Por Juan Bolívar Díaz, Acento, 19 de diciembre del 2011
Tuve que leer hasta la última letra la sentencia de los cinco magistrados de la Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia sobre el recurso de casación interpuesto por uno de los dominicanos descendientes de haitianos a los que se les niega la expedición de copias de sus actas de nacimiento, para creer que pudieran avalar el genocidio civil que se viene practicando con miles de personas.
Ese dictamen no sólo es un adefesio jurídico, como sostienen los abogados recurrentes, sino también un acto de extrema inhumanidad que desnacionaliza a miles de personas de todas las edades y las condena a un ghetto sin precedente, en violación a preceptos jurídicos universales como el de la irretroactividad de la ley y la Constitución. Con el agravante de que remite el caso al escenario internacional a través de la Corte Interamericana de Derechos Humanos donde la nación dominicana volverá a ser condenada.
Con un retraso de tres años y medio, inexcusable en un recurso de amparo sobre un asunto tan fundamental como el derecho a la identidad de un ciudadano, la corte rechaza el recurso de casación interpuesto por Emildo Bueno Oguis, nacido en Villa Altagracia, San Cristóbal, hace más de tres décadas sobre una sentencia del 30 de abril del 2008 del entonces denominado Tribunal Contencioso Tributario y Administrativo, que había avalado la decisión de la oficialía del Estado Civil de negarle la expedición de copia de su acta de nacimiento, atendiendo a una simple circular administrativa de la Junta Central Electoral.
Irónicamente el dictamen encuentra al impetrante Bueno Oguis residiendo legalmente en los Estados Unidos, amparado en el pasaporte que legítimamente había obtenido con su documentación de dominicano. Al parecer encontró más humanidad en las autoridades inmigratorias norteamericanas que le proporcionaron la residencia en base al pasaporte, ya que le resultó imposible presentar copia de su acta de nacimiento, para que pudiera reunirse con su familia.
Para comprender la dimensión del abuso debe saberse que Bueno Oguis había obtenido copias de su acta de nacimiento una docena de veces para inscribirse en la educación primaria, secundaria y universitaria, para sacar su cédula personal de identidad y su pasaporte, para casarse y para otros actos legítimos de cualquier ciudadano. Como él decenas de miles de descendientes de haitianos, cuya inscripción como dominicanos era común pues se entendía que estaban amparados por la Constitución vigente y hasta por la ley de migración y su reglamento.
Era tan obvio que esos actos del Estado Civil eran legítimos, que quienes en las últimas dos décadas empezaron a cuestionarlos, promovieron y consiguieron en el 2004 una modificación de la Ley de Migración para limitar el acceso a la nacionalidad de los descendientes de inmigrantes ilegales aunque nacieran en el país. Lo mismo restringieron el precepto del jus soli en la Constitución proclamada en enero del año pasado.
Produce consternación la lectura de esa sentencia, donde los jueces supremos no aportan un solo argumento propio en una materia tan fundamental, limitándose a repetir los del Tribunal contencioso, avalando una aplicación retroactiva de la nueva ley de migración y de la Constitución del 2010 y evadiendo responder a cuatro de los cinco alegatos del recurso de casación, como explicó por Teleantillas el reputado constitucionalista Cristóbal Rodríguez, abogado de Bueno Oguis.
Nadie ha negado que la Junta Central Electoral tenga facultad para adoptar decisiones en materia de su incumbencia ni para emitir circulares, como avala la sentencia. Lo que se objeta es que asuma facultades que corresponden a los tribunales, como establece el artículo 31 de la Ley 659 sobre Actos del Estado Civil.
Esta sentencia abre las puertas de para en par para que los afectados recurran ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos que ya en el 2005 dictaminó disponiendo la inscripción de dos niñas descendientes de haitianos proclamando que los hijos no pueden heredar la ilegalidad de sus padres. Con más razón en casos como el de Bueno Oguis con décadas de inscrito. Sólo nos esperan nuevas condenas y escarnios internacionales.-
Este artículo fue publicado originalmente en el periódico Hoy
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18 de diciembre, dia internacional del migrante: Ningún ser Humano es ilegal: fundamentos
18 de diciembre, dia internacional del migrante: Ningún ser Humano es ilegal: fundamentos
Por Arturo Viloria, Partido Humanista Internacional, Diciembre 18, 2011
Los humanistas hemos sostenido desde nuestro comienzo que toda persona sobre la tierra tiene derecho a la libre circulación por todo el planeta, y que ningún poder estatal o paraestatal puede legítimamente impedírselo.
Este pensamiento se sintetizó hace ya una década en la frase Ningún ser humano es ilegal, frase o consigna que ha ido extendiéndose en movimientos de todo el mundo como el 15 M o en los movimientos que en los Estados unidos han reclamado los derechos de los migrantes.
Ahora bien, ¿porque decimos esto los humanistas?, o mejor, ¿desde donde lo decimos?
Para los humanistas, tal como se explica en las Tesis del Partido Humanista, el ser humano es un ser social e histórico. No somos el primer ser humano sobre la tierra, nacemos en un mundo social construido por las anteriores generaciones, que se va transformando a causa de la intención humana. Toda acción, toda idea, toda producción humana es intencional, la conciencia es básicamente intencional, es siempre un para qué, o un hacia algo. Hasta el propio cuerpo humano es modificado por la intención humana mediante las prótesis.
¿Cuál ha sido el motor de este avance? La rebelión contra el dolor y el sufrimiento. A lo largo del tiempo, las generaciones humanas que se sucedieron se rebelaron a las condiciones naturales que les causaban dolor y sufrimiento. Así podemos hablar de una humanización creciente, que se incrementa cuando lo hace el campo de libertad del ser humano. Ésta es una dirección muchas veces perdida y recobrada en distintas civilizaciones.
Pero también existe la contradicción en la sociedad humana , y decimos contradicción porque va en contra de esta dirección humanizadora. Esta contradicción se explica en la Tesis 4: La contradicción social es producto de la violencia. La apropiación del todo social por una parte del mismo, es violencia y esa violencia está en la base de la contradicción y el sufrimiento. La violencia se manifiesta como despojo de la intencionalidad del otro (y, por cierto, de su libertad); como acción de sumergir al ser humano, o a los conjuntos humanos en el mundo de la naturaleza.
Al oír hablar de la inmigración, es frecuente observar como se les cosifica, se habla en términos de fuerza de trabajo que hay que regular de acuerdo a los intereses del “mercado” (como ya hemos dicho que todo es intencional, al decir mercado, tendremos que referirnos a las particulares apetencias de grupos de intereses económicos). Una cantidad importante de medios de comunicación se dedican a atemorizar con argumentos zoológicos a la población: (te van a quitar tu trabajo). Incluso los mensajes positivos que sobre la inmigración se dan son de tipo economicista, que también les cosifica (aportan mucho dinero a la Seguridad Social, vienen ya formados y son jóvenes y fuertes, no suponen un gasto grande en protección social).
Seguimos citando las Tesis del Partido Humanista: “Es por ello que las ideologías dominantes, han considerado a los nativos oprimidos como “naturales”; a los obreros explotados como “fuerza de trabajo”; a las mujeres relegadas como “procreadoras”; a las razas dominadas como zoológicamente “inferiores”; a los jóvenes desposeídos de los medios de producción como sólo proyecto, caricatura, inmadurez de hombres plenos; a los pueblos latinoamericanos y africanos como evolutivamente incompletos, como “subdesarrollados”…y así siguiendo”
A menudo las Ciencias Sociales han pretendido dar un barniz científico a estas afirmaciones, pero sin duda hoy es fácilmente comprensible que en el momento en que se enunciaban, servían para “justificar” a los actos de opresión, de discriminación y de violencia de la minoría que monopoliza el poder.
Para los humanistas no es posible considerar al hombre y al mundo en que vive como entidades separadas. Cualquier fenómeno observado no puede separarse del observador, que previamente tiene la intención de mirarlo. Cualquier acto que niegue la intención o la libertad, o degrade o desvalorice a un ser humano, solo habla de una concepción violenta que intenta negar la libertad de otro ser humano, deshumanizándole y convirtiéndole en objeto.
La violencia y la discriminación es básicamente la misma, se ejerza contra un español o un extranjero, mujer u hombre, joven o anciano, rico o pobre, blanco o negro, homosexual o heterosexual. Y el acto de rechazar la violencia el el acto que necesitamos para continuar nuestro proceso de humanización hacia una Nación Humana Universal, que es hacia donde los humanistas queremos ir.
Si la dirección y sentido de la vida humana es aumentar su campo de libertad, superando el dolor y el sufrimiento, toda traba a la libre circulación de personas es contradictoria respecto de esta dirección. Y las acciones que impiden el libre desplazamiento son discriminatorias y violentas.
Por eso coherentemente con lo dicho aquí, podemos afirmar que ningún ser humano es ilegal, porque es ilegítimo prohibir o limitar el libre desplazamiento de cualquier ser humano a través de cualquier frontera, y lo único que demuestra es la intención discriminatoria y violenta del que intenta limitarlo.
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Auschtswitz: Un Clamor al Caótico Escenario Mundial
Auschtswitz: Un Clamor al Caótico Escenario Mundial
Por Iván Ernesto Gatón, Santo Domingo, 15 de Diciembre 2011
Mi conciencia sobre el mundo y la naturaleza humana, luego de visitar el campo de exterminio de Auschtwitz y reflexionar sobre los acontecimientos que dieron origen a la segunda guerra mundial, el surgimiento del fascismo, las rivalidades económicas entre las potencias de aquella época, la primera guerra mundial, los acuerdos de Versalles, la gran crisis económica de 1929, y líderes políticos que no representaban los intereses más genuinos y elevados de las sociedades que dirigían, me llenan de pavor, cuando hago s un ejercicio de equivalente al mundo actual.
Lo acontecido en Auschtswitz, donde murieron más de 1 millón 100 mil personas, desborda los límites de la maldad y la crueldad. A ese lugar fueron llevados, junto a los judíos, republicanos españoles, enemigos políticos de los nazis, clérigos, testigos de Jehová, gitanos y homosexuales. Deportados de todos los países de la Europa ocupada estuvieron en este poblado de la primera capital de Polonia, Cracovia. Los investigadores sobre el holocausto judío indican que murieron casi 150,000 polacos, en general prisioneros políticos; cerca de 23 mil gitanos de distintos países europeos, más de 15,000 prisioneros de guerra y algunos miles de prisioneros de distintas nacionalidades.
Estos comportamientos demenciales, propios del homo economicus, según el historiador Christopher Browning, son claramente expresados en los experimentos realizados por el psicólogo Stanley Milgram en 1962 en la Universidad de Yale. El pudo demostrar que los seres humanos obedecen órdenes de una autoridad, aunque estas entren en conflicto con la conciencia propia. Una gran cantidad de sujetos optan por ceder a la presión del grupo que pertenecen y se liberan de responsabilidad convalidando sus acciones con la lealtad a las autoridades que les rigen.
Los nazis se dieron cuenta de que la guerra como proyecto político, y teniendo el odio como motor, levantaría la moral de una Alemania postrada en la pobreza y humillada por los acuerdos de Versalles, podía funcionar e incluyó a la mayoría del pueblo alemán en su aciago proyecto del Tercer Reich.
El convulso escenario mundial tiene ahora muchos elementos que se asemejan a los que dieron la base para crear el terreno donde germinaran las acciones que dieran como resultado a Auschtswitz y veo más confirmadas mis aprensiones cuando leo una reciente entrevista que le hicieran, recientemente, al filósofo español, Emilio Lledó, quien expresa que: “el imperio de la indecencia domine en la política es intolerable; ese imperio es fruto del dominio de ciertas oligarquías que piensan que lo único que hay que hacer es ganar dinero y crear ideologías aptas para que esa oligarquía siga con poder...¨
El complejo militar industrial y los grandes grupos financieros y económicos del planeta avasallan con su dictadura, imponiendo su voluntad, de múltiples formas a débiles estados nacionales, que han visto mermar sus poderes en los escenarios donde se digita el futuro del planeta. Y es por esto que debemos hacer conciencia crítica, viéndonos en el espejo de Auschwitz, y empezar a clamar por un justo y equitativo escenario mundial, antes de que sea demasiado tarde.
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Confesiones Subversivas
Por: P. Luis Barrios
Tengo la completa convicción que existe la necesidad de crear un mundo mucho mejor en donde la paz con justicia reine en todos sus aspectos, pero a la misma vez, contrario a otras personas, soy creyente que este nuevo milagro de la creación que evoluciona es posible. Mi reto mayor logrando este objetivo es que el pueblo pueda escuchar en mis acciones este mensaje de gestión liberadora. Sin embargo, reconozco que enemigos mortales dentro de mí se han convertido en el mayor obstáculo para que el pueblo pueda ver, apreciar, aceptar y celebrar mi actitud cristiana y socialista ante la vida. Esta penosa realidad les impide el que pasen a ser parte de este movimiento de liberación, lo cual es una contradicción muy seria en mi vida. A través de este caminar he podido comprender que mucho más poderoso que las maniobras diabólicas de quienes ejercen el poder en contra de los derechos del pueblo lo sigue siendo mi insinceridad e irresponsabilidad las cuales en última instancia van a redundar en actitudes hipócritas porque para preservar este disfraz tengo entonces que recurrir al egoísmo y a la mentira. Todos estos son valores anti-cristianos y anti-socialistas que no solo me destruyen, sino que destruyen a las personas que quiero y que son importantes en mi vida. De aquí la necesidad de comenzar la revolución de la creación de un nuevo ser humano dentro de mí, pero entendiendo que este es solo el éxodo, la meta final seguirá siendo la colectividad. Por lo tanto, quiero desde este día aprender a ser más honesto, más humilde y más espiritual. O sea, quiero ser mas humano pidiendo perdón y aprendiendo a perdonarme dentro de la praxis de la honestidad. ¡Te invito!
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HATUEY Y GUARINA
HATUEY Y GUARINA
Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (El Cuculambé) (Tunas, Cuba, ¿1862?-1929), Cuba Literaria
Con un cocuyo en la mano / Y un gran tabaco en la boca, / Un indio desde una roca / Miraba el cielo cubano. / La noche, el monte y el llano / Con su negro manto viste, / Del viento al ligero embiste / Tiemblan del monte las brumas, / Y susurran las yagrumas / Mientras el suspira triste.
Lleva en la frente un plumaje / Morado como el cohombro, Y el arco que tiene al hombro Es de un vástago de aicuje. / Aunque es un pobre salvaje / Y angustia cruel lo sofoca / Desde aquella esbelta roca / Donde gime sin consuelo, / Los ojos fija en el cielo / Y a Dios en su ayuda invoca.
Oye el rumor de los vientos / En los atejes erguidos, / Oye muy fuertes crujidos / De los cedros corpulentos: / Oye los tristes acentos / Del guabairo en el corojo, / Y mientras su acervo enojo / Reprime con gran valor, / Siente a sus pies el rumor / De las aguas del Cayojo.
Un silbido se escapó / De sus labios, y al momento, / Con pausado movimiento / Una indiana apareció. / Cuando a la roca subió / El indio ante ella se inclina, / Fue su frente peregrina / El imán de su embeleso, / Oyóse el rumor de un beso / Y la dijo: -“¡Adiós, Guarina!”
-“¡Oh! no, mi bien, no te vayas, / Dijo ella entre mil congojas, / Que tiemblo como las hojas / De las altas siguarayas. / Si abandonas estas playas / Si te separas de mí, / Lloraré angustiada aquí / Cuando tu nombre recuerde / Como el pitirre que pierde / Su nombre en el ponasí.
“¿Qué será de tu Guarina / Sin tu amor, sin tu ternura? / Flor del guaco en la espesura, / Palma triste en la colina, / Garza herida por la espina / Del yamaquey en la rama / Y cual la triste caguama / Que a los esteros se zumba, / Lloraré y será mi tumba, / La Ciénaga de Virama.”
Oyó el indio enternecido / Tan triste lamentación, / Palpitó su corazón / Y se sintió conmovido. / Ahogó en su pecho un gemido / La viramesa infelice, / Y el indio que la bendice / Y más que nunca la adora / Las blancas perlas que llora / Enjuga tierno y le dice:
-“¡Oh, Guarina! Ya revive / Mi provincia noble y bella, / Y pisar no debe en ella / Ningún infame caribe. / Tu ardiente amor no me prive, / Mi Guarina, de ir allá, / Latiendo mi pecho está / Y mis sentidos se inflaman, / Porque a su lado me llaman / Los indios de Guapajá.
Yo soy Hatuey, indio libre / Sobre tu tierra bendita, / Como el caguayo que habita / Debajo del ajenjibre. / Deja que de nuevo vibre / Mi voz allá entre mi grey, / Que resuene en mi batey / El dulce son de mi guamo / Y acudan a mi reclamo / Y sepan que aún vive Hatuey.
¡Oh, Guarina! ¡Guerra, guerra / Contra esa perversa raza, / Que hoy incendiar amenaza / Mi fértil y virgen tierra! / En el llano y en la sierra / En los montes y sabanas / Esas huestes caribanas / Sepan al quedar deshechas, / Lo que valen nuestras flechas, / Lo que son nuestras macanas.
Tolera y sufre, bien mío, / De tu fortuna el azar, / Pues también sufro al dejar / Las riberas de tu río / Siento dejar tu bohío, / Silvestres flor de Virama, / Y aunque mi pecho te ama, / Tengo que ser ¡oh dolor! / Sordo a la voz del amor, / Porque la Patria me llama.”
Así dice aquel valiente / Llora, suspira, se inclina, / Y a su preciosa Guarina, / Dio un beso en la tersa frente. / / Beso de amor, beso ardiente, / Sublime, sonoro y blando. / Y ella con otro pagando / De su amante la terneza, / Alzó la negra cabeza / Y le dijo sollozando:
-“Vete, pues, noble cacique, / Vete, valiente señor, / Pues no quiero que mi amor / A tu Patria perjudique; / Mas deja que te suplique, / Como humilde esclava ahora, / Que si en vencer no demora / Tu valor, acá te vuelvas, / Porque en estas verdes selvas / Guarina vive y te adora.”
-“¡Sí! Volveré, ¡indiana mía!”, / El indio le contestó, / Y otro beso le imprimió / Con dulce melancolía / De ella al punto se desvía. / Marcha en busca de su grey, / Y cedro, palma y jagüey / Repiten en la colina, / El triste adiós de Guarina, / El dulce beso de Hatuey.
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Mañana martes, Jochi Mármol en Tertulia de Thesaurus
Lleva en la frente un plumaje / Morado como el cohombro, Y el arco que tiene al hombro Es de un vástago de aicuje. / Aunque es un pobre salvaje / Y angustia cruel lo sofoca / Desde aquella esbelta roca / Donde gime sin consuelo, / Los ojos fija en el cielo / Y a Dios en su ayuda invoca.
Oye el rumor de los vientos / En los atejes erguidos, / Oye muy fuertes crujidos / De los cedros corpulentos: / Oye los tristes acentos / Del guabairo en el corojo, / Y mientras su acervo enojo / Reprime con gran valor, / Siente a sus pies el rumor / De las aguas del Cayojo.
Un silbido se escapó / De sus labios, y al momento, / Con pausado movimiento / Una indiana apareció. / Cuando a la roca subió / El indio ante ella se inclina, / Fue su frente peregrina / El imán de su embeleso, / Oyóse el rumor de un beso / Y la dijo: -“¡Adiós, Guarina!”
-“¡Oh! no, mi bien, no te vayas, / Dijo ella entre mil congojas, / Que tiemblo como las hojas / De las altas siguarayas. / Si abandonas estas playas / Si te separas de mí, / Lloraré angustiada aquí / Cuando tu nombre recuerde / Como el pitirre que pierde / Su nombre en el ponasí.
“¿Qué será de tu Guarina / Sin tu amor, sin tu ternura? / Flor del guaco en la espesura, / Palma triste en la colina, / Garza herida por la espina / Del yamaquey en la rama / Y cual la triste caguama / Que a los esteros se zumba, / Lloraré y será mi tumba, / La Ciénaga de Virama.”
Oyó el indio enternecido / Tan triste lamentación, / Palpitó su corazón / Y se sintió conmovido. / Ahogó en su pecho un gemido / La viramesa infelice, / Y el indio que la bendice / Y más que nunca la adora / Las blancas perlas que llora / Enjuga tierno y le dice:
-“¡Oh, Guarina! Ya revive / Mi provincia noble y bella, / Y pisar no debe en ella / Ningún infame caribe. / Tu ardiente amor no me prive, / Mi Guarina, de ir allá, / Latiendo mi pecho está / Y mis sentidos se inflaman, / Porque a su lado me llaman / Los indios de Guapajá.
Yo soy Hatuey, indio libre / Sobre tu tierra bendita, / Como el caguayo que habita / Debajo del ajenjibre. / Deja que de nuevo vibre / Mi voz allá entre mi grey, / Que resuene en mi batey / El dulce son de mi guamo / Y acudan a mi reclamo / Y sepan que aún vive Hatuey.
¡Oh, Guarina! ¡Guerra, guerra / Contra esa perversa raza, / Que hoy incendiar amenaza / Mi fértil y virgen tierra! / En el llano y en la sierra / En los montes y sabanas / Esas huestes caribanas / Sepan al quedar deshechas, / Lo que valen nuestras flechas, / Lo que son nuestras macanas.
Tolera y sufre, bien mío, / De tu fortuna el azar, / Pues también sufro al dejar / Las riberas de tu río / Siento dejar tu bohío, / Silvestres flor de Virama, / Y aunque mi pecho te ama, / Tengo que ser ¡oh dolor! / Sordo a la voz del amor, / Porque la Patria me llama.”
Así dice aquel valiente / Llora, suspira, se inclina, / Y a su preciosa Guarina, / Dio un beso en la tersa frente. / / Beso de amor, beso ardiente, / Sublime, sonoro y blando. / Y ella con otro pagando / De su amante la terneza, / Alzó la negra cabeza / Y le dijo sollozando:
-“Vete, pues, noble cacique, / Vete, valiente señor, / Pues no quiero que mi amor / A tu Patria perjudique; / Mas deja que te suplique, / Como humilde esclava ahora, / Que si en vencer no demora / Tu valor, acá te vuelvas, / Porque en estas verdes selvas / Guarina vive y te adora.”
-“¡Sí! Volveré, ¡indiana mía!”, / El indio le contestó, / Y otro beso le imprimió / Con dulce melancolía / De ella al punto se desvía. / Marcha en busca de su grey, / Y cedro, palma y jagüey / Repiten en la colina, / El triste adiós de Guarina, / El dulce beso de Hatuey.
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Mañana martes, Jochi Mármol en Tertulia de Thesaurus
La tertulia poética que produzco en la Librería Thesaurus, en Santo Domingo, ya en su cuarto año, lleva como invitado al reconocido y laureado poeta José Mármol. Como en cada tercer martes de mes un poeta invitado, para disfrutar de la poesía y difundir la obra de los buenos creadores dominicanos.
Mucho le agradecería que colaborara con la difusión de esta actividad cultural, abierta a todos los amantes de la poesía, la literatura y las artes.
Agradeciéndole por su atención, le saluda y le desea una feliz navidad.
Eduardo Gautreau de Windt
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La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos. (Ejercito Negro Makhnovista, Ucrania, 1925).
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