¿Una Nueva Sociedad O Un Tsunami Social y Ecológico?
La crisis se puede volver un tsunami (Alain Touraine)
Por: Leonardo Boff
En mi último artículo lancé la idea, sustentada por minorías, de que estamos ante una crisis sistémica y terminal del capitalismo, y no es una crisis cíclica. Dicho en otras palabras: las condiciones para su reproducción han sido destrozadas, sea porque los bienes y servicios que puede ofrecer han llegado al límite por la devastación de la naturaleza, sea por la desorganización radical de las relaciones sociales, dominadas por una economía de mercado en la que predomina el capital financiero. La tendencia dominante es pensar que se puede salir de la crisis, volviendo a lo que había antes, con pequeñas correcciones, garantizando el crecimiento, recuperando empleo y asegurando ganancias. Por lo tanto, los negocios continuarán as usual.
Las mil millonarias intervenciones de los Estados industriales salvaron los bancos y evitaron el derrumbe del sistema, pero no han transformado el sistema económico. Peor aún, las inyecciones estatales facilitaron el triunfo de la economía especulativa sobre la economía real. La primera es considerada el principal desencadenador de la crisis, al estar comandada por verdaderos ladrones que ponen su enriquecimiento por encima del destino de los pueblos, como se ha visto ahora en Grecia. La lógica del enriquecimiento máximo está corrompiendo a los individuos, destruyendo las relaciones sociales y castigando a los pobres, acusados de dificultar la implantación del capital. Se mantiene la bomba con su espoleta. El problema es que cualquiera podría encender la espoleta. Muchos analistas se preguntan con miedo: ¿el orden mundial sobreviviría a otra crisis como la que hemos tenido?
El sociólogo francés Alain Touraine asegura en su reciente libro Después de la crisis (Paidós 2011): la crisis o acelera la formación de una nueva sociedad o se vuelve un tsunami, que podrá arrasar todo lo que encuentre a su paso, poniendo en peligro mortal nuestra propia existencia en el planeta Tierra (p. 49.115). Razón de más para sostener la tesis de que estamos ante una situación terminal de este tipo de capital. Se impone con urgencia pensar en valores y principios que puedan fundar un nuevo modo de habitar la Tierra, organizar la producción y la distribución de los bienes, no sólo para nosotros (hay que superar el antropocentrismo) sino para toda la comunidad de vida. Este fue el objetivo al elaborar la Carta de la Tierra, animada por M. Gorbachev que, como ex-jefe de Estado de la Unión Soviética, conocía los instrumentos letales disponibles para destruir hasta la última vida humana, como afirmó en varias reuniones.
Aprobada por la UNESCO en 2003, la Carta de la Tierra contiene efectivamente “principios y valores para un modo de vida sostenible, como criterio común para individuos, organizaciones, empresas y gobiernos”. Urge estudiarla y dejarse inspirar por ella, sobre todo ahora, en la preparación de la Río+20.
Nadie puede prever lo que vendrá después de la crisis. Solo se presentan insinuaciones. Todavía estamos en la fase de diagnóstico de sus causas profundas. Lamentablemente son sobre todo los economistas quienes hacen los análisis de la crisis y menos los sociólogos, antropólogos, filósofos y estudiosos de las culturas. Lo que va quedando claro es lo siguiente: ha habido una triple separación: el capital financiero se desenganchó de la economía real; la economía en su conjunto, de la sociedad; y la sociedad en general, de la naturaleza. Y esta separación ha creado tal polvareda que ya no vemos los caminos a seguir.
Los “indignados” que llenan las plazas de algunos países europeos y del mundo árabe, están poniendo el sistema en jaque. Es un sistema malo para la mayoría de la humanidad. Hasta ahora eran víctimas silenciosas, pero ahora gritan fuerte. No sólo buscan empleo, reclaman principalmente derechos humanos fundamentales. Quieren ser sujetos, es decir, actores de otro tipo de sociedad en la que la economía esté al servicio de la política y la política al servicio del bien vivir, de las personas entre sí y con la naturaleza. Seguramente no basta querer. Se impone una articulación mundial, la creación de organismos que hagan viable otro modo de convivir, y una representación política ligada a los anhelos generales y no a los intereses del mercado. Hay que reconstruir la vida social.
Por mi parte veo indicios en muchas partes del surgimiento de una sociedad mundial ecocentrada y biocentrada. Su eje será el sistema-vida, el sistema-Tierra y la Humanidad. Todo debe centrarse en esto. De no ser así, difícilmente evitaremos un posible tsunami ecológico-social.
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PÉRDIDA Y DESPERDICIO DE ALIMENTOS EN EL MUNDO
Informe de la FAO
En mi último artículo lancé la idea, sustentada por minorías, de que estamos ante una crisis sistémica y terminal del capitalismo, y no es una crisis cíclica. Dicho en otras palabras: las condiciones para su reproducción han sido destrozadas, sea porque los bienes y servicios que puede ofrecer han llegado al límite por la devastación de la naturaleza, sea por la desorganización radical de las relaciones sociales, dominadas por una economía de mercado en la que predomina el capital financiero. La tendencia dominante es pensar que se puede salir de la crisis, volviendo a lo que había antes, con pequeñas correcciones, garantizando el crecimiento, recuperando empleo y asegurando ganancias. Por lo tanto, los negocios continuarán as usual.
Las mil millonarias intervenciones de los Estados industriales salvaron los bancos y evitaron el derrumbe del sistema, pero no han transformado el sistema económico. Peor aún, las inyecciones estatales facilitaron el triunfo de la economía especulativa sobre la economía real. La primera es considerada el principal desencadenador de la crisis, al estar comandada por verdaderos ladrones que ponen su enriquecimiento por encima del destino de los pueblos, como se ha visto ahora en Grecia. La lógica del enriquecimiento máximo está corrompiendo a los individuos, destruyendo las relaciones sociales y castigando a los pobres, acusados de dificultar la implantación del capital. Se mantiene la bomba con su espoleta. El problema es que cualquiera podría encender la espoleta. Muchos analistas se preguntan con miedo: ¿el orden mundial sobreviviría a otra crisis como la que hemos tenido?
El sociólogo francés Alain Touraine asegura en su reciente libro Después de la crisis (Paidós 2011): la crisis o acelera la formación de una nueva sociedad o se vuelve un tsunami, que podrá arrasar todo lo que encuentre a su paso, poniendo en peligro mortal nuestra propia existencia en el planeta Tierra (p. 49.115). Razón de más para sostener la tesis de que estamos ante una situación terminal de este tipo de capital. Se impone con urgencia pensar en valores y principios que puedan fundar un nuevo modo de habitar la Tierra, organizar la producción y la distribución de los bienes, no sólo para nosotros (hay que superar el antropocentrismo) sino para toda la comunidad de vida. Este fue el objetivo al elaborar la Carta de la Tierra, animada por M. Gorbachev que, como ex-jefe de Estado de la Unión Soviética, conocía los instrumentos letales disponibles para destruir hasta la última vida humana, como afirmó en varias reuniones.
Aprobada por la UNESCO en 2003, la Carta de la Tierra contiene efectivamente “principios y valores para un modo de vida sostenible, como criterio común para individuos, organizaciones, empresas y gobiernos”. Urge estudiarla y dejarse inspirar por ella, sobre todo ahora, en la preparación de la Río+20.
Nadie puede prever lo que vendrá después de la crisis. Solo se presentan insinuaciones. Todavía estamos en la fase de diagnóstico de sus causas profundas. Lamentablemente son sobre todo los economistas quienes hacen los análisis de la crisis y menos los sociólogos, antropólogos, filósofos y estudiosos de las culturas. Lo que va quedando claro es lo siguiente: ha habido una triple separación: el capital financiero se desenganchó de la economía real; la economía en su conjunto, de la sociedad; y la sociedad en general, de la naturaleza. Y esta separación ha creado tal polvareda que ya no vemos los caminos a seguir.
Los “indignados” que llenan las plazas de algunos países europeos y del mundo árabe, están poniendo el sistema en jaque. Es un sistema malo para la mayoría de la humanidad. Hasta ahora eran víctimas silenciosas, pero ahora gritan fuerte. No sólo buscan empleo, reclaman principalmente derechos humanos fundamentales. Quieren ser sujetos, es decir, actores de otro tipo de sociedad en la que la economía esté al servicio de la política y la política al servicio del bien vivir, de las personas entre sí y con la naturaleza. Seguramente no basta querer. Se impone una articulación mundial, la creación de organismos que hagan viable otro modo de convivir, y una representación política ligada a los anhelos generales y no a los intereses del mercado. Hay que reconstruir la vida social.
Por mi parte veo indicios en muchas partes del surgimiento de una sociedad mundial ecocentrada y biocentrada. Su eje será el sistema-vida, el sistema-Tierra y la Humanidad. Todo debe centrarse en esto. De no ser así, difícilmente evitaremos un posible tsunami ecológico-social.
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PÉRDIDA Y DESPERDICIO DE ALIMENTOS EN EL MUNDO
Informe de la FAO
Cerca de un tercio de los alimentos que se producen cada año en el mundo para el consumo humano -aproximadamente 1.300 millones de toneladas-, se pierden o desperdician.
El informe Global food losses and food waste (Pérdidas y desperdicio de alimentos en el mundo) fue encargado por la FAO al Instituto sueco de Alimentos y Biotecnología (SIK) para el congreso internacional Save Food! (¡Ahorra comida!, ndr) que se celebró en Düsseldorf (Alemania) del 16 al 17 de mayo de 2011.
Entre otras conclusiones importantes se incluyen:
Cada año, los consumidores en los países ricos desperdician la misma cantidad de alimentos (222 millones de toneladas) que la totalidad de la producción alimentaria neta de África subsahariana (230 millones de toneladas).
La cantidad de alimentos que se pierde o desperdicia cada año equivale a más de la mitad de la cosecha mundial de cereales (2 300 millones de toneladas en 2009/2010).
Pérdidas y desperdicio
El informe distingue entre perdidas de alimentos y desperdicio de los mismos.
Las pérdidas -que pueden darse en la fase de producción, recolección, post-cosecha o procesado- son más elevadas en los países en desarrollo, debido a la precariedad de las infraestructuras, el bajo nivel tecnológico y la falta de inversiones en los sistemas de producción alimentaria.
El desperdicio de alimentos en los países industrializados es provocado tanto por los minoristas como por los consumidores, que arrojan alimentos perfectamente comestibles a la basura.
El desperdicio per cápita entre los consumidores es de 95-115 kg anuales en Europa y Norteamérica, mientras que en África subsahariana y en Asia meridional y el Sudeste asiático se tiran solamente entre 6-11 kg por persona.
La producción total de alimentos per cápita para el consumo humano se sitúa alrededor de 900 kg anuales en los países ricos, cerca del doble con respecto a los 460 kg producidos en las regiones más pobres.
Las pérdidas de alimentos durante la recolección y el almacenaje se traducen en la pérdida de ingresos para los pequeños campesinos y en precios más elevados para los consumidores pobres, señala el informe. Reducir estas pérdidas podría significar por tanto “un impacto inmediato y significativo” en los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria.
La pérdida y el desperdicio suponen también desaprovechar importantes recursos, incluyendo agua, tierras, energía, mano de obra y capital, junto a la producción innecesaria de gases de efecto invernadero, contribuyendo así al calentamiento global y al cambio climático.
Sugerencias prácticas
El informe ofrece diversas sugerencias prácticas sobre cómo reducir pérdidas y desperdicio.
En los países en desarrollo, el problema es básicamente el uso de técnicas de recolección inadecuadas y una gestión y logística post-cosecha precarias. Los sectores público y privado deberían también invertir más en infraestructura, transporte, procesado y empaquetado.
Se aconseja aumentar la información sobre la comercialización, que permitiría una mejor adaptación de la producción a la demanda. Conviene fortalecer la cadena del suministro alimentario, apoyando a los pequeños campesinos para que enlacen directamente con los compradores.
En los países de ingresos medios y altos, las pérdidas y desperdicios proceden en su mayor parte del comportamiento del consumidor, pero también de la falta de comunicación entre los diferentes actores de la cadena de abastecimiento.
A nivel de la venta al detalle también se desperdician grandes cantidades de alimentos debido a las normas de calidad que dan excesiva importancia a la apariencia. Las encuestas indican que los consumidores están dispuestos a comprar productos que no cumplan las exigencias de apariencia siempre que sean inocuos y tengan buen sabor.
Otra sugerencia es vender los productos agrícolas a los consumidores de forma más directa, sin tener que cumplir las normas de calidad de los supermercados. Ello se podría conseguir a través de la venta en mercados de los campesinos y en las granjas.
Debe encontrarse un uso apropiado para alimentos que de otra forma se desecharían. Las organizaciones comerciales y de beneficencia pueden trabajar con los minoristas para recoger o utilizar productos que se tiran a la basura pero que todavía son adecuados en términos de inocuidad, sabor y valor nutritivo.
Cambiar la actitud del consumidor
A los consumidores en los países ricos se les anima con frecuencia a comprar más alimentos de los que necesitan. Las promociones del tipo “compre tres y pague dos” son un ejemplo, y otro sería las comidas preparadas excesivamente copiosas, producidas por la industria alimentaria. Con frecuencia los restaurantes ofrecen buffets que por un precio fijo alientan a los clientes a llenarse el plato de comida.
El informe explica que en líneas generales, los consumidores no consiguen planificar de forma adecuada sus compras de alimentos. Ello significa que a menudo se deshacen de alimentos cuando se pasa la fecha indicada para “consumir preferentemente antes de”.
La educación en las escuelas y las iniciativas políticas son posibles puntos de partida para cambiar la actitud de los consumidores, según sugiere el estudio. Los consumidores de los países ricos deberían aprender que tirar los alimentos innecesariamente es algo inaceptable.
También habría que concienciarles de que a causa de la disponibilidad limitada de recursos naturales, resulta más eficaz reducir las pérdidas de alimentos que incrementar la producción para alimentar a la creciente población mundial.
Fuente: http://www.librered.net/?p=7188
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Palabras clave del anarquismo
Comunitarismo, solidaridad, cooperación, horizontalidad, resistencia, comanejo, dignidad, autoorganización, respeto, asociación voluntaria, fraternidad, justicia, lo pequeño es hermoso, contrato social libre, antiautoritarismo, antiestatismo, apoyo mutuo, autogobierno, confederalismo, autogestión, acción directa, libertad, autonomía, amor, solidaridad, cooperación, horizontalidad, paz, cooperación, autonomía…
“Ellos mandan hoy porque tu obedeces.” Albert Camus
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¿Matar la voz es matar la humanidad? (Extracto)
Galel Cárdenas, Unión de Escritores y Artistas de Honduras
ALAI AMLATINA, 11/07/2011.- Ni siquiera es necesario ser un analfabeto para entender que el asesinato de Facundo Cabral, este queridísimo cantautor argentino, entraña de la poesía humanista más extraordinaria (junto a otras voces poéticas latinoamericanas) del continente, representa un salvajismo sin precedentes, sea del narcotráfico o no, una bestialidad del crimen organizado centroamericano, siempre de derecha, una estructura criminal convertida en juez omnipotente que declara muertes a lo largo y ancho del territorio más pobre de la América de Bolívar, Morazán, Sucre o San Martín.
Facundo Cabral fue un hombre excepcional, sin parangón en su vida de compositor de piezas musicales y literarias de invaluable gozo estético. Portador de un pensamiento de solidaridad humana, de amor sin límite.
Facundo Cabral fue un hombre nacido de la entraña del pueblo pobre y marginado que abunda neciamente en todos los rincones de América.
Entonces viajó a toda parte donde su música y sus letras literarias fueran escuchadas para interrogarnos sobre el decurso del género humano en su lucha contra la injusticia, contra lo oprobioso, pero esencialmente, en una lucha por expresar la honda esencia del hombre que busca en el espíritu la realización de sus grandes utopías sociales.
Reconocido en su patria plena de encuentros con la humanidad que no descansa en ser una siempre en búsqueda de lo inefablemente solidario, fue declarado ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, mérito por el cual votó unánimemente la legislatura porteña en reconocimiento a su calidad de mensajero de la paz y unidad de los pueblos del mundo. Es por ello que, tras su inmensa trayectoria musical y literaria de índole universal, la UNESCO lo declaró Mensajero Mundial de la Paz en 1996.
Y así fue de escenario en escenario entregando su letra y su música como se entrega en cada país, en cada multitud, en cada escucha colectivo e individual, un poro de la piel de vasto humanismo melódico y estético.
Así que el 5 de julio, de este año pleno de paradojas mundiales, llega a Guatemala, donde toda la sensibilidad artística de vanguardia lo recibe con admiración y amor imponderable.
Así declara en el Expocenter del Grand Tikal Futura Hotel, la siguiente frase: “Ya le di gracias a ustedes, las daré en Quezaltenango y después que sea lo que Dios quiera, porque Él sabe lo que hace”.
El 9 de julio rumbo al aeropuerto internacional La Aurora, es asesinado por sicarios que se conducían en tres vehículos del crimen organizado, según fuentes gubernamentales.
Allí entre la confusión y la violencia muere, a la edad de 74 años, el 9 de julio, alcanzado por las balas del crimen que atenta en todo lugar y en todo tiempo contra la humanidad misma, el compositor amado por Latinoamérica, el indescriptible y único Facundo Cabral, el conversador y monologante del escenario, filósofo de lo que Joyce denominaba epifanías o revelaciones repentinas de verdades profundas pero intensamente cotidianas.
Hoy lloramos en la América insurrecta su ausencia corporal definitiva, pero le damos la bienvenida ahora en este parnaso de americanos sin parangón, lo respetamos, admiramos y veneramos como una voz de las tantas extraordinarias que en el arte, nuestro continente ha producido, a veces entre la sangre, la violencia y el amor por la vida que se construye día a día, entre la oscura y sorda lucha contra la injusticia que el sistema político capitalista explotador nos ha impuesto y del cual nos liberamos poco a poco en el frente de batalla donde el dolor es restañado cotidianamente por voces como la Facundo Cabral, cantautor de las epifanías contemporáneas de Nuestra América.
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Deudocracia: El mejor filme de análisis histórico marxista que jamás se ha realizado
Deudocracia: El mejor filme de análisis histórico marxista que jamás se ha realizado
Publicado el 21 junio, 2011 por iroelsanchez
Irene Hernández Velazco
Nos han repetido una y mil veces que la deuda de 350.000 millones de euros que arrastra Grecia es culpa no sólo de los excesos de sus gobernantes sino también de su población. Nos han dicho que los griegos son vagos e improductivos y que por eso su economía es un desastre, mientras que la de la eficiente y afanosa Alemania va viento en popa. Nos hemos hartado a oír que la única salida que ahora le queda a Atenas es apretarse aún más el cinturón y aprobar un nuevo paquete de medidas de austeridad que asfixiará todavía más a sus extenuados ciudadanos. Y cuántas veces no hemos escuchado que si Grecia no hace frente al pago de sus préstamos será su fin. Pero ¿es verdad?
Una película realizada con un presupuesto de sólo 8.000 euros (obtenidos además a través de una colecta en Internet) desafía ahora todas esas creencias sobre la crisis griega. Lleva el elocuente título de ‘Deudocracia’, ha sido calificada por el periódico británico The Guardian como “el mejor filme de análisis histórico marxista jamás realizado” y está, sencillamente, arrasando. En los dos meses que el documental lleva colgado en Internet ya lo han visto ya más de 600.000 personas. Y varias televisiones locales griegas también lo han pasado por sus canales.
‘Deudocracia’ es obra de los periodistas Katerina Kitidi y Aris Hatzistefanou y cuenta una película muy distinta de la crisis griega de la que estamos habituados a ver. El filme, de una hora y 10 minutos de duración, arremete fuertemente contra los “los dos partidos y las tres generaciones de políticos y empresarios griegos que han llevado al país al borde del colapso”. Pero los ataques más duros los reserva contra la Unión Europea, a la que acusa de haber acentuado las diferencias entre los países ricos (léase Alemania) y los pobres (los famosos ‘PIGS’) al obligarles a competir en las mismas condiciones y compartir la misma moneda. “Es como poner juntos sobre un ring a Mohammed Ali, campeón de los pesos pesados, con un peso pluma y decirles: ‘Venga, adelante, comienza el encuentro, veamos quien gana’”. Por no hablar de que Grecia se ve obligada a gastar buena parte del dinero que recibe como rescate en seguir comprándole armas a Alemania y a Francia.
Pero, sobre todo, ‘Deudocracia’ defiende que las medidas de austeridad que la UE, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo exigen a Grecia que imponga a cambio de prestarle más dinero no sólo son peligrosas e injustas sino que están condenadas al fracaso. “Como lo demuestra el que no sólo a pesar de las medidas de austeridad ya tomadas, sino precisamente por su culpa, la deuda griega ha seguido aumentando”, destaca el filme.
‘Deudocracia’ sostiene que, digan lo que digan los dirigentes de la UE y del FMI, es falso que Grecia no tenga otra opción que poner en marcha un nuevo paquete de medidas de ahorro que ahoguen aún más a la sufrida población y pagar sin rechistar los préstamos que tiene contraídos. Hay otra vía: siguiendo los pasos de Rafael Correa en Ecuador, Grecia podría declarar que su deuda es ilegítima e ilegal y negarse a pagarla.
‘Deudocracia’ sostiene que, digan lo que digan los dirigentes de la UE y del FMI, es falso que Grecia no tenga otra opción que poner en marcha un nuevo paquete de medidas de ahorro que ahoguen aún más a la sufrida población y pagar sin rechistar los préstamos que tiene contraídos. Hay otra vía: siguiendo los pasos de Rafael Correa en Ecuador, Grecia podría declarar que su deuda es ilegítima e ilegal y negarse a pagarla.
“Incluso si se demuestra que es legítima no debería de pagarla porque es una deuda inmoral y significa la muerte del pueblo griego”, concluye el filme. (Tomado de elmundo.es)
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Talks TEDx
Dave deBronkart: conoce a Dave, un "e-patient" (paciente de internet) (Subtitulado en español)
e-dave
Cuando Dave deBronkart supo que tenía una forma rara de cáncer terminal, se dirigió a un grupo de pacientes por internet y encontró un tratamiento que ni sus médicos conocían. Esto le salvó la vida. Ahora se comunica con todos los pacientes para hablar con ellos, conocer sus datos clínicos y así mejorar la atención médica de cada e-patient, uno por uno,
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El principiante (The begginer) (trailer)
El principiante (The begginer) (trailer)
Seguir canalizando la energía cósmica
Una oración, un pensamiento sanador, un mensaje mental, diríjanlos a Elsa Expósito, aunque no la conozcan, una mujer luchadora, rompedora de todos los cánones establecidos, una mujer respetuosa de Dios, luchadora por los oprimidos, amiga de sus amigos, merece estas oraciones por su salud, por su ánimo, por su regreso a las letras y los medios de prensa. ¡Elsa, mejórate!
Henriette Wiese
Barcelona
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La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos. (Ejercito Negro Makhnovista, Ucrania, 1925).
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La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos. (Ejercito Negro Makhnovista, Ucrania, 1925).
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