Estudio encuentra que medicamento para proteger del VIH al feto es inocuo para madres infectadas
Por DONALD G. McNEIL Jr.
New York Times
11 de enero, 2007
Las mujeres pueden tomar el medicamento nevirapina contra el SIDA para proteger a sus niños por nacer sin poner en peligro su habilidad para asumir el tratamiento antirretroviral más tarde, encontró un nuevo estudio.
Los resultados son una buena noticia para las madres pobres en África, Asia y América Latina que deben tomar nevirapina, un medicamento poco costoso de primera línea, que a menudo previene la transmisión del VIH de madre a hijo.
El medicamento permanece en la sangre durante tres semanas, y si la madre está infectada con el VIH, su presencia alienta el crecimiento de cepas resistentes a la nevirapina. Esto ha llevado a temores que cualquier cóctel antirretroviral que contenga nevirapina sería inútil.
Pero el nuevo estudio, publicado hoy en The New England Journal of Medicine, encuentra que dicho cóctel es efectivo aún si las mujeres simplemente lo demoran por seis meses después de tomar la dosis protectora de nevirapina.
El estudio fue realizado por investigadores de la Universidad de Harvard que trabajan en Botswana, pero tiene implicaciones para las mujeres pobres en todo el mundo. Informes preliminares de los datos obtenido en el estudio, junto con evidencia de otros similares, influyó las nuevas guías de tratamiento de la Organización Mundial de la Salud el año pasado, ayudando a mantener la nevirapina en el arsenal de medicamentos de primera línea para el SIDA.
“Esta es una verdadera chispa de esperanza,” dijo la Dra. Catherine Hankins, asesora científica principal para ONUSIDA, agencia de las Naciones Unidas para el SIDA. “Había mucha preocupación de que la nevirapina de dosis única estuviera perjudicando el uso de toda esa clase de medicamentos.”
La nevirapina nunca ha sido una droga perfecta; cuando se usa de manera prolongada, puede envenenar e; hígado y causar salpullido, y el VIH sólo necesita hacer una sola mutación para desarrollar resistencia al fármaco.
En países afluentes, las mujeres por lo regular reciben un curso corto de dos o tres medicamentos antirretrovirales en el embarazo tardío para prevenir que el virus pase a sus bebés, y las infecciones son ahora algo raro en Occidente.
Pero en países pobres, muchas mujeres en las aldeas rurales dan a luz sin haber visto nunca a un médico, o hacen la travesía a los hospitales o clínicas sólo cuando están en labor de parto, dejando a los trabajadores de salud sólo la opción de la dosis única de nevirapina.
La droga es tan sencilla y efectiva que los trabajadores de salud en las clínicas pequeñas a menudo dan a las mujeres embarazadas una pastilla para que la tomen cuando comiencen las contracciones del parto y una jeringuilla llena de nevirapina líquida para echarla en la boca del recién nacido, dijo la Dra. Shahin Lockman, investigadora de la Iniciativa de SIDA de la Escuela de Salud Pública de Harvard y una de las autoras del estudio. En algunos casos, dijo, ellas deben hacer esto aunque no sepan si la madre está infectada. En África, muchas mujeres se rehúsan a hacerse pruebas de VIH por temor a que sus familias o vecinos las repudien si resultan positivas.
Bajo tales circunstancias, la nevirapina es usualmente inocua y reduce a la mitad la probabilidad de que el bebé resulte infectado.
El fármaco también es una piedra angular del tratamiento antirretroviral del SIDA en países pobres. Comúnmente se encuentra en las píldoras que contienen tres medicamentos, usadas en los programas apoyados por donantes de los países occidentales, y muchos programas comunitarios no tienen ninguna o pocas alternativas. En su presentación como medicamento genérico, cuesta una octava parte de lo que cuesta el efavirenz, el medicamento más parecido.
El estudio de Botswana concluye que esperar seis meses después de la dosis única de nevirapina permite que las cepas resistentes a la nevirapina desaparezcan del cuerpo.
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