1er. Encuentro Taíno de Kiskeya - 2008: Primer Anuncio
Sol Taino
Museo del Hombre y la Mujer Dominicanos & Cinemateca Nacional
Plaza de la Cultura
Avenida Máximo Gómez
Santo Domingo, Kiskeya
Lunes 21 de enero, 2008; 4:00 – 10:30 pm
Programa Tentativo
Ponencias magistrales a cargo de: Bernardo Vega, Carlos Andújar y Domingo Abreu; Lynne Guitar y Antonio de Moya (Consejo de Ancianos/as, Guabancex Viento y Agua). Museo del Hombre y la Mujer Dominicanos.
Conversatorio con Martín Veguilla - Director del Festival Taíno de Jayuya y líder del Concilio Guatumacúa de Puerto Rico – Invitado Especial. Museo del Hombre y la Mujer Dominicanos.
Estreno nacional de la película puertorriqueña: “Taínos, la última tribu.” Cinemateca Dominicana.
Visita de Benjamín López, director de la película puertorriqueña: “Taínos, la última tribu” y venta de las ediciones en DVD originales de la misma. Museo del Hombre y la Mujer Dominicanos.
Exhibición de la película infantil “Ogú y Mampato en Rapa Nui”, con una historia acorde al tema aborigen. Cinemateca Dominicana.
Exhibición de videos acerca de la Cultura Taína de Soraya Aracena. Cinemateca Dominicana
Instalación-ofrenda a los ancestros por Pascal Meccariello. Museo del Hombre y la Mujer Dominicanos.
Exposiciones fotográficas de arte rupestre de Alfredo Roldán y Daniel Dubai. Museo del Hombre y la Mujer Dominicanos.
Degustación de casabe y video del proceso de preparación actual del mismo. Museo del Hombre y la Mujer Dominicanos.
Exhibición y venta de artesanía y cerámica de inspiración aborigen. Museo del Hombre y la Mujer Dominicanos.
Degustación y venta de productos relacionados y venta de diversos platos que muestran la influencia taína en nuestra gastronomía. Alrededores del Museo del Hombre y la Mujer Dominicanos.
Show de títeres sobre mitología taína por Ernesto López. Museo del Hombre y la Mujer Dominicanos.
Narraciones de leyendas y cuentos de nuestros campos por Guaroa Ubiñas. Alrededores del Museo del Hombre y la Mujer Dominicanos.
Partido de pelota Taína con los jugadores de Batey de Azua. Alrededores del Museo del Hombre y la Mujer Dominicanos.
Performance de Geo Ripley (Consejo de Ancianos/as, Guabancex Viento y Agua) . Museo del Hombre y la Mujer Dominicanos
Concierto de música neo-taína y ritmos folclóricos de nuestra cultura, con Irka Mateo (Consejo de Ancianos/as, Guabancex Viento y Agua) y su grupo Boutí. Museo del Hombre y la Mujer Dominicanos
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Microcuentos tainos para niños
Por: Fátima Portorreal
Consejo de Ancianos/as, Guabancex Viento y Agua
Especial para epistheme
Así es, así dicen: ¡Se llamaba Opiyel!
Opiyelguobiran
Para mi sobrina Kiara
Santo Domingo, Enero 2007
Según cuentan, en una nubosa noche, cantaban los toricos y a lo lejos, muy allá de la espesura de la fronda de doña Francisca, el chirrido del pitanguá se mezclaba con los grillos saltarines. Mientras tanto, en el charco de Itabo, croaban y croaban las verdes ranas, desafinando a los cucús y agriando a las lechuzas.
De repente, tras un leve movimiento, de la rama del laurel de Fifito, salta el pegapalo, la birijita, y por supuesto los jilguerillos que adormecidos por la penumbra, no acababan de entender tal alboroto… “¡Oye!” -- le gritó el pegapalo – “Deja de moverte y abre los oídos, ¿qué me dices, rayado pajarito?, escucha por favor…”. Del real camino de Acacia y no lejos del charco de Itabo, unas voces raras y una cuadrilla de raros humanos se dirigen a la fronda… “Escucha… Por favor, escucha…”.
“Camina, camina más deprisa” -- decía Macocael – “¿Acaso no conoces a las opias? Se comerán las guayabas, antes de que las guayzas tiren de un jalón, las sogas de Opiyelguobirán. No habrá para nadie. Correrá y correrá tan deprisa, que hasta el dulzor se perderá en sus dos grandes fosas. Dicen que no hay nadie como él, sus largas patas y dientes afilados desbarrigan corceles, descascaran el samo, la semilla de higuereta y hasta el duro caparazón de la hermana hicotea.”
“Camina, camina… que despertarán las avecillas y si no se dan cuenta, llegaremos primero al guayabal. Yo comeré las más amarillas; tú recogerás las que el hermano Inrirí tumbó por la prisa, antes del anochecer. Ellos, los amigos toatoa cargarán el resto… deprisa, deprisa, que se oyen los pasos de Opiyel…”.
Pero las imprudentes birijitas, asustadas con la corredera, silbaron y silbaron tan fuertemente que los toatoa se cayeron, los pequeños humanos se dispersaron, y el terrible Opiyel asustado y enredado con tal algarabía, creyó que las opias anunciaban el alba. Corrió y corrió tan deprisa entre las charcas de Itabo, que sin percatarse, un humano tiró de su cuerda y lo arrojó al charco. Así cuentan y así supe que de cualquier charco durante lunas oscuras y para siempre, Opiyelguobiran, el dios perro, sale a buscar guayabas.
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Entre Lágrimas, Encontrando a una Ciguapa
Bonao, Diciembre 2006
Lo cierto no la invoco, más si fuera él, adosaría su nombre, rotulando círculo tras círculo en las umbrías estercoleras de la isla… huir de la sombra, no podría. ¿Aceptar su mirada…? Si fuera él… créanme… no la invoco. Denunciaría su nombre en la plaza de los hombres y la colgarían por impúdica y atrevida. Créanme… si fuera él, no le quedaran palabras. Las atrevidas Lauras trocearían su lengua y al amanecer de cualquier día o de cualquier noche, correrían a vomitarla en otras tierras. Si fuera él, no la enterraría… por si fuese a nacer, le pincharía los ojos… removería afanosamente los iris, la arrojaría a los riscos y ocultaría su sonrisa al oeste, porque allí muere la luz. Si fuera él, la dejaría agonizar y dormiría tranquilo, porque el silencio de sus labios no podrá amarrar el amor. Créanme… si fuera él, andaría tranquilo, porque sus torcidos pies, jamás se inclinaran a la luz.
Simbolo Taino
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Así Nació el Mar
Santo Domingo, Diciembre 2006
Oye, algunas cuentan que en sus ojos llorosos y en su inmenso vientre había cicatrices y que día tras día, las danzarinas ranitas croaban y croaban, hasta que el apenado abuelo expandía y expandía el verano. Y mientras tanto y poco a poco, ella se estiraba y estiraba hasta que dos sonidos, al compás de la tierra, seguían al sol… pero de pronto y de un tirón, el centro se expandió tanto que de la abierta boca de Itiba salió el agua cristalina y gemimos las caracolas. Así me cuenta mi hermana luna que se formó el mar, y de ella nosotras.
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La de Cinco Nombres
Santo Domingo, Noviembre 2006
Sentada sobre sus fuertes piernas para nada se adormecía. Parecía sobrecogedora aquella postura, pues su robustez exuberante mostraba aquellos contornos femeninos que sus extremidades hídricas sostenían ágilmente. ¿Qué mujer es Atabey?, y ¿Qué memoria se perdió en mi cuerpo, que alejó la fuerza primigenia de la madre? ¿En qué lugar se quedó la vitalidad de la abuela, aquella que tiene Cinco Nombres? ¿Adónde se fue la ligereza? ¿Es acaso la inexactitud de lo masculino, lo que no me permitió confrontar la amplitud del poder femenino y sus habilidades marinas? Acaso recodar es lo preciso, si al desmemoriado cuerpo pregunto: ¿Adónde está la abuela, la de la esencia, la que no tiene principio, la de las Cinco Memorias? Aquella, la de la metamorfosis, semejante a todas las ranas, a las cuales les he temido considerablemente.
¿Adónde está la fuerza femenina que me nombra, aquella abuela que en los charcos, arroyos y océanos nunca se asemejó a la serpiente occidental, ni cristiana, pero que irremediablemente se intentó borrar de nuestros cuerpos y sueños? ¿Adónde están los conciliábulos que te marginaron a los cuentos populares en las noches borrascosas de la ruralía isleña, sin pensar que algunos/as te encontrarían en las aguas cristalinas, en los bosques, cuevas y aguas termales de la isla? ¿Te ocultaste? No lo creo. ¿Permaneciste en silencio? No lo creo. Mas intuyo que te confabulaste con los pedigüeños, con los senderistas, con los cimarrones, con los desvencijados de la ruralía. Mas sin ellos saber, allí estabas, en las aguas cristalinas, entre la bruma de la fronda, esperando a que desvelen los sueños y te invoque en los altares, multiplicando diversas identidades, tras el atardecer o en las noches de luna llena.
¡Aquí esta! Ya te veo. Ahora puedo tocar mi cuerpo, sentirte multiplicada con mis manos, aceptando lo que tus Cinco Memorias conocen.
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Geo Ripley: Ofrenda y Subversión
Behike Geo Ripley (Foto Malcolm Linton)
Por: Amable López Meléndez
Curador del Museo de Arte Moderno, Santo Domingo, República Dominicana
Presidente de la Asociación Dominicana de Críticos de Arte (ADCA)
Tomado del libro-catálogo: "Geo Ripley: 9. Número de Ancestros. Autorretrato." Museo de Arte Moderno. Marzo, 2007. Reproducido con permiso escrito del editor.
La belleza es el susurro de la conciencia pura-conciencia pura rozando el Origen y permaneciendo con el Origen. Desde allí olas de belleza, olas de bienaventuranza se crean en todos los niveles de la existencia... La alhaja de la belleza es la entrega. Cuando se entrega alma y corazón a la belleza no hay nada que se le compare en ningún sitio... (1)
Desde hace más de dos décadas he tenido la dicha de sostener una fraternidad distendida y un diálogo fecundo con Geo Ripley (1950). Los párrafos que siguen han sido extractados de este dialogo ardiente, fructífero e inconcluso. De ahí que estas fracciones retengan aún el signo de lo efímero, la marca "polisintética" de la poshumanidad: revoltijo, trasmigración y transculturalidad, dispersión. . . vorágine del vidente deslumbrado por los destellos espectaculares de la pos metrópolis, por las vitales espectrologías ancestrales y cotidianas de la insularidad.
Jamás he sido adepto de las definiciones. Más bien me derriten las atracciones, las deliciosas expectativas de una vitalidad que a nada se cierre, la fuga hacia el reino de lo ignoto, hacia los rescoldos que arden silenciosamente del otro lado de la oscuridad: dejarme iluminar por los destellos del deseo, del sueño, del amor, de la memoria, de la poesía, de la llama instantánea que jamás se consume "antes de tiempo"
"Todo es espíritu... Ser es ser percibido", afirmaba George Berkeley (1685-1753), pero lo que precise su definición para proclamar su certeza, sea un fenómeno natural, un poder fáctico, una estructura arquitectónica, una situación humana, un camino íntimo, un borroso y espléndido paisaje de Turner (1775-1851), un polivalente extracto matérico de Antoni Tapies (1923) o una pintura reactiva de Geo Ripley, contiene siempre en sí mismo su potencialidad contradictoria. Su lectura despejada, sus re-versiones, signos reversibles y otredades in-previstas.
Pintor, dibujante, grabador, escultor, instalador, fotógrafo, antropólogo, performer, músico, poeta y artista de la multimedia. Al igual que sus contemporáneos latinoamericanos Luís Cruz Abaceta (Cuba, 1942), Arnaldo Roche- Rabell (Puerto Rico, 1955), Dionis Figueroa (Santo Domingo, 1956) y José Bedia (Cuba, 1959), Gustavo López Armendia (Argentina, 1949), Geo Ripley asume su condición y su misión como nuevo vidente, como taumaturgo del renacer. De ahí se me ocurre pensar que uno de sus múltiples nombres inmortales es quizás Mautiatihuel: cacique o señor de la región del amanecer, protector de las iguanas voladoras, el Manatí, las ranas, los perros mudos, las jutías, las tortugas y el dorado Guanín de la isla del tiempo despejado.
En Santo Domingo, Geo Ripley encarna la condición del artista como primer espectador de su obra. Entonces, su actitud y práctica creativas sólo podrían ser definidas por aquellos que lleguen a franquear las puertas secretas de su alma de antiguo Behique y niño iluminado. Si a finales de la década de los 60s del siglo XX despunta con radical precocidad en el ámbito de la plástica nacional. Geo Ripley apuesta y aporta a la libertad total de la imaginación con Mantram (1970), construcción sonora interactiva donde la pintura se transformaba en luz y era manifestación germinal del conceptualismo en el arte dominicano, emergiendo como el más rebelde y subvertidor de la tradición, de la formalidad y los reclamados contenidos simbólicos de la obra de arte, cuatro décadas más adelante, su producción nos lo deja ver como el más místico, vital, subversivo, polifacético y comprometido, entre los artistas dominicanos activos en estos deslumbrantes y cegadores umbrales del tercer milenio.
Hemos creado una construcción tan grande de hormigón armado, de cemento, de varillas de acero, de vidrios fríos, sin darnos cuenta que nosotros somos la pequeña flor que nace ahí en medio –dice-- y perdemos como humanos nuestra relación con la naturaleza; creemos que el dios tecnología que hemos creado nos salvará, y es todo lo contrario. El espacio de la liberación es el propio hombre, pero las personas se olvidan de estas posibilidades. (2)
Geo Ripley es portador de una Alquimia subversiva. Su sensibilidad y su visión le permiten reciclar los desperdicios de su taller y transmutarlos sutilmente en polvo cósmico. Materia viva de la imaginación. "Basura" trascendida, sagrados residuos de la arcilla, de la pasión, de la memoria y de la entrega que arden en sus manos y con los cuales el es capaz de recrear el Origen del Ser, la Vía más enigmática, la crónica sideral, el Camino infinito, el mágico cristal de las estrellas que siguen brillando desde el lado oscuro de la Luna y desde los mismos ojos claros de cada uno de nosotros
Alquimia rebelde. Revelada y obtenida a través de sus estudios devocionales sobre el arte antiguo, sobre los ejercicios matéricos fundacionales de la pintura abstracto-expresionista norteamericana, del Informalismo europeo, la Transvanguardia italiana, el Minimalismo y el Accionismo internacional, sin olvidar que el retroalimento esencial de su mística poética lo constituye el intenso proceso de polisíntesis etnocultural y biotecnológico que deconstruye no sólo en sus pinturas, dibujos o reacciones multimedia, sino también en sus propias investigaciones multidisciplinarias(música, antropología, historia, cosmología, mitología, arqueología, educación y salud pública), así como en su apuesta sincera por las nuevas tendencias artísticas, por la revivificación de los valores primordiales y la preservación de las distintas manifestaciones culturales y espirituales de la humanidad.
Mi primera obra la presenté en 1967 en el Concurso E. León Jiménes. Anteriormente todo era interior, en términos de creación. Yo sabía que estaba moviéndome, conociéndome a mí mismo, tratando de encontrar elementos de mi búsqueda particular. Era algo muy íntimo: yo conmigo mismo, en cuanto a la creación. (3)
En la obra pictórica de Ripley, gesto, materia y azar, juegan un papel determinante. Esta pintura se caracteriza por su lucidez conceptual, por su economía poética y por su incontrastable actualidad. Su precisa asimilación de las vanguardias históricas europeas y norteamericanas se manifiesta en el aspecto expansivo de su producción bidimensional y en los numerosos performances que ha presentado con tanto éxito en distintos museos, galerías y espacios culturales de ciudades como Roma, Sao Paulo, Madrid, París, Caracas, Bogotá, Medellín (Colombia), Jarash (Jordania), Londres, Buenos Aires, Barcelona, La Habana, San Juan (Puerto Rico) y Santo Domingo.
EI arte ya se hace sin materia, es pensamiento... esa es la idea universal y trascendente que se mantiene... La materia es la parte con la que tú haces la concreción del espíritu que la motiva, pues si no tienes esa motivación, ese espíritu, esa esencia, podrás tener la mejor pintura, el mejor pincel del mundo, la mejor tela, pero no serás nada. EI buen salvaje es el hombre que sigue trascendiendo sobre la tierra. (4)
Yo digo que Geo Ripley es el más místico porque su primer compromiso es con la verdad, la belleza y la libertad. Y no con su ego. Porque es el más inocente, el de la sonrisa más amplia y transparente. El buscador que encuentra en su mayor minimalismo lo absoluto. El más familiar, el más lúdico, el más solidario entre sus contemporáneos. Porque su consagración espiritual es ejemplo de esperanza e inspiración. Porque él es testigo y portador de las utopías realizables de la humanidad. Porque su entrega trascendental es cortesía del amor a sus pueblos del Caribe y de América. Además, Geo es el Ser que jamás se siente humillado, porque sabe que no se pertenece a si mismo, sino a cada uno de quienes constantemente le esperan, le preceden, le aman y le animan.
"Geo Ripley: 9. Número de Ancestros. Autorretrato" está compuesta por unas setenta obras que exponen seis momentos decisivos en su producción pictórica y dibujística de los últimos diez años. Entre sus preocupaciones esenciales destacan las mitologías fundamentales africanas, amerindias y afrocaribeñas. Terranostra (1997), Crónica de Indias (1998), Asé (poder, rojo, blanco y negro) (2000), Oddudua (2004), Presencias (2006) y la poderosa instalación "Madre Africa O-Culta", basada en las Telas Africanas de la Tradición del Barro de Mali, (1999), intervenidas por el artista durante de los últimos nueve años. Con Terranostra asistimos ante un ejercicio pictórico riguroso que aborda el sentido de la tierra y el misterio o enigma de la existencia. En esta serie, Geo nos regala una de las expresiones mas especializadas de la pintura informalista latinoamericana contemporánea.
En Oddudua: la piedra que es vida, reconstruye metafóricamente el trayecto de la persistencia del ser y de la creación. En trabajos como "Gloria. Abolición de la Esclavitud", "La Hamaca del Tiempo", "Es Oculto", "Dando a Luz", "Pedestal al Sol", "La Historia se repite", "Mandala-Portales" y "Semilla Cósmica", Ripley experimenta la pintura a través de su cuerpo y de su espiritualidad. Sus huellas aparecen como presencia del Ser sobre unas superficies fluidas donde gesto, color, ritmo, equilibrio, materialidad y expresividad, proclaman lo absoluto como esencia de la totalidad.
En Asé (políptico de 6 piezas) nos sobrecogen los territorios accidentados, mutantes y traslucidos de la interioridad. Resultados de sus íntimas convicciones o contaminaciones entre vida, obra y creatividad. Ecos supremos de la polisíntesis. Preciosa manifestación de lo inalcanzable. Revelaciones de las vías de la devoción, la danza y el ritual. Reminiscencias de lo que nadie nos ha enseñado jamás.
Crónica de Indias es un viaje a la semilla en el que Geo Ripley desanda el mito, la cultura, la historia, el tiempo y el espacio americanos. "Siric-Pléyades", "Del polvo del piso de mi taller nace la Vía Láctea", "El camino de la tortuga" y "Culebra cósmica", constituyen reacciones simbólicas materializadas como auténticas provocaciones del pensamiento. Mientras haya consciencia no se agotarán los símbolos secretos de la memoria. Presencias está compuesta por una serie de dibujos en acrílicos sobre papel en la que el artista llega al máximo su expresividad formal. Aquí el gesto espontáneo es manifestación de la libertad, lenguaje supremo de la realidad. No hay intuición ni irracionalidad, sino gestualidad pura, ofrenda incondicional y sentimiento profundo.
"Geo Ripley: 9. Número de Ancestros. Autorretrato" es la entrega transparente de una mística consagrada. Es el agradecimiento, el regalo mejor de Geo Ripley a quienes le aman y también a quienes aún no alcanzan la sabiduría para respetar y reconocer la trascendencia de su obra y sus ideas estéticas. Esta entrega es gratitud por la libertad, por la oportunidad del ejercicio de la imaginación con el grado de depuración conceptual que le caracteriza, pues sus convicciones éticas y su práctica creativa lo llevan hasta el impecable "ofrecimiento" del irrespeto, hasta la purificadora despedida de la ceguera, la insensibilidad y la miserable palidez de los burócratas. Estas pinturas de Geo Ripley se nos revelan también como imágenes de alteridad, imágenes de lo nuestro y de lo otro. Imágenes de un mundo y de una consciencia en proceso. Ideogramas. Desenmascaramiento de las reencarnaciones. Turbión telúrico. Electrón inagotable. Campos magnéticos en los que fluye y reverbera la vastedad de nuestras devastaciones ontológicas. Búsqueda del ser y el no ser a través de la supresión de toda representación.
Superficies ocres. Vestigios de la sangre. Ecos de la arcilla, la piedra y el metal. Grisallas de la Tierra, pátinas sin tiempo, veladuras de fuego y colores "grilletes" que en su proceso de materialización florecen como dorada sustancia de la existencia, como efectos imagéticos de continua y natural actividad, como transmutación simbólica de un espacio místico, de una forma de pensamiento profundamente espiritual e íntimamente auténtica. Se trata de la expresión de un ser, de una consciencia, de una poderosa energía en Shiva Shakti. Energía creadora de nueva vida e inéditas transformaciones simbólicas. "Shiva es la inocencia armoniosa que no conoce controles". (5)
Tal es la expresión pictórica de Geo Ripley, pues en su caso, la energía creativa, la persistente actividad espiritual y su extraordinaria capacidad transmutadora, prosperan a plenitud. Y es que en estas pinturas expansivas Geo llega a materializar con gracia inevitable la cartografía enigmática del viaje existencial, los recintos sagrados de la magia perenne, el inefable resplandor, el vacío germinal y la cristalina transparencia del dramático oleaje de la historia.
Notas
(1) Sri Sri Ravi Shankar: Olas de Belleza. Edición de Judith S. Clark. Fundación El Arte de Vivir. Buenos Aires, Argentina. 1998, pp. 70-71.
(2) Carmen Holgueras: "Geo Ripley: entre los latidos de tambores y el color de la vida". Entrevista publicada en Alcorcón. Boletín del Ayuntamiento de Alcorcón, Madrid, España, marzo, 1990. Pág. 20.
(3) ALM: Geo Ripley: "el arte ya se hace sin materia". Entrevista inédita, 1987.
(4) ALM: Ibíd. 1987.
(5) Sri Sri Ravi Shankar: Celebrando el Silencio. Fundación El Arte de Vivir, Buenos Aires Argentina. 2001, pp.178-179.
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