Por: Tahira Vargas García tahiravargas@yahoo.es
Cada día vivimos acontecimientos que muestran a una sociedad en la que se van perdiendo las libertades y con ello la democracia.
Los ejemplos de represión a la libertad de expresión están a la orden del día.
La libertad de expresión incluye no solo la construcción de opinión pública desde la prensa escrita, radial o televisiva sino también las expresiones de: prácticas sociales, celebraciones, creencias mágico-religiosas, diversidad de opciones sexuales, control del cuerpo y la estética, creatividad artística y cultural, modas, fiestas, entre otras…
La libertad de expresión es uno de los principales ejes sobre los que se sustenta la democracia, Cuando se reprime una de las manifestaciones de esta libertad de expresión se está produciendo un retroceso democrático y con ello un camino hacia el autoritarismo político y social.
Varias manifestaciones de libertad de expresión han sido reprimidas recientemente, muchas otras son reprimidas cotidianamente desde hace varios años sin ser denunciadas.
En este artículo vamos a analizar dos manifestaciones de represión de la libertad de expresión, la prohibición de la celebración del gagá en el Seybo y la represión de la expresión desde la represión a la libertad de prensa con cierre de programas televisivos y persecución a informantes de reportajes investigativos (caso Nuria Piera).
1. Prohibición de la celebración del gagá.
Reina de un gaga
Recientemente se prohibió la salida del gagá el Jueves Santo en el Seybo. De la prohibición se desvincula el sacerdote y el ayuntamiento y estuvo protagonizada por la gobernación de la provincia. Los agentes policiales impidieron la salida del gagá con la justificación de que este es un atentado a las “buenas costumbres” en la provincia. El gagá tiene en nuestra cultura una presencia histórica de varias décadas remontándose su presencia a principios del siglo XX según registra June Rosenberg.El gagá es analizado por antropólogos y sociólogos (ver Andújar, Tejeda, Aracena y Rosenberg) dedicados al estudio del folklore en nuestro país como una manifestación mágico-religiosa que resulta de la mezcla de nuestros orígenes afrocaribeños y la presencia haitiana en los bateyes con diferencias significativas del Ra-Rá que se celebra en Haití. El gagá se mantiene en muchas comunidades y provincias del país aún cuando han desaparecido los ingenios, como es el caso de Haina, por la fuerte presencia que tiene esta manifestación mágico-religiosa en la cultura dominicana, siendo la población joven dominico-haitiana y dominicana de varias comunidades quienes organizan y mantienen su celebración.
La prohibición de la celebración del gagá en el Seybo nos recuerda la época de la dictadura de Trujillo en la que se perseguían las manifestaciones mágico-religiosas de origen afrocaribeño y dominico-haitianas porque se consideraban “brujería”. Esta persecución típica de una dictadura que reprimía nuestra identidad y que buscaba la imposición de una cultura hispánica-blanca inexistente en la realidad, parece que se mantiene en determinados sectores y reaparece continuamente en distintos escenarios de nuestra realidad.
2. La represión y difamación contra Nuria Piera y todo periodista crítico que denuncie irregularidades y corrupción
Nuria Piera
Otro acontecimiento que evoca la dictadura trujillista es la represión continua de la libertad de prensa con lo que ha acontecido contra los reportajes investigativos de la prestigiosa periodista Nuria Piera quien muestra continuamente las prácticas de corrupción del actual gobierno. En los reportajes recientes muestra el enriquecimiento ilícito del senador Felix Bautista y otros funcionarios lo que ha generado la represión hacia las personas que han servido de informantes, cuando debería ser todo lo contrario.Este hecho muestra que nuestro sistema de justicia está muy lejos de ser independiente y transparente. En vez de generarse un proceso de investigación hacia los funcionarios corruptos, con una solicitud de las pruebas que presenta Nuria Piera para llevarlos a la justicia, se incurre en la represión y búsqueda de ocultamiento de la información. Y así pretende nuestro gobierno seguir presentándose ante la prensa internacional como un gobierno que combate la corrupción y que mantiene el ejercicio de la democracia.
Solo en los países donde existen regimenes autoritarios se persigue a la prensa como ocurre con Nuria Piera se presiona a los medios de comunicación para que cierren programas televisivos que son críticos frente al status quo como ocurrió con el programa de Marcos Martínez, el de Onda Musical, y muchos otros.
Existe una ley que ampara a todo ciudadano para que exija a los/as servidores públicos transparencia y rendición de cuentas. Nuria esta haciendo uso de lo que todo ciudadano y ciudadana de este país debe hacer, pedir a los funcionarios que rindan cuentas y que cumplan la ley.
En Costa Rica recientemente tres funcionarios tuvieron que renunciar porque se les comprobó actos de ocultamiento de información y corrupción. En nuestro país el funcionario corrupto sigue en su puesto, nadie lo puede cuestionar y además el congreso lo defiende públicamente como ocurrió con el senador Bautista.
Toda la ciudadanía debe desde hoy manifestarse en apoyo a la integridad de todos/as los/as periodistas y ciudadanos/as y sobre todo a Nuria Piera que ha demostrado coherencia en sus denuncias desde hace más de 15 años.
Debemos unirnos a las voces que exigen el sometimiento a la justicia a Félix Bautista y a todos/as los/as funcionarios/as que se demuestren actos de corrupción. La denuncia de la corrupción y la defensa de la libertad de expresión no es un asunto de banderas políticas, es un deber ciudadano en una sociedad que se vende como democrática.
Este artículo fue publicado originalmente en el periódico HOY
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BARRANCA
(Ficción urbana total)
Por Armando Almánzar Botello
Frailecillo
A Georges Bataille, Pierre Klossowski, Jean Genet, Henry Miller y Charles Bukowski In MemoriamA Pedro Lemebel
Pues mi caso es muy diferente al tuyo, muñeca...
Desde los tiempos en que yo deambulaba noche y día, día y noche —con una mochila llena de libros, fotos pornográficas, una pistola Taurus modificada, dos navajas sevillanas y media docena de calzoncillos sucios— bebiendo ron malo y cerveza Presidente, comiendo mariscos y ancas de rana podridos en sórdidos, desatinados, costrosos restaurantes chinos de la Avenida Duarte y de la 42 de Cristo Rey (calle próxima al cinturón urbano conocido como El Remate del Culo en el Mercado Nuevo), durmiendo en viejos hoteluchos y pensiones de mala muerte acompañado casi siempre por una lujuriosa y violenta ex-bailarina de 'Bonsoir-Striptease' (mujer que hoy vive en el Bronx de New York y que saqué hace poco de mi lista de amigos en facebook por su hipocresía barata), desde esa época aprendí, mi nena, que lo sublime se manifiesta de dos modos: lo sublime ascensional-catártico (limpio) y lo sublime-vertiginoso-abyecto (sucio)... ¡el que más me gusta, por cierto!
Otra nueva mujer que apareció para ese entonces en mi vida como traída por las aguas cloacales de la bañera de un monseñor catedralicio, lamentablemente no encuadró, para mi hermenéutica callejera, en ninguna de estas dos categorías.
Era ella demasiado 'gordo-hipopótama' para volar y demasiado 'etéreo-angelical' para ser la cerda, la puerca, la cochina, la marrana que a mí me gustaba para hacer el 'enamorodiamiento' perverso-erótico que todavía me provoca y endiabla en mi calidad de Puerc@ Satánic@ Mayor... No olvides mi antigua formación religiosa...
Abandoné un día a esa otra mujer en el frente de un viejo burdel, diciéndole que iba a mear al baño del establecimiento, y me escapé cautelosamente por la puerta trasera del negocio... No volví a verla jamás.
Pero una de esas noches rojizas bajaba yo de muy mal humor solitario —como una legión de demonios en noche oscura metida en un sólo cuerpo bullente de soplidos, de olores azufrados y con la pesada mochila de sus culpas al hombro— , por una de las calles más asquerosas e innombrables de la ciudad maldita, cuando de improviso, un hombre de aspecto misticón-erótico, de pestañas firmes y nítidas como palotes dibujados en los ojos de un monigote, pestañas en cada uno de cuyos pelos bien podría posarse a cantar una alondra, un sigiloso individuo de aire neurasténico y nervioso con no más de 35 o 40 años, me llamó, casi susurrando, con un dulce tono seductor: — Oye, mi jevo bello, ¿me puedes escuchar un momentito, por fa... — y que patatín que patatán...
¡Bueh!, pues para no cansarte con la historia, mi nena, esa conversación teológico-mística susurrada entre los arbustos de una vieja construcción en ruinas que se encontraba no lejos del lugar de nuestro fortuito encuentro, desembocó en mi primera relación amorosa con un hombre.
Y fue tan pura, plena y hermosa esa relación erótico-espiritual, que me fui con él desde el hotelucho donde pernoctamos esa noche hasta el sacro convento donde vivía mi apasionado 'frailecillo'.
Allí, ante el escepticismo y el estupor de la ralea que constituían mis aparentes amigos, en pocos meses me despojé del ruido del mundo y tomé los hábitos de los monjes carmelitas descalzos... sólo por amor, sólo por amor, sólo por amor...
Total, que mucho duraron los milagros: a los dos años justos de formal convivencia monástica me sentí tan aprisionado por los rituales del convento y por el constante mal aliento de mi confesor, que me escapé de noche por una ventana y, retornando a la vida urbana tenebrosa de la que yo procedía —¡oh mi noche oscura del alma!—, me dediqué a la administración de un negocio de putas que, como sabes, respondía al nombre de LUNA LITE.
Demás está decirte que adopté el apodo de Barranca, con el que me conoces desde hace siete años en este próspero negocio que dirijo...
Por cierto, muñeca, ya es hora de que te vayas a ofrecer tus servicios carnales a los muchachos del ‘Salón de los Universitarios’, porque yo voy ahora a maquillarme y a cambiarme de ropa para mi despampanante show de transexuales.
Y no lo olvides, mi reina: ¡mística la noche es una tómbola!
Barranca.
Ex-Fray Juriel de La Calavera
© Armando Almánzar Botello
Santo Domingo, República Dominicana.
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EL MARQUÉS DE VARGAS LLOSA
Mario Vargas Llosa
Por Armando Almánzar BotelloNo renegamos del valor lúcidamente crítico que podríamos encontrar en algunas afirmaciones de Mario Vargas Llosa con respecto a lo que diagnostica como una actual banalización de la literatura y el arte padecida por la llamada postmodernidad globalizada, como efecto de la promoción de valores estéticos epidérmicos o meramente hedonistas en el contexto de lo que el importante escritor peruano-español, siguiendo a mi entender la estela de Guy Debord, denomina la Civilización del Espectáculo.
No obstante, me parece que a Vargas Llosa, desde hace varios años, la crítica al adocenamiento del hombre urbano postmoderno le ha conducido a negar las tradiciones orales y la inventiva de lo que todavía puede llamarse pueblo.
De acuerdo con su punto de vista letrado-elitista, las tradiciones populares, indígenas, orales y míticas de América Latina y del Perú en particular —que él mismo retrata de modo muy convincente en su novela El Hablador—, no son cultura sino meras modalidades de la incultura.
Para Vargas Llosa, en sus polémicas consideraciones hermenéuticas, el gran crítico ruso Mijail Bajtín, —autor de "La Cultura Popular en La Edad Media y en El Renacimiento. Un estudio de la obra de Francois Rabelais y la carnavalización en la literatura", entre otros importantes textos críticos del pasado Siglo XX—, abolió la oposición paradigmática cultura / incultura, y no la oposición cultura oficial / cultura popular, como el eminente crítico y filósofo soviético postulaba. Ergo: Bajtín, para el Marqués Vargas Llosa, abrió las compuertas a la barbarie.
Nos parece entonces que, para el Premio Nobel peruano nacionalizado español, la única cultura posible sería la de cierta letra secuestrada en los pasillos de una cierta Academia... Lo que entendemos como una definición muy segregativa y racista de cultura.
Evidentemente Vargas Llosa está delineando así una cartografía cultural para consumidores de arte y literatura de clase alta.
Se trata de eliminar, con alevosía todo lo que pueda oler a "pueblo", a "multitud" (no digo muchedumbre).
Por otra parte, debemos recordar que la oposición entre "alta cultura" y "cultura de masas" es utilizada por los filósofos marxistas de la Escuela de Frankfurt de un modo teórico-crítico muy particular. Hay implícito en ese deslinde un severo cuestionamiento a la sociedad capitalista y a su producción de ideologemas enmascaradores de la dimensión alienante de la producción serializada.
Sin dejar de reconocer la verdad parcial presente en el enfoque de Adorno, Horkheimer y Marcuse sobre la cultura de masas, me parece que lo que se denomina actualmente postmodernidad no es algo homogéneo.
Sin validar el “anything goes”, el todo vale, algunas manifestaciones culturales postmodernas pueden cribar, seleccionar, reutilizar crítica y creativamente un conjunto de elementos procedentes del mundo de la “cultura de masas”, sin que ello implique, a mi entender, una concesión light al aparato simbólico de producción serializante propio del capitalismo "crematístico".
La cultura popular en América Latina es todavía un factor que no podemos obviar en un enfoque de las tradiciones "orales, carnavalescas y dialógicas", con más razón todavía que en las llamadas sociedades industriales y postindustriales.
Por más erosionado que se encuentre el concepto de "pueblo", sus modalidades semióticas de funcionamiento permanecen, transformándose, pero diferenciadas de la llamada alta cultura.
En este sentido es preciso reflexionar sobre las tesis de autores como Néstor García Canclini, Serge Gruzinski, Carlos Monsiváis, etc., en su conceptualización de las culturas híbridas, el pensamiento mestizo y los aires latinoamericanos de familia...
Lo importante es eliminar la idea esencialista de una supuesta pureza cultural, ya proceda ésta de lo llamado "popular-prístino" como de lo "culto-elitista".
Lo que reviste, a nuestro entender, real trascendencia crítico-cultural, es encontrar, en nuestras sociedades latinoamericanas y antillanas, por ejemplo, complejas modalidades heterogéneas de articulación sígnica de valores, tradiciones y archivos que apunten a la valoración de un cierto mestizaje, de una cierta hibridez semiótica cónsona con la naturaleza plural, múltiple y problemática de nuestros procesos históricos.
En ese sentido, percibo en la posición de Vargas Llosa una concepción muy excluyente de la cultura al limitarla a una formación clásica cuya matriz se remonta a la Edad Media donde la tradición greco-latina se encontraba clausurada en los monasterios y el pueblo creaba el arte de las máscaras grotescas, las ‘facecias’, el carnaval... Con la diferencia de que Vargas Llosa parece despreciar esta segunda vertiente de la cultura tan valorada por Bajtín al no considerarla como propiamente cultural.
Con ello, el autor de “La ciudad y los perros” rechaza los valores tradicionales que sobreviven en sociedades híbridas, mulatas y mestizas como las nuestras.
Vargas Llosa parece apostar más bien a un proceso homogéneo de modernización occidentalizante. Es decir, de norteamericanización-europeización de la cultura mundial... Nos sitúa de nuevo, peligrosamente, en la vieja disyuntiva: Civilización (Occidental) o Barbarie... Esta justa acusación se le ha formulado ya en varios contextos.
En la dirección de todo lo que formulo con anterioridad, entiendo que Vargas Llosa se hace merecedor de la crítica de Luis Martín-Cabrera, en el breve ensayo que este escritor titula: 'Contra la escritura letrada de Vargas Llosa'.
En ese trabajo nos dice Martín-Cabrera, entre otras cosas: "Ningún escritor inquieta y preocupa tanto a Vargas Llosa como José María Arguedas. Arguedas era quechuahablante y su literatura, al contrario que la de Vargas Llosa, se movió siempre en una tensión entre dos mundos, dos lenguas y dos historias; El Zorro de arriba y el zorro de abajo, como tituló su última novela. Arguedas, como José Carlos Mariátegui, aunque de manera diferente, no vio en las culturas indígenas una rémora, sino la posibilidad misma del comunismo incaico, de una sociedad y una modernidad asentadas sobre el comunitarismo y no sobre el genocidio cultural y físico de los indígenas."
Finalmente nos preguntamos, profundamente preocupados por la respuesta, si la retracción implícita que propone Vargas Llosa hacia los ámbitos de la Alta Cultura participa de cierto isomorfismo con respecto a las propuestas genocidas presentes en las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) en su convocatoria tácita a desatender las necesidades de los pensionados y de los sectores mayoritarios de la población mundial concebidos como mera “biomasa”, como parásitos no productivos que sólo generan problemas financieros al Sistema.
¿No estará el Marqués Mario Vargas Llosa, en su aparente defensa de la cultura como valor superior, efectivamente comprometido con el biopoder plutocrático más duro y genocida?
Que conste: no deseamos participar de ningún “amarillismo” propio de La Civilización del Espectáculo al formular esta grave preocupación.
© Armando Almánzar Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.
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Comunicadores Indígenas presentaron propuesta en la IV Cumbre de Líderes Indígenas de las Américas (IV CLIA)
Lideres indigenas en la Cumbre
Hacia una política pública en comunicación diferencial en las AméricasLa Red de comunicadores indígenas de Colombia y el Abya Yala, en cabeza de la CAOI; la ONIC, el CRIC, la Red AMCIC, el Tejido de Comunicaciones Por la Verdad y la Vida ACIN y toda la Red que integra la Cumbre continental de Comunicaciones socializaron sus procesos de comunicación.
El propósito es que los Estados reconozcan también en los procesos y medios de comunicación como pilares en la construcción de democracia y patrimonios culturales de la humanidad.
Destacaron el Año 2012 como Año Internacional de la Comunicación Indígena, instituido en la Primera Cumbre Continental Indígena realizada en la María Piendamó en 2010, y en ese sentido le exigen a los estados miembros de la OEA que apropien y reconozcan los espacios legítimos de los pueblos indígenas como son la Cumbre y que en II versión se realizará en México el próximo año.
Exigen a jefes de estado de las Américas que apropien y reconozcan estos espacios como legítimos para la participación y la inclusión de los pueblos indígenas como actores políticos y sujetos de derecho.
Entre otras iniciativas que conducen a consolidar y promover las formas de comunicación anunciaron la realización de la del XI Festival de Cine y Video de los Pueblos Indígenas a realizarse en septiembre y octubre próximos en Colombia.
La ancestralidad y las formas de comunicación desde el sentir y el saber indígena han sido milenarias y están encausadas en la memoria, en la identidad y en la integralidad, respeto y armonía del ser humano con la naturaleza. En este sentido estuvo orientada la propuesta que presentaron hoy los comunicadores indígenas y no indígenas que trabajan los temas indígenas e interculturales en la IV Cumbre de Líderes.
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La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos. (Ejercito Negro Makhnovista, Ucrania, 1923).
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