lunes, mayo 28, 2007

Noticias del Frente Poetico 010

Miniaturista

Por Jorge A. Morales
Puerto Rico

ante el gran mural de cada día
examino primero las nuevas caligrafías
sobre mi rostro en el espejo
ensayo nuevas sonrisas
para acomodar el diente recién ausente

anoto las manchas nuevas, su textura
uno nunca sabe

con la tijerita en mano
voy cazando el pelo errante
entre los orificios

si afeitarme o no
es uno de los grandes dilemas
que confronto a diario

hay otros
pero el recato es virtud en estos tiempos
también el soñar despierto

2006
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Los humildes de la tierra

Por Jorge A. Morales
Puerto Rico

En los ásperos muros de su celda de monje marcó el rayazo treinta y cuatro para conmemorar un año más desde que vio a Jesucristo elevarse del mar en la playa del Condado en la distante isla de Puerto Rico. Esa misma noche lo relevaron súbitamente de su pequeña iglesia a sólo cuadras del milagro para evitar el escándalo sexual que como el salitre cercano amenazaba corroer el corazón de su místico prelado entre su feligresía de expatriados americanos y lo treparon en el siguiente vuelo de la Eastern y lo enclaustraron hasta asegurarse que sólo tenían un loco en las manos. La mañana del milagro costero tres universitarios en receso de clase caminaban de la bolera toallas sobre el hombro camino a la playita del Sheraton, uno resbaló sobre la gravilla de un estacionamiento improvisado en el camino, rasgándose la piel de ambas palmas que siguieron sangrando todo el trayecto. Antes de dejar el hospedaje se fumaron entre los tres el último moto. Hace rato que estaban en el agua cuando arribó el párroco e improvisó una pastoral con el más joven del trío sin saber que ya se la tenían montada, la del Jesucristo resucitado, ensayada y todo.

2006
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¿Secretos del corazón ancestral?

Por Jorge A. Morales
Puerto Rico

Tony:

Leyendo uno de tus recientes artículos en el "Frente Ancestral" me saltó de la bóveda de la memoria unas extrañas experiencias con mi padre. Resulta que mi padre en sus últimos años sufrió lo que aparentaba ser una senilidad, es decir, que no era el mismo ni actuaba igual. Vivía solo en los bajos de la casa en donde había removido casi todos los muebles. Paulatinamente, se fue borrando todo vestigio de su personalidad: su forma de vestir, actuar, su aseo; sus rituales diarios fueron reduciéndose a un mínimo. Empezó a escribir en las paredes mensajes crípticos. Andaba desnudo, se pintaba la piel con el lápiz de labio de mi madre ya fallecida y sus talcos. No lo entendía, para mí que había perdido a mi padre.

Para ese mismo tiempo escribía yo un poemario titulado "Corazón Secreto" en donde se asomaban imágenes indígenas. Ya casi terminando el libro una vecina me cuenta que había visto a mi padre andando desnudo por el patio trasero de la casa, que ya para ese entonces parecía un pequeño bosque. El hecho me inquietó bastante pero evitaba la comunicación con él porque sentía que me había traicionado en su vejez, sentía que "la locura" me había robado a mi padre. Estaba resentido. No fue hasta que en medio de un poema tuve una visión de mi padre como un indio regresando a los rituales de su tribu que entendí por fin lo que ocurría.

Honestamente hablando, no comparto mucho tu interés por raíces taínas; aunque no me asombra el legado (DNA) irrefutable en mi cóctel genético, lo considero irrelevante. Igual no pierdo el sueño con las otras dos vetas que pueden pulular por mi sangre. No es mi estilo ni mi brega. Pero sí fui testigo de un fenómeno que siento que se vincula a tu labor de rescate ancestral.

Y quise compartirlo, por lo que valga.

2007

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