TRES DECADAS DE TRABAJO SEXUAL MASCULINO EN SANTO DOMINGO (1999)
Por: E. Antonio de Moya & Rafael García
Instituto de Sexualidad Humana, Universidad Autónoma de Santo Domingo, República Dominicana
Texto original en inglés: Three Decades of Male Sex Work in Santo Domingo. En Aggleton P. (Ed.) (1999). Men who sell sex. International Perspectives on Male Prostitution and HIV/AIDS. Londres: Taylor & Francis.
Este trabajo examina los cambios ocurridos en las últimas tres décadas en la construcción social del trabajo sexual masculino “homotrópico”, es decir, orientado hacia el mismo sexo, en nuestro país. Diversos factores, tales como la movilidad vertical, el anonimato social, la pobreza y el desempleo han crecido enormemente, creando un ambiente favorable para el desarrollo de este fenómeno. En trabajos anteriores hemos postulado una operación conjunta en nuestra sociedad, de los conceptos “falicismo” y “homofobia”, que parecen atraer y repeler simultáneamente a los hombres dominicanos entre sí, en un conflicto de acercamiento-evitación (De Moya & García 1996). Niños y adolescentes masculinos compiten entre sí para demostrar quién es más masculino, comparando el tamaño de sus penes, siendo temerarios, y atreviéndose a romper las reglas. Ser macho en nuestro país es ser “tíguere”.
Entre los 12 y los 15 años, muchos varones de la clase popular aprenden que para los adultos el sexo tiene un costo y puede ser una forma de generar ingreso. También descubren que existe un culto a la virginidad y a la juventud, y que hay una demanda adulta relativamente estable de sexo ocasional y sin compromisos. (De Moya 1989) Paradójicamente, teniendo relaciones sexuales insertivas por dinero con hombres definidos como “homosexuales”, esto es, analmente receptivos, algunos hombres demuestran a sus pares que ellos no son homosexuales. Dos de cada tres dominicanos que tienen relaciones sexuales con hombres también las tienen con mujeres. (Ramah, Pareja, Hasbún 1992)
Hemos encontrado un fuerte énfasis en la distinción de roles de género, entre hombres insertivos y receptivos que tienen sexo con otros hombres. El insertor anal es conocido generalmente como bugarrón, término derivado de los herejes búlgaros que supuestamente practicaban la “sodomía” (Boswell 1981). Existen tres tipos de trabajadores sexuales insertivos, a saber: 1) los verdaderos bugarrones, insertores anales tanto con hombres como con mujeres; 2) los hombres normales o machos, insertores vaginales con mujeres y anales con hombres; y 3) los sanky-pankies o gigoloes, quienes ofertan sexo insertivo por dinero a turistas extranjeros de ambos sexos en las playas turísticas (De Moya, García, Fadul, Herold 1992; Herold & van Kerkwijk 1992; De Moya, Tabet, Krone, Garris, Rosario 1995).
Hemos identificado también tres tipos de hombres receptivos analmente por opción, los dos primeros compuestos principalmente por trabajadores sexuales. A estos herederos de la tradición bardaje se les denomina despectivamente como pájaros o maricones, el antónimo de bugarrón. Los grupos son: 1) los travestis urbanos, que se presentan como trabajadoras sexuales “heterosexuales” de la calle o transformistas en clubes nocturnos; 2) los masissis calembé, hombres Haitianos y Dominico-Haitianos criados como mujeres sociales “muy caras” en las colonias agrícolas azucareras (bateyes), usualmente nacidos con un “falo sagrado”; y 3) los señoritos de su casa, varones socializados por sus madres o abuelas con principios diferentes a los del “tiguere”. Aunque la mayor parte de las veces los señoritos no son ni trabajadores sexuales ni homosexuales, usualmente se convierten en “frutas prohibidas” en sus comunidades, y pueden terminar siendo una o ambas cosas. (De Moya & García 1996)
Un grupo intermedio de trabajadores sexuales, son los "palomos", muchachos de la calle entre 12-17 años de edad (De Moya 1989; Ruiz & Vásquez 1993). La mayoría de ellos son inducidos por sus pares a vender sexo. Debido a su escaso poder de negociación, pueden ser insertores y/o receptores anales y orales, dependiendo de las preferencias de los clientes y de la paga.
La Evolución del Trabajo Sexual en Santo Domingo
El turismo sexual homosexual o “gay” masivo y el SIDA han impactado la naturaleza del trabajo sexual masculino en Santo Domingo en las últimas tres décadas.
La Primera Década (1970s): El Redescubrimiento de América
Documentos históricos desde el siglo XVI sugieren que la conducta bisexual y homosexual entre adolescentes y adultos ha sido probablemente muy común en el país. Debido a la homofobia la mayoría de estas relaciones debían ser clandestinas, relativamente impersonales y públicamente negadas. Ser penetrado por otro hombre convierte a un hombre en una mujer, según esta ideología. La presencia de un hombre “homosexual”, visto como una mujer, que dispusiera de algún poder económico, político o religioso en una comunidad, sin embargo, frecuentemente disparaba la curiosidad de los jóvenes del vecindario. Para ellos, la presencia de aquél era una oportunidad de recibir dinero o regalos, a la vez que les permitía probar a sus pares que ellos eran la pareja dominante “masculina” en una relación con una “mujer” subordinada.
En los años 1970s existían diez territorios conquistados por homosexuales y bisexuales en Santo Domingo. Nueve de ellos admitían trabajadores sexuales. Virtualmente ningún turista visitaba estos lugares.
La Segunda Década (1980s): Extraños en el Paraíso
Durante los primeros años de esta década se crea una imagen internacional del país como un paraíso gay. Varios hoteles para homosexuales eran anunciados ampliamente en revistas y guías turísticas homosexuales. La mayoría de estos primeros turistas eran hebéfilos, es decir, estaban interesados en adolescentes de 12-17 años, residentes en comunidades marginadas. Estos eran inducidos al trabajo sexual por una mezcla de pobreza, conformidad con sus pares, y deseo de reconocimiento. El pago por los servicios sexuales tomaba la forma de ropa, zapatos, perfume, dos o tres dó1ares, o una noche de diversión.
En su apogeo, 24 territorios estaban predominantemente ocupados por gays y bisexuales en Santo Domingo, 14 más que en la década anterior. Trabajadores sexuales estaban regularmente presentes en 21 de estos lugares, evidenciando su amplia influencia en el ambiente homosexual.
Los primeros casos de SIDA en Santo Domingo ocurrieron en 1983. Alrededor de 70 por ciento de los casos entre 1983-86 estuvieron relacionados con la industria del sexo homosexual. El boom turístico empezó a decrecer en 1987, cuando fueron cerrados los hoteles gay. A partir de entonces la clientela se tornó mas andrófila o adulta, y los trabajadores sexuales se hicieron más adultos, profesionales y a menudo envilecidos.
La Tercera Década (1990s): La Resaca del SIDA
La década de los 1990 se caracteriza por un mayor impacto del SIDA en los clientes y trabajadores sexuales analmente receptivos. Un total de 31 trabajadores sexuales no-travestis y 13 clientes extranjeros que visitaban el país frecuentemente fueron reportados como fallecidos de SIDA en el presente estudio. Varias parejas sexuales femeninas e hijos pequeños de estos trabajadores sexuales también han muerto por esta causa.
Como resultado, los bugarrones se convirtieron en el foco de la sospecha sobre la transmisión de la infección por VIH, a pesar de tener un menor riesgo de infección que los receptivos. Un número cada vez menor de hombres jóvenes ingresan al mundo del trabajo sexual homotrópico. Menos de la tercera parte de los clientes extranjeros continúa viniendo al país. Ha habido una reducción sustancial en la demanda local por los servicios de los trabajadores sexuales. Los atracos, la violencia asociada con el consumo del crack de la cocaína, y los intentos de chantaje a turistas de edad avanzada por parte de menores parecen estar también en aumento.
A finales de los 1990s, existen 14 territorios gay, diez menos que en los 1980s. Los trabajadores sexuales están presentes en doce de estos lugares.
Conclusiones
Los datos de este trabajo sugieren que intercambiar sexo por dinero o regalos es una parte importante de la construcción social del trabajo sexual masculino en la República Dominicana. El trabajo sexual homotrópico parece estar vinculado con las ideologías locales de la masculinidad y las relaciones estereotipadas de roles de genero.
Los cambios experimentados en las últimas tres décadas sugieren la continuidad de una cultura más ancestral de relaciones sexuales pagadas y clandestinas entre hombres, caracterizadas por la asimetría en la edad, la clase social y la preferencia sexual de los integrantes de la pareja. Este patrón parece ser la respuesta adaptativa de una orientación bisexual falicista-homofóbica ante los desafíos de una sociedad tradicionalmente represiva.
La sucesiva expansión y constricción de la industria del sexo homosexual con el turismo sexual y el impacto del VIH/SIDA parecen evidenciar lo extendida de esta cultura grandemente clandestina, y cuan rápidamente puede reaccionar ante las amenazas ambientales.
Referencias
BOSWELL, J. (1981) Christianity, Social Tolerance, and Homosexuality, Chicago: University of Chicago Press.
HEROLD, E. S. y VANKERKWIJK, C. (1992) 'AIDS and sex tourism', AIDS and Society,4, 1, pp. 1-ll, October-November.
DE MOYA, E.A. (1989) 'La Alfombra de Guazábara o el Reino de los Desterrados', paper presented at the First Dominican Congress on Homeless Children, Santo Domingo.
DE MOYA, E.A. y GARCIA, R. (1996) 'AIDS and the enigma of bisexuality in the Dominican Republic', in P. AGGLETON(Ed.) Bisexualities and AIDS: lntemational Perspectives, London: Taylor & Francis. 138
DE MOYA, E.A., GARCÍA, R, FADUL, R y HEROLD, E. (1992) 'Sosúa's sankypankies and female sex workers', unpublished manuscript, Instituto de Sexualidad Humana, Universidad Autónoma de Santo Domingo.
DE MOYA, E.A., TABET, S.R, KRONE, M.S., GARRIS,I. y ROSARIO, S. (1995). 'Catamitas y exoletos modernos en la República Dominicana', paper presented at the First Dominican Congress of Sex Workers, Santo Domingo.
RAMAH, M., PAREJA, R y HASBÚN, J. (1992). Dominican Republic: Lifestyles and Sexual Practices. Results of KABP Research Conducted Among Homosexual and Bisexual Men, Santo Domingo: USAID/AIDSCAP.
RUIZ, C. y VÁSQUEZ, R E. (1993). 'Características psicosociales y motivación para la prevención del SIDA en trabajadores sexuales homotrópicos', BA Thesis, Department of Psychology, Universidad Autónoma de Santo Domingo.
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