Pendiente de guanin o laton
Amerindian Center Link, The CAC Review, 28 de abril, 2007
Aceptación gradual, quizas renuente, pero creciente de que la crónica europea de la tragedia taina (la extinción total) no se basa en evidencia
El humilde latón – “oro de poca monta” -- era mejor aun que el oro para una tribu del siglo 16 en Cuba
16 de enero, 2007
Por JENNIFER PINKOWSKI (New York Times); Escritorio de Ciencias
Sección F, Pág. 3, Columna 1
Debido a su brillantez de otro mundo, los indios tainos del siglo 16 en Cuba lo llamaron turey, palabra con que designaban la parte más luminosa del firmamento.
Ellos adoraban su aroma dulce, su color rojizo, sus exóticos orígenes y su increíble fulgor, cualidades que lo elevaban a la categoría de materiales sagrados, conocidos como guanín. Los caciques locales los usaban en pendientes y medallones para mostrar su riqueza, su influencia y su conexión con el mundo sobrenatural. Las mujeres y los niños de la elite eran enterrados con él.
¿Qué era este atesorado material? El humilde latón — específicamente, los cordones y sujetadores de los zapatos y ropas de los exploradores españoles, por los cuales los tainos intercambiaron ávidamente su oro local.
Un equipo de arqueólogos de la University College London y del Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, llegó a estas conclusiones al analizar pequeños tubos de latón encontrados en dos docenas de enterramientos en la aldea taina de El Chorro de Maíta, en el nordeste de Cuba, de acuerdo a un artículo reciente en The Journal of Archaeological Science.
Las tumbas datan, en su mayoría, de finales del siglo 15 e inicios del siglo 16, cuando oleadas de conquistadores ávidos de oro alcanzaron las costas del Caribe. En décadas, los tainos, como sus vecinos los caribe y los arawakos, fueron barridos en grandes proporciones por el genocidio, la esclavitud y las enfermedades.
Maqueta de como debio lucir El Chorro de Maita en el siglo 16
Pero los arqueólogos dicen que esta es sólo una parte del panorama. Su investigación — el primer estudio sistemático de metales de un sitio arqueológico cubano — se concentra en uno de los pocos poblados indígenas encontrados hasta ahora que datan del período inmediatamente posterior a la llegada de los europeos. Los científicos dicen que los hallazgos añaden importantes detalles y distinción a una historia del Caribe dominada por largo tiempo por el reportaje en primera persona de los mismos europeos.
“Ciertamente es verdad que la llegada de los europeos fue devastadora a corto plazo,” dice Marcos Martinón-Torres, de la University College London, el investigador principal del proyecto. “Pero en vez de sobregeneralizar a todos los tainos como ‘los indios de Cuba que fueron eliminados por los españoles,’ estamos tratando de mostrar que ellos eran personas que tomaban decisiones, que tenían sus propias vidas. Ellos decidieron incorporar los bienes europeos a su sistema de valores.”
El latón llegó por primera vez a las Américas con los europeos. Aunque se ha encontrado algunos artefactos de latón en varias partes del Caribe, nadie sabe cuándo y cómo estos fueron adquiridos. En contraste, El Chorro, excavado ya a mediados de la década de los 1980s, es uno de los lugares mejor preservados en Cuba, y sus artefactos tienen un claro contexto arqueológico.
Empleando rayos X y microscopios en media docena de pendientes, el Dr. Martinón-Torres y un arqueólogo cubano, Roberto Valcárcel Rojas, determinaron la composición química gruesa de los metales. Esta era una aleación de zinc y cobre — los elementos del latón.
Luego ellos usaron el escáner de un microscopio electrónico para encontrar la firma geoquímica singular de los pendientes. Todos procedían de Nuremberg, Alemania, uno de los centros de producción de latón desde la Edad Media.
Los otros pocos artefactos de metal del cementerio — pendientes hechos de una aleación de oro, cobre y plata — probablemente procedían de Colombia, donde se piensa que habría tainos. Sólo dos pequeñas piezas de oro, de origen local, fueron encontradas.
Retratos del siglo 16 en lugares como la Galería Tate arrojaron pistas adicionales. Muchos sujetos usan cordones de botas y arneses sujetados con objetos sorprendentemente similares a los encontrados en las tumbas. Objetos similares han sido excavados en poblados coloniales tempranos, incluyendo la Habana y Jamestown, Virginia.
Las crónicas europeas dicen que los tainos intercambiaban 200 piezas de oro por una simple pieza de guanín, cuya forma más pura era el latón. Sin embargo, los residentes de El Chorro puede que no hayan considerado esto un mal negocio, dijo Jago Cooper, director de campo del proyecto. De hecho, el acceso al latón europeo puede haber aumentado el poder de los caciques locales, acelerando la transición de una sociedad igualitaria a una de tipo jerárquico.
Los hallazgos de El Chorro sugieren que la interacción entre tainos y europeos puede haber sido más variada que lo que se ha pensado.
“Grandes materiales europeos eran incorporados a su cultura, y materiales exóticos reflejaban las creencias tainas — esto es una evidencia nueva e importante de lo que estaba ocurriendo durante el contacto,” dijo William F. Keegan, arqueólogo de la Universidad de Florida y co-editor de The Journal of Caribbean Archaeology, quien ha estado involucrado en el estudio. “Ha habido una tendencia a suponer que los tainos desaparecieron rápidamente debido a las enfermedades europeas y al maltrato de parte de los españoles, pero hay evidencia creciente de que la cultura continuó de manera vibrante hasta la mitad del siglo 16.”
Parte de tal evidencia proviene de otro sitio en Cuba: Los Buchillones, un poblado costero cerca de 200 millas al oeste de El Chorro de Maíta. Excavado por primera vez en 1998 por un equipo cubano-canadiense, Los Buchillones es el único lugar donde se conserva intacto un bohío taino. En la década pasada, el estudio continuo del lugar y la región circundante por los señores Valcárcel Rojas y Cooper ha revelado la existencia de una comunidad con vínculos comerciales con todas las Antillas Mayores que sobrevivió el período colonial español hasta principios del siglo 17.
Obviamente, ellos habrían conocido de la presencia europea, pero optaron por evitar el contacto, a diferencia de los caciques de El Chorro. Esto pudo permitirles sobrevivir más tiempo.
Juntos, los lugares sugieren una gama de tácticas no documentadas por los europeos. “La mayoría de las crónicas parecen basarse en la idea de que los europeos ‘actuaban’ y los tainos ‘reaccionaban,’” dijo Elizabeth Graham, de University College London, quien con su esposo, David Pendergast, hizo las primeras excavaciones en Los Buchillones. “En el caso de El Chorro de Maíta, los tainos estaban siendo claramente proactivos.”
Los hallazgos de El Chorro también ayudan a cerrar una brecha en el estudio del pasado caribeño, creado por el aislamiento político de Cuba. La arqueología de la isla ha sido poco conocida fuera de sus fronteras desde la revolución de 1959. Muy pocos arqueólogos extranjeros han cavado allí, y los pocos informes publicados por arqueólogos cubanos, en su mayoría formados por científicos soviéticos, son difíciles de conseguir fuera del país.
En años recientes, ha habido esfuerzos por sacar a la arqueología cubana de la larga penumbra impuesta por las sanciones estadounidenses durante 45 años. En 2005, el erudito volumen Dialogues in Cuban Archaeology reunió una docena de informes en inglés en un solo documento. (En el mismo hay un artículo del señor Valcárcel Rojas y otros autores sobre El Chorro de Maíta.) El relativamente nuevo Journal of Caribbean Archaeology acaba de publicar su primer artículo cubano revisado por pares.
Para la mayoría de los arqueólogos americanos, los artículos publicados por sus colegas internacionales son casi tan cercanos a lo que ellos podrían conocer en Cuba mientras persista el bloqueo. La administración Bush ha endurecido fuertemente las restricciones a los viajes educativos a Cuba; los programas de menos de 10 semanas de duración ahora están prohibidos. El verano pasado, Florida dio un paso adicional, prohibiendo a las universidades públicas que gastaran dinero en investigación en países donde el Departamento de Estado considera que el estado auspicia el terrorismo, incluyendo a Cuba. Ambos conjuntos de regulaciones están siendo desafiados en los tribunales.
La primavera pasada, al señor Valcárcel Rojas se le negó la visa estadounidense para asistir a la conferencia anual de la Sociedad Americana de Arqueología en Puerto Rico. El Dr. Martinón-Torres y el señor Cooper presentaron la investigación — la cual recibió el mayor premio académico en Cuba — en su ausencia.
Aun así, el equipo británico-cubano está buscando financiamiento para un estudio de tres años con la esperanza de descubrir las redes sociales y comerciales que conectaban a los habitantes de El Chorro — en particular, los efectos del comercio de latón y oro en esas conexiones. Y la respuesta europea podrá dejar de ser un enigma, también.
“Esperaríamos hallar cargamentos europeos de latón en sus barcos, pero no hemos encontrado ese latón en Cuba,” dijo el Dr. Martinón-Torres. “Es posible que éste no haya sido reconocido por los arqueólogos. Esperamos que si ambas partes estaban complacidas con este intercambio, debe haber más evidencia del mismo.”
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Guanín
Por Juan Antonio Corretjer
Puerto Rico
Porque me pusiste al pecho
este guanín relumbrante,
he de andar, el hacha en mano,
y la muerte por delante.
Mano que unciste a mi cuello
el guanín del batallar:
con mi cemí, con mi flecha,
¡conmigo te enterrarán!
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Desafiando a Jupiter Dean: Mari'e'la'O...
Vea en Youtube los videos de la demencia criolla ante los huracanes (pulse aqui):
http://www.youtube.com/watch?v=VOU_Tg6fylc&mode=related&search
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