miércoles, junio 25, 2014

Noticias del Frente Ecológico 119

Encuentran nuevos cráneos con características neandertales en Atapuerca, España



Foto: JAVIER TRUEBA

BARCELONA, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -

Investigadores españoles e internacionales han encontrado nuevos cráneos con características neandertales en la Sima de los Huesos del yacimiento arqueológico de Atapuerca (Castilla y León), según ha publicado la revista 'Science'.

El artículo lo han firmado investigadores de centros de Australia, Estados Unidos, Taiwán, París y varios españoles, como el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES), según ha informado este último en un comunicado este viernes.

Se calcula que los 17 fósiles encontrados en Atapuerca --el yacimiento que ha proporcionado más cráneos de una especie humana extinta-- datan de hace unos 430.000 años.

La colección de fósiles se empezó a formar en 1993, cuando se encontraron tres cráneos que se completarían más adelante al investigar el yacimiento y recomponer los huesos, ya que se estima que hay hasta 30 esqueletos completos, aunque la tarea de recomponerlos es difícil y lenta.

El yacimiento de la Cima de los Huesos ha permitido corroborar la teoría de formación del cráneo neandertal, cuyos primeros cambios evolutivos se encuentran en los dientes y la cara.

Se prevé que las excavaciones en el yacimiento continúen creciendo en los próximos años, ya que permite estudiar las variaciones entre individuos de una misma especie.

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La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos. (Ejercito Negro Makhnovista, Ucrania, 1923).

martes, junio 24, 2014

Noticias del Frente Sensorial 114

Quién avergonzó a Brasil aquí y fuera de aquí


Dilma Rousseff, Presidenta de Brasil

Por: Leonardo Boff, profesor emérito de ética

Pertenece a la cultura popular del fútbol abuchear a ciertos jugadores, a los jueces y, finalmente, a alguna autoridad presente. Los insultos e insultos con palabras soeces que hasta los niños pueden escuchar es algo inaudito en el fútbol en Brasil. Se dirigieron a la más alta autoridad del país, a la presidenta Dilma Rousseff, situada en la parte posterior de la tribuna oficial.

Estos insultos vergonzosos sólo podían provenir de la clase de gente que todavía tiene visibilidad en el país, "gente blanquísima de clase A, con falta de educación y sexista" como comentó la socióloga del Centro de Estudios Feministas, Ana Thurler.

Los que conocen un poco de historia de Brasil o quienes hayan leído a Gilberto Freyre, José Honorio Rodrigues y Sérgio Buarque de Hollanda saben identificar inmediatamente tales grupos. Son sectores de nuestras élites, los más conservadores del mundo y rezagados en el proceso de civilización global, como solía recalcar Darcy Ribeiro; sectores que durante 500 años ocuparon el espacio del Estado y se beneficiaron de él a más no poder, negando derechos ciudadanos para garantizar privilegios corporativos.

Estos grupos todavía no han conseguido deshacerse de la Casa Grande que tienen incrustada en la cabeza, ni olvidar la picota donde eran flagelados los esclavos negros. No sólo su boca está sucia; está sucia porque su mente es sucia. Están anticuados y piensan todavía dentro de los viejos paradigmas del pasado, cuando vivían en el lujo y el consumo conspicuo como en la época de los príncipes renacentistas.

En el duro lenguaje de nuestro mayor historiador mulato Capistrano de Abreu, gran parte de la élite "capó y recapó, sangró y resangró" siempre al pueblo brasileño. Y lo sigue haciendo. Sin ningún sentido de los límites y, por eso, tan arrogante, cree que puede decir los insultos que quiera y faltar al respeto a cualquier autoridad.

Lo que pasó mostró a los brasileños y al mundo qué tipo de liderazgo tenemos todavía en Brasil. Nos avergonzaron aquí y en el extranjero. El pueblo no es ignorante, sin educación y descarado, como suelen pensar y decir. Descarado, inculto, sin educación e ignorante es el grupo que piensa y dice eso del pueblo. Son sectores en su gran mayoría rentistas que viven de la especulación financiera y que mantienen millones y millones de dólares fuera del país, en bancos extranjeros o en paraísos fiscales.

Bien dijo la presidenta Dilma: "el pueblo no reacciona así; es civilizado y extremadamente generoso y educado". Puede abuchear, y mucho. Pero no insultar con lenguaje chulo y machista a una mujer, justo a la que ostenta la más alta representación del país. Con serenidad y sentido de soberanía dio a estos incivilizados una respuesta de cuño personal: "he sufrido agresiones físicas casi insoportables y nada me desvió de mi rumbo."

Se refería a las torturas que a las que fue sometida por parte de los agentes del Estado de terror que se instaló en Brasil desde 1968. En el pronunciamiento que hizo más tarde por televisión mostró que nada la desvía del rumbo ni la asusta porque vive de otros valores y pretende estar a la altura de la grandeza de nuestro país.

Este hecho vergonzoso recibió el rechazo de la mayoría de los analistas y de los que se manifestaron en público. Sin embargo, la reacción de los dos candidatos a remplazarla en la presidencia fue lamentable. Prácticamente usaron casi las mismas expresiones, en la línea de los grupos embrutecidos: "Ella cosecha lo que siembra", dijo uno. El otro dio a entender que merecía los insultos recibidos.

Sólo los espíritus tacaños y carentes de sentido de dignidad podrían reaccionar de esta manera. Y éstos son los que quieren definir el destino del país. ¡Con este espíritu! Estamos cansados de liderazgos mediocres que siguen cual gallinas escarbando en el suelo, incapaces de levantar el vuelo alto de águilas que merecemos y con una grandeza proporcional al tamaño de nuestro país.

Un amigo de Múnich que sabe bien portugués, impactado por los insultos, comentó: “ni en el tiempo del nazismo se insultaba de esta manera a las autoridades”. Tal vez él no sabe qué tipo de prehistoria hemos vivido y qué tipo de sectores elitistas siguen dominando y de qué manera prepotente se muestran y se hacen oír. Ellos son los principales agentes que nos mantienen en el subdesarrollo social, cultural y ético. Nos hacen pasar una vergüenza que, realmente, no merecemos.

Traducción de Mª José Gavito Milano

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La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos. (Ejercito Negro Makhnovista, Ucrania, 1923).

miércoles, junio 18, 2014

Noticias del Frente Historiográfico 159

La ceremonia del adiós del sub Marcos
Falta lo que falta



Por: Luis Hernández Navarro

La Jornada (México), junio 2014

La reaparición y despedida pública del subcomandante Marcos (cinco años después de su ultima aparición en publico)marca el fin de una época en la lucha zapatista. Durante poco más de 20 años el personaje ha sido un actor central de la escena pública nacional. A un tiempo querido y odiado, admirado y vilipendiado, su paso por la política mexicana ha provocado las más enconadas pasiones. Hoy, ese protagonismo llega a su fin. Por su voz no hablará más el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

A lo largo de estas dos décadas el vocero rebelde ha sido la figura política de la izquierda nacional más reconocida fuera del país. Sus escritos han sido traducidos a las más diversas lenguas. A las convocatorias que el zapatismo ha hecho se adhieren algunos de los más influyentes intelectuales progresistas del mundo. Cada año, miles de jóvenes provenientes de los más diversos países visitan las comunidades en rebeldía en Chiapas. No son pocos los altermundistas que se asumen como zapatistas.

En el comunicado Entre la luz y la sombra, en el que anuncia su despedida, el subcomandante Marcos afirma ser un holograma cambiante y a modo, una botarga, un distractor, un personaje. Fue una creación que hoy llega a su fin. Su existencia todos estos años –nos dice– fue una gran maniobra para dar tiempo a que el proyecto de vida de las comunidades indígenas floreciera.

Se trata de una creación de los pueblos indios; de un proyecto de autonomía que no es ni electoral ni armado. Un proyecto en el que se avanzó en la construcción aún inacabada, es cierto, pero ya definida de lo que somos. Un proyecto en el que, en lugar de dedicarnos a formar guerrilleros, soldados y escuadrones, preparamos promotores de educación, de salud, y se fueron levantando las bases de la autonomía que hoy maravilla al mundo.

Un proyecto que renuncia al vanguardismo revolucionario y lo sustituye por el mandar obedeciendo; que promueve la construcción de poder desde abajo, la abolición de la política profesional, la participación plena de las mujeres y la celebración de la diferencia.
Hoy, en el tablero de la política zapatista hay un juego nuevo. Entre la luz y la sombra recuerda, como lo anunciaron en los días previos a la difusión de la Sexta declaración de la selva Lacandona y la otra campaña, que aún falta lo que falta, es decir, que el partido de futbol suspendido por un gol ilegítimo contra los zapatistas se reinicia.

La metáfora deportiva proviene del EZLN. En una carta dirigida a Massimo Moratti, presidente del FC Internazionale de Milán, poco antes de la proclamación de la Sexta, los rebeldes explicaron el significado del falta lo que falta, en la “Posdata: con tono y volumen de cronista deportivo. El sub, usando la técnica del uruguayo Obdulio Varela en la final contra Brasil (Mundial de futbol, estadio Maracaná, Río de Janeiro, 16 de julio 1950), con el balón en la mano ha caminado como en cámara lenta (a partir de mayo de 2001) desde la portería zapatista. Luego de reclamar al árbitro la ilegitimidad del gol recibido, pone el esférico en el centro de la cancha. Voltea a ver a sus compañeros e intercambian miradas y silencios. Con el marcador, las apuestas y el sistema entero en contra, nadie tiene esperanzas en los zapatistas. Empieza a llover. En un reloj son casi las seis. Todo parece estar listo para que se reanude el encuentro...”

Ese partido que ahora se reinicia tiene al subcomandante Moisés –un mando indígena– y a una nueva generación de combatientes al frente. Su ruta es la de la Sexta declaración, a la que se considera la más audaz y la más zapatista de las iniciativas que hemos lanzado hasta ahora, la que les ha permitido encontrar a sus actuales compañeros de viaje. Es, pues, un encuentro que se va a disputar abajo y a la izquierda, en la cancha del anticapitalismo y la crítica radical a los partidos políticos (y de los medios de comunicación comerciales, a los que se define despectivamente como de paga).

La desaparición del personaje Marcos –nos dice él– no es producto ni de sus males físicos ni de su muerte. Las noticias que circularon sobre sus graves afecciones y su fallecimiento fueron rumores alentados porque así convenía. Su enfermedad terminal fue el último gran truco de holograma. En hora buena que así sea, y que el personaje detrás del personaje, el de los ojos azules, verdes, marrones, miel o negros, goce de cabal salud.

El truco fue exitoso. Nos engañó a muchos. Por lo menos generó inquietudes. También pesar. Sin embargo, no se debe menospreciar –a riesgo de cometer una gran injusticia– que la reacción de muchas personas fue de una gran y genuina preocupación por la salud de Marcos. Muchos hicieron votos por su pronto restablecimiento; no faltaron ofrecimientos de ayuda desinteresados. Mal se haría en desestimar esa oleada de solidaridad.

El asesinato de Juan Luis Solís, Galeano, no puede verse al margen de las agresiones al movimiento social. Es un grave aviso de lo que se quiere hacer contra los zapatistas. El gobierno dividió a las policías comunitarias de Guerrero, encarceló a varios de sus dirigentes y amaga con desarmarlas. En Michoacán domesticó y fragmentó a las autodefensas, y amenazó encarcelar a sus líderes disidentes. ¿Por qué va el Estado a permitir al EZLN que mantenga su proyecto autónomo y siga armado?

La masiva y enérgica movilización luctuosa de los rebeldes de este fin de semana es no sólo expresión de su rabia, dolor y anhelo de justicia, sino también, una respuesta preventiva a la tentación de Los Pinos de recuperar en Chiapas facultades que considera exclusivas. Es un aviso de lo que el Estado enfrentará si sigue por la ruta de la confrontación.

La desaparición pública del subcomandante Marcos, su muerte ritual y su transformación en el subcomandante Galeano, son un homenaje conmovedor a su compañero asesinado por los paramilitares de la CIOAC-H como parte de la guerra del Estado contra el zapatismo y los pueblos indios.

Frente a una izquierda que vergonzosamente ha condenado al olvido a sus muertos y desaparecidos, los rebeldes burlan a la muerte haciendo vivir la memoria de su difunto. Como toda ceremonia del adiós verdadera, ésta es también un compromiso por la vida.

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La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos. (Ejercito Negro Makhnovista, Ucrania, 1923).

martes, junio 17, 2014

Noticias del Frente Ecológico 118

Mundial, patrocinadores y pueblos originarios



Attac España, 14 junio 2014

Por: Gustavo Duch – Consejo Científico de ATTAC España

“Me ataron a un árbol en el bosque, me vendaron los ojos y me dijeron que iba a morir y que ninguna persona podría encontrarme nunca más. Vertieron un líquido amargo en mi boca y me dijeron que lo tragara. Después detonaron varios disparos cerca de mis oídos y ya no podía escuchar nada, entonces se fueron en su automóvil”.

Así explica un muchacho guaraní, Valmir Guarani Kaiowá, como intentaron acabar con su vida el pasado lunes 2 junio, a pocos días de que en su país se inaugure el mundial de fútbol 2014.

Un territorio, Brasil, que por el año 1500, cuando llegaron los primeros europeos, era el hogar para más de 10 millones de indígenas y que ahora -explica la organización Survival- su pueblo más numeroso, precisamente el guaraní, son solo 51.000 personas que ocuparían menos de las dos terceras partes de todo el aforo de Maracaná donde, entre gritos y pasiones, se cerrará el Mundial.

Otros pueblos indígenas han quedado tan mermados que ni tan siquiera podrían formar un equipo de fútbol, como los cinco supervivientes del pueblo akuntsu en el estado de Rondônia; los cuatro supervivientes del pueblo juma en el estado de Amazonas; o los tres supervivientes del pueblo piripkura, también en Rondônia.

Y sí, puede parecer una metáfora pero es bien cierto que los campos de fútbol donde van a desarrollarse el mundial de Brasil son la imagen del expolio y el robo de los territorios -selvas y bosques- donde desde siempre han vivido los pueblos originarios y que hoy, por intereses madereros, de la agricultura y ganadería industrial, las megarrepresas hidroeléctricas, la búsqueda y extracción de hidrocarburos y cientos de carreteras que los atraviesan, siguen siendo destruidos a una velocidad muy superior a cualquier sprint de un delantero centro.

La supervivencia o no de estas comunidades -algunas, voluntariamente, siguen sin entrar en contacto con nuestra civilización- no solo depende de la voluntad política de la nación que los gobierna (que dedica 791 millones de dólares para pagar la seguridad durante la Copa del Mundo, una suma diez veces mayor que todo el presupuesto anual de su Departamento de Asuntos Indígenas) si no también de quienes en otros continentes sentados frente al televisor veremos como repiten hasta la saciedad las hazañas de riquísimos deportistas.

Como canta León Gieco, “el mundo está amueblado con maderas del Brasil” y es bastante probable que la mesa de madera donde descansa dicho televisor hubiera sido refugio de aves, plantas, pequeños mamíferos e insectos cerca de los estadios de Cuiabá, Brasilia o Belo Horizonte donde correrá la pelota.

O por qué no, que provenga de los más de 7,2 millones de hectáreas de plantaciones de eucaliptos o pinos que hoy se levantan donde antes recolectaban, cultivaban y vivían gentes nambiquaras, umutinas o parecis.

Y que, como denuncian algunas organizaciones ambientalistas, el sector quiere duplicar a base de nuevas plantaciones de eucaliptos transgénicos y así poder fabricar tanta ‘biomasa’ que la podrán exportar como fuente energética a países europeos.

Aunque no piensan lo mismo las comunidades que tienen que vivir rodeadas de esos bosques uniformes y artificiales que les agotan las aguas y les desgastan los suelos donde cosechan su sustento.

Sí, sentados frente al televisor, habrá quien en la media parte se llevará a la boca una mac-hamburguesa de uno de los patrocinadores del mundial, elaborada con carne de cualquier granja industrial española donde sus inquilinos son alimentados con soja producida, por ejemplo, en el estado de Mato Grosso.

Muy cerca de donde resiste el pueblo enawene nawe, gente que nunca comen carne roja y se alimentan de peces capturados en los ríos y de miel de la selva.

También el refresco del Mundial, la Coca-Cola, es un peligro para los pueblos originarios pues están comprando el azúcar para su bebida a la multinacional Bunge que, como denuncia el pueblo guaraní, “la compra a terratenientes que nos han robado la tierra”.

Hasta el combustible de nuestros autos tiene que ver, pues ahora que tienen un pequeño porcentaje de etanol o biodiesel y que como no tenemos capacidad de producir, lo importamos de países como Brasil.

Como pudimos leer en la prensa el pasado mes de diciembre, la lucha por detener la expansión del cultivo de caña de azúcar para la elaboración de etanol -y unos pistoleros- acabó con la vida de Ambrósio Vilhalba, quien fue el protagonista de la película Birdwatchers.

En ella se relata cómo la fiebre del etanol está destruyendo su tierra guaraní por empresas como Shell y como muchos de sus hermanos y hermanas no tienen más que malvivir en las orillas de las carreteras, donde muchos de ellos acaban con su propia vida en una de las mayores oleadas de suicidios en el mundo.

Por eso es que ataron a Valmir. Porque igual que Ambrósio o su suegro Nísio Gomes, también asesinado por pistoleros enmascarados en 2011, lucha por su tierra que la codicia quiere conquistar.

Una tierra que no es un terreno de juego ni de negocios. Es tierra para vivir.

Artículo publicado en El Periódico de Catalunya Palabre-ando

ATTAC España no se identifica necesariamente con los contenidos publicados, excepto cuando son firmados por la propia organización.

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La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos. (Ejercito Negro Makhnovista, Ucrania, 1923).

miércoles, junio 11, 2014

Noticias del Frente Historiográfico 158

RENACE EL FASCISMO


Jean-Marie le Pen, "La Bestia" (el Vincho francés)

Por: Frei Betto, 05 0 6 2014

Jean-Marie le Pen, líder de la derecha francesa, sugirió detener la tendencia demográfica en África y detener el flujo migratorio de africanos hacia Europa enviando a aquel continente “al señor Ébola”, una referencia diabólica al virus más peligroso que conoce la humanidad. Le Pen hizo una invitación al exterminio.

El expresidente francés Nicolás Sarkozy propuso la suspensión del Tratado de Schengen, que defiende la libre circulación de personas entre treinta países europeos. La libre circulación del capital ya no encuentra barreras en el mundo… Y en las elecciones del 25 de mayo la extrema derecha europea aumentó el número de sus representantes en el Parlamento Europeo.

La caída del muro de Berlín aplastó las utopías liberadoras. La izquierda europea fue tragada por el neoliberalismo, y hoy día ante la crisis que abate al viejo continente no hay ninguna fuerza política significativa capaz de presentar una salida al capitalismo.

Aquí en el Brasil ningún partido considerado progresista apunta hoy hacia un futuro alternativo a ese sistema que solo profundiza, en este pequeño planeta en el que nos es dado disfrutar del milagro de la vida, la desigualdad social y la exclusión.

¿Nos encaminamos de nuevo hacia el fascismo? Luis Britto García, escritor venezolano, recalca que una de las características principales del fascismo es la estrecha complicidad entre el gran capital y el Estado. Éste solo debe intervenir en la economía, tal como pregonaba Margareth Thatcher, cuando se trata de favorecer a los más ricos. Además, como hacen Obama y el FMI desde el 2008, al desencadenarse la crisis financiera que condena al desempleo, actualmente a 26 millones de europeos, en su mayoría jóvenes.

El fascismo niega la lucha de clases pero actúa como brazo armado de la élite. Prueba de ello fue el golpe militar de 1964 en el Brasil. Su táctica consiste en aterrorizar a la clase media e inducirla a cambiar la libertad por la seguridad, ansiosa por un “mesías” (un ejército, un Hitler, un dictador) capaz de salvarla de la amenaza.

A la clase media le encanta hacerse la ilusión de que es candidata a ser élite aunque, mientras tanto, viaje en clase ejecutiva. Sin embargo cree que dentro de poco pasará a ir en primera clase… Y rechaza la posibilidad de viajar en clase económica. Por eso se siente sumamente incómoda al ver los aeropuertos repletos de personas de las clases C y D, como sucede ahora en el Brasil, y no soporta tropezarse con gente de la periferia en los suntuosos pasillos de los centros comerciales. En fin, odia mirarse en el espejo…

El fascismo es racista. Hitler odiaba a los judíos, a los comunistas y a los homosexuales, y defendía la superioridad de la raza “aria”. Mussolini masacró a los libios y etíopes (abisinios), y planificó sacrificar medio millón de eslavos “bárbaros e inferiores” a cambio de cincuenta mil italianos “superiores”…

El fascismo se presenta como progresista. Mussolini, que llegó a trabajar con Gramsci, se decía socialista, y el partido de Hitler se llamaba Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes, más conocido como Partido Nazi (de Nationalsozialist).

Los fascistas se apropian de símbolos libertarios, como la cruz gamada, que en Oriente representa la vida y la buena fortuna. En el Brasil los militares y los adeptos del cuartelazo de 1964 lo llamaban “Revolución”.

El fascismo es (fanático) religioso. Mussolini hizo bendecir sus tropas por el papa cuando fueron enviadas a la Segunda Guerra Mundial. Pío 12 no denunció nunca los crímenes de Hitler. Y Franco, en España, y Pinochet en Chile, obtuvieron bendiciones especiales de parte de la Iglesia Católica.

El fascismo es misógino. El líder fascista nunca aparece al lado de su mujer. Como decía Hitler, las mujeres quedan reservadas para la triple K: Kirche, Kuche, Kinder (Iglesia, cocina, niños).

El fascismo es antiintelectual. Odia la cultura. “Cuando oigo hablar de cultura saco la pistola”, decía Goering, brazo derecho de Hitler. Casi todas las vanguardias culturales del siglo XX fueron progresistas: expresionismo, dadaísmo, surrealismo, constructivismo, cubismo, existencialismo… Los fascistas las consideraron “arte degenerado”.

El fascismo no crea, recicla. Solo se fija en el pasado, un pasado imaginario, idílico, como las “viudas” de la dictadura del Brasil, que se quejan de los manifestantes y de las huelgas y dejan fluir su nostalgia por el tiempo de los militares, cuando “había orden y progreso”. Sí, había la paz de los cementerios… asegurada por una censura férrea, que impedía a la opinión pública saber lo que de hecho ocurría en el país.

El fascismo es necrófilo. Asesinó a Vladimir Herzog y a fray Tito de Alencar Lima; encarceló a Gramsci y a la madre Maurina Borges; repudió a Picasso y los teatros Arena y Oficina; fusiló a García Lorca, a Víctor Jara, a Marighella y a Lamarca; e hizo desaparecer a Walter Benjamín y a Tenorio Junior.

Cuando vayamos a votar este año reflexione a ver si usted va a estar plantando una semilla del fascismo o colaborando a extirparlo…

Frei Betto es escritor, autor de “Bautismo de sangre”, entre otros libros.

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La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos. (Ejercito Negro Makhnovista, Ucrania, 1923).

lunes, junio 02, 2014

Noticias del Frente Ecológico 118

El difícil renacer de Haití

El país más pobre de América no levanta cabeza pese a la ayuda de la comunidad internacional y la lucha diaria de sus habitantes


FOTOGALERÍA La lucha interminable de Haití

Por: MAURICIO VICENT Puerto Príncipe, El País (Madrid), 01 06 2014

Ya no queda nada del Palacio Nacional de Puerto Príncipe. Cuatro años y medio después del terremoto que arrasó la capital más pobre de América, sobre sus cimientos solo hay un césped bien segado por el que ahora camina el presidente de Haití, Michel Martelly, un famoso cantante de música popular antes conocido como Sweet Micky. Al verlo aparecer frente al Campo de Marte, que albergó durante mucho tiempo un gigantesco campo de refugiados, decenas de personas se acercan a la verja. “Martelly, eres el mejor”, “Nunca mueras”, gritan unos descamisados. Otros no se achican: “Das vergüenza, no has hecho nada por nosotros”. Es el “juego democrático”, admite él. Y Haití apenas lo ha saboreado en 210 años de independencia.

El helicóptero presidencial espera en la explanada. Antes de subir, Martelly saluda a la multitud. Cuando empiezan a girar las hélices del AS365 Dauphin, en la cabina de la aeronave dan vueltas también los datos más crudos de su país: 56% de la población vive en la pobreza extrema, con menos de un euro diario (1,3 dólares); el 76% no llega a los dos (2,7 dólares), dudoso límite de la pobreza relativa. Son siete millones de pobres en un país con 10 millones de habitantes en el que el 60% de la población no tiene garantizado el trabajo, y donde gran parte de los hogares carece de letrinas y de acceso a agua corriente. Sweet Micky suspira: “Es la realidad que estamos tratando de cambiar”. Desde la altura los suburbios de Puerto Príncipe se ven menos miserables.

Sin embargo, abajo los haitianos de a pie —no digamos los 140.000 damnificados por el temblor de 2010 que siguen en carpas— no parecen haberse enterado de los buenos deseos del Gobierno. “Sigo igual que antes”, afirma Jean Baptiste, un chico que se busca la vida entre el tráfico loco de la capital vendiendo agua fría en bolsitas, a 10 gourdas la unidad, unos 15 céntimos de euro al cambio. Como la mayor parte del día no hay luz, Jean Baptiste y muchos otros aguadores enfrían la bebida en los únicos lugares en que no falla el suministro eléctrico: las morgues.

Sentada en plena calle, al lado de un basurero una mujer revende carbón a cambio de unas cuantas gourdas. Es un negocio ínfimo pero seguro: el 96% de las viviendas en el campo y el 84% de las de la capital —donde vive un tercio de la población— cocinan con combustible vegetal. La superficie de bosques en Haití no llega ni al 2%. Literalmente, la gente se ha pulido los árboles para sobrevivir.

Nos dirigimos a la comunidad de Cornillon Grand Bois, distante tan sólo a 52 kilómetros de la capital, pero por tierra se tarda seis horas en llegar pues no hay carreteras. Aquí comienza hoy la campaña nacional de reforestación, que en 2014 aspira a sembrar 30 millones de árboles, y Martelly plantará el primero. Esta campaña y el programa de enseñanza gratuita y universal han sido dos estandartes de su Gobierno, que mañana cumple tres años. Pero los resultados dejan que desear.

Pese a los 2.000 millones de euros inyectados por la cooperación internacional desde 2010, los principales indicadores no han mejorado. En el Índice de Desarrollo Humano, el país ocupa el puesto 161 (de 180). La tasa de mortalidad infantil sigue siendo escandalosa, 70 por cada 1000 nacidos vivos (21,3 en República Dominicana), igual que el número de muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos, que es de 350. La esperanza de vida al nacer es de 62 años, pero no hay datos oficiales sobre lacras como las violaciones y los abusos infantiles, entre otros maltratos que compiten con el analfabetismo, si bien en este punto Martelly se planta: “La tasa de escolarización, que en 1993 era sólo del 47%, hoy es del 88%”. En tres años, dice, el Gobierno ha dado escuela gratis a 1.400.000 niños de primaria y más de 100.000 adultos han aprendido a leer y escribir. “Este año pretendemos alfabetizar a otro medio millón de personas…”.

El helicóptero pasa por unas lomas devastadas en las que se asienta un gigantesco pueblo en medio de la nada. Es Canaán, la tierra prometida para decenas de miles de damnificados por el terremoto y también para muchos haitianos que se instalaron aquí después de 2010 buscando una vida mejor (nadie sabe exactamente cuánta gente vive ahí abajo). A Canaán no ha llegado la ley, ni el agua, ni la electricidad, ni los hospitales, y sólo algunas ONG han abierto unos pocos colegios para acoger a niños de la comunidad.

Martelly admite que Canaán es la peor cicatriz del terremoto, aunque dice que han construido cientos de casas y que se planea un parque industrial para beneficiar a los vecinos de la zona. De inmediato, pasa a la ofensiva: “Cuando llegué al Gobierno había una epidemia de secuestros; hemos acabado con los secuestros. El índice de asesinatos se ha reducido a 7 por cada 100.000 habitantes; en Dominicana es cuatro veces superior. La economía ha crecido un 4,3 % y si hace tres años había 12.000 ONG trabajando en el país sin control, hoy no llegan al millar”. Llegado a este punto, y cuando comienza a explicar que Haití debe dejar de ser un país receptor de cooperación para convertirse en productor y creador de su propio desarrollo, el piloto se despista y durante 10 minutos busca donde aterrizar. “Otra vez nos hemos perdido”, exclama.

PETIT-GOAVE
En este municipio costero, a 68 kilómetros al oeste de Puerto Príncipe trabaja desde hace cuatro años Médicos del Mundo (MDM). En 2012 la ONG cambió su estrategia de ayuda de emergencia por una “intervención de desarrollo”, consciente de que los fondos se acabarán y que las autoridades deben mantener sus programas de salud. MDM tiene dos proyectos en la zona: uno de prevención del cólera y atención a los enfermos que siguen llegando a su centro en Gressiere. desde 2010 la epidemia ha afectado a 600.000 personas y 8.000 han muerto. Este año se esperan 40.000 casos más en todo el país.

El segundo es un programa de salud comunitaria en las montañas de Leogane y está orientado a reducir la mortalidad materna e infantil en la zona. En un buen jeep se tarda tres horas en llegar a las primeras aldeas del lugar, donde el 97% de las mujeres dan a luz en su domicilio atendidas por parteras tradicionales. Anna Izme es una de ellas. Tiene 65 años y se dedica a esta profesión “hace tanto tiempo” que ya ni se acuerda. Ha ayudado a dar a luz a miles de mujeres y cobra la voluntad, que suele andar por 500 gourdas, unos 9 euros el parto. Además de entrenar a Anna Izme y a decenas de matronas en cursos que realizan en Petit-Goave, la ONG trabaja con agentes de la comunidad que hacen vistas a las embarazadas y recién nacidos. También han donado 22 mulas-taxi a las distintas poblaciones. El problema, dice Marta Gutiérrez, la responsable de MDM en la zona, es que el Gobierno se implica poco o nada en los programas. “Al estar nosotros la tendencia es a desaparecer. El Ministerio de Salud ni paga el salario de las enfermeras haitianas en el centro de salud, y ya hemos advertido que el dinero se acaba y si no toman ellos las riendas el trabajo hecho puede perderse”. Lo mismo pasa con el centro del cólera de Gressiere.

PÉTIONVILLE
“El artista no se ha muerto, este es su teléfono”. Así decía hasta hace no mucho un cartel colocado frente a los escombros de lo que fue una casa en la subida hacia la zona rica de Pétionville, sobre Puerto Príncipe. El autor, un artesano que pelea los frijoles en estas lomas privilegiadas, lo mantuvo allí durante mucho tiempo después del terrible temblor que destruyó la capital el 12 de enero de 2010, una serpiente de fuego que dejó 250.000 muertos, 100.000 casas destruidas y 1.500.000 pobres sin hogar.

El artista fue afortunado. Sobrevivió y sigue en Pétiónville, donde los ricos compran en tiendas de lujo como las galerías Rívoli, que ofrece relojes Cartier y cuberterías escandalosas. Cerca, en la Plaza Boyer está el Quartier Latin, donde comer con vino no sale por menos de 40 euros y de vez en cuando va a cenar el exdictador e hijo de dictador Jean Claude Duvalier, de vuelta en el país en 2011 pese a que se le acusa de haber asesinado a miles de haitianos entre 1971 y 1986. También ha regresado el expresidente Aristide.

“Las élites haitianas son responsables de la situación actual. Los ricos sólo se han interesado en mantener sus privilegios, no en desarrollar el país”, denuncia el arquitecto William Kénel-Pierre, miembro de la Organización del Pueblo en Lucha, opuesto a Martelly pero favorable al diálogo con el Gobierno para salir de la crisis institucional en que en este momento se haya Haití, con unas elecciones legislativas y municipales pospuestas que han de renovar también un tercio del Senado.

CABO HAITIANO
Los 317 kilómetros que separan la capital de Cabo Haitiano son una aventura que comienza en la carretera que atraviesa el suburbio de Cíte Soleil, donde un camión de la ONU cargado con planchas de poliespuma circula ahora a escasa velocidad. De pronto, decenas de jóvenes sin camisa salen de ninguna parte y se suben al vehículo en marcha. En minutos lanzan las planchas a la carretera y despluman el camión.

A 110 kilómetros de la caótica capital, Gonaïves es la ciudad donde Jean-Jacques Dessalinnes proclamó la independencia de Haití (el primero de enero de 1804) y donde empezaron las protestas que acabaron con la dictadura de Jean-Claude Duvalier en 1986, y después se pasa cerca del gran centro vudú de Souvenance y se asciende hacia el norte por empinadas carreteras de montaña. A veces te encuentras un camión atravesado en la carretera y el tráfico cortado por días. Es el caso. El rodeo, de cinco horas, se hace cruzando ríos y poblados miserables en dirección a St. Michel y Saint-Raphaël. En todos los asentamientos hay una constante: mercados en las calles polvorientas, iglesias cristianas, salones de belleza (sí, salones de belleza) morgues, gallos de pelea y bancos de lotería para intentar llamar a la suerte.

Los niños desnudos saludan al paso de los coches y encuentras también caras endurecidas pero dignas, y siempre hay alguna risa, pues la miseria de Haití esconde las mismas e inmensas ganas de vivir y disfrutar de todo el Caribe. Cerca de Ennery, las muecas de dolor de unas mujeres en el camino indican que algo grave ha pasado. Alguien ha violado y asesinado a machetazos a una joven que regresaba del mercado, la gente se llama y acude corriendo y una anciana llora mientras transporta un gigantesco bulto sobre la cabeza –todo en Haití se lleva sobre la cabeza.

Cerca de Cabo Haitiano, en Bois Caïman, empezó todo un 14 de agosto de 1791 con el sacrificio de un cerdo negro ofrecido a los loas(es) africanos por el esclavo y sacerdote vudú Boukman Dutty. Después, los machetes de Jean-Jacques Dessalines y de Touissaint Lovertoure hicieron cuajar la primera república negra de la humanidad y pasaron 60 años hasta que fue reconocida, pero antes Henry Christophe se autoproclamó rey y nombró condes y marqueses en su fortaleza de La Ferriére. El viejo Jean Claude es analfabeto pero habla un inglés aprendido por intuición y vive de explicar a los turistas las grandezas y vilezas del rey Henry, libertador y luego verdugo de su pueblo, una terrible tradición. Sus siete hijos han ido a la escuela, pero escolarizarlos le ha costado 80 dólares anuales, incluyendo el uniforme y los libros de texto. Todo un sacrificio, dice.

OUANAMINTHE

Suenan los tambores vudú en el perístyle del hungan Papou, donde hoy se celebra una gran ceremonia en honor a Ayizan, importante loa guardián del mercado y la primera mambo (sacerdotisa) de esta religión. El templo está lleno. En el centro, una veintena de mujeres vestidas de blanco bailan acompasadamente frente a un altar donde hay trigo, plátanos, papaya, viandas y otros alimentos y productos de cuyo comercio vive la mayoría de la población. Así es en Haití, el que tiene un plátano se sienta en una esquina y lo vende; e igual sucede con el que reúne un par de zapatos, o unas cuchillas de afeitar, o cinco mangos, por eso es bueno rendirle respeto de vez en cuando a Ayizan.

La mayor parte de la población haitiana se dedica al comercio informal. Y uno de los mercados más grandes del país está en la frontera norte con República Dominicana. Del lado de Haití está Ouanaminthe y del dominicano Dajabón. Los lunes y viernes se reúnen aquí 2.250 vendedores y mil ambulantes, además de 15.000 clientes. El 70% de los comerciantes y el 80% de los clientes son haitianos, pero el 70% de la facturación la hacen los vendedores del país vecino, pues los alimentos son un 30% más baratos. Hasta hace poco el mercado funcionaba en la calle mugrienta, pero gracias a un proyecto de Naciones Unidas financiado por la UE se han construido instalaciones adecuadas y se da asesoría a la gente. La vida en Ouanaminthe ha cambiado para bien.

PUERTO PRÍNCIPE

Sweet Micky celebra en el Campo de Marte los tres años de su mandato. Horas antes hubo bloqueos y disturbios en las calles, nada exagerado, solo parte del “juego democrático”. Ya no hay refugiados ante el antiguo Palacio Nacional, pero la lista de retos y desgracias de Haití es más pesada que los logros que enuncia Martelly esta tarde. Según él, “cantar y gobernar no es tan distinto”. “Uno tiene una orquesta (el consejo de ministros) y trata de hacerle la vida feliz a su público (la población)”. “Es casi lo mismo”, bromea, y sus palabras quedan suspendidas en el aire.

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La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos. (Ejercito Negro Makhnovista, Ucrania, 1923).