Dos presuntos miembros de los Ñetas, Pablo Vicente Falcones (d), y Jorge Alexis Martillo comparecieron en noviembre del 2005 en la Audiencia de Barcelona, por intento de asesinato a un Latin King en el 2004.
Junio 25, 2006
eluniverso.com, Guayaquil, Ecuador
Por Patricia Villarruel Fotos: EFE, Patricia Villarruel y Édison Riofrío
El incremento de jóvenes estudiantes latinos en pandillas preocupa a España. El 67% de ellos es de Ecuador; la mayoría, miembros de las naciones Latin King y Ñetas, que ahora también están en Italia.
A Paloma Villalpando, profesora del Instituto madrileño Tirso de Molina, le heló la sangre al ver la proclama que apareció en el cuaderno de uno de sus alumnos de dibujo: “Ñeta en el corazón”.
No salía del asombro cuando descubrió otra de esas frases escuetas que la alertaba del peligro. “Vallecas es Ñeta”.
El mensaje lo había escrito un inmigrante ecuatoriano de 16 años que, junto a otros 2 mil latinoamericanos, integra pandillas en España, según estadísticas de la policía de esa nación.
Las bandas latinas tienen desde hace cinco años más adeptos en España, pero ahora también están en Génova, Italia. Ahí, incluso esta semana se abrió un foro internacional para debatir la violencia de estos grupos que incluye enfrentamientos. Los datos estadísticos permiten comprobar que sólo el 33% son dominicanos, colombianos, peruanos y españoles, el 67% es ecuatoriano. Según la Delegación de Gobierno, la Policía identificó a 986 pandilleros, pero estiman que otros 750 jóvenes más pertenecen a estas organizaciones.
“Mañana tenemos otra pelea con los Latin”, le dijo el alumno a Villalpando esa mañana. El adolescente apareció con el rostro cosido a golpes y dispuesto a contarlo todo. “Quería abandonar la banda, por eso se empeñaba en que mirara lo que escribía”, dice ella. El chico sufrió palizas y persecuciones, pero sólo logró salir del grupo, una vez “que el permiso llegó de Ecuador”.
Entender la filosofía que parecía cautivar a decenas de alumnos del colegio, que lucían una imagen prefabricada con los colores de la bandera de Puerto Rico (blanco, rojo y azul) y un rosario colgado del cuello, se convirtió, tres años atrás, en una motivación para esta maestra, quien trabaja por estos jóvenes.
Sus ojos se posaron en los chicos que, en grupos de seis, caminaban en fila por el patio del colegio mientras el resto les abría paso, atemorizado. La estampa se repetía cada jornada, durante los recreos, ante la mirada atónita del profesorado.
Villalpando comprendió, entonces, que el germen de la Asociación Ñeta echaba raíces en la barriada de Vallecas, al sur de Madrid, y cosechaba sus frutos con navaja en mano.
Los Latin Kings, por su parte, se repartían los distritos de Madrid en capítulos. La pugna por controlar el territorio de estos nuevos amos de la calle había cobrado la vida de inocentes como el colombiano Ronny Tapias, a manos de los Ñetas de Barcelona, en octubre del 2003. España contemplaba el aparecimiento de un nuevo perfil de delincuencia juvenil como en Quito y Guayaquil, en Ecuador, o el Bronx, en Nueva York, Estados Unidos.
Por eso, cuando ese año la violencia se instaló en las calles de Madrid y se hacían detenciones a diario, el Tirso de Molina decidió “prohibir la estética pandillera”, para que los chicos “pierdan el interés” en esta suerte de “sectas”. “Ahora el fenómeno pasa algo desapercibido”, sostiene Villalpando. Aunque lo cierto, subraya, “es que muchos padres, al enterarse de lo que hacían sus hijos, han optado por cambiarse de barrio o devolverlos a su país. Otros jóvenes están detenidos”.
En el 2005, a las bandas latinas se les atribuyeron 42 delitos en Madrid, entre los que se les imputa dos homicidios consumados. En total, la policía detuvo a 121 pandilleros (55 Latin Kings, 55 Ñetas, 5 Dominican Don’t Play [DDP], 5 Latinos de Fuego y un Dark Latin Glober). Los agentes policiales reconocen que el fenómeno no se limita solamente a inmigrantes latinoamericanos.
La adhesión, subraya Isidoro Zamorano, portavoz de la Confederación Española de Policía, “no está vinculada a la procedencia, sino al sometimiento a las reglas y principios que rigen su organización”. Tampoco es cuestión de género. “Las mujeres –muchas españolas– se hartaron de ser las segundonas”, dice.
Junio 25, 2006
eluniverso.com, Guayaquil, Ecuador
Por Patricia Villarruel Fotos: EFE, Patricia Villarruel y Édison Riofrío
El incremento de jóvenes estudiantes latinos en pandillas preocupa a España. El 67% de ellos es de Ecuador; la mayoría, miembros de las naciones Latin King y Ñetas, que ahora también están en Italia.
A Paloma Villalpando, profesora del Instituto madrileño Tirso de Molina, le heló la sangre al ver la proclama que apareció en el cuaderno de uno de sus alumnos de dibujo: “Ñeta en el corazón”.
No salía del asombro cuando descubrió otra de esas frases escuetas que la alertaba del peligro. “Vallecas es Ñeta”.
El mensaje lo había escrito un inmigrante ecuatoriano de 16 años que, junto a otros 2 mil latinoamericanos, integra pandillas en España, según estadísticas de la policía de esa nación.
Las bandas latinas tienen desde hace cinco años más adeptos en España, pero ahora también están en Génova, Italia. Ahí, incluso esta semana se abrió un foro internacional para debatir la violencia de estos grupos que incluye enfrentamientos. Los datos estadísticos permiten comprobar que sólo el 33% son dominicanos, colombianos, peruanos y españoles, el 67% es ecuatoriano. Según la Delegación de Gobierno, la Policía identificó a 986 pandilleros, pero estiman que otros 750 jóvenes más pertenecen a estas organizaciones.
“Mañana tenemos otra pelea con los Latin”, le dijo el alumno a Villalpando esa mañana. El adolescente apareció con el rostro cosido a golpes y dispuesto a contarlo todo. “Quería abandonar la banda, por eso se empeñaba en que mirara lo que escribía”, dice ella. El chico sufrió palizas y persecuciones, pero sólo logró salir del grupo, una vez “que el permiso llegó de Ecuador”.
Entender la filosofía que parecía cautivar a decenas de alumnos del colegio, que lucían una imagen prefabricada con los colores de la bandera de Puerto Rico (blanco, rojo y azul) y un rosario colgado del cuello, se convirtió, tres años atrás, en una motivación para esta maestra, quien trabaja por estos jóvenes.
Sus ojos se posaron en los chicos que, en grupos de seis, caminaban en fila por el patio del colegio mientras el resto les abría paso, atemorizado. La estampa se repetía cada jornada, durante los recreos, ante la mirada atónita del profesorado.
Villalpando comprendió, entonces, que el germen de la Asociación Ñeta echaba raíces en la barriada de Vallecas, al sur de Madrid, y cosechaba sus frutos con navaja en mano.
Los Latin Kings, por su parte, se repartían los distritos de Madrid en capítulos. La pugna por controlar el territorio de estos nuevos amos de la calle había cobrado la vida de inocentes como el colombiano Ronny Tapias, a manos de los Ñetas de Barcelona, en octubre del 2003. España contemplaba el aparecimiento de un nuevo perfil de delincuencia juvenil como en Quito y Guayaquil, en Ecuador, o el Bronx, en Nueva York, Estados Unidos.
Por eso, cuando ese año la violencia se instaló en las calles de Madrid y se hacían detenciones a diario, el Tirso de Molina decidió “prohibir la estética pandillera”, para que los chicos “pierdan el interés” en esta suerte de “sectas”. “Ahora el fenómeno pasa algo desapercibido”, sostiene Villalpando. Aunque lo cierto, subraya, “es que muchos padres, al enterarse de lo que hacían sus hijos, han optado por cambiarse de barrio o devolverlos a su país. Otros jóvenes están detenidos”.
En el 2005, a las bandas latinas se les atribuyeron 42 delitos en Madrid, entre los que se les imputa dos homicidios consumados. En total, la policía detuvo a 121 pandilleros (55 Latin Kings, 55 Ñetas, 5 Dominican Don’t Play [DDP], 5 Latinos de Fuego y un Dark Latin Glober). Los agentes policiales reconocen que el fenómeno no se limita solamente a inmigrantes latinoamericanos.
La adhesión, subraya Isidoro Zamorano, portavoz de la Confederación Española de Policía, “no está vinculada a la procedencia, sino al sometimiento a las reglas y principios que rigen su organización”. Tampoco es cuestión de género. “Las mujeres –muchas españolas– se hartaron de ser las segundonas”, dice.
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"Los Sicarios" desafían a la Policía en sector Los Pinos, La Fuente, Santo Domingo
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"Los Sicarios" desafían a la Policía en sector Los Pinos, La Fuente, Santo Domingo
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Afiche de la pelicula colombiana "La Virgen de los Sicarios"
El Nuevo Diario - 10 de abril del 2007
Dennys se pasea en una de sus yipetas con chaleco antibalas y en presencia de agentes policiales que se han hecho sus amigos
Los Pinos están a merced de la banda.
Santo Domingo. Moradores de Los Pinos en Guachupita, denunciaron que una banda compuesta por menores de edad los mantienen en vilo, cometiendo asaltos y robos a plena luz del día, desafiando a la Policía y administrando los puntos de drogas que operan en el sector.
Comerciantes de la zona denunciaron que la banda es dirigida por una persona solo conocida como Dennys, de unos 28 años, que posee dos yipetas y que incluso envía a uno de los menores, conocido como "Guachupita", cada fin de semana a cobrar peajes a los colmados de allí.
Ramona Espino dijo que después de las 7:00 pm "hay que dejarle el sitio porque solo pueden caminar ellos, 'Los Sicarios'".
El grupo está integrado por jóvenes que no llegan a los 18 años y todos caminan por las calles armados con escopetas, pistolas y revólveres a escasos metros de los destacamentos números uno y dos de la Policía Nacional.
El sábado en la tarde fue muerto a tiros Juan Pedro González, (a) El Pechú, a menos de 100 metros del destacamento No. 2, debido a una deuda pendiente por la compra de drogas a "Los Sicarios". El pasado 11 de marzo también fue asesinado Gregorio Reyes (a) Buki, a dos esquinas de la calle Albert Thomas que divide a Los Pinos de Mejoramiento Social. Su muerte se atribuyó a "Los Sicarios".
Mario Pineda, un comerciante de Los Pinos, denunció que la esposa de un segundo teniente de la Policía es quien informa a la banda de la presencia policial en la zona.
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CENTRO JUAN MONTALVO
Según sondeo Barrio Seguro no ha disminuido criminalidad en sectores
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Los homicidios han aumentado desde el inicio del programa Barrio Seguro
Viernes 25 de Enero del 2008
SANTO DOMINGO.- El Centro de Estudios Sociales Padre Juan Montalvo y la Fundación Bienestar y Desarrollo (BIDECO), presentó ayer los resultados de un sondeo en el que pone en dudas la eficiencia del programa Barrio Seguro.
Jenny Torres, miembro de la unidad de investigación, dijo que el sondeo realizado sobre la percepción de los barrios acerca de la eficiencia del programa Barrio Seguro, arrojó como resultado una tasa de homicidio y criminalidad diferente a la que presenta la Policía.
Afirmó que, actualmente se exhibe una disminución “aparente de la tasa de muerte y criminalidad”, ya que están entresacados los homicidios realizados por agentes de la institución del orden.
“Y si calculamos la tasa de homicidios del año 2007, incluyendo los cometidos por la Policía, estaríamos hablando de un 22.5 por ciento. Una tasa superior a la que existía cuando se inicio el programa Barrio Seguro”.
Aseguró que existe un interés en presentar esas estadísticas sin la inclusión de esas muertes violentas que han sido cometidas por sus agentes.
Dijo que la unidad de investigación realizó la encuesta con el fin de conocer la opinión de los habitantes de los sectores intervenidos, tomando en cuenta todos los componentes del programa Barrio Seguro como son presencia de militares, destacamentos, construcciones de escuelas, mejoramiento de servicios básicos, instalación de centros tecnológicos y realización de eventos deportivos.
El estudio fue realizado en los barrios La Ciénaga, Los Gandules, Guachupita y 27 de Febrero, de los cuales fueron tomando como muestra un total de 450 personas, con edades comprendidas entre los 16 a 65 años de edad. Representando el 73% el sexo femenino, mientras que un 23% corresponde al sexo masculino del total de encuestados.
Aparte del reconocimiento de un nivel de homicidio y criminalidad diferente a la dada a conocer por la policía, se reconoció que apenas el 27 por ciento de la población reconoce la existencia de destacamentos policiales; un 14.25 por ciento manifiesta que sí se han hecho construcciones de escuelas. Sólo un 25.39 por ciento manifestó haber percibido mejoramiento de los servicios básicos y un 4.68 por ciento ve la instalación de centros tecnológicos. Mientras que un 89.3 por ciento percibe la presencia de militares.
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Tribus urbanas y violencia juvenil
Uno de los líderes de la Nación Latin Kings desvincula a la organización de la delincuencia
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King Mission, uno de los líderes de la Almighty Latin King and Queen Nation en EE.UU.
Efe / Barcelona Actualizado 24 de mayo 2008
"No somos unos pandilleros"
La organización Almigthy Latin King and Queen Nation culpa a los medios de comunicación de la opinión negativa que la sociedad tiene de sus miembros
King Mission, uno de los líderes de la Almighty Latin King and Queen Nation, de Estados Unidos, culpa a la prensa de la mala imagen que tienen los miembros de esta organización. Este líder juvenil está de visita en Barcelona para participar en un evento de la Asociación Cultural de Reyes y Reinas Latinos de Cataluña, heredera de los Latin King y nacida de la legalización del grupo tras la renuncia a cualquier vínculo con la delincuencia. Para King Mission, la mayoría de los miembros de la organización realiza un trabajo positivo y es una minoría la que delinque. "Pero eso es lo que más repercusión tiene en la prensa", considera Mission, de origen puertorriqueño y residente en Arizona (Estados Unidos).
"Ahora mucha gente verá esta entrevista y dirá: ¡Ah, pero si ustedes son unos pandilleros! Pero no es así. Es una minoría. La mayoría de nosotros estamos trabajando, tenemos nuestra familia, y estamos haciendo nuestras cosas positivamente; pero eso no vende, no es noticia, la noticia es el crimen", subraya.
King Mission pertenece al grupo de los cinco consejeros globales de la cúpula de la agrupación en Estados Unidos. Mission explica que mantiene un contacto fluido con la asociación catalana, pero aclara que se trata de una iniciativa independiente de la Nación propiamente dicha. Según Mission, si bien los dirigentes de la asociación, Erika Jaramillo Queen Melody y el vocero King Manaba pertenecen a la organización, su actividad en la entidad está desligada de la Nación.
Sobre los casos delictivos en los que se han visto involucrados miembros de la organización en España, el dirigente comenta que "no tienen que ver con la Nación, sino con la juventud". En su opinión, la cultura latinoamericana es de mucha unión familiar, y es común que los padres emigren de sus países de origen en busca de un futuro mejor para sus hijos. "Pero en otra tierra la lucha es completamente diferente: ya no ven a sus hijos, trabajan 23 horas al día. ¿Sus hijos dónde están? En la calle. ¿Qué buscan? Familia", reflexiona Mission.
El dirigente de los Latin King cree que la desestructuración familiar y la sensación de desarraigo que siente el adolescente en el nuevo entorno son las principales razones para incurrir en actos violentos. Mission, que pertenece a la Nación desde hace unos trece años, ha reconocido como "defecto" de la comunidad latina la tendencia a pelearse entre sí, lo que a su modo de ver explica muchas de las riñas que se generan. El dirigente de esta organización juvenil explica que son consideradas razones para expulsión inmediata los casos de violaciones, robos o crímenes, previa evaluación de las circunstancias.
1 comentario:
hola yo les digo algo yo soy un lider de la organizacion latinos de fuego nosotros asemos el vien tenemos muchos grupos y vivimos en paz tenemos nuestras ideas y metas no asemos el mal nosotros cienpre asemos el bien pero cienpre los otros grupos de naciones o asociaciones o bandas hacen el mal y poreso piensan que uno es asi tenemos que tomar en cuenta que todos no somos asi hermanos todos queremos aser ,el vien no el mal si ok poreso yo como lider de mi organizacion quiero que todos tengan paz
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