epistheme se hace eco de evidencia fotográfica crucial de la exitosa y eficiente inauguración natural del apacible Parque Ambiental de la Avenida Núñez de Cáceres (“antiguo” paraíso de los mosquitos), tras las históricas, persistentes y amenazantes jariznas y débiles y esporádicos aguaceros caídos sin mucha gracia ni estruendo el pasado jueves 7 de junio de 2007 en la parte occidental de Santo Domingo.
El portento nos permite proponer que se cambie la denominación a esta obra-de-arte monumental de “parque ambiental” a “parque submarino” para el reciclaje de vehículos de motor, árboles y otros bienes como chatarra, escombros y basura, incluyendo la saludable práctica del buceo extremo y/o suicida en el nuevo e higiénico inhábitat acuático.
Las generaciones presentes de arquitectos e ingenieros constructores y estudiantes de estas disciplinas podrán aprender de boca de los artífices de esta novel maravilla del mundo, así como de sus maestros, y por supuesto, de nuestro Honorable Ayuntamiento, cómo lograron atrapar la furia de la naturaleza desatada en tan reducido espacio sin otra cosa que los pliegos de sus títulos universitarios.
Asimismo, estos acontecimientos demuestran que el país cuenta ya con profesionales acreedores de premios Nóbel en la exigente carrera de la Arquitectura Submarina.
Yaguarix Indignado
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