Arqueólogos, antropólogos e investigadores nacionales y
extranjeros participaron en el taller “Legado Indígena en el Caribe”,
organizado por el Museo del Hombre Dominicano , en coordinación con el
Museo de Historia Natural, el Centro Latino Smithsonian y el Museo Nacional del
Indígena Americano, entre otras instituciones.
Dicha actividad fue desarrollada como plataforma para la
presentación, en el 2016, de una exhibición de artefactos arqueológicos,
etnográficos, de arte multimedia y de la cultura popular.
La muestra se exhibirá en el Museo Nacional Indígena Americano, institución
Stmithsonian de Nueva York, como forma de conectar a la diáspora caribeña de
esa ciudad con su patrimonio ancestral.
El arquitecto Christian Martínez, director del Museo del Hombre Dominicano ,
y los especialistas José
Barreiro (cubano residente en Estados Unidos), y Ranald Woodaman,
presidieron la mesa de honor y moderaron los debates.
Martínez, en sus palabras de bienvenida, valoró la importancia y
el alcance de la exhibición; afirmó que la misma “es algo vivo que pondrá el
dedo en la yaga sobre quiénes somos”. Igualmente, habló con entusiasmo sobre
las colecciones indígenas de la isla, las cuales, a su juicio, “son las más
grandes de las Antillas”.
El historiador Frank
Moya Pons, quien también estuvo presente en el taller, dijo
sentirse complacido de participar en este “areíto”, por ser un evento que
reunió a tantas personas conocedoras del tema indígena.
Adelantó que la Academia de Historia Dominicana trabaja
actualmente en un libro que recoge los 12 estudios principales sobre el debate
acerca del número de la población indígena al momento de la llegada de los
europeos.
De su lado, el cubano José Barreiro , durante su intervención, abordó el
tema relacionado al uso de raíces y árboles en curaciones de distintas
enfermedades. Asimismo, abundó sobre las fases de la luna con relación a las
siembras en períodos fijos, tomadas en cuenta por los antiguos pobladores.
El especialista reveló que existen unas 240 mil piezas en el
continente que tienen un singular valor histórico y cultural.
Otros asistentes al evento fueron Carlos Hernández Soto
(antropólogo), el historiador Bernardo Vega, Manuel García Arévalo
(arqueólogo), Virginia Roca, el Arquitecto José Delmonte, el musicólogo Geo Ripley y Rafael Emilio
Yunén, en representación del Centro León.
http://www.cultura.gob.do/Noticias/Articulo/tabid/78/smid/456/ArticleID/1313/reftab/38/Default.aspx
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La Presencia Indígena en la Cultura e Historia de San
Juan de la Maguana
Por: José Enrique Méndez
(Conferencia dictada el día 16 de enero del 2013, en la Sala del Teatro Danilo Taveras / Centro
Cultural Monina Cámpora, San Juan de la Maguana, República Dominicana.)
Nuestros visitantes habrán podido
percibir en la
Carretera Sánchez , al final del recorrido que les condujo al
municipio de San Juan de la Maguana, hermosos hitos kilométricos, marcadores o
señales de referencias del tránsito, conocidos como Los Hitos Kilométricos Taínos
que conducen a la provincia de San Juan. Estos hitos kilométricos, muy
característicos y especiales, distinguen la provincia que hemos denominado en
nuestra República Dominicana como “capital de la cultura taína”.
Creación artística de la arquitecta
norteamericana Tali Saxton, quien apoyada en referencias de la cultura aborigen
y sus simbologías, diseñó un conjunto de cemíes de piedras que van desde el río
Yaque del Sur, donde inicia la provincia de San Juan, hasta el municipio de San
Juan de la Maguana, desde donde deberá continuar hasta la Plaza ceremonial
indígena “Corral de los Indios” o “Batey Maguana”.
El propósito es que cada kilómetro y en
una cuenta regresiva los visitantes, como ustedes, puedan apreciar un monumento
de características indígena que indica la distancia faltante tanto al municipio
cabecera como a su plaza ceremonial.
Al enumerar los grandes hombres y
mujeres en la historia de San Juan de la Maguana, siguiendo un tanto el
imperativo del tiempo, es necesario iniciar hablando del Cacique Caonabó, su
amada reina Anacaona, y el legado indígena taíno, del rebelde Enriquillo. Al
decir de nuestro Profesor Luis Ney Sánchez: Héroes y titanes “que sembraron con sangre caminos de libertad”. En
estas tierras, un rebelde Señor de la Casa de Oro, oriundo de las etnias
belicosas caribes las gobernó.
Sobre Caonabó, especifica Priego que “…era
descendiente de caribes y venido con otros hermanos desde la isla Tureyquerí
(hoy Guadalupe)”.
Este Señor llamado Caonabó era el
Cacique del poderoso Cacicazgo del Maguana. Aquel defensor de sus tierras, de
quien digo: “lanzó un Osama, una ordenanza, la de organizar a los Carib, la de
asistir a enfrentar el mar de mentiras que desde la sombra visitaron sus
tierras”.
Para hablar de Caonabó, preferimos
hacerlo con las palabras del profesor Juan Bosch quien tituló el escrito “El
Primer Libertador Americano”. .
“El día mismo que pisaba tierra
americana al volver en su segundo viaje, iba a encontrarse Cristóbal Colón, por
vez primera, con la sombra de un jefe que estaba llamado a llenarle de graves
preocupaciones durante largo tiempo. El primer mensaje de Caonabó -"Señor
de la Casa de Oro"- fue terrible: se trataba de los cadáveres de dos
soldados españoles; los siguientes serían más fieros y tendrían todos el sello
de altivez única que distinguió al cacique indígena, el primero que luchó en
América por la libertad, el primero, también, que venció a los europeos en este
hemisferio y el primero que produjo -hasta donde lo sepa la historia- una
huelga de hambre en el Nuevo Mundo.
El cacique Enriquillo por igual,
encabezó la más conocida rebelión indígena del período colonial de nuestra
isla. Esta se produjo en el año 1519, ante las arbitrariedades del gobernador
de la villa. Educado
en la tradición cristiana, vivía en de San Juan de la Maguana, en la Higuera, “un
pequeño caserío indígena cerca de La Maguana”, (…) en las proximidades de
lo que fue y aun sigue siendo Hato del Padre, al Oeste de San Juan de la
Maguana, donde contrajo matrimonio con la indígena Mencía.
Ante el intento del español Andrés Valenzuela
de violar a Mencía, el cacique reclamó ante el gobernador, quien lejos de
atender sus reclamos decidió encarcelarlo. Privado de justicia, decidió buscar
la libertad junto a su esposa y los indios a los cuales dirigía. Partieron de
San Juan y se internaron en la sierra de Bahoruco donde permaneció alrededor de
trece años, y donde se le sumaron indios y esclavos africanos que huían de los
ingenios de azúcar.
Originándose en las llanuras de San
Juan de la Maguana y cubriéndose de gloria en las abruptas sierras de Bahoruco,
la denodada lucha librada por el indio Enriquillo contra las huestes españolas
llena de orgullo nuestro pueblo y simboliza la primera gran batalla por la
libertad en América recién conquistada, que obligó a los españoles a firmar un
tratado de paz con las fuerzas levantadas en armas, tratado que se llamó de
"Barrionuevo".
En otras
tierras vecinas a las del Maguana, en el Cacicazgo del Jaragua, gobernada por
el Cacique Bohechio, Anacaona, con
heroísmo propio de la mujer indígena, ante la muerte de su hermano asumió la
defensa y control como cacica.
Caonabó, de origen Caribe, casó con Anacaona,
hermana de Bohechio, cacique taíno, generando una mezcla taíno-Caribe en sus
descendientes.
“No se sabe en qué
año murió Behequío, dejando el gobierno a Anacaona. Este hecho es notable pues
su hermano tuvo muchísimas mujeres (en un momento fueron treinta según narró
Pedro Mártir (3)) y por tanto en esa proporción debió ser el número de hijos e
hijas. Sin embargo Anacaona, en un tiempo tan difícil y lleno de zozobras para
el pueblo taíno, fue la escogida por el consejo de ancianos para seguir
gobernando. Con su tacto y su fina diplomacia, mantuvo la paz durante años.”
La mujer indígena que más referencia
tiene en la historia dominicana es Anacaona.
Esta indígena ha sido motivo de
inspiración, no sólo como vía para exaltar la realidad histórica sino como
símbolo de la mujer taína y sanjuanera. De ella quedan memorias en la
escultura, en las mentes, en la literatura. En esta última hay desde novelas
hasta poesías en las que se destaca su figura.
En nuestro municipio de San Juan de la
Maguana la actual gestión de la sindicatura municipal que encabeza nuestra
Alcaldesa arquitecta Hanoi Sánchez ha enriquecido con hermosos y significativos
símbolos el legado de la cultura taína, representativos de la presencia
indígena en la cultura e historia de San Juan de la Maguana.
Una de tantas Plazas, es la plaza
localizada en la rotonda de la Avenida Circunvalación
Sur y la
Avenida Anacaona que conduce al municipio de Juan de Herrera.
Inaugurada en el año 1992 fue construida por la Arq. Hanoi Sánchez
y es en honor a la reina indígena Anacaona, esposa del cacique del antiguo
cacicazgo de Maguana. La plaza tiene murales con escenas de la vida taína
realizados en alto relieve por los artistas Luigi Jiménez (Sanjuanero) y la Norteamericana
Natalia Saxton de Pérez, que ilustran toda la belleza de la
sociedad indígena; en medio de la rotonda hay una estatua de la Reina Indígena Anacaona
sentada en su duho o trono, obra del escultor y pintor Nicolás Jiménez.
Un majestuoso mural constituye uno de
los principales atractivos para todos los visitantes a nuestra ciudad.
El mismo consta de tres paredes que forman
una “U” alrededor de la escalera de la entrada principal del Palacio Municipal,
o sea, la entrada por la Avenida Independencia.
En la pared principal el mural consta
de una impresionante obra realizada en cerámica y la misma representa el
encuentro entre dos culturas de 1492. Además esa pared contiene diversas
facetas de la vida de los aborígenes.
En la pared del lado izquierdo al
entrar al referido Palacio, podemos apreciar pinturas que representan diversos
tópicos de la vida de los aborígenes, los negros esclavos introducidos a la
isla y los españoles. Al lado derecho, al entrar al Palacio Municipal, podemos
contemplar múltiples imágenes que narran actividades y costumbres de los
habitantes de la historia reciente de esta parte del país.
Dentro del Conjunto de obras
monumentales dedicadas a resaltar la presencia de la Cultura taina en San Juan,
está el Monumento al Caonabó Libre).
En la parte céntrica de la isla existe
una escultura del valiente guerrero Caonabó pero sin cadenas ni grilletes como
estamos acostumbrados a ver este valeroso indígena en las esculturas que
conocemos.
Esta Plaza contiene una verja
perimetral la cual representa en si misma un atractivo significativo ya que
consta de unas figuras de animales en alto relieve y hechos en cerámica para el
deleite de los visitantes. Consta de áreas verdes, bancos para sentarse, baños
para niños y niñas, entre otros atractivos. Está ubicada en la intersección de la Avenida Independencia
esquina Avenida de Circunvalación Este.
Para hablar de una comunidad y sus
identidades es necesario ir a sus raíces, a la base que la sostiene como
dinámica y creciente pirámide de elementos definitorios de sus actuales y
futuras características y realidades. Es necesario, por tanto, ir a los
elementos históricos que sustentan diversas visiones de los símbolos, que
llegan hasta lo místico y enriquecen en proporciones a ratos desmedidas la
formación de un sistema de identidades que cohesionan al grupo sanjuanero y que
le otorgan singular vitalidad. De nada serviría basar los análisis en las
relaciones que se suceden en la actualidad sin ver la repercusión de sucesos
del pasado y que definen en gran medida a lo que sucede hoy.
La actual ciudad de San Juan de la
Maguana tiene sus raíces en la otrora villa conocida como Sanct Joan de la Maguana. Pero mucho
antes de la villa se tienen referencias del asentamiento de aborígenes en el
lugar conocido con el nombre de Niti, lugar que hoy ocupa la ciudad de San Juan
de la Maguana. Según
se afirma Caunaboa, Caonabó o Caonabo, cacique caribe de la Maguana, con su
asiento en Niti donde está hoy San Juan de la Maguana participa en una acción
guerrera exitosa en la costa noroeste de la isla que culmina en la total
destrucción del Fuerte de la Navidad…
De modo que Caonabo no vivió en San
Juan sino en Niti, sitio que formaba parte del Cacicazgo de Maguana.
El Diccionario de palabras indígenas
del Caribe, define la
palabra Niti como Lugar del territorio de Maguana. De igual
manera define Ni -Radical indo-antillana. Agua.
Desde antes de la colonización
española, desde el valle Niti recibimos herencia de cantares, diumbas, juegos,
areítos dulces y blandos, rústicos sones de indianos timbales, esta aseveración
la inferimos de los estudios de la Versión íntegra de la Carta de Diego Álvarez
Chanca, con las anotaciones que le hicieran Fray Bartolomé de Las Casas
Historia general de las Indias -1552), Martín Fernández Navarrete Colección de
los viajes y descubrimientos que hicieron por mar los españoles, 1825 y el
médico e historiador de Puerto Rico Cayetano Coll y Toste en su libro Colón en
Puerto Rico, 1893, encontramos referencias al término Niti, asociado al territorio
del Maguana. Según Álvarez Chanca:
Aquí estamos en comarca de muchas minas
de oro, que según lo que ellos dicen no hay cada una dellas de veinte ó veinte
é cinco leguas: las unas dicen que son en Niti, en poder de Caonabó, aquel que
mató a los cristianos; otras hay en otra parte que se llama Cibao (….)
…por la mucha enfermedad que había
seído en la gente, acordó de enviar dos cuadrillas con dos capitanes, el uno á
Cibao, y el otro á Niti, donde está Caonabó, de que ya he dicho, los cuales
fueron é vinieron el uno á veinte días de Enero, é el otro á veinte é uno (….)
El otro que fué á Niti trajo también
nueva de mucho oro en tres ó cuatro partes; ansi mesmo trajo la muestra dello.
Ansi que de cierto los Reyes, nuestros Señores, desde agora se pueden tener por
los más prósperos é más ricos Príncipes del mundo.
Milton Olivo, en el artículo La
Rebelión del Bahoruco - Eco Taíno, comenta:
Era el año de 1502, sobre la ciudad de
Niti, la más importante ciudad de Quisqueya a la llegada de los españoles,
capital del Cacicazgo de Maguana, reino del Cacique Caonabo la cual después de
la Matanza de Jaragua, y el ahorcamiento de su viuda y heredera la Cacique Anacaona ,
esta ciudad construida de tabla de palma y bambú y cobijada de yagua y palmas,
arquitectura perfecta para un ambiente tropical, esta había sido incendiada y
destruida. Pero sobre sus cimientos se había construido una nueva ciudad
denominada San Juan de la Maguana.
En su empeño por borrar las tradiciones
autóctonas y el pasado, los españoles se habían propuesto cambiar los nombres
de los Yucateques o pueblos, cristianizándolo, agregándole algún santo delante.
Ocurrió además de con Maguana tomaron el nombre de Cacicazgo (San Juan de la
Maguana)
En base a los argumentos antes
señalados, asumimos el término taíno Nití como pueblo Yucateque, población
indígena, que correspondía al cacicazgo de Maguana, en San Juan, municipio de
Juan de Herrera, y su Centro Ceremonial Taíno, centro de operaciones del
cacique Caonabó y la reina esposa Anacaona.
Después vendría la fundación de la
villa, y de ésta hasta la ciudad que conocemos hoy, ha transcurrido un largo
período de tiempo que en su devenir ha ido definiendo la vida de la comunidad
sanjuanera en toda su dimensión.
Anacaona, escultura de Sacha Tebo
El desarrollo del Turismo Cultural e Histórico de San Juan de la
Maguana, tiene un punto de partida, en la lucha para el desarrollo regional
integral, un conjunto de propuestas, significativas para promover el
arte y todos los valores autóctonos de la región, sobre todo los vinculados a
nuestros aborígenes: es la obra “Turismo Cultural e Histórico San Juan de la
Maguana, de la Arquitecta Cristina Elizabeth Encarnación.
Con el firme criterio de de unificar
cultura, tradición y espiritualidad, Cristina Elizabeth Encarnación, da forma a
la Propuesta de Remozar la
Plaza Ceremonial de la cultura Taína , Batey
Maguana.
En la obra organiza una propuesta
precedente destinada a rescatar el espacio urbano que otrora estuvo establecido
en los alrededores de la plaza, desarrollando de inmediato en su obra un
sistema de atributos arquitectónicos, valores artísticos, atractivos, rutas y
sendas contemplativas, museos, alojamientos, que llama “un dinamismo turístico,
que proporcionarán al visitante, una estancia acogedora y duradera en el lugar
histórico”.
En palabras de la Arquitecta sanjuanera
Cristina Elizabeth Encarnación "Al remozar la Plaza Ceremonial
de la Cultura Taína ,
hacemos una honra a nuestros antepasados; y damos seguimiento a lo que dice un
dicho popular. Hombre que conoce su historia, sabe para donde va, porque conoce
de donde viene”.
En el año 2003 como precedente en la
investigación de la cultura aborigen en la Provincia de San Juan se organizó un
valioso trabajo con el auspicio de la Secretaría de Estado de Cultura y la Universidad Autónoma
de Santo Domingo, (Centro Regional suroeste), Tesis de grado para optar por el
posgrado en Gestión Cultural, sustentada por la Dra. Dolores Salvinia
Caminero Gerónimo, la
Licenciada Elys Noemí Roa de los Santos, el Licenciado Johnny
Alejandro Cuello Luciano y la Licenciada Secundina
Alcántara Rivera.
Esta valiosa investigación resultó en
un análisis invaluable sobre la presencia indígena en la cultura de la ciudad
de San Juan, destinada a servir como plan de Promoción Cultural para el rescate
de la Plaza aborigen, o Centro Ceremonial taíno, Batey Maguana, llamada
tradicionalmente Corral de los Indios.
Sin lugar a dudas esta tesis es una
primera propuesta seria, un detallado Proyecto Arquitectónico para el rescate
de la Plaza
Ceremonial indígena a ser tomado en cuenta ante cualquier
intento de restauración o recuperación de este Patrimonio Cultural Tangible, el
mayor y más importante de las Antillas.
Existe otro
importante aporte documental que estudia la
Presencia indígena en la cultura e historia de San Juan de la Maguana
En el Capítulo VI de la tesis “La Herencia Cultural Taína
y su Aplicación en el Proceso de Enseñanza- Aprendizaje de los Centros
Educativos Públicos del Nivel del Municipio de San Juan de la Maguana,” Tesis
para optar por el Titulo de Magister en Ciencias Sociales en el Instituto de
Formación Docente Salomé Ureña, Recinto Urania Montas, en San Juan de la
Maguana, sustentada por María
Dolores Ortiz Sánchez y Juan García Ramírez ,
en la sección 6, pág. 118 a
la 121, a
manera de conclusión anexa se ofrece la Interpretación y análisis de las
entrevistas realizadas a personalidades y educadores.
En la interpretación de las respuestas
dadas por los entrevistados en las diferentes preguntas este grupo de
investigación constató que en relación a la Pregunta No. 1 (¿Cree usted que la población del Municipio de San Juan de la Maguana
valora la cultura heredada por los Taínos?)
Todos estuvieron de acuerdo y en ese
sentido el Prof. Roberto
Rosado afirma que “en los últimos diez años se ha elevado esa
evolución debido a la preocupación del Ayuntamiento Municipal al incorporar
actividades pertinentes mezclados con el Carnaval “Barriga Verde”, por su parte
en ese mismo sentido el historiador e investigador Ing. José Enríque Méndez
opina que “hay una destacada percepción cultural de la población sanjuanera en
los procesos de construcción identitaria articulada a lo taíno-descendiente.”
Reiterando que “Dicha percepción tiene como base fuertes tradiciones heredadas
de la riqueza cultural de múltiples expresiones simbólicas, históricas, de la
cultura taína, del Cacicazgo del Maguana, Caonabo, Anacaona, y como reserva
patrimonial de la región el Centro Ceremonial Taíno Batey Maguana (Corral de
los Indios) (….) Todas las identidades de San Juan se sienten sujetas a
procesos de construcción, atadas a lo taíno-descendiente, otorgándole
importancia a las relaciones en términos simbólicos a la herencia aborigen.”
Por su lado en torno a la misma el Lic.
Cristino Comas, expresa que muestra de la valoración están las manifestaciones
culturales en las que siempre están presente los elementos de la cultura taína
representada en diferentes formas: Pinturas, Monumentos, Estatuas, Plazas, Etc.
En lo concerniente a la pregunta No. 2 (¿Cómo cree que se debe valorar e importantizar el legado cultural
heredado de los taínos?) todos los entrevistados están de acuerdo en
importantizar el legado cultural heredado de los taínos, pero a la par con
otros procesos de construcción de múltiples identidades étnicas y culturales
compartidas con otras etnias; la razón de revalorar su importancia es por la
riqueza de este legado manifestado en experiencias y prácticas culturales que
nos definen como nación caribeña.
En ese mismo sentido en relación a esta
pregunta el Ing. José Enrique
Méndez agrega:
“La joven generación sanjuanera
desconoce la esencia de la cultura taina, el gran sentido de la cultura
material y su alto ceremonialismo, su visión mágico-religiosa del mundo”.
Afirmando:
“Para los sanjuaneros, estudiar las
figuras espirituales más importantes del universo taíno; la manera en que los
aborígenes de la isla asumieron a sus dioses, es un dictamen de reconocimiento
del proceso de ritualización en función de defender las identidades
individuales y colectivas, como también el erigir diferentes y variados símbolos
alrededor de los cuales esos ritos constituyen verdaderos sellos culturales.”
En lo que corresponde a la pregunta No. 4
(¿Podría dar su opinión acerca de las estrategias o sugerencias que se pueden
implementar para redimensionar la herencia cultural taína en nuestro
municipio?) se hicieron sugerencias tales como:
- Proceso de conciencia ciudadana a
través de los medios de comunicación.
- Creación de patronatos pro-rescate de
los valores culturales.
= Promocionar a través de diversas
actividades, las raíces indigenistas:
- Charlas, conferencias, vídeos, etc.
Por su parte el Ing. José Enrique Méndez expresó: “la Plaza Ceremonial
aborigen de San Juan de la Maguana, merece ser estudiada de manera
pormenorizada. (…) “Las escuelas, universidades, centros culturales, deben dar
a conocer los mitos recogidos por Pané. Los areitos, o danzas ceremoniales de
los indios taínos. El conocimiento sobre cada representación estilizada de cada
Cemí taíno y su mito. El conocimiento de cada instrumento indígena, uso,
construcción, etc. Sus ritos, sus comidas, sus vestidos. (….) Hay que organizar
seminarios, concursos, eventos donde se estudie a profundidad el tema sobre la
herencia cultural taina.”
En las respuestas de la pregunta No. 5 (¿El
legado taíno tiene que ver con el nacimiento de nuestra dominicanidad?, ¿Por qué?)
los entrevistados estuvieron de acuerdo en que el legado taíno tiene que ver
con el nacimiento de nuestra dominicanidad basándose en las siguientes
justificaciones:
“Heredamos su cultura.”
“Están presente en todas las
manifestaciones del pueblo dominicano.”
“Constituyen el punto de partida para
convertirnos en nación.”
“Aunque la población indígena se redujo
significativamente con la llegada de los españoles, de la unión de estos y los
taínos surgieron los mestizos, grupos que forman aun sea en menor proporción de
nuestra identidad.
“El espíritu de lucha, ya estaba encarnado
precisamente en Caonabo y Enriquillo, lo cual nos llevaría más tarde en las
luchas de los habitantes a la definición de la nación.
En relación a esta pregunta el Ing.
José Enrique Méndez
justifica su respuesta opinando lo siguiente: “La Dominicanidad tiene aportes
culturales de los conquistadores españoles, de los pueblos originarios taínos y
aportes de los afrodescendientes. (….) Apoyándonos en la tesis de rescatar la
memoria ancestral del olvido, podemos reconstruir el ser nacional, dentro de
las múltiples fases identitarias que conforman la dominicanidad, lo
taínodescendiente, puede ser una nueva manera de reconstruir el ser nacional.”
En sus
Conclusiones expresan:
Luego de las discusiones, puestas en
común y aportaciones ofrecidas por los participantes se llegó a las siguientes
conclusiones:
“Los contenidos (sobre la historia impartida para
escolares) no son identificatorios del legado cultural de cada pueblo; los
temas se tratan a modo general alejando la posibilidad de vinculación de estos
con el pueblo Dominicano.”
“El currículo no permite la discusión
sobre el legado histórico de los taínos, por lo que es una necesidad la promoción de
estrategias en las que cada docente incluya el legado taíno propio de esta zona
donde se conservan vestigios de fuertes raíces de la cultura aborigen.”
“El currículum es débil en el manejo de
los contenidos que deben trabajarse en la historia precolombina, solo se trabaja
a modo general.”
Hoy una vez más quisiera reiterar,
haciendo referencia a las creencias comunitarias que se van transmitiendo de
generación en generación, afirmando que “el espíritu del ser sanjuanero”, posee
rasgos fundamentales que, como barrera invisible, encuentra su origen en el
bautizo de un falo pulimentado, encerrado en redondel de piedras sueltas en el
Municipio de “Juan de Herrera”, centro del poder de Caonabó y Anacaona, corral
ceremonial de la vida, círculo de devoción taína convertido en signo cargado de
significación, desde donde se empezaron a escuchar, en areitos, los latidos de
la vida del pueblo del Maguana.
Adoptada como punto principal de
participación social, la plaza distingue como punto central de un poblado el
ámbito cultural tribal en las Antillas. Aunque se suponga que la plaza está
ligada principalmente al juego de la pelota o batey-cuya ritualidad es
indiscutible-, lo cierto es que arqueológicamente la plaza indígena corresponde
a una estructuración que tiene como fundamental objetivo la integración de
grupos de diversas zonas, y la consolidación al través de actividades
culturales y cotidianas como juego, danzas, y simulacros, la identidad de los
pueblos tribales.
Al estudiar la historia del yucayeque
(pueblo) Niti, sitio que formaba parte del Cacicazgo de Maguana, descubrimos su
batey, con calzada cercada con lajas de piedra, llamada hoy Centro Ceremonial
aborigen, o Corral de los Indios de San Juan, comprendemos que es en realidad
un complemento de esas formas espaciales que hoy llamamos plazas y que tenían
sentido ritual, por ser punto primordial de reunión y decisión de la sociedad
precolombina.
Refiriéndose al Batey de la Maguana,
Gronau afirma que…. “está formado por un círculo perfecto, su
centro está demarcado por un ídolo columnar de piedra, el perímetro de la
calzada que lo circunda es de 760 metros lineales por 7 de ancho, proyectada
de Este a Oeste dobla a la derecha en ángulo recto hasta conducir al riachuelo…
(…) Alrededor del Batey, vivían las autoridades: la casa de los nitaínos, los
jueces y otras autoridades tribales. El caserío de la gran sabana estaba
urbanizado perfectamente. Los historiadores dicen que la disposición de las
casas estaba trazada a cordel, en perfecto alineamiento, y tenía, el cuidado de
mantener las calles barridas y limpias; las casas de las autoridades eran
cuadrangulares. Las de las naborías, o pueblo común, eran cónicas, de diversos
diámetros, según el número de personas que las ocupaban”.
Sir Schomburgh cree que el círculo en
su forma original fuera una calzada. Otros sugieren la posibilidad de que
representara un santuario. Pero la tradición más aceptada supone que la plaza
era usada por los indígenas para celebrar festividades y juegos y que el
cuadrado saliente a que hacemos referencia más arriba, (era) el lugar donde la Reina Anacaona y su
corte presidían las ceremonias.
Quiero terminar mi intervención con un
mitopoema nuestro que intenta recrear cómo
Caonabó destruyo el Fuerte de la Navidad
Haciendo acto de depuración de sus
sentimientos, Apito descendió bajo tierra, penetró a través de la cúspide de la
montaña, que acostumbraba echar lenguas de fuego por la boca. Consultaba
los misterios que yacen en el ramaje oculto de los huesos, en la penúltima
frase del ritual desnudo de los cerros y los sueños, escuchó como alerta, la
enormidad de un grito sórdido, un alarido primitivo consagrado al poder lítico
El Seboruco fue el parto originario de
ese grito que ordenaba la guerra.
El alarido quedó grabado en la memoria
primordial límpida, lascada en Silex.
La boca eterna de los Dioses dijeron
que para seguir viviendo tenían que esconderse en la zona marrón cruda del
tiempo, ocultos, camuflados de cima, de caverna.
Aun no existía la distancia lúdica, el
recuerdo, ni el pensamiento. La memoria no regresaba cargada, venían de la
paciencia de ver la vida como un todo indivisible, lo demuestran las huellas
encontradas en el polen fósil de sensaciones que construyeron posterior sus
sentimientos.
En las escarpadas cimas quedaron, casi
invisibles, las crónicas de cimarrón, ocultas en la memoria de Guayacán en
Seboruco.
Las lenguas de fuego, incitaron la
niebla, asustaron la madrugada, ocultaron el poderoso Güey; el humo mensajero
galopó como estandarte llevando un alerta al Atabey , transportaba un Osama, la
ordenanza de organizar a los Carib, la de participar con urgencias de un
cambio, uniendo sus conocimientos deberían asistir a enfrentar el mal de
mentiras que desde la sombra visitaban estas tierras.
Entonces obscureció el Turei, el valle
Niti se estremeció por las señales emitidas de los dioses ígneos.
Fue entonces cuando desde el Centro de
la isla, Cahonaboa, Caonabó, el Cacique de razonamiento sabio y el honor,
desató la visión, despertó su Ri y con atrevimiento desbordante se rebeló.
Cubrió su desnudez natural con tintes rojo de la bija y el mangle, negro de la
jagua, atravesó la yucabia la maraña, el bejucal, la tierra de piedras y
montañas, los samanes y yabacoa, puso en pie de guerra a los suyos y marchó
hacia el noroeste, en dirección de los venidos de tierra extraña, borrando así
la última humillación de la primera avanzada europea en tierras de América.
Caonabó desentrañó el tiempo, hizo
temblar la creación.
Había dejado degollada, ultrajada de
muerte la conquista en el texto.
Como ángel triunfador recogió sus
retoños, cargó en su odre caminos de luz entre siluetas repartidas.
Regresó juntando la victoria en una
sola voz, la victoria de su pueblo contra el conjuro de los salvajes vestidos.
Hoy Caonabó ha regresado convertido en
pueblo y nos pide que no cambiemos de nuevo nuestras riquezas, que no
permitamos de nuevo cambiar nuestro valle
MUCHAS GRACIAS.
******
La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos. (Ejercito Negro Makhnovista, Ucrania, 1923).
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