viernes, mayo 04, 2007

Noticias del Frente Migratorio 010

RECONVERTIR LAS BANDAS LATINAS, RECUPERAR LA JUVENTUD

Por: Jesús Sánchez Jurado
jesan.sevilla@gmail.com


Piura Virtual, Piura Perú

Actualizado el: 2007-05-02 01:43:12

Los enfrentamientos entre bandas latinas, tan generalizados por doquier, están viéndose limitados y controlados en algunas ciudades, como Santo Domingo y Barcelona, en las que se están reconvirtiendo a las bandas juveniles en una fuerza activa de la sociedad, con la consiguiente recuperación de los jóvenes como una parte de la comunidad. Este debe ser el camino que se siga en otras ciudades, aunque cada una pueda tener sus matices.

El Ayuntamiento de Barcelona ha sido pionero en promover las asociaciones culturales como una fórmula válida a través de la cual las bandas latinas puedan conservar su patrimonio cultural a la vez que se adecuan a la vida social, de una manera que no resulta traumática para ninguna de las dos partes.

Un mundo injusto produce injusticia. Si culpamos a nuestros jóvenes de agruparse en bandas, pandillas, maras o naciones, desentendiéndonos, por una parte, de la tremenda situación de injusticia social en la que inicialmente éstas se originaron, -al menos, en parte- como una respuesta a la pobreza extrema en que viven en sus países, y, por otra, de la marginación -igualmente, también en parte- con que se encuentran los inmigrantes en Europa y España, no hacemos más que recrudecer la situación.


Cambiar la sociedad y mejorar el mundo en que vivimos, siempre han sido unos sueños ligados a la edad juvenil. Pero, cuando viven en una situación de desprotección social, con una carencia de medios y de recursos para salir adelante y labrarse un futuro más lejano que el día a día de la subsistencia, cuando, en definitiva, viven en un mundo que les niega la ilusión propia de su edad, ¿qué podemos esperar sino una rebeldía más acentuada que la que, en otras condiciones, les sería propia, que busquen vivir en una sociedad mejor que la que tienen por unos cauces que, desde luego, no son los ideales, pero sí los que pueden tomar?

Los adultos debemos tenderles la mano, hacerles llegar que contamos con ellos y que tienen un sitio en la comunidad, primero, porque toda sociedad que condene a sus jóvenes se está condenando a sí misma, y, segundo, porque ellos tienen un dinamismo y un potencial transformador que sus conciudadanos necesitan, si quieren vivir en una sociedad mejor.La reconversión de las bandas es el primer paso para recuperar a la juventud. Pero esto nunca se logrará por la fuerza; más que suficiente agresividad hay ya entre las propias bandas para que vayamos a provocarla y a incrementarla; hay que lograrla por su propio convencimiento de que debe ser así. Y para que den este paso primero debemos tenderles la mano.

Es lo que ha ocurrido en Guachupita, una de las comunidades marginadas más pobres de Santo Domingo, donde las 18 naciones que coexisten dentro de sus límites se han sentado juntas a la mesa, dispuestas a hacer algo por sus miembros: parar el SIDA. Se trata del programa que Lino Arturo Castro (a quien le agradezco que se pusiese en contacto conmigo y me contase esto) está poniendo en marcha, enseñando a los líderes de estas naciones cómo prevenirlo, para que éstos lo enseñen a los suyos. Llevará un tiempo alcanzar unos logros estables, primero, en la propia comunidad de Guachupita, luego en Santo Domingo y finalmente en la República Dominicana; será largo y seguramente tendrá altibajos, pero ya es importante que los líderes de las 18 naciones se hayan sentado juntos y acordado hacer camino en la prevención del SIDA; luego, vendrán otros objetivos.

Esta reconversión de las bandas que está teniendo lugar, está obrando en la recuperación de la juventud como una fuerza social activa y necesaria. Sus jóvenes, según expone Antonio Yaguarix de Moya en el artículo "Para nosotros sería grandioso ser parte del cambio en las relaciones entre América Latina y España", ya miran más lejos, tal como lo indica el mismo titular, que es una frase de uno de los líderes de las naciones de Guachupita.

En España y concretamente en Barcelona, los Latin Kings ya son una asociación cultural (si bien la nación Kings y la asociación cultural Latin Kings son dos cosas diferentes) y los Ñetas están tramitando su conversión en otra.

Se trata de sacarlos de la marginalidad, de hacerles sentir que forman parte de la sociedad y que tienen cosas que aportar. La curva de la violencia que estaban sosteniendo entre ellos ha decrecido; desde hace ya meses no sale en la prensa ninguna noticia sobre una nueva agresión entre Kings y Ñetas. El ejemplo de Barcelona parece que va a ser copiado en otras ciudades, con lo que los métodos policiales usados hasta ahora para controlar a las bandas, con una eficacia limitada y que previsiblemente iría disminuyendo con el paso del tiempo, tienden a cambiarse por los propios de una política de integración social, más efectivos según vayan lográndose objetivos parciales.

Parece que tanto en América Latina como en España la razón va abriéndose camino. Los jóvenes de las bandas van comprendiendo que lo que logran con la violencia sólo lo pueden conservar con más violencia, en una espiral inagotable, y están buscando vías de salida aprovechando las manos que se encuentran tendidas y prestas a ayudarlos. Lo que está pasando en Santo Domingo, en Barcelona y seguro que en más ciudades es crucial, porque servirá de precedentes para que otros sigan el mismo camino.

¿Se están dando pasos parecidos en otras ciudades? ¿Hay naciones abiertas a estas posibilidades, a la espera de que alguien esté dispuesto a ayudarles? ¿Cómo está la situación de las bandas juveniles en su ciudad? Me gustaría recibir noticias suyas acerca de su ciudad, de lo que se está haciendo para reconvertir a las bandas y rescatar a la juventud, se lo agradeceré mucho.

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