lunes, septiembre 22, 2014

Noticias del Frente Historiográfico 162

Segunda Jornada de Visibilización del Cimarronaje


Estatua de Sebastian Lemba, pórtico del Museo del Hombre Dominicano

En ocasión del 12 de octubre, “Día del Cimarronaje” -así propondremos que se le llame-, Acción Afro-Dominicana, el Departamento de Cultura de la UASD, la Unión de Juventud Ecuménica Dominicana (UJEDO) y las organizaciones que conforman el capítulo dominicano del Grito de los Excluídos y Excluidas, cordialmente invitamos a la 2da. Jornada de Visibilización del Cimarronaje, a celebrarse el viernes 10, el sábado 11 y domingo 12 con el sociólogo Profesor Dagoberto Tejeda Ortiz.
  • Viernes 10, 6:00 p.m., Paraninfo Dr. Defilló, Facultad de Medicina, UASD, Conferencia “Afrodescendencia e Identidad Nacional” (D. Tejeda). 
  • Sábado 11, 10:00 a.m., en la Puerta de El Conde, Visita Guiada por Dagoberto Tejeda en la Ciudad Colonial para mostrarnos espacios relacionados con el proceso de esclavización y cimarronaje, como es el lugar donde después de ser vilmente asesinado el cimarrón Juan Sebastián Lemba, fue enganchada su cabeza para que sirviera de ejemplo de qué le pasaba a l@a esclavizad@s que optaran por revelarse contra la inhumana esclavización, visitar “La Picota”, plaza de tortura de l@s esclavizad@s colocada en el hoy Parque Colón, en la imagen principal del afiche que convoca esta Jornada pueden ubicar un pequeño obelisco con una cruz, ese lugar catolizado era donde a latigazos se trataba de diezmar el cimarronaje de esclavizad@s que exigían sus derechos humanos.
  •  Domingo 12, 8:00 a.m., Alma Mater, UASD, Ruta del Esclavizado/a, visita guiada a las rutinas de ingenios y más con el maestro Tejeda, ésta es la única que debe ser reservada debido a los asientos del autobús.
La Jornada es gratuita, sólo sugerimos llevar agua y en la del domingo agua, alguna merienda y almuerzo, este último, en una acto de hermandad sugerimos nos juntemos a comer junt@s y compartamos entre tod@s lo llevado.

Esta jornada tiene múltiples objetivos como de visibilizar el cimarronaje, importante hacerlo, más aún en un país donde la historiografía se ha empecinado en endulzar la horrible esclavización, existiendo hasta historiadores contemporáneos y no que dicen no existió la esclavitud en la hoy RD, sino en la parte francesa de la isla, en Haití.

Nuestro conferencista y guía se refiere al cimarronaje en su libro “La Sarandunga de San Juan Bautista en Baní” (2011):

“En la introducción del negro esclavo a la isla, hay que tener en cuenta, su captura violenta, la sacada por la fuerza de su hogar, de su aldea, de su tierra, la separación familiar, la caminata forzada y la llegada a la fortaleza o punto de embarque, las condiciones inhumanas de la travesía, la venta humillante y finalmente, los lugares de trabajo forzado, la explotación, y las crueldades, castigos y abusos a que eran sometidos por sus amos.

Por ejemplo, “si uno de ellos quería castigar a un esclavo por alguna cosa malhecha, por no haberse ganado su día, o solamente por algún despecho, o por no haber extraído de la mina la acostumbrada cantidad de plata, cuando por la noche venía a la casa, en vez de darle la cena le hacía quitarse la ropa, si es que tenía puesta alguna camisa lo arrojaba al suelo y le ataba las manos y los pies, colocándole una madera atravesada que es llamada por los españoles la ley de Bayona, y que yo creo fue inventada por un gran demonio, luego lo azotaban con una soga o correa hasta que todas sus carnes lloraban sangre. Al terminar toman una libra de pez o también una escudilla de aceite hirviente y poco a poco se la echan sobre todo el cuerpo, después lo lavan con pimienta del país disuelta en agua y sal y lo dejan encima de una tabla con una frazada, hasta que al dueño le parezca que puede de nuevo trabajar”. (Tejeda Ortiz, 2011).

La indignación y la asumida de conciencia de estos abusos, hizo que el negro reaccionara en contra del español y de la esclavitud, a favor de la libertad y de la vuelta al África, como sueño, como objetivo y como utopía.

Sus mecanismos de protestas y de lucha iban desde respuesta pacíficas a manifestaciones violentas. El negro se hizo el tonto, que no entendía, el enfermo, para no trabajar y cuando tenía que hacerlo lo hacía lo más lento que pudiera, haciendo las cosas mal, haciéndose el torpe, pasando por haragán, al que no le gustaba trabajar, pero al mismo tiempo desarrolló forma de lucha como el uso del veneno o huir a las montañas, a los lugares más inaccesibles, para hacer allí sus escondites, los “manieles”, en un proceso de cimarronaje.

“El término cimarrón según Carlos Esteban Deive –se aplicó indistintamente en toda América, al esclavo que individual o colectivamente se opuso al estado de servidumbre a que lo sometió el hombre blanco europeo, fue el fugitivo que rompió sus cadenas para escapar al orden social o a la unidad productiva donde trabajaba gratuita y extensivamente. A cambio de la libertad así conseguida, el cimarrón se convirtió en un individuo al margen de la ley que, para evitar su captura, se vio obligado a vivir en áreas, ya boscosas o montañosas, alejadas del control del poder colonial” (Tejeda Ortiz, 2011).

“Hubo momentos en que habían más de 7,000 negros cimarrones en la isla, mucho de los cuales vivían tranquilos en sus manieles, algunos de las cuales llegaron a tener más de ochenta años de existencia, pero otros se dedican a atacar las haciendas y los ingenios de los españoles, teniendo un efecto impactante en la economía colonial, ya que su persecución ocasionaban grandes gastos e inseguridad y sus ataques paralizaban muchas actividades económicas." (Tejeda Ortiz, 2011)

La historia del cimarronaje en la isla es la historia permanente de la lucha del negro esclavo por su libertad, negando de esta manera la mentira histórica del negro como un ser sumiso, incapaz de rebelarse, de elaborar sus proyectos, de querer volver al África o de construir sueños y utopías en sus nuevos hogares.

Durante más de tres siglos, con bajas y altas, el cimarronaje estuvo presente, con sus protagonistas y sus héroes, incidiendo significativamente en la economía de la colonia y en la composición étnica-cultural del dominicano de su cultura y de su identidad.

El cimarronaje en nuestro país no puede escribirse sin Haití y sin los negros cimarrones que pasaron a este lado, por la trascendencia e incidencia de la gloriosa revolución haitiana, revolución cimarrona, la cual trasciende a la isla para convertirse en un glorioso símbolo de libertad y dignidad de la humanidad.” (Tejeda Ortiz, 2011.)

Ausente de nuestra historiografía tradicional, ignorado por historiadores colonizados, hispanófilos y racistas, el proceso de cimarronaje y su incidencia en la formación y caracterización del pueblo dominicano es importante, sobre todo, porque en los mismos se dieron procesos sincréticos creativos que incidieron en la definición de nuestra cultura y de nuestra identidad. Todavía está por escribirse estos aportes, a pesar de las investigaciones de Carlos Esteban Deive, Larrazábal Blanco, Roberto Cassá, Franklin Franco, Emilio Cordero Michel, Frank Moya Pons, Hugo Tolentino Dipp y Rubén Silié.


Actual Parque Colon: La Palma de la Libertad, al lado de La Picota (extremo derecho).

OBJETIVO central de esta Jornada:

Es la elaboración de un documento donde presentaremos sucesos históricos relacionados a lugares de la Ciudad Colonial y a las ruinas de los ingenios coloniales, visitados sábado 11 y domingo 12 de octubre, para exigir al Estado Dominicano a través del Ayuntamiento del Distrito Nacional, el Ministerio de Cultura y sus apéndices, la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental (DNPM) y Patrimonio Cultural Inmueble; que para la contribución y enriquecimiento del patrimonio cultural tangible e intangible y el fortalecimiento de la identidad cultural nacional y de la memoria histórica, espacios como las ruinas de los ingenios coloniales que actualmente se encuentran en cuasi abandono (exceptuando la ruina de Engombe que luce cuidada), para que sean re-acondicionadas respetando su valor histórico, creación de tarjas informativas sobre la historia del lugar, y resaltar las vivencias de l@s esclavizad@s, el cruel y explotador trabajo que desarrollaban como elemento productor de riquezas para el colonialistas y las manifestaciones de rebeldía y cimarronaje por la libertad y la abolición de la esclavitud.

Otros, visibilizar lugares como, donde se estima que entre el 1547 y 1548 asesinaron a Sebastián Lemba Calembo en una de las puertas de las murallas entre el Fuerte de San Gil y la Puerta de El Conde - otros sitúan el hecho en la Calle Mercedes Esq. Palo Hincado-, a esa puerta por muchos tiempos le llamaron “La Puerta de Lemba Calembo”, haciéndose necesario la visibilización, importante por lo ya explicado, y le podemos agregar que hasta desde el punto de vista turístico crearía un mayor interés por la ciudad de Santo Domingo.

Restaurar “La Negreta” o “La Casa del Diablo”, que era una casona-almacén donde los esclavizad@s al llegar a la isla, eran “guardado” para su restablecimiento y acumulación de fuerzas antes de iniciar el proceso de venta.

La calle La Negreta y zona es de amplio valor histórico y se hace necesario sacarlo de las condiciones de abandono y anonimato en que actualmente se encuentran, donde para nada se muestra del valor histórico que tiene. Se le agrega el “Callejón de la Negreta” lugar donde los esclavizad@s trabajaban en las canteras de piedras que se usaron para construir la ciudad colonial y sus murallas.

No dejando la exaltación de hechos como:

La Guerrilla de Enriquillo
Las Cimarronadas, Juan Sebastián Lemba, Diego de Ocampo
Los Ingenios Coloniales
El asentamiento de El Batey y La Cofradía del Espíritu Santo

Otro objetivo a tomar en cuenta es el de iniciar el diálogo en relación a cambiar el nombre para "Día de la Raza" como el “Día del Cimarronaje”.

Estas tres actividades son de invitación abierta para todos y todas; la del domingo 12 de Octubre, Ruta del Esclavizado, visita a ingenios y otros lugares.

Sugerimos llevar agua para las actividades pues no tendremos brindis, y para la del domingo llevar almuerzo o merienda que sugeriremos almorzar junt@s y hacer una gran mesa para compartir todo lo llevado entre tod@s.


Fuente: Tejeda Ortiz, D. (2011). “La Sarandunga de San Juan Bautista en Baní”.

Mas información: (809) 530-1094, (809) 760-1172, (829) 910-2630

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Cortesía de Maribel Núñez

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La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos. (Ejercito Negro Makhnovista, Ucrania, 1923).

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