Se independiza tarde, protege la intimidad de su pandilla, le apasiona la tecnología. Son algunas de las características que definen al hombre de entre 25 y 39 años según un sondeo realizado entre 12.000 europeos y que comenta para Magazine Miguel Ángel Silvestre, el actor que da vida a 'El duque' en la serie “Sin tetas no hay paraíso”
.
Miguel Ángel Silvestre
Por: LEONOR HERMOSO
elmundo.es, Madrid, 14 de septiembre 2008
El hombre del siglo XXI debía enfrentarse a tres retos, según planteaba la antropóloga y catedrática de Filosofía Elisabeth Badinter en su obra XY: La identidad masculina: “Cuestionarse la virilidad ancestral de hombre agresivo; aceptar que todos los hombres tienen algo de femenino, e inventarse otro tipo de masculinidad”.
Quince años después de la génesis de esta teoría, según el estudio Species, que ha elaborado Discovery Networks Emea, el primer y el segundo objetivo ya se han logrado. Estamos en el tercero: crear otro modelo de virilidad que vaya más acorde con esta época. “No hay consenso sobre lo que es la masculinidad en el siglo XXI y los hombres están inventando modelos propios que puedan encajar con lo que demandan los tiempos modernos”, señalan los autores de esta encuesta.
“Ojalá el rasgo que defina esa nueva virilidad sea el respeto, no sólo hacia las personas del otro sexo, sino también hacia uno mismo”, apostilla Miguel Ángel Silvestre, el actor del momento por su papel de El duque en la serie de televisión Sin tetas no hay paraíso.
Para obtener un retrato afinado del europeo de hoy, se han realizado 12.000 entrevistas a jóvenes de 15 países. Según los resultados, el hombre ha pasado de verse como una especie de guerrero (soporte de la familia, protector de los suyos, irremediablemente padre y esposo) a sentirse un “negociador preocupado”.
Un tratante que ha de mediar con las mujeres en unas relaciones cada vez más complejas, con sus jefes en un ambiente laboral de mayor inestabilidad y consigo mismo para ser capaz de hacer lo que quiere sin defraudar en exceso lo que los demás esperan de él.
Los jóvenes españoles se ajustan bastante a este modelo, aunque con algunas peculiaridades: dedican menos dinero al ocio, hay más porcentaje de universitarios y de solteros, ven más la televisión, retrasan más la paternidad, viven hasta casi los 40 años con sus padres…
El estudio concluye que “el hombre de hoy busca el equilibrio entre lo moderno y lo tradicional y no está en crisis, pero, en contra de todos los tópicos, puede llegar a ser incluso más complicado que las mujeres”. Estos 14 puntos describen cómo son:
1. Un joven que pasa de la sala de juntas a la litera de casa de papá.
Hasta que no están muy cerca de los 40, los hombres de hoy no alcanzan hitos clásicos de la madurez, como tener un hijo o comprarse una casa. Para lo primero hacen falta ganas; para lo segundo, dinero. “A los españoles, sobre todo, no les merece la pena vivir en una casa pequeña y alquilada con tal de independizarse. Aspiran a tener una gran calidad de vida donde quiera que estén”, dice Clare Holdsworth, profesora de la Universidad de Liverpool que ha colaborado en el estudio. Vivir en casa de los padres da más libertad económica para disfrutar de un tiempo libre con vicios de adultos. Y es que, los jóvenes españoles prefieren gastar su dinero en estilo de vida antes que en emanciparse. Por eso, según el Consejo de la Juventud, el 49% de los españoles menores de 34 años vive en casa de sus padres.
2. Están redescubriendo la pandilla.
Los hombres nunca han valorado tanto como en nuestro tiempo la necesidad de tener un hombro sobre el que llorar cuando las cosas no van bien, y están creando sus propias redes de comprensión. Así, los amigos realizan ahora parte de la función que antes desempeñaba la familia. Según el estudio Species, el 31% de los españoles (34% de los europeos) busca apoyo emocional en sus amigos. En definitiva, ellos se están dando cuenta de que deben invertir más tiempo en sus amistades masculinas para afrontar la transformación que está sufriendo el modelo de familia tradicional.
3. Y el espacio ‘sólo para chicos’
Hay otro factor por el que los hombres siguen prefiriendo los amigos del mismo sexo. Según Badinter, “usan el tiempo que pasan juntos para fomentar su sentido de la masculinidad, e incluso alejar la sombra de la homosexualidad, que sigue sin estar bien vista”. Además, es una esfera de la vida sobre la que sienten que tienen el control, mientras que las relaciones con el otro sexo les exigen más trabajo. Por eso son tan gratificantes los encuentros “de chicos”, aunque en esto los españoles también son diferentes: el 20% confía en sus amigos más que en nada, frente al 57% de los rusos. “Realmente, cuando estamos solos, lo que hacemos es prepararnos para cuando estemos con ellas. Compartimos vivencias, intentamos aprender de los obstáculos del otro… Bueno, también supongo que entre chicos somos más primitivos y recurrimos a unos códigos que venimos compartiendo desde niños”, opina Silvestre.
4. Juegan más que nunca.
Videojuegos, monopatín, paint-ball, karts… El hombre europeo mantiene actitudes que se podrían considerar infantiles porque sus redes familiares tienden a eximirles de ciertas responsabilidades. La mayoría sigue teniendo muchas aficiones juveniles cuando se emancipa, porque sus parejas se hacen cargo de gran parte de las tareas domésticas. Así, disfrutan de mayor tiempo para sus caprichos lúdicos, 45 minutos diarios más que las mujeres, según Eurostat. El 42%, además, se decanta por los videojuegos de forma habitual. “A medida que los hombres se casan, tienen hijos y asumen más responsabilidades, su compromiso con el juego adquiere más trascendencia. Creen que se mantendrán jóvenes mientras dediquen tiempo a los videojuegos”, afirma Michael Kimmel, profesor de Sociología de la Universidad de Nueva York, que no ve en esta actitud algo halagador para el hombre moderno. Para Jeremy Langmead, director de la revista masculina europea Esquire también sondeado en Species, “el que los hombres de hoy mantengan sus aficiones durante más tiempo elimina los límites que definen la madurez y alarga la juventud”.
5. Matrimonio: cuanto más tarde, mejor
La edad media a la que se casan los europeos, según Eurostat, ha pasado de los 26 años en la década de los 80, a los treinta y tantos desde 2004. Y los españoles son los que más tarde lo hacen. El 23% de los encuestados (la media europea es del 16%) quiere retrasar el matrimonio. La mayoría alega que no se ve psicológicamente preparado. En países con dificultades económicas, “los hombres retrasan la boda porque no tienen recursos”, confirma Rebecca Kay, colaboradora en Species. En España, sin embargo, un 59% de hombres no considera prioritario mantener a la familia frente a un 75% de europeos. Por su parte, Miguel Ángel Silvestre es de la opinión de que para el matrimonio no hay edad ideal: “Cada uno debe realizar su proceso de maduración y encontrar a la persona adecuada para dar el paso. En cualquier caso, hay otras formas de compartir la vida con la persona que uno quiere sin tener que pasar por el altar o el juzgado”.
6. Hijos sí, pero luego
Sólo para el 29% de los españoles tener hijos es prioritario, frente al 53% de los europeos. Sin embargo, una vez que se decide, desea involucrarse en la paternidad incluso más de lo que lo hizo su propio padre. Y consideran la intimidad con sus hijos como una de sus prioridades, porque tenerlos es un proyecto personal, no una obligación. Espera mucho del papel que debe desempeñar y siente que fracasa si no está a la altura. Además, se ve tan capaz como las mujeres para criar a su hijo, algo que resalta la periodista inglesa Kathleen Parker, autora del bombazo editorial del verano en Reino Unido: Save the Males (Salvar a los hombres). No obstante la autora cree que hay muchos jóvenes “que se sienten víctimas del feminismo”.
7. Ellos con ellas, la igualdad sexual cada vez más difícil
Según Kathleen Parker, donde más dificultades tienen para encajar con la nueva mujer es en el sexo, porque creen que ellas cada vez exigen más en ese terreno. Pero, en cualquier caso, el porcentaje de hombres que se siente presionado sexualmente es menor que el que considera positivo este nuevo rol femenino (el 71% de los españoles y el 77% de los europeos).
Miguel Ángel Silvestre, como muchos encuestados en Species, reconoce que "todavía hay mucho que hacer para conseguir la igualdad efectiva. Y yo estaría encantado de vivir en un mundo dirigido por mujeres".
8. Pasan más tiempo e invierten más dinero en su aspecto físico.
Los españoles son los europeos menos coquetos (18% frente a 28%). Y, desde luego, el varón del siglo XXI no es metrosexual, ni un macho alfa (triunfador obsesionado por el mando y el éxito y por el gimnasio). La masculinidad actual tiene que ver con lucir un aspecto descuidado. El truco está en preocuparse sin que se note. “Cuanto más consciente es un hombre de su imagen, más inseguro se encuentra. Ellos saben que invertir en su aspecto es hacerlo en su carrera profesional”, afirma Jeremy Langmead, director de Esquire.
.
“Personalmente, me preocupa la imagen de joven perfecto que nos venden. En la mayor parte de los casos daña, manipula y sirve para ocultar la auténtica realidad. Además, hay que reivindicar el papel de los mayores en una sociedad que cada día es menos natural”, afirma Miguel Ángel Silvestre.
9. Saben de salud, pero no la cuidan.
Los españoles son los europeos que más se preocupan por su salud. El 52% la ven vital, frente al 31% de los europeos, pese a que en nuestro país la masculinidad se ha relacionado tradicionalmente con comportamientos potencialmente perjudiciales para la salud, como beber, fumar, tener prácticas sexuales de riesgo... De cualquier modo, la única forma que tienen los españoles de cuidar su salud es yendo al médico y al gimnasio (el 36% de los españoles se preocupa por mantenerse en forma, frente al 53% de los europeos). Los demás creen que es demasiado “femenino”.
10. Sufren el ‘presentismo laboral’.
Disfrutan de su trabajo y es su principal fuente de identidad, algo que debe matizarse en el caso español, donde sólo el 62% de los jóvenes considera fundamental tener un empleo interesante, frente al 78% de los europeos. Otro dato incontestable es que se trabajan más horas que en los 90 por miedo al despido. “Asistimos al llamado presentismo laboral debido a la inseguridad: los hombres llegan antes al trabajo y salen más tarde para demostrar su compromiso. Y esta situación tiene consecuencias negativas en sus vidas privadas”, afirma Cary Cooper, profesor de Psicología Organizacional de la Universidad de Lancaster (Reino Unido).
11. Expertos en muchas cosas.
La variedad de intereses se ha ampliado. A los jóvenes (46% en España, 55% en Europa), les gusta que los consideren expertos porque “estar al día en cultura y actualidad dice mucho de ellos”, confirma Daniel Kurger, psicólogo de la Universidad de Michigan (EE UU). En todos los países hay unanimidad. Saber de vino, música, cine, arte… hace progresar en el trabajo y les convierte en interesantes.
12. Las cosas de casa.
El 30% de los europeos (españoles incluidos) se siente presionado para cooperar en casa. “Los hombres participan más en las tareas domésticas en países como Reino Unido, Dinamarca y los Países Bajos; en Europa del sur están todavía ?0 años por detrás. Aunque a diferencia de sus padres, los hombres nacidos tras el baby boom de los 70 esperan conciliar trabajo y familia”, cree Michael Kimmel, profesor de la Universidad de Nueva York. Pero sienten que se les exige mucho y siempre están tratando de encontrar el equilibrio justo.
13. Les apasiona la tecnología, aunque no la entienden
La casa, por lo difícil que es conseguirla, obsesiona; pero también es una fuente de seguridad, sobre todo en el caso de los españoles. Sus hogares son cavernas mediáticas con una amplia variedad de medios tecnológicos porque los gadgets proyectan, en el mundo masculino, una imagen de éxito. “Hemos crecido rodeados de cables. Va en nuestro código genético”, bromea Silvestre.
14. Están defraudados con los políticos
El hombre de hoy sólo se compromete políticamente si piensa que así puede cambiar la situación. No tiene mucho interés en votar (interesa sólo al 15% de los españoles, frente al 20% de los europeos) y considera que las ideologías tradicionales son abstractas y restrictivas. Nuestros jóvenes están aún más desilusionados con el modo en que las cosas han evolucionado desde la Transición.
El hombre español se siente triunfador si tiene un trabajo satisfactorio, que le guste y por el que se siente bien pagado (cosa que rara vez consigue porque el 47% considera que no gana lo suficiente para vivir como le gusta). Para Miguel Ángel Silvestre el éxito va más allá (o más acá): “Es, simplemente, ser feliz”.
Habla el hombre del momento
Miguel Ángel Silvestre, el actor que más pasiones despierta entre el público femenino de nuestro país, ve y define así a los españoles de su generación: “Hombre moderno es aquel que piensa que puede lograrlo todo por sí mismo, mientras que el tradicional no se concibe solo, y cree que en su camino debe contar con algo más: una familia, una esposa, Dios…”.
La independencia es lo que marca la diferencia para este actor que está en la treintena y se define como “un hombre con ilusión por conocer el mundo y a las personas que hay dentro de él. También, por conocerme a mí mismo a través de los demás. Me siento responsable de la vida que tengo y trato de ser coherente y respetuoso conmigo y con el lugar donde vivimos”.
En cuestiones cruciales se identifica con el joven español que describe la encuesta Species: “Nuestros padres y abuelos han tenido que sostenerse solos, porque el hombre se ha castrado emocionalmente durante mucho tiempo por miedo a connotaciones sociales mal entendidas. Hoy en día, y cada vez más, el joven es sensible a la comunicación emocional y sentimental”.
En otras, se sitúa en un terreno mucho más personal: “Siento que el gran reto de mi generación ha sido y es crear un mundo donde la gente respete de forma natural cualquier tipo de orientación sexual. En mi entorno cada uno es como es y elige su opción sin tener que vivir una mentira y, por supuesto, sin tener que dar explicaciones a nadie al respecto”. Para este castellonense, “la felicidad es el equilibrio entre la satisfacción social, personal, económica, de pareja… Una búsqueda que nos entretiene día a día sin obsesionarnos”.
Los cuatro tipos de hombre
Los cuatro tipos de hombre
Miguel Ángel Silvestre
Según la encuesta Species hay cuatro grupos de hombres que se corresponden con las cuatro formas más comunes de actuar de los europeos actuales.
Cabeza de familia presionado
El 26% de los europeos es así. Un prototipo de hombre tradicional, padre de familia, obsesionado por tener un buen trabajo que le permita mantener a su familia. Este tipo de hombre predomina en países como Rumanía.
Moderno y con control
El 34% de los europeos tiene una visión actual de los roles de cada género, y son capaces de gestionar a la vez numerosos compromisos. Tienen poco tiempo para sí mismos, pero no se dejan presionar. Abundan en Suecia y Francia.
Yo soy el centro
Es el tipo que predomina en España (40%, frente al 26% europeo). Son hombres que tienen poca orientación familiar, sus trabajos terminan siendo hobbies y no están preparados para el compromiso. Alemanes y holandeses también son así.
Sin ataduras
El 14% de los europeos vive al día y se evade de los compromisos y la responsabilidad. No les gusta mucho el trabajo, ni tener aficiones, ni siquiera las vacaciones moviditas. Los encontramos en Polonia, Reino Unido e Italia.
******
Presentarán nueva edición de Revista Vetas en la Feria del Libro de San Juan de la Maguana
.
La edición número 86 de la revista cultural Vetas será puesta en circulación por su director, Clodomiro Moquete II, el viernes 26 de septiembre, 2008, a las seis de la tarde, durante la Feria del Libro en San Juan de La Maguana.
Los lectores de esta edición de Vetas podrán disfrutar de la lectura de cuentos de Juan Bosch, Manuel Chapuseaux, e Ibeth Guzmán; un texto de Pedro Antonio Valdez; poemas de Jaime Tatem Brache; ensayos de Manuel Salvador Gautier, Faustino Pérez, Diógenes Abreu, Nan Chevalier y Antonio Yaguarix de Moya; y una entrevista a Faustino Pérez.
******
Metapoesía en la IV Feria Regional del Libro San Juan de la Maguana 2008
.
Miércoles 24 de septiembre, 11:00 a.m.
Jorge Piña, El Punto de la Metapoesía. La Peña del Sur
Jueves 25 de septiembre, 8:00 p.m.
Recital de “Metapoetas” del Sur, coordina Jorge Piña, Pabellón de Autor@s del Sur
Viernes 26 de septiembre, 8:00 p.m.
Jorge Piña, conferencia: “Psicoanálisis, metalenguaje y metaonirismo: los cinco metemitemas de la metapoesía”. Salón Parroquial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario