PANDEMIOLOGIA DEL VIH-1 EN LA INDUSTRIA DEL SEXO EN EL CARIBE
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Extraído del libro TRABAJO SEXUAL, TRATA DE PERSONAS Y VIH/SIDA: ESTUDIO CUALITATIVO SOBRE LA SITUACION DE LA MUJER MIGRANTE EN PAISES DEL CARIBE, del Centro de Investigación y Orientación Integral (COIN), Santo Domingo, 2008.
CONCLUSIONES
Aunque de carácter exploratorio, de este estudio cualitativo sobre las condiciones de vida de la mujer migrante dominicana en los países del Caribe, se desprenden conclusiones en diversos órdenes.
Las primeras conclusiones tienen que ver con las razones que explican la migración irregular relacionada con el trabajo sexual. EI estudio evidencia, como muchas otras investigaciones, que existe una estrecha vinculación entre la pobreza, la desigualdad de género y la migración femenina en condiciones de riesgo. Los factores mencionados actuan como una compleja red que lleva alas mujeres a caer, muchas veces, en las garras del tráfico ilícito y la trata de personas.
En relación a la supuesta "vocación" de las mujeres dominicanas por el trabajo sexual, los testimonios, entrevistas y grupos focales realizados dejan muy en claro que, generalmente, no eligen ese oficio y que llegan a él empujadas por las escasas opciones que tanto el país de origen, como el país de destino les ofrece.
Para una mujer pobre y con poca formación académica las opciones laborales en República Dominicana se limitan al servicio doméstico y al trabajo en zonas francas. Estas actividades, frecuentemente, constituyen la ruta laboral forzada que las mujeres toman antes de ser empujadas a emigrar y/o al trabajo sexual.
Las mujeres que ejercen el trabajo sexual en el exterior, en su gran mayoría, no lo asumen como una opción de vida, sino como una alternativa transitoria, un medio para alcanzar un fin, que en una alta proporción de casos es ayudar a su familia; comprar su casa, dar un mejor futuro a sus hijos, en fin, mejorar su calidad de vida.
La dinámica de la migración relacionada al trabajo sexual comprende la existencia de una demanda internacional de sexo comercial.
Usualmente, las mujeres se van, no porque quieren irse o hayan hecho del trabajo sexual una opción laboral preferencial, sino porque son incitadas y sonsacadas por traficantes y tratantes de personas que actúan como intermediarios para satisfacer esa demanda.
Con mucha frecuencia, los intermediarios son amigos o, incluso, familiares, que gozan de la confianza de la mujer y se aprovechan de ella para venderles la ilusión de una vida mejor, buenas condiciones de trabajo y altos ingresos.
En los países importadores de trabajadoras sexuales, sobre todo europeos, la fortaleza de las leyes y de los sistemas de administración de justicia actuan como factores que protegen alas mujeres locales de ser victimas de estos crímenes.
En países como el nuestro, traficantes y tratantes se aprovechan de la desregulación reinante y de la vulnerabilidad social de la mujer para atraerlas hacia sus lucrativos negocios que funcionan en lugares de gran movimiento turístico, por ejemplo el Caribe insular. La impunidad en la que se mueven y la desprotección de las víctimas y sus familias impiden sean denunciados: la falta de castigo y el temor abonan el círculo vicioso del crimen.
Los clientes de las trabajadoras sexuales en los países del Caribe visitados presentan las siguientes características:
La mayoría provienen de estratos socioeconómicos medio y bajo, generalmente de bajo nivel educativo y cultural.
La mayoría de los clientes son nacionales o provienen de los grupos migrantes minoritarios (haitianos, hindúes, entre otros). Observamos poco vínculo de los turistas de crucero, con las trabajadoras sexuales, salvo casos excepcionales.
Algunos de los clientes se convierten en esposos, chulos o controles de las mujeres, lo cual ellas aceptan como medida de protección o para garantizar su status legal, a pesar de los niveles de violencia y abuso que algunos ejercen sobre ellas.
En algunos casos los dueños e intermediarios (porteros, seguridad, camareros) de los negocios se convierten en sus chulos o controles, por su rol y el poder que ejercen sobre ellas. Observamos un alto grado de consumo de alcohol y en algunos casos consumo de drogas, en esta población.
Una tendencia internacional creciente es la elaboración de leyes de extranjería, mediante las cuales los países regulan la entrada y estancia de los extranjeros en sus territorios.
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En un mundo cada vez mas globalizado, estas leyes pretenden garantizar los derechos y la inserción social de los inmigrantes, a la vez que sirven para proteger las fronteras de los países.
En lo relativo a las trabajadoras sexuales las leyes de extranjería, lejos de ayudar a resolver sus problemas, las han tornado invisibles, facilitando la violación de sus derechos humanos.
Por otra parte, la rigurosidad de las leyes de inmigración y las restricciones que imponen los países de destine fuerzan a muchos dominicanos y dominicanas a emigrar ilegalmente y les expone a ser víctimas del tráfico y la trata de personas.
En muchos de los países a los que emigran las dominicanas, no existen representaciones consulares de República Dominicana y, donde los hay, los cónsules no conocen la realidad del trabajo sexual, ni entienden sus implicaciones.
Los testimonios y entrevistas en los que se basa esta investigación describen el estado de indefensión en que se ve una mujer migrante cuando su permiso de estadía se vence y no encuentra una persona que hable su misma lengua y entienda su situación. Muchas veces, al no sentirse representadas por los miembros del cuerpo consular dominicano y no encontrar estructuras institucionales o sociales de apoyo, son blanco de los delincuentes que trafican con documentos pseudolegales.
Entendemos que las representaciones consulares, además de brindar asesoría y apoyo a las mujeres migrantes, tienen el deber de hacer ver a las autoridades de los países de destino que República Dominicana no es sinónimo de prostitución y que el trabajo sexual es un fenómeno de magnitud mundial, de prevalencia creciente y que tiene múltiples determinantes sociales.
EI Comite Interinstitucional para la Protección de la Mujer Migrante (CIPROM) es un mecanismo creado por el Estado Dominicano para enfrentar los flagelos sociales de la trata de personas y el tráfico de mujeres. Sin embargo, la falta de presupuesto; de líneas estratégicas claras y, de voluntad política, han impedido realizar acciones concretas para impactar estas problemáticas.
Como si no fuese suficiente con la sensación de agobio por las deudas contraídas; la tristeza par haber dejado a su familia; el maltrato y la violación de sus derechos por parte de clientes e intermediarios; la desesperanza por las condiciones del presente y la incertidumbre ante el futuro, la mujer migrante trabajadora sexual debe soportar el dolor de saberse rechazada y discriminada.
Todos los países visitados dan claras muestras de intolerancia y discriminación hacia las trabajadoras sexuales dominicanas. Especialmente dramático es el caso de Dominica, donde los niveles de rechazo son tan altos que impiden la inserción social de la mujer migrante, y de casi todos los países objeto del estudio en los que las actitudes discriminatorias del personal de saIud actuan como barreras de acceso a los servicios de prevención y atención de las ITS/VIH/SIDA.
La discriminación y el rechazo en los países de destino, cuando llegan, y en el país de origen, cuando retornan, son el fuego cruzado que calcina las posibilidades que tienen las migrantes trabajadoras sexuales dominicanas de integrarse a la sociedad y desarrollar sus potencialidades humanas.
Es probado que eludir, ocultar o ignorar los problemas sociales es la mejor manera de agravarlos. Con los temas de migración irregular, trata de personas y tráfico ilícito de mujeres se cumple una vez más este enunciado. Invisibilizarlos no es la solución.
Por la magnitud que han alcanzado y sus implicaciones en la sociedad, la familia y la vida y la salud de las mujeres emigrantes, estos temas ameritan que la sociedad dominicana preste más atención. El Estado, las ONG, las instituciones del sector privado, la comunidad, deben empezar a preguntarse que esta pasando; por que se producen estos fenómenos; cuales son sus causas, cuales sus consecuencias; mas importante aun, que están haciendo para enfrentarlos.
No debe soslayarse que la incapacidad de los gobiernos de crear políticas que fomenten la identidad nacional, la equidad de género y el respeto a los derechos humanos, aumenta la vulnerabilidad de las mujeres migrantes y, en muchos casos, las vuelve blanco de la trata con fines de explotación sexual. La falta de programas alternativos que posibiliten opciones educativas laborales y sociales para hombres y mujeres, es un factor que incrementa las migraciones.
De los panoramas encontrados en los siete países visitados, se desprende que no existe ningún tipo de estrategia para abordar la migración irregular, el tráfico ilícito y la trata de personas desde una perspectiva integral y de manera conjunta.
Emigrar es un derecho inalienable de la mujer, incluso si sale de su país para ejercer trabajo de tipo sexual. Es preferible que opte por este tipo de trabajo de manera consciente, y no engañada, inducida o forzada por factores externos; pero, en ambos casos, el Estado y la sociedad tienen que protegerla y evitar que sus derechos humanos sean violados.
Desde una perspectiva preventiva, deben crearse alterativas especial mente diseñadas para que la mujer en condiciones de vulnerabilidad se introduzca al mercado laboral formal y no tenga que emigrar en condiciones desventajosas que las empuje al trabajo sexual.
EI Estado, garante del bienestar de su población, debe crear leyes y ejecutar políticas para que las mujeres que asumen el trabajo sexual como parte de una opción de vida disfruten de los beneficios de la seguridad social y se les respeten sus derechos. Así mismo, tiene la obligación de crear mecanismos para que en los países a los que las mujeres emigren, tengan acceso a salud y a otros servicios; a programas que les capaciten y les permitan dedicarse a otras actividades productivas e insertarse de manera positiva en la sociedad.
RECOMENDACIONES Y PROPUESTAS
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EI gobierno dominicano debe crear políticas sociales ajustadas a la realidad e implementar programas de desarrollo que eviten la reproducción de patrones de exclusión y fomento de la pobreza en la sociedad dominicana.
Promover los principios de equidad social, de género e igualdad de oportunidades de educación y empleo para hombres y mujeres.
Desarrollar programas de capacitación innovadores dirigidos alas mujeres jóvenes en condiciones de pobreza que les provean las competencias para insertarse, en su propio país, en alternativas laborales al trabajo sexual.
Impulsar programas de microcrédito y de formación de autoempleo para las mujeres que han retornado o son potenciales emigrantes.
Proveer a las potenciales migrantes la formación laboral que facilite su inserción a la sociedad donde emigran, en esferas de producción rentables y de gran demanda: belleza, hotelería, masajes, entre otras. Para esto las instituciones correspondientes de República Dominicana deben desarrollar programas certificados avalados por los países de destino.
Implementar programas educativos que aborden los temas de pobreza, inversión de valores y falta de educación, y trabajen la autoestima de la mujer, su empoderamiento y la prevención de la violencia intrafamiliar y de género.
Promover discusiones entre los gobiernos y los consulados sobre migración irregular, tráfico ilícito y trata de personas, para buscar vías a través de las cuales la mujer dominicana y el hombre dominicano puedan acceder al mercado laboral.
Colocar en la agenda política nacional e internacional el tema de la restricción de las políticas de migración y las leyes de extranjería y su impacto en la migración irregular, la trata de personas y el tráfico de mujeres.
Impulsar, a través de las Secretarias de Turismo, de Cultura, de la Mujer y de Relaciones Exteriores, el intercambio cultural con los países del Caribe y con las comunidades dominicanas residentes en ellos, para elevar el nivel de respeto hacia las mujeres dominicanas.
Establecer acuerdos migratorios, entre países, que favorezcan la migración legal regulada.
Implementar programas de información en las comunidades que contribuyan a que las personas tomen decisiones conscientes e informadas.
Realizar campañias de información sobre la realidad de los viajes y la situación migratoria en los países de destino.
Brindar alas migrantes que proyectan retornar y a las que han retornado, informaciones que faciliten su reintegración a la sociedad dominicana.
Velar por la aplicación de los acuerdos internacionales de protección a los derechos humanos de las y los migrantes.
Aplicar con rigurosidad la ley 137-03 contra el tráfico ilícito de migrantes y la trata de personas. Castigar a los traficantes y tratantes con penas rigurosas, incautándoles el dinero producto de este negocio.
Establecer procedimientos claros de protección a las personas objeto de tráfico y trata
Fortalecer las organizaciones que trabajan protegiendo los derechos de las y los migrantes y de las personas objeto de Tráfico y Trata.
Fortalecer el Comite Interinstitucional para la Protección de la Mujer Migrante (CIPROM) y asignarle recursos a fin de que pueda implementar políticas y desarrollar las funciones para las que se creó.
Apoyar al Centro de Acogida para personas objeto de Trata y Tráfico que funciona en el COIN, a fin de que pueda ofrecer servicios de calidad a esta población.
El Gobierno Dominicano debe destinar partidas presupuestarias a los temas de migración en general, tráfico y trata de personas; estas acciones deben incluir: capacitación de las representaciones consulares, implementación de programas de formación laboral, campañias de información y educación y programas de asistencia y protección a la mujer migrante. Esas acciones deben realizarse en República Dominicana y en los países de destino.
Apoyar los programas y proyectos de investigación, orientación y apoyo realizados por las Organizaciones No Gubernamentales que trabajan los temas de migración irregular, tráfico y trata de mujeres.
Las estrategias de intervención efectivas en ITS/VIH/SIDA dirigidas a la mujer emigrante ameritan de una efectiva coordinación regional, dada la gran movilidad de esta población. En ese sentido, la secretarías y ministerios de salud de República Dominicana y los países del Caribe deben organizar redes de servicios de salud que brinden acciones de educación, prevención y atención alas usuarias, garantizándoles confidencialidad y trato humanizado por parte del personal.
Esas estrategias deben tener en cuenta las características diferenciadas de los países de destino (Antigua, Martinica y Guadalupe) y de tránsito (Guyana y Dominica) para un mejor abordaje de la problemática.
Promover la realización de investigaciones novedosas que profundicen el conocimiento de los temas de migración irregular, tráfico y trata de personas, que sirvan para desafiar estrategias efectivas de intervención.
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Iniciativa Trans-Caribeña de Investigación en VIH/SIDA (TCHARI, por sus siglas en inglés): Un Caribe Multicultural y Multilingüe Unido contra el VIH/SIDA
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XVII Conferencia Internacional de SIDA (SIDA 2008 México)
Agosto 3-8, 2008
Taller de Construcción de Capacidades
La Iniciativa Trans-Caribeña de Investigación en VIH/SIDA: Construyendo la colaboración transnacional y multidisciplinaria en la investigación
Martes, 5 de agosto 2008 2:30–6:00 p.m., Palacio del Canal 10
Este taller busca incrementar el desarrollo de investigación colaborativa relacionada con el VIH//SIDA en el Caribe, concentrada de forma particular en la investigación transcultural, transnacional y multidiscipinaria.
Los participantes:
- Recibirán un inventario de investigación caribeña en proceso
- Aprenderán sobre oportunidades actuales de colaboración
- Identificarán y conocerán colaboradores potenciales
- Entenderán las competencias culturales para conducir estudios de VIH/SIDA en la región
- Ayudarán a identificar y desarrollar enfoques apropiados a los asuntos éticos y culturales de la región
- Proveerán estímulos a las estrategias de desarrollo profesional de científicos jóvenes de Caribe
- Regresarán a sus hogares con información esencial sobre cómo buscar colaboraciones
¿QUIÉNES SOMOS?
La Iniciativa Trans-Caribeña de Investigación en VIH/SIDA (TCHARI, por sus siglas en inglés) es un grupo independiente, incluyente, diverso, transdisciplinario, y multicultural de investigadores de VIH/SIDA radicados en el Caribe. A través de las asociaciones, las redes, y las actividades colaborativas, TCHARI intenta convertirse en un catalizador del cambio social que apoya el mejoramiento de la salud pública en el Caribe.
¿CUÁLES SON NUESTROS OBJETIVOS?
- Contribuir a definir una agenda caribeña de investigación en VIH/SIDA
- Facilitar, promover, y alentar la colaboración entre investigadores caribeños de VIH/SIDA, incluyendo el adiestramiento y la mentoría de nuevos investigadores
- Diseminar protocolos y resultados de investigación internacionalmente dentro de la región del Caribe
- Desarrollar el Banco de Datos de investigación caribeña en VIH/SIDA
¿CUALES SON NUESTROS RESULTADOS ESPERADOS?
- Desarrollo de programas de adiestramiento y protocolos de investigación culturalmente apropiados
- Desarrollar programas de diagnóstico molecular para apoyar la recolección uniforme de datos clínicos
- Desarrollo de programas para el manejo clínico de pacientes VIH/SIDA
- Desarrollo de modelos de atención en VIH/SIDA a través de las naciones del Caribe
Para más información sobre TCHARI: E-mail: info@tchari.org
Página Web: www.tchari.org
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