martes, abril 12, 2011

Noticias del Frente Onirico 073




Declaración de Minatitlán, VIII Foro Mesoamericano de los Pueblos



Minga Informativa de Movimientos Sociales, 10 de abril, 2011


Reunidos los días 8, 9 y 10 de Abril del 2011en este pueblo de Minatitlán, Veracruz, México en el corazón de la tierra olmeca, los representantes de organizaciones, comunidades, redes y movimientos de toda Mesoamérica emitimos la presente Declaratoria.


Los pueblos de Mesoamérica vivimos hoy una de las etapas más difíciles de nuestra ya larga historia; los grandes megaproyectos como el Plan Puebla-Panamá (hoy Proyecto Mesoamérica) y los Tratados de Libre Comercio sólo han traído más miseria y violencia para nuestras gentes. En nuestros territorios se vive una nueva invasión.


Millones de hogares mesoamericanos están hoy desgarrados por la pobreza y la migración y somos las mujeres las que sufrimos con mayor fuerza la discriminación y la violencia. Los derechos de nuestros pueblos son pisoteados por oligarquías al servicio de las grandes corporaciones trasnacionales.


La creciente militarización demuestra que la democracia en nuestros países es sólo una farsa. La persecución en contra de los hombres y mujeres que defienden sus derechos es una muestra más que quienes nos gobiernan son súbditos del gran capital y de sus proyectos de muerte.


Como resultado de la terrible desigualdad que existe en nuestros países, diariamente miles y miles de mesoamericanos dejamos nuestras casas, para viajar al Norte en busca de empleo. Los migrantes son objeto de gravísimas violaciones a sus derechos, a diario decenas mueren por accidentes, pero también por ataques y agresiones del crimen organizado y de la policía. Esta tragedia en buena parte es responsabilidad de los gobiernos y en particular del mexicano que le hace el trabajo sucio a los intereses norteamericanos.


En los últimos años nuestros territorios han sido escenario de grandes siniestros, miles y miles han muerto o han perdido sus viviendas, animales y cultivos.


El llamado Cambio Climático producido por el ritmo enloquecido del modelo capitalista neoliberal afecta principalmente a los más pobres.


La Madre Tierra viene sufriendo grandes daños y son las mismas empresas y gobiernos responsables de este desastre quienes promueven falsas soluciones, como el REDD que significa el despojo y la privatización de selvas y bosques muchas de ellas de propiedad inmemorial de los pueblos indios.


En nuestros países, son muchas las familias que han sido desplazadas de sus hogares, por la construcción de represas hidroeléctricas, carreteras y otros proyectos como los de ganadería extensiva. También son muchos los pobladores que han sido desalojados de sus viviendas por proyectos de urbanización salvaje.


Las inversiones extranjeras apoyadas por los gobernantes de nuestros países están orientadas al saqueo de nuestros recursos naturales, hoy mismo el 14% del territorio mesoamericano ha sido concesionado a empresas mineras extranjeras principalmente canadienses, las cuales explotan brutalmente la fuerza de trabajo de nuestra gente, destruyen ríos, contaminan tierras y dividen comunidades.


Los gobiernos de Norteamérica, Asia y Europa impulsan iniciativas de muerte disfrazadas de cooperación y a través del llamado Libre Comercio sólo buscan favorecer los intereses de las grandes empresas trasnacionales. Los pueblos de Mesoamérica somos herederos de antiguas culturas, contamos con costumbres y conocimientos milenarios y con una larga tradición de resistencia y lucha.


En base a esta historia es que este Foro condena al Modelo Neoliberal el cual es impulsado por los gobiernos y empresas trasnacionales; modelo que sólo nos ha empobrecido y que ha dañado profundamente a nuestra Madre Tierra.


Es por ello que este VIII Foro Mesoamericano de los Pueblos ha tomado los siguientes acuerdos:


Luchar por la Soberanía Alimentaria, la defensa de nuestras semillas nativas y de los conocimientos tradicionales.


Impulsar la defensa de los Derechos Humanos, y en contra de la Militarización, la criminalización de la protesta.


Exigimos cese el feminicidio y la discriminación hacia las mujeres y la comunidad lésbico-gay.


Defender nuestras tierras y recursos naturales, enfrentando los proyectos hidroeléctricos, mineros, turísticos, de ganadería extensiva, plantaciones forestales y de infraestructura. Lucharemos en contra del desplazamiento de población por parte de estos megaproyectos y de los desarrollos urbanos.


Movilizarnos en contra de la persecución que sufren los y las jóvenes por el sólo hecho de ser jóvenes.


Asimismo intensificaremos nuestra acción en contra de las agresiones que sufren a diario los migrantes.


Rechazar el papel del Banco Mundial en el financiamiento de las falsas soluciones a la crisis climática. Que el desastre lo paguen quienes lo provocaron


Fortalecer la solidaridad entre nuestros pueblos en su lucha por transformar radicalmente esta realidad injusta y caminar juntos por la construcción de sociedades equitativas, justas y libres.


Ante el gran reto que tenemos enfrente los pueblos de Mesoamerica se hace necesario que impulsemos una nueva etapa de movilización conjunta, para lo cual aportaremos nuestros esfuerzos para construir juntos y juntas un instrumento de coordinación y comunicación que nos permita movilizarnos para derrotar al sistema capitalista, neoliberal y patriarcal.


Hoy nace en Minatitlán, un nuevo movimiento, el movimiento de los pueblos mesoamericanos. En el día que recordamos la muerte de Emiliano Zapata, nacemos con dignidad y coraje en este nuevo caminar, que es el caminar de nuestros antepasados y que será el caminar de nuestros hijos e hijas.


Basta ya de despojos, basta ya de miseria y atropellos, Es la hora de los Pueblos de Mesoamérica Libre.


Minatitlán, Veracruz , 10 de Abril del 2011


Organizaciones, Pueblos, Redes de Guatemala, México, Nicaragua, El Salvador, Panamá, Honduras y Costa Rica


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Somalia, todos opinan desde afuera Afyare Abdi Elmi, IPS 08-04-2011






Somalia es uno de los nuevos Estados neotutelares (acefalos)





La ciudadanía somalí no tiene voz ni voto en el "sistema de neotutela", término empleado por James Fearon y David Laitin, de la estadounidense Universidad de Stanford, en el que varios países, en desacuerdo entre sí, deciden por ellos. Somalia carece de gobierno central desde que estalló la guerra civil en 1991.


Las autoridades de transición, reconocidas por la comunidad internacional desde 2004, controlan una pequeña porción del país. Pero en las negociaciones internacionales falta la voz del pueblo somalí. La ciudadanía no eligió a los legisladores.


Etiopía y los señores de la guerra que responden a ese país designaron a la mitad del cuerpo legislativo en 2004. El resto fue elegido por el mandatario Sharif Sheij Ahmed y el presidente del parlamento, Sharif Hassan Sheij Adan, en 2009, cuando se amplió la integración del cuerpo legislativo, reunido en Yibuti, a 550 miembros.


Sharif Sheij Ahmed fue elegido por el parlamento en 2009. En los seis años que tiene de funcionamiento la asamblea legisaltiva no ha cumplido ni una sola de sus funciones básicas, ni siquiera aprobó una ley. Muchos de sus miembros no visitan, cuanto menos defienden, los intereses de los distritos que se supone representan.


La idea que sustenta las acciones paternalistas de la comunidad internacional, a veces iniciativas contraproducentes, es que Somalia no está lista para volver a ser una nación independiente.


Algunos actores internacionales creen que los somalíes están demasiado divididos y son muy cerrados para dirigir su propio estado. Otros incluso emplean argumentos económicos para cuestionar la viabilidad del Estado.


Las decisiones más importantes, como qué tipo de Constitución debe adoptarse o quiénes representan al pueblo, se toman con una participación mínima de la ciudadanía.


La Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD, por sus siglas en inglés), controlada por Etiopía, llamó el 30 de enero a aumentar la cantidad de parlamentarios. La IGAD es una organización regional con sede en Yibuti e integrada por siete estados de África oriental, Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán, Uganda, el propio Yibuti.


El parlamento de transición somalí comprendió el mensaje enviado por Adis Abeba y en tres días extendió de forma unilateral su mandato por tres años más, lo que fue rechazado por Estados Unidos y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).


El subsecretario de Estado (canciller) de Estados Unidos, James Steinberg, arguyó que la medida fortalecerá a la organización islamista Al-Shabaab, que controla el sur y centro del país. El representante especial del foro mundial en este país, Augustine Philip Mahiga, se unió al coro de críticas.


El desacuerdo de la comunidad internacional respecto de Somalia colocó de un lado a Etiopía e IGAD y, por otro, a Estados Unidos y la ONU. El hecho de que distintas agencias de Estados Unidos hayan tenido diferentes posturas respecto de Somalia añade otro elemento de complejidad al asunto.


El Departamento (ministerio) de Defensa considera a este país en el marco de la "guerra contra el terrorismo", lanzada por George W. Bush (2001-2009), y, en ese sentido, coincide con Etiopía.


En cambio, el Departamento de Estado (cancillería) tiene una postura más afín con el resto de la comunidad internacional.


El gobierno del presidente Barack Obama sigue pidiendo que se revierta la extensión de la legislatura de Somalia. En una demostración de flexibilidad, Washington propuso ampliar su mandato un año y realizar dos elecciones presidenciales consecutivas, en agosto de este año y en 2012.


Pero el gobierno de Obama no condenó ni a IGAD ni a Etiopía. Lo lógico es que si Washington se toma en serio el asunto debería dirigir sus cuestionamientos hacia la fuente del enredo político, Etiopía. Por raro que parezca, el primer ministro de Etiopía, Meles Zenawi, puede lograr revertir el asunto de la ampliación del mandato del parlamento mucho más rápido que el propio cuerpo legislativo.


Gran Bretaña, por su parte, se prepara para encabezar el periodo de transición después de agosto de este año, un papel que trató de promover en una conferencia que organizó en febrero, pero que no llegó a ninguna conclusión sustancial salvo unas recomendaciones generales.


El representante de la ONU participó en el encuentro, pero resultó intrascendente. El gobierno de Yibuti y el gobierno federal de transición de Somalia se opusieron porque no ayudaría a alcanzar la paz.


La posición de Mahiga alimenta la percepción de que se ocupa de las pequeñas cosas de país como si fuera el gobernador.


Somalia no es el primer país bajo tutela internacional, antes estuvieron Timor Oriental, Sierra Leona y Liberia. Pero en esos casos, el Consejo de Seguridad de la ONU estudió las opciones posibles y designó a un estado responsable del proceso de transición.


Australia fue responsable de la de Timor Oriental, Gran Bretaña, de Sierra Leona, y Estados Unidos, de Liberia.


Hace 20 años que la comunidad internacional, dividida al respecto, opta por crear o facilitar gobiernos de transición o administraciones regionales.


Pero de una forma u otra, fueron socavadas por alguno de los actores internacionales. En 2000 se creó un gobierno de transición en Yibutí. Pero Etiopía e IGAD lo diezmaron organizando una conferencia a la que invitaron a leales señores de la guerra e iniciaron un proceso paralelo.


En 2004 se designó otro gobierno de transición, pese a que el presidente Abdullahi Yusuf Ahmed estaba dispuesto a colaborar con la comunidad internacional. Pero entonces Washington optó por apoyar a los señores de la guerra de Mogadiscio e ignorar al gobierno que reconocía como legítimo.


Del mismo modo, cuando los islamistas derrotaron a los señores de la guerra, el gobierno de Bush ignoró al de Somalia y apoyó y promovió la invasión de Etiopía en 2006.


En la actualidad, el gobierno encabezado por Sheij Sharif Ahmed se esfuerza por conseguir un apoyo genuino. La comunidad internacional respalda, delega y financia, con cientos de millones de dólares, a la Misión de la Unión Africana en Somalia (Amisom, por sus siglas en inglés), pero no hace lo mismo con el gobierno de transición.


Etiopía creó milicias que sostiene económica y militarmente. Además encabeza la lucha contra Al-Shabaab en el centro y sur de Somalia y, pese al rechazo que genera la organización islamista, la participación etiope no cuenta con apoyo de la población.


La participación de Etiopía es problemática para el gobierno de transición porque todo avance en el terreno de los grupos armados por ese país no se considerarán un triunfo de las autoridades somalíes.


Además, éstas perderán credibilidad al poner en peligro su mayor logro, sacar a las fuerzas etíopes de Somalia.


El gobierno de transición y la comunidad internacional repite errores del pasado al delegar el conflicto en Somalia a Etiopía e impulsar a Al-Shabaab a expensas de otras organizaciones.


La experiencia pasada indica que la mejor forma de derrotar al extremismo violento o la piratería en Somalia es contribuir a crear un gobierno central fuerte, no a través de un sistema de tutela deficiente.


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Costa de Marfil: Acabar con la "Françafrique"



Tropas francesas en Costa de Marfil




Por: Paul Martial, Viento Sur, 08-04-2011




Alassane Ouattara ha decidido lanzar una ofensiva armada para conquistar el poder contra Laurent Gbagbo que se proclamó también presidente.


En el momento de escribir estas líneas, la situación es confusa y no se sabe si Gbagbo aceptará rendirse a pesar de los bombardeos realizados por el ejército francés.


La facilidad y la rapidez con la que las Fuerzas Nuevas de Ouattara - llamadas ahora Fuerzas Republicanas de Costa de Marfil (FRCI en francés)- basadas en el norte, han logrado apoderarse del conjunto del país con excepción de Abidjan, se explica por varios factores.


De una parte, el suministro de gran cantidad de armas y de vehículos nuevos por Burkina Faso y Nigeria, que han puesto a su disposición instructores militares.


De otra parte, la infiltración en las grandes ciudades de comandos de los FRCI, que ha sido una táctica exitosa.


Enfrente, la situación militar del campo Gbagbo era mucho más crítica. La mayor parte de los soldados no habían cobrado su paga desde marzo. El trabajo de zapa y de reclutamiento emprendido por los emisarios de Ouattara y de las embajadas occidentales hacia los oficiales superiores del ejército marfileño fiel a Gbagbo ha sido un éxito si se juzga, durante la ofensiva, por el importante número de defecciones o de adhesiones con armas y bagajes al campo de Ouattara.


Contrariamente a lo que puede ser dicho o escrito por los defensores de la guerra en las metrópolis occidentales, la intervención del ejército de Ouattara está lejos de ser una simple formalidad, indolora para la población, que permitiría instalar la democracia y la estabilidad en el país.


En cuanto a Sarkozy, que apoya con benevolencia las peores mascaradas electorales de Bongo en Gabon, de Eyadema en Togo o de Sassou Nguesso en el Congo Brazzaville, implicado en decenas de miles de muertos, que apoya militarmente a las dictaduras del Tchad y Centroáfrica, se ha erigido súbitamente en defensor de la democracia en Costa de Marfil.


No ha dejado de envenenar la situación y de empujar al campo de Ouattara a la guerra a través del dirigente de Burkina Faso, Blaise Compaoré.


La progresión de las FRCI a través del país ha dado lugar a crímenes de guerra. En Duékoué, el Comité Internacional de la Cruz roja ha señalado más de 800 muertos. En San Pedro, el segundo puerto del país, y en Daloa otras exacciones han sido cometidas por los elementos armados de Ouattara.


En Abidjan los partidarios de Gbagbo, si bien son minoritarios y están aislados, no dejan de resistir. Provienen esencialmente de la Guardia Republicana y del Centro de Mando de las Operaciones de Seguridad.


El caos que reina en la capital económica permite los pillajes y las agresiones contra los civiles, llevadas a cabo tanto por los elementos de los dos campos como por jóvenes que se aprovechan de la situación.


El ejército francés ha reforzado su dispositivo Licorne que cuenta ya con más de 1.600 soldados. Si el objetivo oficial era permitir la evacuación de los residentes occidentales, juega desde el comienzo un papel de apoyo logístico de las FRCI.


A la demanda de Ouattara, debido a las dificultades que éste encuentra en Abidjan, el ejército francés y la Onuci proceden a bombardeos sobre las posiciones de los partidarios de Gbagbo, todo esto, evidentemente, en nombre de razones puramente humanitarias.


El 5 de abril por la noche, informaciones contradictorias anunciaban sucesivamente la rendición de Gbagbo y luego su rechazo a negociar.


Sin embargo, aunque es probable que Alassane Ouattara logre instalarse en el sillón presidencial, la situación no se va por ello a estabilizar. Los numerosos mercenarios armados hasta los dientes esencialmente venidos de la vecina Liberia, que conoció de 1989 a 2002 una guerra civil de una extrema violencia, pueden tras la derrota de Gbagbo quedarse entregados a sí mismos, apareciendo el riesgo de que saqueen los pueblos que atraviesen.


Además, las FRCI podrían ejercer represalias contra los partidarios de Gbagbo incluso si el entorno de Ouattara lo niega, sin convencer, vistas las violaciones masivas de los derechos humanos en la ofensiva.


En fin, la situación de guerra que prevalece ha destruido los lazos sociales y todo el mundo se ha refugiado en su comunidad, donde los conflictos antiguos han sido reavivados particularmente sobre las cuestiones agrarias que jamás han sido realmente arregladas.


En este conflicto, ninguno de los dos campos puede invocar el apoyo de la población. Ni un periodista o corresponsal ha podido constatar, en las ciudades conquistadas por Ouattara, movimientos o concentraciones populares de alegría o de satisfacción.


En cuanto a los llamamientos del campo Gabagbo a los jóvenes patriotas y al pueblo, han sido poco escuchados.


Este conflicto seguirá siendo lo que siempre ha sido, una lucha sin tregua entre los dos representantes del capitalismo marfileño que no han dudado en poner el país a sangre y fuego para instalarse en el poder.


Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR


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Actores, músicos y escritores ponen rostro al VIH en la exposición 'Nombres propios del Sida' (extracto)



Freddy Mercury




Fuente: Europa Press, 12 de abril 2011


Actores, músicos, escritores y otros personajes conocidos ponen rostro al VIH en la exposición 'Nombres propios del Sida', organizada por Gehitu, que pretende alertar sobre la necesidad de "no bajar la guardia" ante esta enfermedad que afecta a más de 33 millones de personas en todo el mundo. Después de 30 años del primer diagnóstico, se está produciendo un "repunte muy fuerte" en el número de casos detectados en la actualidad.


A través de fotografías y textos pedagógicos, 'Nombres propios del Sida' muestra las historias de los actores Rock Hudson y Anthony Perkins, los escritores Jaime Gil de Biedma e Isaac Asimov, el pintor Keith Haring, el bailarín Rudolf Nureyev, los cineastas Derek Jarman y Nestor Almendros, el fotógrafo Robert Mapplethorpe, la modelo Gia Carangi y el músico Freddie Mercury, todos ellos fallecidos a causa del Sida.


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La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos. (Ejercito Negro Makhnovista, Ucrania, 1925).

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