible hablar hoy de características comunes a todas las teologías indias o indígenas y sacar conclusiones de contenido y de método que pueden ser aplicables a todas, sin menoscabo del particular proceso de desarrollo de cada una. Esto no quiere decir que hacemos a un lado que existen múltiples teologías y caminos teológicos diferentes en cada una de las etapas vividas por nuestros pueblos. Con esquematizaciones globalizantes no queremos caer en simplismos que acaban haciendo injusticia a la multiforme presencia anterior y actual de la Teología Indígena en nuestro continente.
1. TEOLOGIAS ORIGINARIAS
Antes de hablar de lo que son, en sentido estricto, las teologías indias, es decir, aquellas que surgieron en el contexto de los últimos 500 años, debemos aquilatar los procesos teológicos elaborados en el transcurso de la etapa anterior. Etapa que no es cualquier insignificancia del pasado, pues representa un larguísimo camino andado por los pueblos originarios de este Continente, de más de 30 mil años, donde están almacenados milenios y siglos de búsqueda de humanización y de encuentro con Quién es la fuente de la vida. Ese prolongado camino ciertamente no fue continuo, uniforme o unilineal, sino andadura hecha de anchas y preciosas avenidas, pero también de pequeñas veredas, atajos y desvíos asumidos en medio de tensiones y contradicciones.
En un intento atrevido por simplificar esa compleja realidad, quiero ofrecer aquí algunas consideraciones esquematizadoras que a mí me han ayudado para la comprensión del amplísimo pasado de nuestros pueblos. Y no de todos; pues hablo especialmente a partir de mi experiencia dentro de la etnia Zapoteca, a la que pertenezco, y también del conocimiento que tengo de la macrocultura mesoamericana. Espero que mis aportes igualmente sean de utilidad para otros contextos.
a) Cuando los indígenas éramos pueblos nómadas
Si comprobamos que en Aridoamérica, en la Amazonía, en el Chaco y en las selvas tropicales, muchos pueblos indígenas de hoy siguen siendo nómadas o viven esquemas culturales que son propios de las sociedades de caza y recolección; y si, además, nos percatamos de que la sedentarización llegó a los demás pueblos de este Continente por la agricultura hace no más de cinco o seis mil años, podemos darnos cuenta del enorme período de tiempo que abarca el esquema nomádico en nuestra realidad. Abarca más del 70% de nuestro caminar histórico.
El nomadismo es el punto de partida y la referencia obligada de todos los pueblos indígenas de América. Por eso debe ser revalorado al analizar las teologías indígenas. Porque a menudo se le han endilgado epítetos como primitivismo, barbarie, salvajismo, dando a entender que es algo del pasado que ya está superado o que debe ser superado cuanto antes. Cuando en realidad es la ciénega o el manglar biogenético de donde ha surgido casi la totalidad de nuestra vida.
En el nomadismo la cultura material de nuestros pueblos no se desarrolló aparatosamente. Casi no existen grandes obras materiales que den constancia del esplendor de esta etapa. Si las hubo, el paso del tiempo las borró con facilidad, pues su manufactura no era de características perdurables. Sin embargo la cultura espiritual de esa época fue muy fecunda y produjo frutos que aún perviven. Gran parte de los mitos indígenas actuales, incluso de aquellas comunidades que se han urbanizado, son de origen nomádico.
Lo mismo pasó con los pueblos de la Biblia e incluso con el conjunto de la Religión cristiana. Los grandes aportes culturales y religiosos vienen del mundo nómada del desierto. Por eso el desierto, como tema teológico-bíblico, es el lugar del encuentro o reencuentro de la identidad primera de los creyentes y, en consecuencia, del encuentro también con Yahvéh Elohim.
En el nomadismo indígena la naturaleza aparece como la mediación más importante de Dios; como el sacramento de su presencia. Es la Madre Tierra, el Fuego Nuevo, el Viento Huracanado, el Manantial de Agua o la Cascada, el Cerro Proveedor de vida o Protector de la comunidad. Esta pluralidad de manifestaciones divinas hace hablar a nuestros pueblos con una pluralidad de nombres de Dios. Lo que lleva a pensar a misioneros y analistas foráneos, que nuestros antepasados eran politeístas. Pero no es así. Los diversos nombres de Dios lo único que testimonian es la rica gama de percepciones que el pueblo tiene de El a través de la naturaleza.
En Mesoamérica Dios es Cipactli, es decir, la Energía Originaria de la vida, simbolizada en el Fuego, en el Jaguar, en el cocodrilo o en la Serpiente en movimiento. Para que la vida exista Cipactli es sacrificada, y los miembros de su cuerpo se transforman en las distintas expresiones de vida que ahora existen: Son los cerros, ríos, cuevas, árboles. Por tanto toda la creación es expresión de Dios y está al servicio de la vida.
En el esquema religioso y teológico del nomadismo Dios lo es todo, y todo tiene que ver con Dios. En consecuencia de El hay que esperarlo todo. La caza y la recolección son el medio privilegiado de conseguir el sustento humano. Dios es la Madre providente que nos da lo que necesitamos y nos amamanta en el momento preciso. Simplemente hay que acudir al lugar adecuado para recibir lo que necesitamos. No existe propiamente el sentido de trabajo como después se tuvo.
El espíritu nomádico engendra pautas típicas de comportamiento, que no siempre son bien interpretadas por los que ya no somos nómadas. Por ejemplo el aparente conformismo o apatía indígena ante las carencias y ante la muerte, así como la capacidad de aguante al dolor, o la conciencia de que sólo Dios es permanente, pues nosotros somos peregrinos y caminantes en este mundo.
En el pensamiento nomádico, se acentúa el principio de que hombres y animales somos hijos de Dios, y estamos puestos en el mundo para reconocerle y darle gracias, para bendecir su nombre, para alabarle y reverenciarle (Cf. Pop Wuj). No somos el culmen de la creación, aunque podemos llegar a ser los únicos interlocutores capaces de cumplir cabalmente el mandato divino.
Frente a los demás seres de la creación, el hombre y la mujer estamos llamados a mantener la armonía del cosmos, con un respeto y una relación armónica con todo cuanto existe dentro de esa mediación de la presencia y de la voluntad divina, que es la naturaleza. Cuando los seres humanos no cumplimos con ese deber viene el desastre. Dios, como energía de vida, es pródigo en generosidad, pero también impredecible en su capacidad de destrucción: Los volcanes, terremotos, diluvios, huracanes son manifestación de ese poder divino, que a la vez que construye, también puede desbaratar y matar. Por eso hay que aprender a convivir con esta faceta difícil de la Divinidad. Muchas de las expresiones de religiosidad indígena -como pedir permiso al Dueño del monte o del cerro para cortar un árbol o cazar un animal-, perpetúan, hasta nuestros días, ese deseo muy antiguo de mantener contento a Dios para que no nos muestre un rostro airado por causa de un quebrantamiento involuntario de sus leyes inscritas en la naturaleza.
Del mundo nómada heredamos ese principio ecologista de convivir armónicamente con el conjunto de la creación. No hay que forzar a la naturaleza para que nos dé lo que queremos. Más bien hay que colaborar con ella. Nosotros no somos superiores para estar por encima de ella, para dominarla o explotarla, sino parte integrante de ella. Ella es la Casa Grande de la familia humana. En cualquier trozo de ella estamos en el regazo de Dios. Por eso vivir en cuevas no era una deshonra, sino un privilegio.
Casi todos nuestros pueblos ponen su origen en una cueva, de donde después salimos y nos dispersamos por la tierra (Cf. mito de Chimoztoc). Antes de salir éramos todos hermanos y hablábamos la misma lengua, pero al dispersarnos empezaron los pleitos y las divisiones. Ya no nos entendimos. Sin embargo algún día retornaremos a esa matriz originaria y volveremos a ser hermanos.
La vinculación estrecha del ser humano con la naturaleza la expresamos, en Meso América, con el fenómeno del nagualismo, es decir, con el planteamiento de que cada ser humano tiene su contraparte animal en la naturaleza. Lo que le pasa al nagual o tona le pasa automáticamente a su cuate humano. Por eso debemos cuidar la naturaleza; porque, si la dañamos, podemos causar muerte a nuestro nagual y, por ende, a nosotros mismos. Este sentido ecologista profundamente cosmoteológico es muy antiguo en nuestros pueblos amerindios.
La etapa nomádica, en muchos aspectos, caló en lo más hondo del ser humano, haciendo planteamientos sobre Dios, sobre nosotros mismos y sobre el mundo, que siguen siendo válidos en las circunstancias actuales. Porque son verdades perennes de la vida, que hoy podemos retomar para reconstruir el mundo dándole sentido humano y divino.
b) Cuando los indígenas nos hicimos pueblos sedentarios
Esta etapa es radicalmente distinta de la anterior. Y, como ya dije, no todos los pueblos del Continente dieron el paso hacia ella. Y quienes lo hicieron, hace aproximadamente cinco o seis mil años, no por ello son mejores que los otros. Simplemente son diferentes porque cambiaron de eje en la elaboración de sus culturas, a partir del hecho nuevo de que, con la sedentarización y la agricultura, ellos modificaron su relación con la naturaleza, mediante procesos de domesticación de ella y por el uso de tecnologías de producción agrícola. Por lo tanto la concepción del mundo, del hombre y de Dios también sufrió cambios substanciales.
En el esquema de vida sedentaria el ser humano adquiere un protagonismo que antes no tenía. Ya no es únicamente creatura de Dios, que espera paciente o providentemente todo de El, sino que, con su esfuerzo personal o colectivo, busca acelerar la acción divina. Se puede decir que el hombre sedentario y agricultor pasa de la perspectiva cosmoteocéntrica del nomadismo a la perspectiva antropoteocéntrica, donde Dios y el ser humano construyen juntos el mundo. Lo cual no quiere decir que él abandona totalmente los esquemas anteriores; más bien los readecua a las nuevas circunstancias reformulándolas. En el mundo mesoamericano el camino cultural y teológico se fue haciendo no por procesos de resta o eliminación de lo anterior cuando algo nuevo llega, sino por suma o acumulación de lo nuevo a lo antiguo que se reformula. Este modo de actuar polisintético dio origen a una sabiduría milenaria donde se fue sedimentando o decantando lo mejor de la experiencia humana.
Los mitos agrícolas que explican el origen de todo, hablan, en este período, de una acción conjunta entre Dios y el ser humano. Ante el caos original, simbolizado con la caída del cielo sobre la tierra, según la perspectiva mesoamericana, Dios Quetzalcóatl y su Cuate, Tezcatlipoca, intentan levantar el cielo metiéndose uno en el oriente y otro en el poniente; pero no logran su cometido. Entonces crean a cuatro seres humanos quienes, en pareja, entran dos por el norte y dos por el sur. Y caminando todos se encuentran en el centro, que es el ombligo o lugar de la trascendencia. Ahí Tezcatlipoca se convierte en un enorme árbol, que llevando en la punta más alta a Quetzalcoatl y en sus ramas a los cuatro seres humanos, levantan el cielo y lo ponen como ahora está. Este mito lo ritualizan periódicamente los llamados “Voladores de Papantla”.
Este es el mito fundante que se repite, con algunas modificaciones, en toda el área mesoamericana. Dios ya no es únicamente Alguien a quien reverenciar, sino Alguien con quien colaborar. Nosotros necesitamos de El. Pero El igualmente necesita de nosotros. Por eso, más que Padre o Madre, Dios es ahora un Hermano, un Compañero de camino, un Cuate, como decimos en México. Esta concepción teológica automáticamente eleva al hombre a la categoría de cocreador. Y a la naturaleza la concibe como el resultado de la obra creadora de Dios y del ser humano. Es ahora la Casa Grande que hay que construir entre todos y para todos. Y esto se logra en la medida en que los seres humanos participamos responsablemente con Dios en la organización constante del mundo.
A Dios ya no se le ve como el solitario Todopoderoso, sino como el Hermano necesitado, que pide solidaridad para hacer posible la vida. En los mitos de este período aparece frecuentemente en la figura del pobre, del enfermo, del caminante, del forastero, del diferente. Por eso el otro, el que no es como todos, empezó a ser considerado como enviado o venido de Dios: Los bizcos, los deformes, los albinos eran llamados hijos de Dios y se les prodigaban atenciones especiales.
La mayoría de los pueblos sentía tan cercano a Dios que lo simbolizaron también en el alimento producido por la comunidad: maíz, papa, mandioca, banano. Estos productos son la vida que resulta del don de Dios y del esfuerzo humano. Por eso el acto de consumir los alimentos es la expresión más plena de comunión con Dios, con la naturaleza y con los demás hermanos. Por tanto es una acción profundamente sagrada, que no se puede realizar de cualquier manera. Existen rituales de inicio y de finalización, gestos y nombres de comidas que manifiestan esta trascendencia del acto cotidiano de alimentarse. Porque es la culminación de una obra llevada a cabo con esfuerzo, paciencia e ilusión de parte de Dios y del ser humano.
Meso América se constituye en cultura grande y floreciente precisamente por el cultivo del Maíz. Ella es la gran cultura del Maíz. Todo tiene que ver con esta planta cultural, que es resultado de la acción humana de combinar diversos genes biogenéticos de la antigua teozintle hasta convertirla en el maíz que ahora tenemos. Y si el hombre mesoamericano inventó el Maíz, también el Maíz hizo posible al hombre mesoamericano. El está hecho radicalmente de Maíz. Y Dios tiene que ver entonces con el maíz: es Zintéotl o Dios del Maíz. Y hay tanta variedad de seres humanos cuanta variedad hay de Maíz: rojo, negro, blanco, amarillo.
Cenami, México. 1997
INTRODUCCION
Toda teología, como palabra que muestra o demuestra nuestra búsqueda de la trascendencia de la vida es, en sí misma, un camino o un conjunto de caminos que intentan desentrañar, para luego comunicar, el misterio profundo del mundo, del ser humano, de Dios. La principal preocupación en la teología ha sido descubrir y expresar ese sentido profundo que los seres humanos damos o encontramos en la vida y en la realidad entera. No es tarea de la teología hablar de las cosas como son, es decir, del ser que resulta de la realidad histórica, sino como debieran ser, esto es, en confrontación con la intencionalidad más profunda que Dios y nosotros le ponemos a las cosas. Este sentido trascendente de la historia y de la creación es la motivación primera de la teología. Por eso no se la puede ubicar propiamente en el ámbito de la academia y de las ciencias. Ella está más allá porque trata de realidades que no son tangibles por los sentidos, sino perceptibles únicamente por la fe. Pero tampoco se puede reducir a los ámbitos puramente religiosos o sacrales; porque abarca toda la realidad humana.
Evidentemente, para poder comunicar el contenido profundo de la teología, los pueblos acuden necesariamente al lenguaje de la cultura, a la palabra hablada o escrita, con el fin de intentar expresar esa experiencia que se refiere a realidades trascendentes. Y mientras más profunda es la experiencia es mayor la inadecuación del lenguaje para externarla. Por eso, más que la modalidad discursiva o especulativa, en la teología echamos mano del lenguaje total, que está conformado de símbolos, gestos, ritos, palabras y hasta de silencios, que podemos saturar de contenido.
El acto primero e indispensable es la experiencia de fe en Dios. La teología viene a ser el acto segundo que expresa y comunica esta experiencia. Y mostrando con la palabra teológica el sentido trascendente de las cosas, recreamos el mundo y también nos recreamos a nosotros mismos al traer a la memoria las razones últimas de nuestra existencia. Con la teología podemos devolver al mundo y a nosotros el sentido o intencionalidad originaria, querida por Dios. Nombrar las cosas es darles existencia y hablar del sentido trascendente es dar viabilidad histórica a esta trascendencia. De ahí la importancia de la teología también para transformar el mundo.
Estas cosas, que se aplican a toda teología -cristiana o no cristiana-, son, desde luego, extensivas también a la Teología Indígena, que ahora emerge, como Lázaro, de la tumba donde se la ha querido sepultar. Pero, dado que en las teologías cristianas, más reconocidas y apoyadas institucionalmente, se ha enfatizado la comunicación de la vivencia trascendente mediante el uso de un lenguaje discursivo y racionalista, y en las teologías indígenas el acento es la misma vivencia de la trascendencia, que se comunica en lenguaje simbólico, pareciera que entre ellas hubiera barreras infranqueables. Pero en realidad no existen tales barreras; ya que ambas teologías comparten la misma realidad trascendente, que es Dios, el mismo sujeto creyente que es el pueblo pobre y, a menudo, los mismos caminos andados en cuanto a la comunicación de la experiencia teologal. A ello se debe que sea posible entablar relación entre ambas teologías y encontrar sus espacios y mecanismos comunes de funcionamiento. Máxime cuando el sujeto de estas teologías son comunidades indígenas que ya son cristianas, y que han iniciado procesos de síntesis de las dos vertientes espirituales que conforman su vida.
Pero para analizar los caminos de la teología indígena con justicia, es preciso superar los viejos estereotipos manejados en la etapa colonial. Viéndola con ojos condenatorios o devaluatorios jamás se podrá comprender la grandeza de sus aportes. Debemos acercarnos a ella descalzos y con espíritu optimista, pero sin idealismos enajenantes, a fin de calibrar la solidez de esta palabra teológica indígena, apreciando sus amplios horizontes y sus límites también.
Cuando aquí hablamos de Teología India o Indígena en singular estamos intentando globalizar deliberadamente realidades muy diversas y plurales. Porque no existe una única Teología India, sino múltiples teologías indias, cada una caminando por senderos propios según el Espíritu le inspira y según las circunstancias históricas le permiten actuar.
Englobar a todas las Teologías Indias en explicaciones unitarias es una exigencia de la necesidad de contar con parámetros amplios que sean capaces de ayudarnos a comprenderlas y valorarlas. Pero esta globalización también es resultado de la situación actual de los pueblos indígenas que, al estar sometidos a las mismas estructuras dominantes desde hace mucho tiempo, han elaborado respuestas similares y convergentes, en todos los niveles incluido el religioso y teológico. La Teología India se está configurando hoy como un modo de hacer teología; porque es atreverse a pensar las cosas de Dios y nuestras cosas más profundas en categorías propias; es echar mano de las herramientas de conocimiento producidas por la sabiduría de nuestros pueblos para expresar nuestra experiencia de Dios; es pensar con nuestra propia cabeza la fe que vivimos. Es activar nuestro Hardware o disco duro para manejar el cúmulo de información que tenemos de Dios, del mundo y de nosotros mismos. Es lo que hace comúnmente nuestro pueblo. Y a los profesionales o carteros que llevamos esta información a foros más amplios nos toca mostrar que no se opone a otras modalidades de hacer teología.
La categoría india, aunque impuesta desde el exterior, ha hermanado a nuestros pueblos en el dolor, en la resistencia y en la elaboración teológica. Por eso ha sido relativamente fácil convocar encuentros de teologías indias o indígenas y lograr rápidamente consensos amplios, porque existe una gran cantidad de elementos comunes, y temáticas que nos hacen converger.
En base a esta constatación es posible hablar hoy de características comunes a todas las teologías indias o indígenas y sacar conclusiones de contenido y de método que pueden ser aplicables a todas, sin menoscabo del particular proceso de desarrollo de cada una. Esto no quiere decir que hacemos a un lado que existen múltiples teologías y caminos teológicos diferentes en cada una de las etapas vividas por nuestros pueblos. Con esquematizaciones globalizantes no queremos caer en simplismos que acaban haciendo injusticia a la multiforme presencia anterior y actual de la Teología Indígena en nuestro continente.
1. TEOLOGIAS ORIGINARIAS
Antes de hablar de lo que son, en sentido estricto, las teologías indias, es decir, aquellas que surgieron en el contexto de los últimos 500 años, debemos aquilatar los procesos teológicos elaborados en el transcurso de la etapa anterior. Etapa que no es cualquier insignificancia del pasado, pues representa un larguísimo camino andado por los pueblos originarios de este Continente, de más de 30 mil años, donde están almacenados milenios y siglos de búsqueda de humanización y de encuentro con Quién es la fuente de la vida. Ese prolongado camino ciertamente no fue continuo, uniforme o unilineal, sino andadura hecha de anchas y preciosas avenidas, pero también de pequeñas veredas, atajos y desvíos asumidos en medio de tensiones y contradicciones.
En un intento atrevido por simplificar esa compleja realidad, quiero ofrecer aquí algunas consideraciones esquematizadoras que a mí me han ayudado para la comprensión del amplísimo pasado de nuestros pueblos. Y no de todos; pues hablo especialmente a partir de mi experiencia dentro de la etnia Zapoteca, a la que pertenezco, y también del conocimiento que tengo de la macrocultura mesoamericana. Espero que mis aportes igualmente sean de utilidad para otros contextos.
a) Cuando los indígenas éramos pueblos nómadas
Si comprobamos que en Aridoamérica, en la Amazonía, en el Chaco y en las selvas tropicales, muchos pueblos indígenas de hoy siguen siendo nómadas o viven esquemas culturales que son propios de las sociedades de caza y recolección; y si, además, nos percatamos de que la sedentarización llegó a los demás pueblos de este Continente por la agricultura hace no más de cinco o seis mil años, podemos darnos cuenta del enorme período de tiempo que abarca el esquema nomádico en nuestra realidad. Abarca más del 70% de nuestro caminar histórico.
El nomadismo es el punto de partida y la referencia obligada de todos los pueblos indígenas de América. Por eso debe ser revalorado al analizar las teologías indígenas. Porque a menudo se le han endilgado epítetos como primitivismo, barbarie, salvajismo, dando a entender que es algo del pasado que ya está superado o que debe ser superado cuanto antes. Cuando en realidad es la ciénega o el manglar biogenético de donde ha surgido casi la totalidad de nuestra vida.
En el nomadismo la cultura material de nuestros pueblos no se desarrolló aparatosamente. Casi no existen grandes obras materiales que den constancia del esplendor de esta etapa. Si las hubo, el paso del tiempo las borró con facilidad, pues su manufactura no era de características perdurables. Sin embargo la cultura espiritual de esa época fue muy fecunda y produjo frutos que aún perviven. Gran parte de los mitos indígenas actuales, incluso de aquellas comunidades que se han urbanizado, son de origen nomádico.
Lo mismo pasó con los pueblos de la Biblia e incluso con el conjunto de la Religión cristiana. Los grandes aportes culturales y religiosos vienen del mundo nómada del desierto. Por eso el desierto, como tema teológico-bíblico, es el lugar del encuentro o reencuentro de la identidad primera de los creyentes y, en consecuencia, del encuentro también con Yahvéh Elohim.
En el nomadismo indígena la naturaleza aparece como la mediación más importante de Dios; como el sacramento de su presencia. Es la Madre Tierra, el Fuego Nuevo, el Viento Huracanado, el Manantial de Agua o la Cascada, el Cerro Proveedor de vida o Protector de la comunidad. Esta pluralidad de manifestaciones divinas hace hablar a nuestros pueblos con una pluralidad de nombres de Dios. Lo que lleva a pensar a misioneros y analistas foráneos, que nuestros antepasados eran politeístas. Pero no es así. Los diversos nombres de Dios lo único que testimonian es la rica gama de percepciones que el pueblo tiene de El a través de la naturaleza.
En Mesoamérica Dios es Cipactli, es decir, la Energía Originaria de la vida, simbolizada en el Fuego, en el Jaguar, en el cocodrilo o en la Serpiente en movimiento. Para que la vida exista Cipactli es sacrificada, y los miembros de su cuerpo se transforman en las distintas expresiones de vida que ahora existen: Son los cerros, ríos, cuevas, árboles. Por tanto toda la creación es expresión de Dios y está al servicio de la vida.
En el esquema religioso y teológico del nomadismo Dios lo es todo, y todo tiene que ver con Dios. En consecuencia de El hay que esperarlo todo. La caza y la recolección son el medio privilegiado de conseguir el sustento humano. Dios es la Madre providente que nos da lo que necesitamos y nos amamanta en el momento preciso. Simplemente hay que acudir al lugar adecuado para recibir lo que necesitamos. No existe propiamente el sentido de trabajo como después se tuvo.
El espíritu nomádico engendra pautas típicas de comportamiento, que no siempre son bien interpretadas por los que ya no somos nómadas. Por ejemplo el aparente conformismo o apatía indígena ante las carencias y ante la muerte, así como la capacidad de aguante al dolor, o la conciencia de que sólo Dios es permanente, pues nosotros somos peregrinos y caminantes en este mundo.
En el pensamiento nomádico, se acentúa el principio de que hombres y animales somos hijos de Dios, y estamos puestos en el mundo para reconocerle y darle gracias, para bendecir su nombre, para alabarle y reverenciarle (Cf. Pop Wuj). No somos el culmen de la creación, aunque podemos llegar a ser los únicos interlocutores capaces de cumplir cabalmente el mandato divino.
Frente a los demás seres de la creación, el hombre y la mujer estamos llamados a mantener la armonía del cosmos, con un respeto y una relación armónica con todo cuanto existe dentro de esa mediación de la presencia y de la voluntad divina, que es la naturaleza. Cuando los seres humanos no cumplimos con ese deber viene el desastre. Dios, como energía de vida, es pródigo en generosidad, pero también impredecible en su capacidad de destrucción: Los volcanes, terremotos, diluvios, huracanes son manifestación de ese poder divino, que a la vez que construye, también puede desbaratar y matar. Por eso hay que aprender a convivir con esta faceta difícil de la Divinidad. Muchas de las expresiones de religiosidad indígena -como pedir permiso al Dueño del monte o del cerro para cortar un árbol o cazar un animal-, perpetúan, hasta nuestros días, ese deseo muy antiguo de mantener contento a Dios para que no nos muestre un rostro airado por causa de un quebrantamiento involuntario de sus leyes inscritas en la naturaleza.
Del mundo nómada heredamos ese principio ecologista de convivir armónicamente con el conjunto de la creación. No hay que forzar a la naturaleza para que nos dé lo que queremos. Más bien hay que colaborar con ella. Nosotros no somos superiores para estar por encima de ella, para dominarla o explotarla, sino parte integrante de ella. Ella es la Casa Grande de la familia humana. En cualquier trozo de ella estamos en el regazo de Dios. Por eso vivir en cuevas no era una deshonra, sino un privilegio.
Casi todos nuestros pueblos ponen su origen en una cueva, de donde después salimos y nos dispersamos por la tierra (Cf. mito de Chimoztoc). Antes de salir éramos todos hermanos y hablábamos la misma lengua, pero al dispersarnos empezaron los pleitos y las divisiones. Ya no nos entendimos. Sin embargo algún día retornaremos a esa matriz originaria y volveremos a ser hermanos.
La vinculación estrecha del ser humano con la naturaleza la expresamos, en Meso América, con el fenómeno del nagualismo, es decir, con el planteamiento de que cada ser humano tiene su contraparte animal en la naturaleza. Lo que le pasa al nagual o tona le pasa automáticamente a su cuate humano. Por eso debemos cuidar la naturaleza; porque, si la dañamos, podemos causar muerte a nuestro nagual y, por ende, a nosotros mismos. Este sentido ecologista profundamente cosmoteológico es muy antiguo en nuestros pueblos amerindios.
La etapa nomádica, en muchos aspectos, caló en lo más hondo del ser humano, haciendo planteamientos sobre Dios, sobre nosotros mismos y sobre el mundo, que siguen siendo válidos en las circunstancias actuales. Porque son verdades perennes de la vida, que hoy podemos retomar para reconstruir el mundo dándole sentido humano y divino.
b) Cuando los indígenas nos hicimos pueblos sedentarios
Esta etapa es radicalmente distinta de la anterior. Y, como ya dije, no todos los pueblos del Continente dieron el paso hacia ella. Y quienes lo hicieron, hace aproximadamente cinco o seis mil años, no por ello son mejores que los otros. Simplemente son diferentes porque cambiaron de eje en la elaboración de sus culturas, a partir del hecho nuevo de que, con la sedentarización y la agricultura, ellos modificaron su relación con la naturaleza, mediante procesos de domesticación de ella y por el uso de tecnologías de producción agrícola. Por lo tanto la concepción del mundo, del hombre y de Dios también sufrió cambios substanciales.
En el esquema de vida sedentaria el ser humano adquiere un protagonismo que antes no tenía. Ya no es únicamente creatura de Dios, que espera paciente o providentemente todo de El, sino que, con su esfuerzo personal o colectivo, busca acelerar la acción divina. Se puede decir que el hombre sedentario y agricultor pasa de la perspectiva cosmoteocéntrica del nomadismo a la perspectiva antropoteocéntrica, donde Dios y el ser humano construyen juntos el mundo. Lo cual no quiere decir que él abandona totalmente los esquemas anteriores; más bien los readecua a las nuevas circunstancias reformulándolas. En el mundo mesoamericano el camino cultural y teológico se fue haciendo no por procesos de resta o eliminación de lo anterior cuando algo nuevo llega, sino por suma o acumulación de lo nuevo a lo antiguo que se reformula. Este modo de actuar polisintético dio origen a una sabiduría milenaria donde se fue sedimentando o decantando lo mejor de la experiencia humana.
Los mitos agrícolas que explican el origen de todo, hablan, en este período, de una acción conjunta entre Dios y el ser humano. Ante el caos original, simbolizado con la caída del cielo sobre la tierra, según la perspectiva mesoamericana, Dios Quetzalcóatl y su Cuate, Tezcatlipoca, intentan levantar el cielo metiéndose uno en el oriente y otro en el poniente; pero no logran su cometido. Entonces crean a cuatro seres humanos quienes, en pareja, entran dos por el norte y dos por el sur. Y caminando todos se encuentran en el centro, que es el ombligo o lugar de la trascendencia. Ahí Tezcatlipoca se convierte en un enorme árbol, que llevando en la punta más alta a Quetzalcoatl y en sus ramas a los cuatro seres humanos, levantan el cielo y lo ponen como ahora está. Este mito lo ritualizan periódicamente los llamados “Voladores de Papantla”.
Este es el mito fundante que se repite, con algunas modificaciones, en toda el área mesoamericana. Dios ya no es únicamente Alguien a quien reverenciar, sino Alguien con quien colaborar. Nosotros necesitamos de El. Pero El igualmente necesita de nosotros. Por eso, más que Padre o Madre, Dios es ahora un Hermano, un Compañero de camino, un Cuate, como decimos en México. Esta concepción teológica automáticamente eleva al hombre a la categoría de cocreador. Y a la naturaleza la concibe como el resultado de la obra creadora de Dios y del ser humano. Es ahora la Casa Grande que hay que construir entre todos y para todos. Y esto se logra en la medida en que los seres humanos participamos responsablemente con Dios en la organización constante del mundo.
A Dios ya no se le ve como el solitario Todopoderoso, sino como el Hermano necesitado, que pide solidaridad para hacer posible la vida. En los mitos de este período aparece frecuentemente en la figura del pobre, del enfermo, del caminante, del forastero, del diferente. Por eso el otro, el que no es como todos, empezó a ser considerado como enviado o venido de Dios: Los bizcos, los deformes, los albinos eran llamados hijos de Dios y se les prodigaban atenciones especiales.
La mayoría de los pueblos sentía tan cercano a Dios que lo simbolizaron también en el alimento producido por la comunidad: maíz, papa, mandioca, banano. Estos productos son la vida que resulta del don de Dios y del esfuerzo humano. Por eso el acto de consumir los alimentos es la expresión más plena de comunión con Dios, con la naturaleza y con los demás hermanos. Por tanto es una acción profundamente sagrada, que no se puede realizar de cualquier manera. Existen rituales de inicio y de finalización, gestos y nombres de comidas que manifiestan esta trascendencia del acto cotidiano de alimentarse. Porque es la culminación de una obra llevada a cabo con esfuerzo, paciencia e ilusión de parte de Dios y del ser humano.
Meso América se constituye en cultura grande y floreciente precisamente por el cultivo del Maíz. Ella es la gran cultura del Maíz. Todo tiene que ver con esta planta cultural, que es resultado de la acción humana de combinar diversos genes biogenéticos de la antigua teozintle hasta convertirla en el maíz que ahora tenemos. Y si el hombre mesoamericano inventó el Maíz, también el Maíz hizo posible al hombre mesoamericano. El está hecho radicalmente de Maíz. Y Dios tiene que ver entonces con el maíz: es Zintéotl o Dios del Maíz. Y hay tanta variedad de seres humanos cuanta variedad hay de Maíz: rojo, negro, blanco, amarillo.
Es aquí donde surge el gran aporte mesoamericano cifrado en la figura de Quetzalcóatl. De acuerdo a la cosmovisión quetzolcoátlica la creación tiene dos componentes esenciales: Cielo (Uno) y Tierra (Dos). La antigua energía originaria de Cipactli, es representada en esta etapa como dos serpientes trenzadas. Al separar a estas serpientes poniendo una arriba, que es el cielo, y otra abajo para ser la tierra, se hace posible la vida. Y mantener a cada uno en su lugar convirtiendo el espacio entre ambos en matriz de vida es tarea de Quetzalcóatl y de aquellos servidores que, imitando a Quetzalcóatl, sostienen con una mano el cielo y con la otra la tierra, o se mueven entre el cielo y la tierra como las aves. Son los hombres o mujeres emplumadas que actúan como caballeros Aguila o Zoapiltzin. Ellas y ellos son llamados Quequetzalcóatl, porque, como él, organizan el mundo y mantienen la vida. Y su número simbólico es el tres. Son también el viento (Ehecatl) o el trueno (Chac o Cocijo), que trae la lluvia (Tlaloc).
A los servidores de la comunidad, también se les conceptualizaba como sabios o sabias, porque guían al pueblo por la vida y por el bien. Son antorchas (ócutl) que no se apagan y que no humean; son espejos (tezcatl) donde todos podemos mirar nuestro rostro verdadero. Y son sabios porque manejan el rojo (amanecer) y el negro (atardecer); conocen, por tanto, la vida y la muerte, el gozo y el dolor, el día y la noche.
La consecuencia de esta perspectiva teológica es que el sacramento de la presencia de Dios, lo es ahora el ser humano en cuanto que, con su esfuerzo o trabajo, organiza al mundo para la vida. Es decir que por su servicio, como comunidad o pueblo, asume el proyecto de vida de Quetzalcóatl. Dios no habita en templos, sino que vive en el corazón de mi hermano el hombre, afirmaba Netzalhualcóyotl en ese tiempo.
Por lo tanto estamos ante un concepto teológico muy elevado, que fue la fundamentación más sólida del alto nivel humanista alcanzado por los pueblos mesoamericanos: Toltecas, Nahuas, Mayas, Zapotecas, Mixtecas. El reflejo de esta grandeza dio pié a quienes la percibieron y admiraron en los indios, en la época colonial, a hacer parangones con el planteamiento cristiano de la encarnación del Verbo o a suponer había venido hasta acá Santo Tomás o algún otro de los Apóstoles. Porque no cabe duda que el ideal quetzolcoátlico muestra increíbles similitudes con el planteamiento de la encarnación del Verbo, que tiene que ver con la humanización de Dios y el endiosamiento del hombre.
El ideal quetzalcoátlico implicaba una apropiación comunitaria o comunal de la tierra, una tecnología productiva, adecuada pero no agresiva para la naturaleza, un ejercicio del poder político como servicio, y una perspectiva religiosa centrada en Dios que se preocupa por el crecimiento de la vida del pueblo. Esto llevó a los habitantes de Meso América a forjar altas civilizaciones, cuyos obras monumentales causan asombro aún hoy a quienes las miramos.
Con el modelo quetzalcoátlico surgieron poblaciones perfectamente estructuradas y autosuficientes, que eran regidas con autonomía bajo la guía de sabios líderes civiles y religiosos, y confederadas a distintos niveles de anfictionías hasta llegar a la macro integración cultural llamada Mesoamérica. Esta gran región abarcaba amplísimas extensiones de territorio: desde la parte sur de lo que hoy es Estados Unidos hasta el norte de Panamá; y mantenía contactos con otras confederaciones similares como el Incario que cubría desde el sur de Colombia hasta el norte de Argentina y de Chile. Eran miles de kilómetros y una gama enorme de pueblos diferentes entretejidos, como un petate, en proyectos comunes de sociedad. A partir de células sociales pequeñas, como los Calpul-li y los Ayllu, se fue entramando un complejo tejido social que articuló procesos amplísimos de confederaciones de pueblos, que dieron como resultado ciudades-estado como Tula, Teotihuacán, Tikal, Cuzco, Tihuanaco y otras.
A la cabeza de estas ciudades-estado se hallaban el Halach Huinic entre los Mayas, el Talacaélel entre los Nahuas, el Xuaana’ entre los Zapotecas, el Inca entre los Quechas. Ellos eran la máxima autoridad civil y religiosa que concentraba un poder inmenso cuyo ejercicio resulta difícilmente comprensible en la lógica occidental, sino no se le añade una dosis muy grande de violencia.
Durante el período de ascenso de estas civilizaciones hubo muchos mecanismos para mantener el ejercicio de este poder en función de la promoción y defensa de la vida. Por eso tales “imperios” perduraron mucho tiempo sin necesidad de acudir a la fuerza de las armas. Las ciudades indígenas de la época de mayor esplendor no tenían murallas, pues no las necesitaban. El consenso social era suficiente y se lograba a través de la aceptación y valoración religiosa del proyecto vigente. Es decir que la teología jugó un papel determinante.
Aunque, en verdad, ningún pueblo vivió en plenitud la utopía de Quetzalcóatl, todos los pueblos mesoamericanos se pusieron en la tensión de dar cauce histórico a este ideal. Cada generación se comprometía a dejar su marca propia en este proceso. Por eso existía la renovación periódica de todas las cosas al término de cada 52 años, que era el siglo indígena en Mesoamérica. Al final del cual una especie de olimpíada se realizaba sobre las diversas ramas del saber para escoger al hombre o la mujer que mejor representara el ideal querido por Dios. El o la seleccionada recibía trato de máxima representación de Dios durante cuatro años. Al final de los cuales era entregado en sacrificio a Dios y a la comunidad. Se apagaban todos los fuegos y se rompían todas las ollas viejas para empezar de nuevo.
lunes, junio 04, 2007
Noticias del Frente Historiografico 012
Kevorkian, Eutanasia, Tanatrón y Miseritrón: ¿Es morir un crimen?
Vea el promo de la entrevista de Larry King a Jack Kevorkian, anoche por CNN:
http://www.cnn.com/video/player/player.html?url=/video/bestoftv/2007/06/04/lkl.kevorkian.promo.cnn&wm=9
Traducido de wikipedia
Jack Kevorkian, doctor en medicina (nacido el 20 de mayo, algunas fuentes dicen el 28 de mayo], de 1928) es un controversial patólogo norteamericano. Nació en Pontiac, Michigan, de padres armenios-americanos. Se ha dado a conocer por su campaña pública a favor del "derecho a morir" de pacientes terminales a través del suicidio asistido por médicos y afirma haber ayudado al menos a 130 pacientes para tal fin. Esto le ha ganado el mote de Dr. Muerte. Su más famosa frase es, "morir no es un crimen."
Encarcelado en 1999, estuvo en prisión bajo una sentencia de 10 a 25 años por el homicidio en segundo grado en 1998 de Thomas Youk, de 52 años, del Condado de Oakland, en Michigan. Kevorkian fue excarcelado el 1 de junio, 2007, pero se espera que viva menos de un año debido a un caso de Hepatitis C que contrajo durante su servicio militar en Vietnam.
La juventud de Kevorkian
Kevorkian se graduó en 1952 de la escuela de medicina de la Universidad de Michigan, especializándose en patología. En 1970, fue nombrado patólogo jefe del Hospital General de Saratoga en Detroit.
Desde temprano en su carrera médica, mostró un interés recurrente en el tema de la muerte: En 1956, publicó un artículo en una revista científica, titulado "El Fondo del Ojo y la Determinación de la Muerte", sobre sus intentos de fotografiar los ojos de los pacientes en el momento de la muerte—trabajo que le ganó el mote de "Doctor Muerte". En diciembre de 1958 presentó otro artículo en que defendía los experimentos consensuales con convictos durante sus ejecuciones, lo que llevó a la Universidad de Michigan a invitarlo a abandonar su residencia médica. Un artículo de 1961 en The American Journal of Clinical Pathology describía sus esfuerzos por transfundir sangre de cadáveres a pacientes vivos.
Eutanasia
En la década de los 1980, Kevorkian escribió una serie de artículos para la revista alemana Medicine and Law that que estableció su pensamiento sobre la ética de la eutanasia.
Antes de intentar prestar servicios de suicidio asistido a seres humanos vivos y libres, Jack Kevorkian hizo contacto con algunas prisiones alegando su derecho a hacer experimentos (y potencialmente realizar un tipo de vivisección) en reclusos en capilla ardiente al momento de su ejecución.
Cuando las prisiones rechazaron la solicitud de Kevorkian, comenzó a publicar anuncios personales en los periódicos de Detroit buscando personas que quisiesen morir.
Kevorkian comenzó anunciándose en los periódicos de Detroit en 1987 como un médico consultor para "consejería tanatológica." En 1991 el Estado de Michigan revocó la licencia médica de Jack Kevorkian y aclaró, que dadas sus acciones, no se le permitiría ejercer la medicina ni trabajar con pacientes.
Entre 1990 y 1998, Kevorkian asistió en la muerte de cerca de un centenar de personas enfermas, supuestamente en estado terminal, de acuerdo a su abogado Geoffrey Fieger. (Autopsias posteriores de varias de las personas que Kevorkian asistió en su muerte revelaron que no había señales de enfermedad terminal alguna, y que la principal motivación de la persona para morir era debida a la depresión.)
En cada uno de esos casos, se alegó que las personas en sí tomaron la acción final que resultó en sus propias muertes: eutanasia voluntaria. El Dr. Kevorkian alegadamente sólo asistió sujetando a la persona a un dispositivo que había fabricado. La persona entonces presionaba un botón que le administraba las drogas o químicos que terminarían con su vida.
Dos muertes fueron asistidas por medio de un dispositivo que usaba una aguja y administraba las drogas "eutanizantes" de forma mecánica a través de las venas. Kevorkian le llamó el "Tanatrón" (máquina de la muerte). Otras personas fueron asistidas por un dispositivo que usaba una máscara de gas alimentada por una cánula de monóxido de carbono que fue llamado el "Miseritrón" (maquina de la misericordia). Esto fue necesario porque la licencia médica de Kevorkian había sido revocada después de las dos primeras muertes, y ya no tenia acceso legal a las sustancias necesarias para el "Tanatrón".
El 23 de noviembre, 1998, en el programa de televisión 60 Minutes, Kevorkian permitió que se exhibiera un video que había filmado el 17 de septiembre , 1998, que presentaba la eutanasia voluntaria de Thomas Youk, un hombre adulto con plena capacidad de decisión, quien estaba en las fases finales de una esclerosis lateral amiotrópica (ALS, por sus siglas en inglés). Después de que Youk dio su consentimiento plenamente informado el 17 de septiembre, 1998, Kevorkian le administró la inyección letal.
Esto era nuevo comparado con los otros clientes de Kevorkian, ya que él mismo administró la inyección, al contrario de que Youk hubiera completado el proceso. Durante la cinta de video, Kevorkian reta las autoridades a atreverse a apresarlo o impedirle que lleve a cabo suicidios asistidos. Esto incitó al fiscal del distrito a formular cargos de asesinato contra él, alegando que Kevorkian causó la muerte con sus propias manos.
Durante buena parte de este periodo, Kevorkian estuvo representado por el abogado Geoffrey Fieger.
Sentencia y privación de libertad
Kevorkian fue juzgado numerosas veces a través de los años por suicidio asistido. Muchos de esos juicios ocurrieron en el Condado de Oakland, Michigan. En cada instancia anterior al caso de Thomas Youk, Kevorkian fue declarado inocente.
Kevorkian estaba ganando algún apoyo público para su causa, según evidencia la derrota del fiscal del condado, Richard Thompson, ante su contendor, David Gorcyca, en las elecciones primarias del Partido Republicano. El resultado de la elección política fue atribuido, en parte, al decreciente apoyo público hacia el enjuiciamiento de Kevorkian y los gastos legales asociados al mismo.
Kevorkian también demostró cierto gusto por la publicidad dramática en ese momento, apareciéndose en uno de los juicios con una peluca empolvada [al estilo del siglo XVIII], y protestando contra otra encarcelación, haciendo una huelga de hambre. También cargó una pancarta desafiando al fiscal del condado de Oakland a llevarlo a juicio por la muerte de Youk.
El 26 de marzo, 1999, Kevorkian fue acusado de homicidio en segundo grado y administración de una sustancia controlada (inyección letal a Thomas Youk). La licencia de Kevorkian para ejercer la medicina había sido revocada ocho años antes; de manera que no tenía permiso legal para poseer la sustancia controlada. A diferencia de los juicios anteriores que suponían un área fluida de la ley (el suicidio asistido), la ley del homicidio es relativamente fija y rutinaria.
Kevorkian, sin embargo, despidió a sus abogados defensores y continuó a través del juicio representándose a sí mismo. El juez ordenó a un fiscal de la defensa que se mantuviera disponible en el juicio para información y consejos. Sin experiencia en la ley y persistiendo en defenderse él mismo, Kevorkian encontró grandes obstáculos para presentar de manera sólida su evidencia y sus argumentos.
El jurado de Michigan encontró a Kevorkian culpable de homicidio en segundo grado. Se había probado que el mismo había matado directamente a una persona, porque Thomas Youk no estaba apto físicamente para quitarse le vida. El juez lo sentencio a cumplir de 10 a 25 años de prisión y le dijo a Kevorkian:
"Usted estaba en libertad bajo palabra ante otro juez cuando cometió este delito. usted no tenia licencia para ejercer la medicina hacia ocho años. Y usted tuvo la audacia de presentarse ante la televisión nacional, mostrar al mundo lo que había hecho, y retar al sistema legal a atreverse a detenerlo. Bueno, señor, considérese usted detenido” – refiriéndose al video donde decía a las autoridades que trataran de pararlo. Fue enviado a prisión en Coldwater, Michigan.
En el transcurso de los diversos juicios, Kevorkian dio declaraciones bajo juramento y a la prensa de que él consideraba su deber asistir a personas en su muerte. También indico bajo juramento que había persistido en la desobediencia civil, porque creía que las leyes eran arcaicas e injustas, aun ante la amenaza de ser castigado criminalmente. El intento futuro de cometer crímenes es un elemento que las juntas de libertad bajo palabra pueden considerar al decidir si darle a una persona condenada este alivio. Desde que recibió su sentencia (y pérdidas subsiguientes al apelar), a Kevorkian le ha sido negada la libertad bajo palabra de forma repetida.
En una entrevista radial (MSNBC) difundida el 29 de septiembre, 2005, Kevorkian dijo que si le concedían la libertad bajo palabra, no continuaría directamente ayudando a la gente a morir, y se limitaría a hacer campañas para que la ley fuera cambiada. El 25 de diciembre, 2005, una junta le negó de nuevo a Kevorkian la libertad bajo palabra, por 7 votos contra 2.
Kevorkian está enfermo, en fase terminal, con Hepatitis C, la cual contrajo mientras hacía investigaciones sobre transfusiones de sangre en Vietnam y se espera que muera dentro de un año. Kevorkian ha solicitado un perdón, la libertad bajo palabra, o la conmutación de la pena a una junta y a la Gobernadora Jennifer Granholm, debido a su delicada salud, y finalmente Kevorkian fue dejado en libertad el pasado viernes 1 de junio, 2007.
"Kevorkian estará en libertad bajo palabra por dos años, y una de las condiciones que debe cumplir es que no puede ayudar a nadie a morir. Tampoco puede brindar asistencia a alguien que tenga más de 62 años o esté incapacitado. El podría volver a la prisión si viola su palabra." El dice que se abstendrá de ayudar a nuevos pacientes terminales a morir, y su papel será estrictamente persuadir a los estados a cambiar sus leyes al respecto.
La cadena CNN afirmó que Kevorkian aparecerá en vivo en el show Larry King Live de esta noche, lunes 4 de junio, 2007 para discutir su tiempo en prisión y sus planes futuros. [7] En el momento en que Kevorkian fue puesto en libertad, el único estado de los Estados Unidos que ha legalizado el suicidio asistido por médicos para personas enfermas terminales es Oregon.
Vea el promo de la entrevista de Larry King a Jack Kevorkian, anoche por CNN:
http://www.cnn.com/video/player/player.html?url=/video/bestoftv/2007/06/04/lkl.kevorkian.promo.cnn&wm=9
Traducido de wikipedia
Jack Kevorkian, doctor en medicina (nacido el 20 de mayo, algunas fuentes dicen el 28 de mayo], de 1928) es un controversial patólogo norteamericano. Nació en Pontiac, Michigan, de padres armenios-americanos. Se ha dado a conocer por su campaña pública a favor del "derecho a morir" de pacientes terminales a través del suicidio asistido por médicos y afirma haber ayudado al menos a 130 pacientes para tal fin. Esto le ha ganado el mote de Dr. Muerte. Su más famosa frase es, "morir no es un crimen."
Encarcelado en 1999, estuvo en prisión bajo una sentencia de 10 a 25 años por el homicidio en segundo grado en 1998 de Thomas Youk, de 52 años, del Condado de Oakland, en Michigan. Kevorkian fue excarcelado el 1 de junio, 2007, pero se espera que viva menos de un año debido a un caso de Hepatitis C que contrajo durante su servicio militar en Vietnam.
La juventud de Kevorkian
Kevorkian se graduó en 1952 de la escuela de medicina de la Universidad de Michigan, especializándose en patología. En 1970, fue nombrado patólogo jefe del Hospital General de Saratoga en Detroit.
Desde temprano en su carrera médica, mostró un interés recurrente en el tema de la muerte: En 1956, publicó un artículo en una revista científica, titulado "El Fondo del Ojo y la Determinación de la Muerte", sobre sus intentos de fotografiar los ojos de los pacientes en el momento de la muerte—trabajo que le ganó el mote de "Doctor Muerte". En diciembre de 1958 presentó otro artículo en que defendía los experimentos consensuales con convictos durante sus ejecuciones, lo que llevó a la Universidad de Michigan a invitarlo a abandonar su residencia médica. Un artículo de 1961 en The American Journal of Clinical Pathology describía sus esfuerzos por transfundir sangre de cadáveres a pacientes vivos.
Eutanasia
En la década de los 1980, Kevorkian escribió una serie de artículos para la revista alemana Medicine and Law that que estableció su pensamiento sobre la ética de la eutanasia.
Antes de intentar prestar servicios de suicidio asistido a seres humanos vivos y libres, Jack Kevorkian hizo contacto con algunas prisiones alegando su derecho a hacer experimentos (y potencialmente realizar un tipo de vivisección) en reclusos en capilla ardiente al momento de su ejecución.
Cuando las prisiones rechazaron la solicitud de Kevorkian, comenzó a publicar anuncios personales en los periódicos de Detroit buscando personas que quisiesen morir.
Kevorkian comenzó anunciándose en los periódicos de Detroit en 1987 como un médico consultor para "consejería tanatológica." En 1991 el Estado de Michigan revocó la licencia médica de Jack Kevorkian y aclaró, que dadas sus acciones, no se le permitiría ejercer la medicina ni trabajar con pacientes.
Entre 1990 y 1998, Kevorkian asistió en la muerte de cerca de un centenar de personas enfermas, supuestamente en estado terminal, de acuerdo a su abogado Geoffrey Fieger. (Autopsias posteriores de varias de las personas que Kevorkian asistió en su muerte revelaron que no había señales de enfermedad terminal alguna, y que la principal motivación de la persona para morir era debida a la depresión.)
En cada uno de esos casos, se alegó que las personas en sí tomaron la acción final que resultó en sus propias muertes: eutanasia voluntaria. El Dr. Kevorkian alegadamente sólo asistió sujetando a la persona a un dispositivo que había fabricado. La persona entonces presionaba un botón que le administraba las drogas o químicos que terminarían con su vida.
Dos muertes fueron asistidas por medio de un dispositivo que usaba una aguja y administraba las drogas "eutanizantes" de forma mecánica a través de las venas. Kevorkian le llamó el "Tanatrón" (máquina de la muerte). Otras personas fueron asistidas por un dispositivo que usaba una máscara de gas alimentada por una cánula de monóxido de carbono que fue llamado el "Miseritrón" (maquina de la misericordia). Esto fue necesario porque la licencia médica de Kevorkian había sido revocada después de las dos primeras muertes, y ya no tenia acceso legal a las sustancias necesarias para el "Tanatrón".
El 23 de noviembre, 1998, en el programa de televisión 60 Minutes, Kevorkian permitió que se exhibiera un video que había filmado el 17 de septiembre , 1998, que presentaba la eutanasia voluntaria de Thomas Youk, un hombre adulto con plena capacidad de decisión, quien estaba en las fases finales de una esclerosis lateral amiotrópica (ALS, por sus siglas en inglés). Después de que Youk dio su consentimiento plenamente informado el 17 de septiembre, 1998, Kevorkian le administró la inyección letal.
Esto era nuevo comparado con los otros clientes de Kevorkian, ya que él mismo administró la inyección, al contrario de que Youk hubiera completado el proceso. Durante la cinta de video, Kevorkian reta las autoridades a atreverse a apresarlo o impedirle que lleve a cabo suicidios asistidos. Esto incitó al fiscal del distrito a formular cargos de asesinato contra él, alegando que Kevorkian causó la muerte con sus propias manos.
Durante buena parte de este periodo, Kevorkian estuvo representado por el abogado Geoffrey Fieger.
Sentencia y privación de libertad
Kevorkian fue juzgado numerosas veces a través de los años por suicidio asistido. Muchos de esos juicios ocurrieron en el Condado de Oakland, Michigan. En cada instancia anterior al caso de Thomas Youk, Kevorkian fue declarado inocente.
Kevorkian estaba ganando algún apoyo público para su causa, según evidencia la derrota del fiscal del condado, Richard Thompson, ante su contendor, David Gorcyca, en las elecciones primarias del Partido Republicano. El resultado de la elección política fue atribuido, en parte, al decreciente apoyo público hacia el enjuiciamiento de Kevorkian y los gastos legales asociados al mismo.
Kevorkian también demostró cierto gusto por la publicidad dramática en ese momento, apareciéndose en uno de los juicios con una peluca empolvada [al estilo del siglo XVIII], y protestando contra otra encarcelación, haciendo una huelga de hambre. También cargó una pancarta desafiando al fiscal del condado de Oakland a llevarlo a juicio por la muerte de Youk.
El 26 de marzo, 1999, Kevorkian fue acusado de homicidio en segundo grado y administración de una sustancia controlada (inyección letal a Thomas Youk). La licencia de Kevorkian para ejercer la medicina había sido revocada ocho años antes; de manera que no tenía permiso legal para poseer la sustancia controlada. A diferencia de los juicios anteriores que suponían un área fluida de la ley (el suicidio asistido), la ley del homicidio es relativamente fija y rutinaria.
Kevorkian, sin embargo, despidió a sus abogados defensores y continuó a través del juicio representándose a sí mismo. El juez ordenó a un fiscal de la defensa que se mantuviera disponible en el juicio para información y consejos. Sin experiencia en la ley y persistiendo en defenderse él mismo, Kevorkian encontró grandes obstáculos para presentar de manera sólida su evidencia y sus argumentos.
El jurado de Michigan encontró a Kevorkian culpable de homicidio en segundo grado. Se había probado que el mismo había matado directamente a una persona, porque Thomas Youk no estaba apto físicamente para quitarse le vida. El juez lo sentencio a cumplir de 10 a 25 años de prisión y le dijo a Kevorkian:
"Usted estaba en libertad bajo palabra ante otro juez cuando cometió este delito. usted no tenia licencia para ejercer la medicina hacia ocho años. Y usted tuvo la audacia de presentarse ante la televisión nacional, mostrar al mundo lo que había hecho, y retar al sistema legal a atreverse a detenerlo. Bueno, señor, considérese usted detenido” – refiriéndose al video donde decía a las autoridades que trataran de pararlo. Fue enviado a prisión en Coldwater, Michigan.
En el transcurso de los diversos juicios, Kevorkian dio declaraciones bajo juramento y a la prensa de que él consideraba su deber asistir a personas en su muerte. También indico bajo juramento que había persistido en la desobediencia civil, porque creía que las leyes eran arcaicas e injustas, aun ante la amenaza de ser castigado criminalmente. El intento futuro de cometer crímenes es un elemento que las juntas de libertad bajo palabra pueden considerar al decidir si darle a una persona condenada este alivio. Desde que recibió su sentencia (y pérdidas subsiguientes al apelar), a Kevorkian le ha sido negada la libertad bajo palabra de forma repetida.
En una entrevista radial (MSNBC) difundida el 29 de septiembre, 2005, Kevorkian dijo que si le concedían la libertad bajo palabra, no continuaría directamente ayudando a la gente a morir, y se limitaría a hacer campañas para que la ley fuera cambiada. El 25 de diciembre, 2005, una junta le negó de nuevo a Kevorkian la libertad bajo palabra, por 7 votos contra 2.
Kevorkian está enfermo, en fase terminal, con Hepatitis C, la cual contrajo mientras hacía investigaciones sobre transfusiones de sangre en Vietnam y se espera que muera dentro de un año. Kevorkian ha solicitado un perdón, la libertad bajo palabra, o la conmutación de la pena a una junta y a la Gobernadora Jennifer Granholm, debido a su delicada salud, y finalmente Kevorkian fue dejado en libertad el pasado viernes 1 de junio, 2007.
"Kevorkian estará en libertad bajo palabra por dos años, y una de las condiciones que debe cumplir es que no puede ayudar a nadie a morir. Tampoco puede brindar asistencia a alguien que tenga más de 62 años o esté incapacitado. El podría volver a la prisión si viola su palabra." El dice que se abstendrá de ayudar a nuevos pacientes terminales a morir, y su papel será estrictamente persuadir a los estados a cambiar sus leyes al respecto.
La cadena CNN afirmó que Kevorkian aparecerá en vivo en el show Larry King Live de esta noche, lunes 4 de junio, 2007 para discutir su tiempo en prisión y sus planes futuros. [7] En el momento en que Kevorkian fue puesto en libertad, el único estado de los Estados Unidos que ha legalizado el suicidio asistido por médicos para personas enfermas terminales es Oregon.
viernes, junio 01, 2007
Noticias del Frente Ecologico 006
Explotación sexual comercial de personas menores de edad en Panamá, Centro América y República Dominicana (2003): Síntesis regional. [1]
Por Bente Sorensen & María Cecilia Claramunt
IPEC/Organización Internacional del Trabajo (OIT)
http://www.ipec.info; ipec@oit.or.cr
CONCLUSIONES
Conclusiones generales
Los estudios confirman que hay presencia de los diversos tipos de explotación sexual comercial de personas menores de edad en todos los países estudiados. Niños, niñas y adolescentes son comprados diariamente como objetos sexuales por parte de personas adultas que los utilizan para tener relaciones sexuales, para producir pornografía o para exhibirles en espectáculos sexuales.
En cada país también hay existencia de personas que utilizan la situación de extrema vulnerabilidad de los niños, niñas y adolescentes para hacer un negocio de su explotación. Así se detectan personas que promueven o facilitan la explotación a cambio de una remuneración, como por ejemplo taxistas, recepcionistas y proxenetas que funcionan como intermediarios entre la persona menor de edad y el explotador.
El problema de la explotación sexual comercial se ha globalizado en muchos casos, como ocurre con el turismo sexual, el tráfico de las personas menores de edad con fines sexuales y la divulgación de la pornografía vía la Internet. Particularmente Costa Rica y República Dominicana parecen estar afectados por el turismo sexual, mientras Guatemala presenta marcadamente la mayor cantidad de niños y niñas provenientes de otros países de la región (la mitad de los entrevistados), lo que puede indicar un nivel mayor de tráfico con fines sexuales hacia este país.
Otro indicador de la existencia de tráfico con fines de la explotación sexual, es que la mitad de los niños y niñas entrevistadas para los estudios dice que ha recibido ofertas para trasladarse para otra región u otro país para participar en relaciones sexuales remuneradas. A pesar de la existencia de tráfico de personas menores de edad con propósitos sexuales, la coordinación interinstitucional entre los países en la región es incipiente.
En toda la región existe además una tolerancia social inaceptable hacia este fenómeno. Más de tres cuartas partes de las personas adultas entrevistadas para el presente estudio dicen que conocen o han visto a personas menores de edad en la explotación sexual comercial, el 70% dice conocer lugares específicos donde ocurre la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes y 52% dicen estar dispuestos a poner denuncias, pero únicamente 7%, en promedio en los países, han puesto una denuncia. La falta de denuncia obedece al desconocimiento de la legislación, la percepción de que no se trata de un abuso sexual, y en algunos casos no se presentan denuncias por negligencia, miedo y falta de creencia en el sistema represivo.
La percepción generalizada es que la persona menor de edad es la responsable de las actividades sexuales comerciales y no son consideradas víctimas de una forma de violencia sexual y maltrato. Esto a pesar de que los países de la región han ratificado diversas convenciones internacionales que establecen que la explotación sexual comercial debe ser eliminada inmediatamente (Convenio 182 de la OIT); que todos los niños, niñas y adolescentes tienen el derecho a estar protegidos contra la explotación sexual comercial (Convención sobre los Derechos del Niño) y que la utilización de personas menores de edad para actividades sexuales debe ser penada (Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño).
De esta manera hay explotadores que, de forma clandestina o abiertamente, establecen contacto con personas menores de edad con el fin de explotarles sexualmente, ante los ojos de la sociedad, sin que sean frenados y en muchos casos tampoco cuestionados por sus acciones.
Conclusiones sobre los explotadores
Sexo: Las personas menores de edad entrevistadas indican que en la mayoría de los casos los explotadores son hombres. Consultados sobre la última persona que pagó por tener relaciones sexuales, las personas menores de edad informan que fue un hombre en un 89% de los casos; una mujer en 9% de los casos o una pareja de un hombre y una mujer (1 %), el restante 1% no respondió la pregunta. Las relaciones de inequidad entre los géneros y la forma diferenciada de ejercer la sexualidad significa que hay una cantidad mucho mayor de hombres “clientes-explotadores” que de mujeres. No obstante, entre los proxenetas e intermediarios hay presencia tanto de hombres como de mujeres.
Edades: Los explotadores son de todas las edades y provienen de diferentes grupos sociales. Para la región en su conjunto, las personas menores de edad indicaron que el último “cliente”-explotador tenía menos de 22 años en el 20 % de los casos; que fue una persona entre 22-30 años de edad en 37% de los casos quien más recientemente les pagó por sexo; entre 30-50 años en el 37% de los casos y en 6% de los casos se trató de una persona mayor de 50 años. Por lo tanto, los explotadores son personas adultas y mucho mayores que las víctimas.
Lugar de procedencia: Consultadas sobre el lugar de procedencia de los “clientes”-explotadores, las personas menores de edad entrevistadas responden en el 71% de los casos que son “siempre” o “casi siempre” de la localidad, mientras estas dos opciones “siempre” o “casi siempre” son utilizadas por el 24% de los entrevistados cuando se pregunta acerca de que si son de otras localidades del país. 16% de la población menor de edad estudiada informa que los “clientes-explotadores” son siempre y casi siempre turistas y el 7% refieren que son extranjeros que viven en el país. Particularmente en Costa Rica y República Dominicana muchos niños y niñas responden que los explotadores son extranjeros residentes o turistas, lo que indica que el turismo sexual florece en estos países.
Los explotadores utilizan varios medios para contactar a las personas menores de edad para involucrarles en actividades sexuales. En casi la mitad de los casos los “clientes”-explotadores buscan a los niños, niñas y adolescentes en la calle directamente, en 10% de los casos los contactan telefónicamente y en 28% el contacto es establecido por medio de terceras personas, como pueden ser intermediarios que han hecho de la explotación un negocio o personas conocidas. El restante 18% utiliza otros medios de contacto, como por ejemplo responder a los anuncios periodísticos.
Los explotadores son personas que se sienten legitimadas para utilizar a niños, niñas y adolescentes como objetos que pueden comprar para su diversión en actividades sexuales. Provienen de diferentes clases sociales y son de todas las edades. Tienen en común el que son personas irresponsables que cometen un delito sexual contra personas menores de edad, excusándose con argumentos de diverso tipo. Muchas veces culpabilizan a las personas menores de edad por la explotación al argumentar que no lo harían con niños, niñas y adolescentes “normales”, o sea protegidos; argumentan que les proveen una ganancia económica. Justamente el pago es lo que hace que el explotador se siente liberado de toda responsabilidad sobre el daño que está causando y se siente legitimado para hacer cualquier acto con la persona menor de edad, lo que se traduce en embarazos forzados, infecciones de transmisión sexual, violencia física y sexual.
Conclusiones sobre las víctimas
En general, las víctimas son personas que han sido marginadas, violentadas en sus derechos desde la primera infancia y que han sido afectadas por las políticas sociales deficientes y la pobreza extrema. No obstante, es importante recordar que las causas de la explotación sexual no se deben buscar únicamente en las condiciones socio-económicas de las víctimas sino en los agresores.
Las víctimas son, en la mayoría de los casos, adolescentes del sexo femenino, aunque también hay presencia de niñas y niños y de adolescentes varones. Una cuarta parte de las víctimas entrevistadas tuvieron apenas 13 años o menos de edad cuando empezaron a ser explotados en actividades sexuales comerciales. Casi el 80% fueron insertadas en actividades sexuales comerciales a una edad menor de los 15 años o al tener 15 años de edad. Por lo tanto, se confirma que no se trata de una opción de vida elegida por las personas adolescentes, sino que es producto de abuso, y desprotección desde la primera infancia.
Esta desprotección ha iniciado incluso con los propios familiares, ya que es común que los padres no han cuidado bien de ellos. Tres cuartas partes de los padres los abandonaron a una edad temprana o incluso antes de nacer. Las víctimas han tenido una relación más estable con la madre, pero ésta no parece haber tenido las posibilidades socio-económicas para brindarles protección.
Situaciones de violencia física y psicológica al interior del hogar han provocado la expulsión de la mitad de niñas y niños entrevistados hacia la calle, donde fácilmente fueron convertidos en objetos de explotación por parte de adultos.
El incesto y otros abusos sexuales cometidos contra los niños y las niñas son factores de riesgo asociados a la explotación sexual y a pesar de representar violaciones graves de los derechos humanos, no se ha planteado una denuncia en más del 80% de los casos, lo que enseña a las víctimas que el abuso es tolerado en las sociedades.
Únicamente el 16% de las víctimas estaban estudiando al momento de ser entrevistados y casi la mitad de las adolescentes mujeres ya tenía hijos al momento de la entrevista, lo que les dificulta aún más seguir estudiando y les mantiene en un ciclo de pobreza.
Conclusiones sobre la prevención del problema
El primer congreso mundial contra la explotación sexual comercial fue el catalizador para crear una conciencia e interés mayor para detener el problema y las instituciones preocupadas por la situación se han agrupado en la mayoría de los países en Comisiones Nacionales contra la explotación sexual comercial de personas menores de edad, las cuales están institucionalizadas en menor o mayor grado.
Cuatro países de los estudiados (Guatemala, Costa Rica, El Salvador y República Dominicana) cuentan con un plan de acción dirigido a detener el problema, uno (Nicaragua) cuenta con una política pública en la temática y dos países (Honduras y Panamá) están en proceso de desarrollar planes integrales.
Los planes intentan atacar el problema de una forma integral e incluyen acciones en diversos ámbitos (legislación, ámbito judicial, prevención, atención, sanción, etc.). No obstante, estos planes no están siendo implementados de forma efectiva, debido a la falta de recursos económicos, humanos y a un respaldo político decisivo.
A pesar de la existencia de las comisiones, la coordinación institucional dentro y fuera de los países es aún débil. Existe interés y una conciencia en las instituciones relevantes sobre la necesidad de coordinar las acciones para proteger a las personas menores de edad y para sancionar a los explotadores nacionales o extranjeros, pero la definición de responsabilidades, el desarrollo de procedimientos, mecanismos de referencia y contrarreferencia y la capacitación de los funcionarios de acuerdo con los mismos aún es un reto.
Programas de comunicación y sensibilización sistemáticos para la prevención de la conducta explotadora de personas adultas y para la no re-victimización de las víctimas personas menores de edad son prácticamente inexistentes. La mayoría de los programas de prevención han sido desarrollados por organizaciones no gubernamentales y/o financiados por agencias de cooperación externa. No obstante, hay varios sectores estratégicos, como los medios de comunicación y las universidades, que han mostrado un interés incipiente en participar en la lucha contra la explotación sexual.
Conclusiones sobre las respuestas legales y judiciales
Todos los países de la región se han comprometido a eliminar la explotación sexual comercial de personas menores de edad y proteger a las victimas al ratificar el Convenio 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil en los años 2000-2001 y la Convención sobre los Derechos del Niño en los años
1990-1991.
Otros instrumentos jurídicos internacionales importantes para la eliminación aún no han sido ratificados por todos los países de la región, como por ejemplo, el Protocolo facultativo relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de los niños en la pornografía; la Convención Interamericana sobre el tráfico internacional de menores; y la Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional.
Algunos de los países de la región (Honduras, Costa Rica, Nicaragua y República Dominicana) están aplicando leyes relativamente nuevas sobre los derechos de los niños, niñas y adolescentes que propician la protección frente a los riesgos. No obstante, la aplicación es débil y se requiere de un fuerte desarrollo institucional para lograr su efectiva implementación.
Los códigos penales aún no contemplan de una forma adecuada la sanción de los explotadores directos o indirectos que utilizan a personas menores de edad en actividades sexuales. Costa Rica es el único país en la región que ha hecho una adecuación mayor del Código Penal para tipificar las conductas relacionadas con la explotación.
En los códigos penales estudiados se encuentran vacíos en relación con la tipificación de los delitos; se utiliza una terminología poco adecuada; se discrimina a las víctimas por su edad o sexo dejándoles con poca protección frente a los explotadores y las penas para los explotadores son, en muchos casos, insignificantes en relación con las consecuencias que causa este tipo de violencia.
Muy pocos casos son denunciados y menos aún son investigados debidamente. Existe la percepción errónea de que las víctimas de la explotación sexual comercial, particularmente las adolescentes, no son verdaderamente víctimas y se tiende a culpabilizarlas y a depositar en ellas la responsabilidad de su propia explotación.
Existe en este sentido impunidad de los explotadores, y únicamente se ha logrado sancionar a pocos proxenetas, mientras que prácticamente no se ha logrado sancionar a clientes-explotadores, otros intermediarios o cómplices. Se puede avanzar mucho en la reforma legal para cerrar los medios utilizados por los explotadores e intermediarios para hacer el negocio de la explotación, como por ejemplo, restringir el acceso de adultos acompañados por personas menores de edad desconocidas a hoteles o establecer penas para los funcionarios que no cumplen con sus deberes legales.
Conclusiones sobre las respuestas institucionales para la atención a las víctimas
Existe una plataforma institucional, particularmente del sector social, que se está desarrollado en mayor o menor grado en los países estudiados y que puede brindar servicios que tienden a disminuir la vulnerabilidad de los niños, niñas y adolescentes frente a los explotadores. No obstante, las instituciones que lo conforman no tienen procedimientos establecidos ni están debidamente capacitadas para atender este problema en particular.
Los estudios encontraron que el sector educativo muestra grandes debilidades en la detección de casos de abuso sexual y hay desconocimiento sobre la obligatoriedad de realizar denuncias. Además, las víctimas entrevistadas señalaron que al dejar de asistir a los centros educativos, en más de la mitad de los casos, no fueron contactados por la escuela o el colegio para explorar por qué habían salido del sistema educativo o para buscar opciones para su reinserción.
Esto es parecido a la situación en los centros y clínicas de salud, dado que muchos de ellos han estado en contacto con las víctimas, por ejemplo con las adolescentes embarazadas y madres, sin que hayan logrado detectar la violencia sexual o sin dar una respuesta efectiva para su protección.
La situación del sector policial también parece grave, ya que no están claramente definidos los lineamientos que deben seguir los funcionarios al encontrar una persona menor de edad en actividades sexuales comerciales. Una cantidad significativa de los y las adolescentes, niños y niñas afirmaron haber sido detenidos y abusados sexualmente por funcionarios de este sector.
Tres cuartas partes de las víctimas entrevistadas para los estudios indican que no han recibido apoyo institucional. El apoyo institucional brindado a los demás no fue efectivo para los niños, niñas y adolescentes que lo recibieron, ya que ellos se encontraron aún en la explotación sexual comercial al momento de la entrevista. Por lo tanto, eso significa que existe una profunda necesidad de revisar las políticas y los programas de atención, desarrollar mecanismos de seguimiento e indicadores de éxito para cada víctima y para los programas como tales.
Nota
[1] Los autores de los estudios nacionales de 2002 que sirven de base a este informe fueron los siguientes: Costa Rica, María Cecilia Claramunt; El Salvador, Zoila González de Innocenti y Cintia Innocenti; Panamá, Enriqueta Davis; República Dominicana, Francisco Cáceres, Leopoldina Cairo y Antonio de Moya; Honduras, Mirta Kennedy; Nicaragua, Rosamaría Sánchez Lang; Guatemala, Ramón Cadena, Carlos Peralta Chapetón y Sergio Fernández Morales.
Por Bente Sorensen & María Cecilia Claramunt
IPEC/Organización Internacional del Trabajo (OIT)
http://www.ipec.info; ipec@oit.or.cr
CONCLUSIONES
Conclusiones generales
Los estudios confirman que hay presencia de los diversos tipos de explotación sexual comercial de personas menores de edad en todos los países estudiados. Niños, niñas y adolescentes son comprados diariamente como objetos sexuales por parte de personas adultas que los utilizan para tener relaciones sexuales, para producir pornografía o para exhibirles en espectáculos sexuales.
En cada país también hay existencia de personas que utilizan la situación de extrema vulnerabilidad de los niños, niñas y adolescentes para hacer un negocio de su explotación. Así se detectan personas que promueven o facilitan la explotación a cambio de una remuneración, como por ejemplo taxistas, recepcionistas y proxenetas que funcionan como intermediarios entre la persona menor de edad y el explotador.
El problema de la explotación sexual comercial se ha globalizado en muchos casos, como ocurre con el turismo sexual, el tráfico de las personas menores de edad con fines sexuales y la divulgación de la pornografía vía la Internet. Particularmente Costa Rica y República Dominicana parecen estar afectados por el turismo sexual, mientras Guatemala presenta marcadamente la mayor cantidad de niños y niñas provenientes de otros países de la región (la mitad de los entrevistados), lo que puede indicar un nivel mayor de tráfico con fines sexuales hacia este país.
Otro indicador de la existencia de tráfico con fines de la explotación sexual, es que la mitad de los niños y niñas entrevistadas para los estudios dice que ha recibido ofertas para trasladarse para otra región u otro país para participar en relaciones sexuales remuneradas. A pesar de la existencia de tráfico de personas menores de edad con propósitos sexuales, la coordinación interinstitucional entre los países en la región es incipiente.
En toda la región existe además una tolerancia social inaceptable hacia este fenómeno. Más de tres cuartas partes de las personas adultas entrevistadas para el presente estudio dicen que conocen o han visto a personas menores de edad en la explotación sexual comercial, el 70% dice conocer lugares específicos donde ocurre la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes y 52% dicen estar dispuestos a poner denuncias, pero únicamente 7%, en promedio en los países, han puesto una denuncia. La falta de denuncia obedece al desconocimiento de la legislación, la percepción de que no se trata de un abuso sexual, y en algunos casos no se presentan denuncias por negligencia, miedo y falta de creencia en el sistema represivo.
La percepción generalizada es que la persona menor de edad es la responsable de las actividades sexuales comerciales y no son consideradas víctimas de una forma de violencia sexual y maltrato. Esto a pesar de que los países de la región han ratificado diversas convenciones internacionales que establecen que la explotación sexual comercial debe ser eliminada inmediatamente (Convenio 182 de la OIT); que todos los niños, niñas y adolescentes tienen el derecho a estar protegidos contra la explotación sexual comercial (Convención sobre los Derechos del Niño) y que la utilización de personas menores de edad para actividades sexuales debe ser penada (Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño).
De esta manera hay explotadores que, de forma clandestina o abiertamente, establecen contacto con personas menores de edad con el fin de explotarles sexualmente, ante los ojos de la sociedad, sin que sean frenados y en muchos casos tampoco cuestionados por sus acciones.
Conclusiones sobre los explotadores
Sexo: Las personas menores de edad entrevistadas indican que en la mayoría de los casos los explotadores son hombres. Consultados sobre la última persona que pagó por tener relaciones sexuales, las personas menores de edad informan que fue un hombre en un 89% de los casos; una mujer en 9% de los casos o una pareja de un hombre y una mujer (1 %), el restante 1% no respondió la pregunta. Las relaciones de inequidad entre los géneros y la forma diferenciada de ejercer la sexualidad significa que hay una cantidad mucho mayor de hombres “clientes-explotadores” que de mujeres. No obstante, entre los proxenetas e intermediarios hay presencia tanto de hombres como de mujeres.
Edades: Los explotadores son de todas las edades y provienen de diferentes grupos sociales. Para la región en su conjunto, las personas menores de edad indicaron que el último “cliente”-explotador tenía menos de 22 años en el 20 % de los casos; que fue una persona entre 22-30 años de edad en 37% de los casos quien más recientemente les pagó por sexo; entre 30-50 años en el 37% de los casos y en 6% de los casos se trató de una persona mayor de 50 años. Por lo tanto, los explotadores son personas adultas y mucho mayores que las víctimas.
Lugar de procedencia: Consultadas sobre el lugar de procedencia de los “clientes”-explotadores, las personas menores de edad entrevistadas responden en el 71% de los casos que son “siempre” o “casi siempre” de la localidad, mientras estas dos opciones “siempre” o “casi siempre” son utilizadas por el 24% de los entrevistados cuando se pregunta acerca de que si son de otras localidades del país. 16% de la población menor de edad estudiada informa que los “clientes-explotadores” son siempre y casi siempre turistas y el 7% refieren que son extranjeros que viven en el país. Particularmente en Costa Rica y República Dominicana muchos niños y niñas responden que los explotadores son extranjeros residentes o turistas, lo que indica que el turismo sexual florece en estos países.
Los explotadores utilizan varios medios para contactar a las personas menores de edad para involucrarles en actividades sexuales. En casi la mitad de los casos los “clientes”-explotadores buscan a los niños, niñas y adolescentes en la calle directamente, en 10% de los casos los contactan telefónicamente y en 28% el contacto es establecido por medio de terceras personas, como pueden ser intermediarios que han hecho de la explotación un negocio o personas conocidas. El restante 18% utiliza otros medios de contacto, como por ejemplo responder a los anuncios periodísticos.
Los explotadores son personas que se sienten legitimadas para utilizar a niños, niñas y adolescentes como objetos que pueden comprar para su diversión en actividades sexuales. Provienen de diferentes clases sociales y son de todas las edades. Tienen en común el que son personas irresponsables que cometen un delito sexual contra personas menores de edad, excusándose con argumentos de diverso tipo. Muchas veces culpabilizan a las personas menores de edad por la explotación al argumentar que no lo harían con niños, niñas y adolescentes “normales”, o sea protegidos; argumentan que les proveen una ganancia económica. Justamente el pago es lo que hace que el explotador se siente liberado de toda responsabilidad sobre el daño que está causando y se siente legitimado para hacer cualquier acto con la persona menor de edad, lo que se traduce en embarazos forzados, infecciones de transmisión sexual, violencia física y sexual.
Conclusiones sobre las víctimas
En general, las víctimas son personas que han sido marginadas, violentadas en sus derechos desde la primera infancia y que han sido afectadas por las políticas sociales deficientes y la pobreza extrema. No obstante, es importante recordar que las causas de la explotación sexual no se deben buscar únicamente en las condiciones socio-económicas de las víctimas sino en los agresores.
Las víctimas son, en la mayoría de los casos, adolescentes del sexo femenino, aunque también hay presencia de niñas y niños y de adolescentes varones. Una cuarta parte de las víctimas entrevistadas tuvieron apenas 13 años o menos de edad cuando empezaron a ser explotados en actividades sexuales comerciales. Casi el 80% fueron insertadas en actividades sexuales comerciales a una edad menor de los 15 años o al tener 15 años de edad. Por lo tanto, se confirma que no se trata de una opción de vida elegida por las personas adolescentes, sino que es producto de abuso, y desprotección desde la primera infancia.
Esta desprotección ha iniciado incluso con los propios familiares, ya que es común que los padres no han cuidado bien de ellos. Tres cuartas partes de los padres los abandonaron a una edad temprana o incluso antes de nacer. Las víctimas han tenido una relación más estable con la madre, pero ésta no parece haber tenido las posibilidades socio-económicas para brindarles protección.
Situaciones de violencia física y psicológica al interior del hogar han provocado la expulsión de la mitad de niñas y niños entrevistados hacia la calle, donde fácilmente fueron convertidos en objetos de explotación por parte de adultos.
El incesto y otros abusos sexuales cometidos contra los niños y las niñas son factores de riesgo asociados a la explotación sexual y a pesar de representar violaciones graves de los derechos humanos, no se ha planteado una denuncia en más del 80% de los casos, lo que enseña a las víctimas que el abuso es tolerado en las sociedades.
Únicamente el 16% de las víctimas estaban estudiando al momento de ser entrevistados y casi la mitad de las adolescentes mujeres ya tenía hijos al momento de la entrevista, lo que les dificulta aún más seguir estudiando y les mantiene en un ciclo de pobreza.
Conclusiones sobre la prevención del problema
El primer congreso mundial contra la explotación sexual comercial fue el catalizador para crear una conciencia e interés mayor para detener el problema y las instituciones preocupadas por la situación se han agrupado en la mayoría de los países en Comisiones Nacionales contra la explotación sexual comercial de personas menores de edad, las cuales están institucionalizadas en menor o mayor grado.
Cuatro países de los estudiados (Guatemala, Costa Rica, El Salvador y República Dominicana) cuentan con un plan de acción dirigido a detener el problema, uno (Nicaragua) cuenta con una política pública en la temática y dos países (Honduras y Panamá) están en proceso de desarrollar planes integrales.
Los planes intentan atacar el problema de una forma integral e incluyen acciones en diversos ámbitos (legislación, ámbito judicial, prevención, atención, sanción, etc.). No obstante, estos planes no están siendo implementados de forma efectiva, debido a la falta de recursos económicos, humanos y a un respaldo político decisivo.
A pesar de la existencia de las comisiones, la coordinación institucional dentro y fuera de los países es aún débil. Existe interés y una conciencia en las instituciones relevantes sobre la necesidad de coordinar las acciones para proteger a las personas menores de edad y para sancionar a los explotadores nacionales o extranjeros, pero la definición de responsabilidades, el desarrollo de procedimientos, mecanismos de referencia y contrarreferencia y la capacitación de los funcionarios de acuerdo con los mismos aún es un reto.
Programas de comunicación y sensibilización sistemáticos para la prevención de la conducta explotadora de personas adultas y para la no re-victimización de las víctimas personas menores de edad son prácticamente inexistentes. La mayoría de los programas de prevención han sido desarrollados por organizaciones no gubernamentales y/o financiados por agencias de cooperación externa. No obstante, hay varios sectores estratégicos, como los medios de comunicación y las universidades, que han mostrado un interés incipiente en participar en la lucha contra la explotación sexual.
Conclusiones sobre las respuestas legales y judiciales
Todos los países de la región se han comprometido a eliminar la explotación sexual comercial de personas menores de edad y proteger a las victimas al ratificar el Convenio 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil en los años 2000-2001 y la Convención sobre los Derechos del Niño en los años
1990-1991.
Otros instrumentos jurídicos internacionales importantes para la eliminación aún no han sido ratificados por todos los países de la región, como por ejemplo, el Protocolo facultativo relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de los niños en la pornografía; la Convención Interamericana sobre el tráfico internacional de menores; y la Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional.
Algunos de los países de la región (Honduras, Costa Rica, Nicaragua y República Dominicana) están aplicando leyes relativamente nuevas sobre los derechos de los niños, niñas y adolescentes que propician la protección frente a los riesgos. No obstante, la aplicación es débil y se requiere de un fuerte desarrollo institucional para lograr su efectiva implementación.
Los códigos penales aún no contemplan de una forma adecuada la sanción de los explotadores directos o indirectos que utilizan a personas menores de edad en actividades sexuales. Costa Rica es el único país en la región que ha hecho una adecuación mayor del Código Penal para tipificar las conductas relacionadas con la explotación.
En los códigos penales estudiados se encuentran vacíos en relación con la tipificación de los delitos; se utiliza una terminología poco adecuada; se discrimina a las víctimas por su edad o sexo dejándoles con poca protección frente a los explotadores y las penas para los explotadores son, en muchos casos, insignificantes en relación con las consecuencias que causa este tipo de violencia.
Muy pocos casos son denunciados y menos aún son investigados debidamente. Existe la percepción errónea de que las víctimas de la explotación sexual comercial, particularmente las adolescentes, no son verdaderamente víctimas y se tiende a culpabilizarlas y a depositar en ellas la responsabilidad de su propia explotación.
Existe en este sentido impunidad de los explotadores, y únicamente se ha logrado sancionar a pocos proxenetas, mientras que prácticamente no se ha logrado sancionar a clientes-explotadores, otros intermediarios o cómplices. Se puede avanzar mucho en la reforma legal para cerrar los medios utilizados por los explotadores e intermediarios para hacer el negocio de la explotación, como por ejemplo, restringir el acceso de adultos acompañados por personas menores de edad desconocidas a hoteles o establecer penas para los funcionarios que no cumplen con sus deberes legales.
Conclusiones sobre las respuestas institucionales para la atención a las víctimas
Existe una plataforma institucional, particularmente del sector social, que se está desarrollado en mayor o menor grado en los países estudiados y que puede brindar servicios que tienden a disminuir la vulnerabilidad de los niños, niñas y adolescentes frente a los explotadores. No obstante, las instituciones que lo conforman no tienen procedimientos establecidos ni están debidamente capacitadas para atender este problema en particular.
Los estudios encontraron que el sector educativo muestra grandes debilidades en la detección de casos de abuso sexual y hay desconocimiento sobre la obligatoriedad de realizar denuncias. Además, las víctimas entrevistadas señalaron que al dejar de asistir a los centros educativos, en más de la mitad de los casos, no fueron contactados por la escuela o el colegio para explorar por qué habían salido del sistema educativo o para buscar opciones para su reinserción.
Esto es parecido a la situación en los centros y clínicas de salud, dado que muchos de ellos han estado en contacto con las víctimas, por ejemplo con las adolescentes embarazadas y madres, sin que hayan logrado detectar la violencia sexual o sin dar una respuesta efectiva para su protección.
La situación del sector policial también parece grave, ya que no están claramente definidos los lineamientos que deben seguir los funcionarios al encontrar una persona menor de edad en actividades sexuales comerciales. Una cantidad significativa de los y las adolescentes, niños y niñas afirmaron haber sido detenidos y abusados sexualmente por funcionarios de este sector.
Tres cuartas partes de las víctimas entrevistadas para los estudios indican que no han recibido apoyo institucional. El apoyo institucional brindado a los demás no fue efectivo para los niños, niñas y adolescentes que lo recibieron, ya que ellos se encontraron aún en la explotación sexual comercial al momento de la entrevista. Por lo tanto, eso significa que existe una profunda necesidad de revisar las políticas y los programas de atención, desarrollar mecanismos de seguimiento e indicadores de éxito para cada víctima y para los programas como tales.
Nota
[1] Los autores de los estudios nacionales de 2002 que sirven de base a este informe fueron los siguientes: Costa Rica, María Cecilia Claramunt; El Salvador, Zoila González de Innocenti y Cintia Innocenti; Panamá, Enriqueta Davis; República Dominicana, Francisco Cáceres, Leopoldina Cairo y Antonio de Moya; Honduras, Mirta Kennedy; Nicaragua, Rosamaría Sánchez Lang; Guatemala, Ramón Cadena, Carlos Peralta Chapetón y Sergio Fernández Morales.
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