El mestizaje: Nombre de la dinámica sin fin de la Americanía.
Tony Yaguarix de Moya
Consejo de Ancianos/as
Guabancex Viento y Agua
“Y cuando el Gran Amanecer de los tiempos esté próximo, aparecerá una tribu compuesta por gente de todas partes que devolverá el amor y la belleza a la Tierra.”
Antigua profecía indígena
Santo Domingo, 12 de octubre de 2006 -- Datos de la célebre Agencia Central de Inteligencia (CIA) de 1999 [i], relativos a la presencia y representación actual de las poblaciones de personas amerindias en nuestro Continente, sugieren que, con excepción de Argentina, Uruguay, Canadá y los Estados Unidos, la mestización de la población amerindia originaria con personas oriundas de Europa, África, Asia y Oceanía, alcanza por lo menos a la mitad de la población.
Mientras estos cuatro países sólo cuentan con porcentajes de mestización amerindia entre 0.6% (EE.UU) y 2.7% (Canadá), y 8.0% (Uruguay) y 13.0% (Argentina) (nivel mínimo), los datos indican que la República Dominicana tiene de un 40% a un 60% de mestización amerindia (nivel intermedio), y las demás naciones de América Latina con datos disponibles oscilan entre 60% y 94% (nivel máximo). En este sentido, como dice Vila-Selma (2001), “el mestizaje debe ser la denominación de la dinámica sin fin de la Americanía.”
En relación a la República Dominicana, estos datos apoyan la noción de que la población originaria al momento de la conquista europea a finales del siglo XV y principios del siglo XVI, en lugar de extinguirse, se mestizó profusamente a través del concubinato y el amancebamiento, ocultándose y subsumiéndose principalmente en las poblaciones europeas y africanas importadas y sus mezclas. A esto me he referido cuando he señalado que nuestra población actual es el producto por excelencia del experimento social más importante de la Premodernidad: la hibridación de las poblaciones y etnias amerindias, europeas y africanas (De Moya 2005).
Los siguientes datos en la Lista 1 proveen estimados por país de poblaciones de personas indígenas, y también de aquellos con ancestros parcialmente indígenas, expresados como un porcentaje de la población total del país. El porcentaje total obtenido al sumar ambas categorías, especialmente la segunda, también es mostrado. Debe tenerse en cuenta que estas categorías “apreciativas,” especialmente la segunda, son definidas en forma más bien vaga y medidas de manera diferente en cada país. Los datos no están basados en determinaciones genéticas moleculares.
Puede apreciarse que, según datos censales, se estima que por lo menos nueve de cada diez personas (90 por ciento y más) en El Salvador, Paraguay, Honduras, Guatemala y México, son herederos de padre y madre (1/9) o híbridos (8/9) de poblaciones indígenas. La mayor parte de ellos, en 25 generaciones, es el resultado de la mezcla creciente de sus descendientes mixtos con personas de otros grupos continentales, como serían europeos, africanos, asiáticos y oceánicos.
Bolivia, Perú y Ecuador tienen alrededor de cuatro de cada cinco habitantes (80-85 por ciento) con estas características, aunque Ecuador mantiene alrededor de una persona totalmente indígena por cada dos personas mezcladas con indígenas. Sólo en Bolivia (55%), Perú (45%), Guatemala (44%), y Ecuador (25%) se ha mantenido de una cuarta parte a la mitad de la población originaria sin mestizar. En los 17 países restantes el etnocidio de nuestros ancestros que lloramos y honramos hoy alcanzó a más de 93% de la población originaria.
Llaman la atención los casos de Guyana Francesa, Guyana y Surinam, donde según el informe, las personas indígenas mezcladas en la población general, alcanzan un 20 por ciento. Sin duda, éstos serian los descendientes de los primeros hombres caribes negros (garífunas) y mujeres tainas, mezclados con otros grupos.
Los datos de Brasil, Cuba y Costa Rica, que probablemente entrañan tres casos de estudio distintos e importantes en mestización, lamentablemente no son conocidos.
Extrañamente, los datos de Haití tampoco son incluidos en la lista, aunque se podría argüir que parte de la población indígena taina, mayormente femenina, se mezcló en los manieles principalmente con la población masculina africana importada en los siglos XV-XVI, lo que constituyó el llamado cimarronaje, mientras sus descendientes continuaron mezclándose entre sí y con la nueva población importada. Tampoco el resto del Caribe inglés, francés y holandés es incluido.
Lista 1. Datos de poblaciones indígenas en las Américas como un porcentaje estimado de la población total del país. Por problemas de formato, los datos no pueden presentarse en forma tabular. Por tanto, estos se presentan como una lista por país, población totalmente indígena, población parcialmente indígena, y total combinado. Pedimos excusas por este inconveniente.
Tony Yaguarix de Moya
Consejo de Ancianos/as
Guabancex Viento y Agua
“Y cuando el Gran Amanecer de los tiempos esté próximo, aparecerá una tribu compuesta por gente de todas partes que devolverá el amor y la belleza a la Tierra.”
Antigua profecía indígena
Santo Domingo, 12 de octubre de 2006 -- Datos de la célebre Agencia Central de Inteligencia (CIA) de 1999 [i], relativos a la presencia y representación actual de las poblaciones de personas amerindias en nuestro Continente, sugieren que, con excepción de Argentina, Uruguay, Canadá y los Estados Unidos, la mestización de la población amerindia originaria con personas oriundas de Europa, África, Asia y Oceanía, alcanza por lo menos a la mitad de la población.
Mientras estos cuatro países sólo cuentan con porcentajes de mestización amerindia entre 0.6% (EE.UU) y 2.7% (Canadá), y 8.0% (Uruguay) y 13.0% (Argentina) (nivel mínimo), los datos indican que la República Dominicana tiene de un 40% a un 60% de mestización amerindia (nivel intermedio), y las demás naciones de América Latina con datos disponibles oscilan entre 60% y 94% (nivel máximo). En este sentido, como dice Vila-Selma (2001), “el mestizaje debe ser la denominación de la dinámica sin fin de la Americanía.”
En relación a la República Dominicana, estos datos apoyan la noción de que la población originaria al momento de la conquista europea a finales del siglo XV y principios del siglo XVI, en lugar de extinguirse, se mestizó profusamente a través del concubinato y el amancebamiento, ocultándose y subsumiéndose principalmente en las poblaciones europeas y africanas importadas y sus mezclas. A esto me he referido cuando he señalado que nuestra población actual es el producto por excelencia del experimento social más importante de la Premodernidad: la hibridación de las poblaciones y etnias amerindias, europeas y africanas (De Moya 2005).
Los siguientes datos en la Lista 1 proveen estimados por país de poblaciones de personas indígenas, y también de aquellos con ancestros parcialmente indígenas, expresados como un porcentaje de la población total del país. El porcentaje total obtenido al sumar ambas categorías, especialmente la segunda, también es mostrado. Debe tenerse en cuenta que estas categorías “apreciativas,” especialmente la segunda, son definidas en forma más bien vaga y medidas de manera diferente en cada país. Los datos no están basados en determinaciones genéticas moleculares.
Puede apreciarse que, según datos censales, se estima que por lo menos nueve de cada diez personas (90 por ciento y más) en El Salvador, Paraguay, Honduras, Guatemala y México, son herederos de padre y madre (1/9) o híbridos (8/9) de poblaciones indígenas. La mayor parte de ellos, en 25 generaciones, es el resultado de la mezcla creciente de sus descendientes mixtos con personas de otros grupos continentales, como serían europeos, africanos, asiáticos y oceánicos.
Bolivia, Perú y Ecuador tienen alrededor de cuatro de cada cinco habitantes (80-85 por ciento) con estas características, aunque Ecuador mantiene alrededor de una persona totalmente indígena por cada dos personas mezcladas con indígenas. Sólo en Bolivia (55%), Perú (45%), Guatemala (44%), y Ecuador (25%) se ha mantenido de una cuarta parte a la mitad de la población originaria sin mestizar. En los 17 países restantes el etnocidio de nuestros ancestros que lloramos y honramos hoy alcanzó a más de 93% de la población originaria.
Llaman la atención los casos de Guyana Francesa, Guyana y Surinam, donde según el informe, las personas indígenas mezcladas en la población general, alcanzan un 20 por ciento. Sin duda, éstos serian los descendientes de los primeros hombres caribes negros (garífunas) y mujeres tainas, mezclados con otros grupos.
Los datos de Brasil, Cuba y Costa Rica, que probablemente entrañan tres casos de estudio distintos e importantes en mestización, lamentablemente no son conocidos.
Extrañamente, los datos de Haití tampoco son incluidos en la lista, aunque se podría argüir que parte de la población indígena taina, mayormente femenina, se mezcló en los manieles principalmente con la población masculina africana importada en los siglos XV-XVI, lo que constituyó el llamado cimarronaje, mientras sus descendientes continuaron mezclándose entre sí y con la nueva población importada. Tampoco el resto del Caribe inglés, francés y holandés es incluido.
Lista 1. Datos de poblaciones indígenas en las Américas como un porcentaje estimado de la población total del país. Por problemas de formato, los datos no pueden presentarse en forma tabular. Por tanto, estos se presentan como una lista por país, población totalmente indígena, población parcialmente indígena, y total combinado. Pedimos excusas por este inconveniente.
El Salvador (5%; 94%; 99%)
Paraguay (5%; 93.3%; 98.3%)
Honduras (7%; 90%; 97%)
Guatemala (44%; 52%; 96%)
México (30%; 60%; 90%)
Bolivia (55%; 30%; 85%)
Perú (45%; 37%; 82%)
Ecuador (25%; 55%; 80%)
Panamá (6%; 70%; 76%)
Nicaragua (5%; 69%; 74%)
Venezuela (2%; 69%; 71%)
Colombia (2%; 68%; 70%)
Chile (3%; 60%; 63%)
Rep. Dominicana (1%; 40-60%; 41-61%)
Argentina (1%; 13%; 14%)
Uruguay (0%; 8%; 8%)
Canadá 2 (1.9% 3; 2.7%; 4.6%)
USA 6 (0.9%; 0.6%; 1.5%)
Guyana Francesa, Guyana y Surinam 4 (20%); [?]; [?]
Brasil 1 (0.4%); [?]; [?]
Cuba 5 (0%); ND; ND
Costa Rica [?]; [?]; [?]
Referencias
De Moya EA. (2005). "La resurrección de la nación taina." Conferencia presentada en la Biblioteca Nacional, Plaza de la Cultura, Santo Domingo, 9 de agosto, Día Internacional de los Pueblos Originarios.
Vila-Selma J. (2001). La divinidad y la mentalidad religiosa maya. Quinto Sol, No. 127, 8 de junio.
Notas
1 Censo de Brasil 2000
2 Censo de Canadá 2001
3 1.9% es por orígenes singulares solamente, la población con identidad aborigen es de 3.3%
4 Personas indígenas mezcladas en la población general.
5 ND = "no disponible"
6 Censo de EE.UU. 2000
[i] Fuente: Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos. World Fact book 1999. (A menos que se indique 0tra, como los censos de Brasil, Canadá y EE.UU.)
Panamá (6%; 70%; 76%)
Nicaragua (5%; 69%; 74%)
Venezuela (2%; 69%; 71%)
Colombia (2%; 68%; 70%)
Chile (3%; 60%; 63%)
Rep. Dominicana (1%; 40-60%; 41-61%)
Argentina (1%; 13%; 14%)
Uruguay (0%; 8%; 8%)
Canadá 2 (1.9% 3; 2.7%; 4.6%)
USA 6 (0.9%; 0.6%; 1.5%)
Guyana Francesa, Guyana y Surinam 4 (20%); [?]; [?]
Brasil 1 (0.4%); [?]; [?]
Cuba 5 (0%); ND; ND
Costa Rica [?]; [?]; [?]
Referencias
De Moya EA. (2005). "La resurrección de la nación taina." Conferencia presentada en la Biblioteca Nacional, Plaza de la Cultura, Santo Domingo, 9 de agosto, Día Internacional de los Pueblos Originarios.
Vila-Selma J. (2001). La divinidad y la mentalidad religiosa maya. Quinto Sol, No. 127, 8 de junio.
Notas
1 Censo de Brasil 2000
2 Censo de Canadá 2001
3 1.9% es por orígenes singulares solamente, la población con identidad aborigen es de 3.3%
4 Personas indígenas mezcladas en la población general.
5 ND = "no disponible"
6 Censo de EE.UU. 2000
[i] Fuente: Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos. World Fact book 1999. (A menos que se indique 0tra, como los censos de Brasil, Canadá y EE.UU.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario