Por Elsa Expósito
Esta mujer se descubre a diario
pedazo de rama seca
cactus embravecido a cada paso del tiempo
Mujer obediente
rebelde
obtusa.
Ella, como la flor
da su color siempre que es primavera
y sus espinas en la misma estación.
A veces se hace mustia
siempre que sea el designio de su tiempo.
Reverdece cuando lo aconseja el campo
y verdes son sus esperanzas.
Esta mujer pretende ser.
A veces no puede
¿no la dejan?
Libertaria, transgrede normas
Y se burla, en sus adentros, de moralistas redentores,
falsarios
Como la flor capaz de alterar su ciclo
y terminar mustia
porque lo mandaron los tiempos.
Esta mujer montaña
río, árbol, sed, universo.
Llena de pendientes
repleta de cauces
llena de hojas
ávida de lunas
sedienta de soles.
Esta mujer contenida en todos los mapas
habitante de todos los Continentes.
Esta mujer llena de cicatrices
de dolores, de sabores.
Y de placeres.
Esta mujer, flor llena de aromas,
cuidada por espinas.
Santo Domingo,
6 de junio, 1991
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Dureza
Por Elsa Expósito
A mi maestro Juan Bosch, escarnecido
Por Elsa Expósito
A mi maestro Juan Bosch, escarnecido
Cuánta dureza humana
cuánta violencia, cuántos gritos.
Las voces ensordecen
caen como rocas en las neuronas.
Aplastan el discernimiento,
quebrantan la lucidez
alejan la comunicación.
Y el amor escapa,
el magnetismo se quiebra.
Huye, despavorido, el raciocinio.
Oh, Tercer Mundo,
oh, terruño mío.
Concéntrate
céntrate
busca a Dios, a Diosa.
Si callas, podrás oír
la voz del Absoluto,
el fluir apacible
del pedazo de Divinidad
que cargas
y llevas dentro.
Dios está en ti
en tu interior
el alma te Lo pide
en silencio
escúchala.
Costambar, Puerto Plata
14 de abril 2001
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