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martes, abril 26, 2011

Noticias del Frente Patrimonial 045








LA IGNORANCIA DE HOY EN DÍA




Sócrates tuvo que tragar la cicuta en pago por su libertad.


"El principio de la sabiduría reside en el reconocimiento de lo poco que sabemos en realidad.” (después de Sócrates)

Por MÁXIMO PIGLIUCCI, Tribuna Libre: Pensamiento, Cultura y Ciencia Educación.

La ignorancia es la raíz de todos los males, según Platón, que también nos dio una definición aún actual de su opuesto, el conocimiento, como “creencia verdadera y justificada”. Merece la pena considerarla al reflexionar sobre los peligros de la ignorancia en el siglo XXI.

Platón pensaba que deben cumplirse tres condiciones para que podamos “saber” algo: la noción en cuestión debe ser cierta, tenemos que creerla (porque si no creemos que algo es verdad, difícilmente podemos decir que lo sabemos) y, lo más sutil, debe estar justificada: debe haber razones por las cuales creemos que es verdadera.

Veamos algo que todos pensamos que sabemos: la tierra es (aproximadamente) redonda. Esto es tan cierto como pueden demostrarlo los hechos astronómicos, sobre todo porque hemos enviado satélites artificiales en órbita y observado que el planeta es, efectivamente, de formas redondeadas. La mayoría de nosotros (a excepción de unos pocos lunáticos que defienden el que la Tierra es plana) también creemos que así es.

¿Qué ocurre con la justificación de esa creencia? ¿Cómo respondería usted si alguien le pregunta por qué cree que la tierra es redonda?

El lugar obvio para comenzar sería apuntar a las imágenes de satélite antes mencionadas, pero nuestro escéptico interlocutor podría preguntar razonablemente si usted sabe cómo se las obtuvo. A menos que sea usted un experto en ingeniería espacial y software de imágenes, es posible que en ese punto se vea en dificultades.

Por supuesto, podría recurrir a razones más tradicionales para creer en una tierra redonda, como el hecho de que nuestro planeta proyecta una sombra redondeada sobre la Luna durante los eclipses lunares.

Naturalmente, usted tendría que estar en condiciones de explicar –en caso de objeción- qué es un eclipse y cómo lo sabe. Ya ve a dónde nos puede llevar esto: si empujamos lo suficiente, en el sentido platónico la mayoría de nosotros no sabe realmente mucho de nada. En otras palabras, somos mucho más ignorantes de lo que pensamos.´

Sócrates, maestro de Platón, irritó a las autoridades atenienses al sostener que era más sabio que el Oráculo de Delfos (que afirmaba ser cénit de la sabiduría) porque, a diferencia de la mayoría de las personas (incluidas las autoridades de Atenas), sabía que no sabía nada. Si la humildad de Sócrates era sincera o una broma secreta a expensas de los poderes fácticos (antes de dichos poderes le quitaran la vida tras cansarse de su irreverencia), el punto es que el principio de la sabiduría reside en el reconocimiento de lo poco que sabemos en realidad.

Lo cual me lleva a la paradoja de la ignorancia en nuestra época: por un lado, constantemente nos llueven opiniones de expertos, todo tipo de personas que -con o sin doctorado tras su nombre- nos dicen exactamente qué pensar (aunque rara vez por qué hemos de pensar). Por otro lado, la mayoría de nosotros somos completamente ineptos en la práctica del venerable y vital arte de la detección de tonterías (o, más cortésmente, el pensamiento crítico), tan necesario en la sociedad moderna.

Podemos pensar en la paradoja de otra manera: vivimos en una época en que el conocimiento -en el sentido de la información- está constantemente disponible en tiempo real a través de computadoras, teléfonos inteligentes, tabletas electrónicas y lectores de libros. Y, sin embargo, todavía carecemos de las habilidades básicas para reflexionar sobre esa información, para tamizar la tierra para encontrar las pepitas dignas de valor. Somos masas ignorantes inundadas de información. Por supuesto, es posible que la humanidad siempre haya sufrido de escasez de pensamiento crítico. Por eso seguimos permitiendo que se nos trate de convencer de apoyar guerras injustas (por no mencionar el morir en ellas), o votar por personas cuyo trabajo principal parece ser acumular tanta riqueza para los ricos como les sea posible. También eso puede explicar por qué tanta gente se deja engañar por “médicos” homeópatas que les venden costosísimas píldoras de azúcar y por qué seguimos el consejo de famosos del espectáculo (en lugar de médicos reales) sobre si es conveniente vacunar a nuestros hijos.

Sin embargo, la necesidad de pensamiento crítico nunca ha sido tan urgente como en la era de Internet. Por lo menos en los países desarrollados -pero cada vez más en los subdesarrollados también- el problema ya no es el acceso a la información, sino la falta de capacidad de procesarla y darle sentido.

Desafortunadamente, es improbable que las universidades, las escuelas de educación secundaria e incluso las elementales tomen la iniciativa de incorporar cursos de introducción al pensamiento crítico. La educación se ha transformado cada vez más en un sistema de mercancías en que se mantiene satisfechos a los “clientes” (antes conocidos como alumnos) con planes de estudio personalizados, mientras se los prepara para el mercado laboral (en lugar de recibir preparación para convertirse en seres humanos y ciudadanos responsables).

Esto puede y debe cambiar, pero para ello se requiere un movimiento de base que utilice blogs, revistas y periódicos en línea, clubes de lectura y espacios de encuentro, y cualquier otro recurso que pueda contribuir a la promoción de oportunidades de desarrollo de habilidades de pensamiento crítico. Después de todo, sabemos que lo que está en juego es nuestro futuro.

"Un salto moral es más peligroso que un salto mortal" (J. Lec)

El autor es profesor de filosofía del Centro de Estudios Superiores de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (The Graduate Center – CUNY). Traducido del inglés por David Meléndez Tormen (Project Syndicate/Institute for Human Sciences, 22/04/11):

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Desde el punto de vista de un catolicismo crítico:
EL DERECHO A LA LIBERTAD RELIGIOSA EN UN ESTADO ACONFESIONAL








Por: Benjamín Forcano

La religión católica debe superar su situación de ser parasitaria del Estado. (epistheme)

La libertad religiosa es un derecho individual que debe ser regulado y protegido por la autoridad y ley públicas. Lo cual quiere decir que cada uno es libre para ser no creyente, creyente o creyente de una u otra religión. Y esta libertad se puede manifestar privada y públicamente, individual y colectivamente, con acciones diversas (enseñanza, práctica, culto, observancia), mientras se mantenga el orden público. (Cfr. Constitución Española, Art. 18 y Declaración Universal de Derechos Humanos, Art. 16, 3).

Por tratarse de un derecho, pertenece a lo que es debido en los actos y situaciones que afectan a derechos de los otros y, en tal caso, un Estado democrático debe arbitrar los medios para que se respete y cumpla lo que es debido.

En cada país la situación puede cambiar y, dentro de cada país, las situaciones pueden ser diversas. En España la historia nos dice que la Religión Católica fue desde el principio factor configurador de la vida individual y pública, sin presencia relevante de otras religiones. Aún hoy, el porcentaje de cuantos se declaran creyentes no católicos no alcanza el 5%. En este contexto histórico, se entiende que las primeras Universidades fueran fundadas por eclesiásticos y que en ellas se establecieran como algo normal espacios para el culto, como así ocurrió también en los demás ámbitos e instituciones públicas. Este contexto se prolonga prácticamente hasta nuestros días y, es desde él con la entrada en la democracia, que en España se formulan nuevas leyes que superan toda discriminación religiosa: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal” (Constitución Española, Art. 16).

Hoy tenemos más claro este derecho de la libertad religiosa. La religión católica, no por ser mayoritaria es la única válida y admite como normal convivir en respeto y paz con otras religiones, pero sin pretender equipararlas a ella en la predominante conformación de principios, hábitos y costumbres religiosas que ella ha ejercido sobre el pueblo español. Ese papel de destacada influencia indica la simbiosis religiosamente católica producida entre pueblo e instituciones. Y, llegado el caso, el pueblo lo activa en mil situaciones y actos. La religión, en este caso la católica, ha enseñado, ha educado y ha impartido un sentido de la vida que se expresa cotidianamente cuando, ante acontecimientos peculiares, el pueblo lo necesita y reclama.

Sería necio ignorar el papel no siempre correcto que, en este desenvolvimiento histórico, ha desempeñado la Iglesia católica. Son innegables los abusos de atraso, represión y despotismo ejercidos sobre el pueblo. Ya en el momento actual, los católicos tienen conciencia de este grave desfase, de la resistencia ofrecida todavía por muchos a la renovación y puesta al día decretada por el concilio Vaticano II. El pueblo y numerosos teólogos han tomado en serio la fidelidad al Evangelio y el desvestimiento que esto conlleva de muchos lastres, errores y deformaciones del cristianismo histórico. No sé si, en otras instituciones civiles y religiosas, se ha dado el mismo empeño que en la Iglesia católica por este reajuste con el Evangelio y si se han dado tantos ejemplos de coherencia, libertad y martirio por llevarla a cabo, en la sociedad y en la misma Iglesia.

Los abusos son los abusos y hay que combatirlos y erradicarlos. Pero brillan también los ejemplos de una Iglesia digna, libre y comprometida, que suscitan pasión, fuerza y esperanza entre millones y millones de católicos. En todo caso, los abusos no borran ni oscurecen lo que es el derecho a la libertad religiosa. Viene a cuento señalar que entre lo laico y religioso no hay contradicción. La habría si pensamos que “religioso” representa al sector clerical, con el poder dominante y excluyente que ha desempeñado en la historia y lo laico lo que se le opone. Pero, en su acepción original, laico es lo mismo que proveniente del pueblo, ciudadano modernamente, más clásicamente persona. En este sentido, todas las religiones son laicas, formadas por ciudadanos o personas. Y el hecho de ser persona es lo que nos otorga el derecho a la libertad religiosa. Por tanto, la laicidad es un propio de todas las religiones y de todas las personas. Y más que hablar de Estado laico -sinónimo para muchos de antirreligioso- hay que hablar de Estado aconfesional, como lo hace la Constitución.

Ni se puede, siguiendo el razonamiento, seguir contraponiendo ciencia a religión, razón a fe, realismo y amor a la vida a alineación religiosa. Lo habrá sido muchas, demasiadas veces. Pero, hoy mi fe católica me enseña que el primer artículo de mi credo contiene la fe en el hombre: su dignidad y sus derechos. Y ese artículo es parte esencial de mi fe. No sólo eso, sino que donde hay atraso, injusticia, alienación, desigualdad, sometimiento, esclavitud y humillación me siento crítico e independiente, fraternal y solidario con la fuerza de la ética, pero reforzada con el espíritu de las bienaventuranza evangélicas y de sus radicales exigencias de amor, fraternidad, igualdad y justicia universales y de preferencia por los últimos o los que menos cuentan en la sociedad. A mí, el rezo o meditación sobre la talla humana de Jesús Nazareno, lo haga en una capilla o en cualquier otra parte, me impulsa a sentirme gozoso con el valor de la razón y de la ciencia, a pensar y ser libre, y hacerlo de pie, sin arrodillarme ante ningún poder injusto. Es indudable que la Iglesia católica ha utilizado en su beneficio relaciones y tratos con el Estado que le han eximido de deberes comunes y le han cercenado su misión de actuar con justicia y libertad y como Iglesia de los pobres. En ese frente nos uniremos con quien quiera que sea para exigir cambio y coherente reforma.

Conviene subrayar que ser creyentes católicos y serlo mayoritariamente en la sociedad española es una connotación propia, expresión de un derecho que el pueblo ha vivido y proyectado como suyo. Aplicar este derecho a actos y situaciones públicas, con presencia mayoritaria, no quiere decir que se le haga una exención a la religión católica, un privilegio, sino reconocer la realidad de un sujeto real que legítimamente trata de vivir y actuar conforme al derecho que le asiste. El problema no parece que debamos complicarlo. En España existen hoy otras religiones que la católica y existen gentes que no creen. ¿La legislación actual asegura que las demás religiones actúen conforme al derecho que les asiste? ¿Tienen espacios públicos para el ejercicio de su libertad religiosa? ¿Si lo piden, se les impide? ¿Los Acuerdos del 1979 entre el Estado Español y la Santa Sede reconocen este derecho a la libertad religiosa, sin excluir a las religiones que lo soliciten, o está en contradicción con la Constitución Española?

Leyendo los Acuerdos de 1979, uno no sabe si hoy existen otros acuerdos que atiendan proporcionalmente a las demás religiones. En todo caso, esos Acuerdos afirman claramente que “Se debe salvaguardar el derecho a la libertad religiosa de las personas y el debido respeto a sus principios religiosos y éticos” y “evitar cualquier discriminación o situación privilegiada”. Lo que aquí se dice, se convierte en denuncia, en aquello en que, después de más de 30 años, no ha sido cumplido: “La Iglesia católica tiene el propósito de lograr por sí misma los recursos suficientes para la atención de sus necesidades”. ¿Cuándo dará por cumplido ese plazo? No hay duda de que una lectura de los Acuerdos, desde las circunstancias actuales, lleva a introducir determinados cambios. Habrá que analizar en qué aspectos y por qué, tratando de abrir un debate público que alcance a todas las instancias sociales y culturales, para que llegue lo más maduro posible al hemiciclo parlamentario. En nuestra sociedad democrática, hay muchos caminos para ejercer la crítica, demandar cambios y proponer reformas y lograr que el derecho a la libertad religiosa, lejos de crispar infantilmente la convivencia, sirvan para asegurar el derecho, la libertad y tolerancia de todos.

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El ideal caribeño de identidad en Víctor Villegas: Un corazón siempre joven.




Victor Villegas, Poeta Nacional


Tomado de José Enrique Méndez, identidadsanjuanera, sábado, 23 de abril de 2011

El punto de vista en la concepción poética de Víctor Villegas tiene como objetivo cardinal plantear el problema cultural en el Caribe como forma fundamental de la conciencia. Podemos llegar a obtener del libro Diálogos con Simeón. Charlotte Amalie, de Víctor Villegas una fuente de inspiración y conocimiento que nos sirva para aplicar códigos comunes en el mundo occidental para el Caribe.

La tolerancia en Villegas es necesaria para esta moral que nos propone, sus puntos de vista rebosan en optimismo que sabe transmitir a sus lectores.

El mundo que propone Villegas no está “a la vuelta de la esquina”, sino en manos de futuras generaciones que habrán de frenar a los “dueños del mundo”.

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Cien mil caras lindas





Todos somos bellos por ser unicos


Moya, necesito un favor tuyo, que a la vez es tuyo también. Ya el video de Guachupita (“Las Caras Lindas”) pasó de las 100.000 vistas y reproducciones. Como estás más empapado del proyecto y del video que yo, me gustaría que hicieras un pequeño comentario en la página del video refiriéndote a las 100 mil visitas alcanzadas por este pequeño intento audiovisual de la obramaury para los líderes y grupos de Guachupita. También sería bueno que lo publicaras en tu blog.

Máximo Lugo (Pao)

Aqui esta el link para llegar al video y hacer el comentario.
http://www.youtube.com/watch?v=E7E9RyGUTT0


Pronto llega la respuesta: El milagro de Guachupita




Arturo Viloria y Fany Castro trabajan las experiencias de violencia vividas por los jovenes


Cuando llegué a Guachupita, el local de Club Deportivo y Cultural Renacer, donde se reúne la Red de Jóvenes Unidos de Guachupita estaba todavía vacío, el seminario estaba anunciado a las 8 de la tarde.


Antes de esa hora más de 50 jóvenes llenaron el local principal. Eran jóvenes de entre 12 a 20 años, con toda la indumentaria y los usos que caracterizan a los jóvenes de barrios populares.


A pesar de mis diferencias generacionales y culturales percibía en ellos unas enormes ganas de comprender, de mejorar, de cambiar. Eso me conmovió y me dispuso a compartir con ellos de la mejor manera posible las dos horas que habíamos pensado estar allí.


Así fue, rápidamente, en pequeños grupos, comenzamos a repasar las distintas formas de violencia que ellos sufrían.


Desde luego que no se andaban con censuras ni autocensuras. Luego cada uno ofreció su visión, su salida de la violencia, a sus compañeros de intercambio.


A mi también me regalaron su consejo y me dieron la posibilidad de superar mi violencia.


Después hicimos el ejercicio de conectar con lo humano. Nos colocamos por parejas y cada uno miró de esa manera a su compañero de ejercicio. Se abrieron muchos corazones.


Para terminar una ceremonia de bienestar, un silencio profundo, una correntada de buenos deseos y de esperanza se expandió por todo el local.


Al final, abrazos, agradecimientos y hasta algunas lágrimas.


Pero, ¿quienes eran aquellos jóvenes? Guachupita es un barrio popular en Santo Domingo, capital de la República Dominicana.


Como tantos otros barrios, Guachupita ha soportado la etiqueta de zona marginal, sin servicios para su población, donde las drogas, el SIDA y la violencia de todo tipo reinan a su antojo, sobre todo entre la población mas joven.


No era fácil vivir en Guachupita. Los jóvenes se organizaban tradicionalmente en “naciones”, grupos organizados que peleaban por el control de cada calle, de cada lugar en el barrio.


Era “normal” que las naciones se pertrecharan con armas cada vez mas contundentes para ganar esa batalla por el poder.


La policía de Santo Domingo no pregunta mucho cuando trata con estas naciones, es habitual disparar primero y averiguar después. El futuro de estos jóvenes era muy oscuro.



Sin embargo, desde 2004, se produjo en este barrio una intervención de un pequeño grupo de profesionales y técnicos del Consejo Presidencial del Sida (COPRESIDA), para enfrentar los problemas del SIDA y la violencia que afectaban especialmente a estos jóvenes.


El grupo, asesorado por psicólogos y epidemiólogos de la organización, y dirigido localmente por el líder comunitario Lino Arturo Castro y el dirigente juvenil Chichí Jimenes, consiguió primero que los jóvenes de uno y otro sexo se sentaran juntos para discutir este problema que les afectaba a todos, independientemente de la nación a la que pertenecieran.


Después consiguió que las naciones, sin perder su identidad ni ninguno de los símbolos de su cultura, se federaran en la Red de Jóvenes Unidos. Promovieron intervenciones conjuntas en el barrio, grafitos, eventos, charlas…


Después empezaron a conversar sobre la Paz y la No Violencia. Los jóvenes se persuadieron de que con la violencia no iban a mejorar sus condiciones, que en todo caso sólo les llevaría a matarse entre ellos.


Poco a poco los jóvenes se convirtieron en la fuerza organizada más grande del barrio, impulsaron marchas masivas contra el maltrato a las mujeres, reivindicaron su cultura, la de los jóvenes: la música, la forma de vestir, la forma de hablar, cuestionaron el trato de la policía hacia ellos, la falta de oportunidades que sufrían… fueron creciendo.



Cuando estuve allí les propuse que participaran de la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia. No tuve que insistir. La hicieron suya desde el primer momento. Y ellos organizaron, sin apenas recursos, una hermosa marcha, en la que arrastraron a sus madres y padres, a sus hermanos pequeños, a sus profesores, a las iglesias, una marcha llena de entusiasmo y alegría.


Cuando fui a Guachupita yo creía que iba a dirigir un seminario, pero lo que fui es a recibir una inyección de entusiasmo y optimismo. Desde aquí envío un abrazo a Lino, a Chichi, y a todos los miembros de la Red de Jóvenes Unidos de Guachupita. Paz, fuerza y alegría para ellos.

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Bradley Manning no está solo






¡Viva Bradley Manning!!! Y ¿qué de los benditos derechos humanos que tanto enarbolan los malditos antitiéticos dizque de la razón? ¿Por qué la Organización Mundial Contra la Tortura no toma cartas en el asunto?; y, “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” Juan 8:32.

Rafael Mota C., médico

La causa de Bradley Manning es la causa de la justicia. Hay quienes lo consideran un héroe nacional de los Estados Unidos. El primer manifiesto de su defensa está publicado en Rebelion.org del 15 de febrero, 2011

Rafael Espaillat Hernández, abogado

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FIL 2011: La Vatiferia del Horror Divino



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Saludando a los 3ni





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Taino-descendientes en la televisión del Bronx, Nueva York: Jorge Baracutey Estevez, Roman Guaraguorix Pérez e Irka Guabancex Mateo (Agosto, 2008).

1. Tainos in New York.

http://www.youtube.com/watch?v=mw6QZ3uRaJs&playnext=1&list=PLDD16515B279D4691









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EL FESTIN está servido.

A l e x i s G ó m e z R o s a te invita a degustar sus partes en todas las variantes de la poesía moderna.

Jueves 28 de abril de 2011, 8:00 pasado el meridiano, Capilla de los Remedios.

Calle Las Damas esquina Mercedes, Ciudad Colonial.

No cover; consumo mínimo en arrebato lírico.

La poesía es religión y alimento de los iluminados.

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TODA LA ENERGIA DEL COSMOS ESTA ENFOCADA EN EL SEGUNDO NACIMIENTO DE LA MAESTRA ANARQUISTA ELSA GUAYAKAN EXPOSITO, EVA REDIVIVA EN SU JARDIN DE MANGOS.



Elsa Exposito se nutre de nuestras bendiciones para continuar su lucha por la justicia.


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La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos. (Ejercito Negro Makhnovista, Ucrania, 1925).

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