Crítica cinematografica y síndrome de Copenhague (Nuestra historia contada por el enemigo)
En una superficial, descontextualizada y desinformada reseña cinematográfica del pasado sábado 3 de marzo, 2007, en el periódico HOY, el amigo Arturo Rodríguez Fernández describe escuetamente la película Apocalypto, de Mel Gibson, calificándola al final con una desconcertante e inmerecida puntuación de 5 (excelente).
Excelente, en realidad, es este ejemplo de lo que se denomina el síndrome de Copenhague, donde las personas secuestradas se identifican con sus secuestradores, los oprimidos con sus opresores, los agredidos con el agresor.
El 16 de enero de este año, anticipando este tipo de mercadeo indolente y complaciente, epistheme publicó su punto de vista sobre el filme y un par de reacciones de espectadores/as sobre el mismo, desde la perspectiva histórica e identitaria. Nuestra calificación para el "trabajo" de Gibson fue de “bodrio para vampiros y masoquistas” (clavo de 5 pulgadas) (ver vínculo siguiente).
http://epistheme-tonydemoya.blogspot.com/2007/01/noticias-del-frente-sensorial-004.html
En esta ocasión, publicamos una de las reacciones que recibimos de uno de nuestros más incisivos lectores. Dejamos a la inteligencia de todos/as la decisión de verla o no verla.
Yaguarix
Empuñemos la resistencia como debemos
16 de enero, 2007
Mi queridísimo Tony,
Me acabo de leer todo el artículo respecto a Apocalypto, y para serte franco, pensaba irme a verla creyendo que la historia se contaba como fue, o al menos de una forma más aproximada a la realidad, no mostrando a los Mayas como a los brutos carniceros de la historia.
Después de leer esta reseña, es algo obvio que lo que trata de demostrar Gibson con la película es el nivel de “primitivismo brutal” de los pueblos originarios de nuestra América, y cómo la colonización y cristianización de sus tribus bajo las "doctrinas ecuménicas" de la Iglesia Católica, que amparaba a la corona conquistadora, “beneficiaría a nuestros brutos y primitivos ancestros”.
Es una pena que un gringo loco-ególatra-megalómano sea quien cuente la historia, nuestra historia, de esta manera... Siento que cada vez nos pertenecen menos cosas de este continente y no estamos empuñando la resistencia como deberíamos.
Quizás comienzan esos diálogos internos y debates de pertenencia a espacios que cada día nos pertenecen menos. ¿Qué nos quedará por conquistar a nosotros?
Sólo espero en mi corazón que a Gibson no se le ocurra hacer una película sobre "La cristianización del Caribe," o “La Sierra Maestra y la revolución cubana,” o “El Comandante Marcos y el Movimiento Zapatista,” para no tener que ver nuestra realidad histórica tergiversada, o el presente por el que trabajamos todos los días vilipendiado, tratando de seguir reivindicando nuestro sentimiento de Patria Americana.
Preferiría seguir viendo el cine Hollywood, como el cine rosa y estúpido con el que ríes y lloras cuando estás aburrido, y que temas tan álgidos no sean puestos en la pantalla grande de esta burda manera.
Un abrazo,
Juan Burgos Soto
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