martes, julio 28, 2009

Noticias del Frente Onirico 041

Otro Mundo es Posible
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Leonardo Boff, teologo brasileño: la espiritualidad intercultural como liberacion

Por: Leonardo Boff


Ser humano es luchar por la plenitud de la vida. Frei Betto

Del 27 de enero al 1 de febrero de 2009, la ciudad de Belém en el estado brasilero de Pará, fue la sede de la novena edición del Forum Social Mundial. Un evento que contó con aproximadamente cien mil inscritos, provenientes de más de 160 países.

Representantes de movimientos sociales, de tradiciones religiosas y espirituales, ONGs, intelectuales solidarios, universitarios, estudiantes, ciudadanos del mundo.

La confluencia de las más variadas luchas en pro de la dignidad humana. Cien mil mentes y corazones en busca de caminos para otro mundo posible.

Otro mundo posible, que contenga los sueños de la niña palestina y de la niña brasilera. Otro mundo posible, donde sean respetados los derechos básicos de la niña africana, de la niña peruana... y de la niña afgana.

Dentro de las tantas actividades realizadas durante el Forum Social Mundial estaban las conferencias del teólogo, profesor y escritor Leonardo Boff.

En uno de los encuentros, cuyo tema era “Diálogos con los movimientos de Juventud por el Medio Ambiente”, él se reunió específicamente con los jóvenes.

Estudiantes, universitarios, activistas, soñadores en busca de otro mundo posible. La enorme carpa resultó pequeña para albergar a todos los interesados en oír sus palabras.

Palabras de sabiduría, palabras de compasión.

E inició su exposición, Leonardo Boff, hablando sobre la crisis financiera que asola el mundo.
US$ 15 trillones de dólares evaporados en cuestión de pocos días, llevando consigo inmensas corporaciones, grandes bancos y tradicionales fábricas.

Y dejando atrás, en medio de frías estadísticas, los despidos en masa, el desempleo, el hambre, la desesperación, las lágrimas.

Una crisis que no asoló la periferia, pero sí el corazón del imperio.

Y nos recordó Leonardo Boff las artimañas sutiles del capital, con las que procuraran rehacerse.

Dirán los economistas, las corporaciones transnacionales y los detentadores del poder, que el capitalismo vive de crisis y que ésta es otra crisis cíclica.

E intentarán darnos más de lo mismo, más consumo, más conflictos, más individualismo...

Sin embargo, la crisis actual es terminal.

El desafío no es remediar lo que no tiene arreglo, pero sí buscar nuevas alternativas que, en su naturaleza, es voraz, acumulador, depredador del medio ambiente, creador de desigualdades y sin sentido de la solidaridad, certifica su propia falencia.

El sistema actual, regido por el capital y por las leyes del mercado.

Un sistema donde cada cuatro minutos una persona pierde la visión, como consecuencia de la carencia de vitamina A, declara su propio fracaso.

Un sistema donde cada cinco segundos un niño de menos de cinco años muere de hambre o desnutrición, certifica su propia falencia.

Un sistema que creó sufrimientos inhumanos e impactantes desigualdades.

El sistema vigente, que tiene como pilar un individualismo avasallador, se demostró incapaz de asegurar el bienestar de la humanidad.

Un individualismo que se revela en el lenguaje cotidiano: Mi empleo, mi salario, mi casa, mi auto, mi familia...

Un sistema donde ninguno es llevado a construir algo en común, donde la competencia, la acumulación y la ostentación predominan en detrimento de la solidaridad, de la caridad y de la compasión.

Un sistema donde los niños aprenden tan temprano a conjugar el verbo comprar, pero que desconocen el verbo compartir.

Un sistema que incentiva el consumismo inconsecuente y desenfrenado, y que tanto endiosa los bienes materiales.

Una cultura que disemina compulsión y consumismo, que asocia el producto a un concepto de felicidad.

Un sistema que desconoce el amor, la caridad y la compasión, y que se hace ciego y sordo ante el llamado del excluido, del necesitado.

El opuesto del amor no es el odio, pero sí la indiferencia…
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Una niña palestina llora desconsolada ante los horrores de la guerra

Un sistema que por largas décadas alega no poseer recursos para promover la educación, la salud y para aplacar el hambre mundial, pero que tanto gasta en guerras, en conflictos y en la industria bélica...

...y que se muestra capaz de movilizar en pocas horas tres trillones de dólares para socorrer bancos, montadoras y correctoras, atestigua su propio fracaso terminal.

¿Cómo fue que permitimos llegar a este punto?

¿Cuánto tiempo todavía habrá de pasar hasta que rescatemos nuestra perdida humanidad?

Un puñado de harina y agua para engañar el hambre, sazonado con un poco de sal, en los días de suerte.

Además de la crisis financiera, nos encontramos también con la crisis ambiental.

La falta de solidaridad que impera en nuestras relaciones sociales.

Y la falta de solidaridad para con la Naturaleza.

El ansia por el crecimiento económico, aliada al consumismo compulsivo, resultó en la dilapidación sin precedentes de la Naturaleza.

El actual modelo económico fracasó contra la propia humanidad y contra el planeta.

El bienestar de todos y la preservación de la Tierra son sacrificados al lucro de pocos.

El consumo inconsecuente aumentó el desperdicio, la producción de basura y los impactos ambientales.

Y contaminamos mares y ríos...

El desarrollo técnico-científico, disociado de la consciencia ecológica, hizo que saqueásemos los recursos naturales en una escala sin precedentes.

Y la ruptura entre el trabajo y el cuidado hizo que el afán desmedido de producción se revertiese en el afán incontenido de dominación de las fuerzas de la naturaleza.

Los límites del capitalismo son los límites de la Tierra.

Ya tocamos estos límites, tanto de la Tierra como del capitalismo.

Ya no podemos proseguir con esta perversa lógica del capital, basada en la acumulación y en el desperdicio:

“Quien no tiene, quiere; quien tiene, quiere más; quien tiene más, dice que nunca es suficiente.”
La lógica del capital que tanto incentiva lo superfluo, la ostentación y el desperdicio...
Imagen de celulares descartados, casi todos en perfectas condiciones de uso.

Solamente en los EUA, 426,000 aparatos son descartados diariamente, cambiados por modelos más nuevos.

Y juntamente con los aparatos se tiran también cargadores, baterías, accesorios...

Los actuales patrones de extracción, producción y consumo, se mostraron insustentables...

...además de la capacidad de reposición y regeneración del planeta.

La Tierra está dando señales inequívocas de que ya no aguanta más. Señales como la escasez de agua potable y el calentamiento global…

Señales como los cambios climáticos, que ya comenzaron a afligir crecientes sectores de la población alrededor del planeta.

La Tierra es un planeta pequeño, viejo y limitado que no soporta un proyecto de explotación ilimitada.

Las crisis financiera, climática, energética, alimenticia y otras, - todas ellas nos remiten a la crisis del paradigma dominante.

Requerimos un nuevo paradigma de civilización porque el actual llegó a su fin y agotó sus posibilidades.

Proyecciones hechas por investigadores y científicos ambientales muestran que, si el consumo continúa al ritmo actual, en el 2050 necesitaremos dos planetas Tierra.

¿Cuál es el mundo que iremos a dejar a las nuevas generaciones...?

Cultivar la solidaridad intergeneracional, para con los que vendrán después de nosotros.

Ellos también requieren satisfacer sus necesidades, y habitar un planeta mínimamente saludable.

Buscar nuevos valores. Alimentar nuevas esperanzas. Nuevos rumbos, y nuevos paradigmas.

La interculturalidad, -el diálogo entre el llamado saber occidental y el saber tradicional, milenario, la cosmovisión indígena.

Las tradiciones de los pueblos nativos hablan del ser humano como jardinero. Conforme enseñan tales tradiciones, el ser humano debe cultivar la Tierra con cuidado y sensatez de justicia y estética.

La protección de la vitalidad, diversidad y belleza de la Tierra es nuestro deber sagrado.

Debemos lanzar un nuevo mirar sobre la realidad, adoptar un nuevo paradigma de interrelación con todos los seres.

El universo caminó 15 billones de años para producir el planeta que habitamos, esta admirable obra que nosotros, seres humanos, recibimos como herencia, para cuidar como jardineros, y preservar como guardianes fieles.

Somos todos interdependientes unos de otros, coexistimos en el mismo cosmos y en la misma naturaleza.

Una misma Fuente alimentadora, misteriosa e innominable, sustenta y confiere vida a todo lo que existe.

El mismo Soplo atraviesa toda la existencia. La vida es un milagro, tan bello como corto, que debe ser cultivado como las flores más bellas.

Como nunca antes en la historia, el destino común nos convoca a buscar un nuevo comienzo.

Promover la ecología del cuidado, que cela por los intereses de toda la comunidad de vida.

Coexistir con respeto, cooperación y armonía con los demás moradores de este pequeño planeta, - animales, vegetales, seres humanos.

La interculturalidad, el encuentro con otras tradiciones, otras culturas, enriquece nuestra visión del mundo y de la vida.
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¿Podran la interculturalidad y la interreligiosidad acabar con el sectarismo, la intolerancia y la violencia religiosa?

Tener ojos para los que son diferentes.

Tener oídos para su voz, sus melodías, sus canciones, sus historias...

Habitamos todos una Casa común. Tenemos un origen común y, ciertamente, un mismo destino común. Tantas flores, con sus colores y formas distintas. Diferencias superficiales, pues la tierra que las nutre y sustenta es sólo una.

Un único Soplo las anima, confiriéndoles significado, sentido y vida.

El desafío del tiempo presente es el de rescatar las utopías olvidadas, reescribir nuestro sueño común.

Un único Soplo, una única Alma, una misma esperanza.

Y en medio a la agitada rutina de la vida moderna, encontrar tiempo para reflexionar sobre preguntas metafísicas...

Tener oídos para la voz que habla en nosotros, que nos convoca para la práctica del bien... ...y que delante de una noche estrellada nos pregunta:

“¿Quien sustenta y se esconde detrás de aquellas estrellas?...”

La voz que, cuando delante de un recién nacido, con respeto y admiración pregunta:

“¿Quién fue que generó esta vida...?”

“Dónde es que, en el mirar del niño, comienza el cielo y acaba la tierra?”

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El texto de esta presentación se basa en la conferencia dada por Leonardo Boff durante el Forum Social Mundial, Belém, estado de Pará (Brasil), Enero del 2009.

Para saber más acerca del tema, acceder a:
www.forumsocialmundial.org.br www.leonardoboff.com.br

Diseño original en portugués: um_peregrino@hotmail.com

Traducción al Español: duquesanpablo Otro mundo es posible

Cortesía del amigo Miguel Ángel Moreno

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Pollo A la Carta – Un video en homenaje a los ejércitos de buzos que se zabullen en los zafacones del mundo para alimentar a sus familias



Pulse aquí: http://www.cultureunplugged.com/play/1081/Chicken-a-la-Carte

Chicken a la Carte: Director: Ferdinand Dimadura Género: Drama Producido en: 2005

Sinopsis: Esta película (6 minutos) versa sobre el hambre y la pobreza productos de la globalización. Diez mil personas mueren cada día debido al hambre y la desnutrición. Esta corta película muestra una porción olvidada de la sociedad. Las personas que viven de las sobras de otros seres humanos para subsistir --los llamados “buzos” invisibles en nuestra sociedad dominicana, que separan la basura urbana mientras dormimos plácidamente cada noche.-- Lo inspirador es la esperanza y la espiritualidad que nunca abandonan a estas personas.

Cortesía del colega y amigo Jochi Muñoz Victoria

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Hitler se cabrea con el follon de la cementera en Los Haitises

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En la parodia, histerico, Adolfo Hitler les da su arrugon a los lambones partidistas criollos

Culpa a Nuria y a los bloggeros de la hecatombe

Pulsar aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=YOEWg499eow

Cortesía del amigo Sonny Caro

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