(Tomado
de Wikipedia, La Enciclopedia Libre)
La palabra superorganismo
se utiliza en biología y ecología para resumir una forma de ver la
naturaleza de la
sociedad. Es aplicada en himenópteros como las abejas, las hormigas y termitas que son insectos sociales. Es un concepto sociobiológico de que una organización social,
como una comunidad, trasciende los organismos biológicos que la componen.
Todos los himenópteros (hijos de la misma madre) tienen las
siguientes características:
- La
existencia de un nido común que da protección y permite el aprovisionamiento.
- La
longevidad de la madre y el solapamiento de generaciones de hermanas.
- La
comunicación entre todos los constituyentes del grupo social.
Esta vida social
confiere a los animales que la presentan determinadas ventajas en el
aprovechamiento de los recursos que hace que logren un mayor éxito evolutivo:
- Mayor
número de descendientes por cada madre.
- Mantener
una independencia del medio externo, superando condiciones adversas.
- Mayor
longevidad que el resto de los insectos.
Una abeja es un ente
de acción, pero esta vive de acuerdo con cierta división de trabajo, hay obreras, zánganos y reinas. Esa organización social permite
afirmar que los objetivos de la abeja
individual están subordinados a los de la colmena.
Si miramos la colmena como parte de un sistema biológico
más amplio, podríamos señalar algunas relaciones simbióticas o sinérgicas que podrían resultar de interés: las lluvias hacen posible el arroyo. El
arroyo crea un buen ambiente para el árbol. El árbol florece. Las abejas liban
estas flores, recolectando el néctar con el
cual producen la miel y el polen
de donde obtienen las proteínas, oligoelementos y vitaminas. Algunos biólogos
describen como superorganismo a esos entes complejos que operan en una relación
de cooperación mutua.
Algunos hasta
sostienen que todo lo que vemos es un inmenso superorganismo, donde hasta los
virus tienen relación con la vida de todo el conjunto, del cual forma parte la
especie humana. A esta teoría se denomina Hipótesis de Gaia.
Hipótesis de Gaia
El estudio de la habitabilidad planetaria
está parcialmente basado en una extrapolación del conocimiento de las
condiciones terrestres, ya que actualmente la Tierra es el único planeta en el que se conoce la presencia
de vida.
La hipótesis de Gaia es un conjunto de
modelos científicos de la biosfera en el cual se
postula que la vida fomenta y mantiene unas condiciones adecuadas
para sí misma, afectando al entorno. Según la hipótesis de Gaia, la atmósfera y
la parte superficial del planeta Tierra se comportan como un todo coherente
donde la vida, su componente característico, se encarga de autorregular sus
condiciones esenciales tales como la temperatura, composición química y
salinidad en el caso de los océanos. Gaia se comportaría como un sistema
auto-regulador (que tiende al equilibrio). La teoría fue ideada por el químico James Lovelock en 1969
(aunque publicada en 1979) siendo apoyada y extendida por la
bióloga Lynne Margulis.
Lovelock estaba trabajando en ella cuando se lo comentó al escritor William Golding, fue éste quien le sugirió que
la denominase “Gaia”, diosa griega de
la Tierra (Gaia, Gea o Gaya).
Origen de la hipótesis
Lovelock fue llamado por la NASA
en 1965 para participar en el primer intento de descubrir la posible existencia
de vida en Marte. Participó
como asesor de un equipo cuyo objetivo principal era la búsqueda de métodos y
sistemas que permitieran la detección de vida en Marte y en otros planetas. Uno
de los problemas a resolver sería el encontrar los criterios que deberían
seguirse para lograr detectar cualquier tipo de vida. A Lovelock le llamaron la
atención las radicales diferencias que existían entre la Tierra y los dos
planetas más próximos, fue la singularidad de las condiciones de la Tierra lo
que le llevó a formular su primera hipótesis.
Fundamentos
Esta teoría se basa en la idea de que la biomasa autorregula las condiciones del
planeta para hacer su entorno físico (especialmente temperatura y química
atmosférica) más hospitalario con las especies que conforman la “vida”. La hipótesis Gaia
define esta “hospitalidad” como una completa homeostasis. Un modelo sencillo que suele
usarse para ilustrar la
hipótesis Gaia es la simulación del mundo de margaritas.
Según la segunda ley de la termodinámica un sistema cerrado tiende
a la máxima entropía. En el caso del
planeta Tierra su atmósfera debería hallarse en equilibrio químico, todas las
posibles reacciones químicas ya se habrían producido y su atmósfera se
compondría mayoritariamente de dióxido de carbono (CO2). (Se estimó que la atmósfera
debería componerse de, aproximadamente, un 99% de CO2) sin apenas
vestigios de oxígeno y nitrógeno. Según la teoría de Gaia, el que al día de hoy
la atmósfera la compongan un 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno y apenas un 0,03%
de dióxido de carbono se debe a que la vida, con su actividad y su
reproducción, mantiene estas condiciones que la hacen habitable para muchas
clases de vida.
Con anterioridad a la formulación de la Hipótesis de Gaia se
suponía que La Tierra poseía las condiciones apropiadas para que la vida se
diese en ella, y que esta vida se había limitado a adaptarse a las condiciones
existentes, así como a los cambios que se producían en esas condiciones. La
hipótesis de Gaia lo que propone es que dadas unas condiciones iniciales que
hicieron posible el inicio de la vida en el planeta, ha sido la propia vida la que las ha ido modificando, y que por lo
tanto las condiciones resultantes son consecuencia y responsabilidad de la vida
que lo habita.
Para explicar cómo la vida puede mantener las condiciones químicas
de Gaia, Margulis ha destacado la gran capacidad de los microorganismos para
transformar gases que contienen nitrógeno, azufre y carbono.
Animal social
Un animal
social es un término vagamente definido para un organismo que es altamente interactivo con
otros miembros de su especie hasta el punto de
tener una distinta y reconocible sociedad.
Todos
los animales son sociales hasta cierto punto, la reproducción sexual
requiere animales que se pongan en contacto para aparearse, y en animales
mostrando algún grado de cuidado parental hay una mínima unidad social de uno o
más parientes y sus crías. El término "animal social" suele emplearse
sólo cuando hay un nivel de organización social que va allende de esto, con
grupos permanentes de adultos viviendo juntos, y relaciones entre individuos
que duren de un encuentro a otro.
El
comportamiento y la organización de los animales sociales se estudia en psicología
comparativa, etología, sociobiología, ecología de la conducta y ciencias de la
computación (inteligencia
artificial). Las materias típicas en comportamiento social son:
- ¿Cuál es el tamaño típico del grupo?, ¿qué factores limitan el
tamaño del grupo?, ¿qué factores dirigen la unión y separación de los grupos?
- ¿Muestran las especies territorialidad?, si es así, ¿de qué
extensión?, si los territorios se mantienen, ¿cuál es su propósito?, ¿se
mantienen por un individuo o por un grupo?
- ¿Son estas relaciones sociales de dominancia permanentes dentro
del grupo?, ¿hay alguna pauta dentro de ellos?
Unas
pocas especies, insectos del orden Hymenoptera (hormigas,abejas
y avispas) e Isoptera (termitas) muestran una forma extrema de
sociabilidad, siendo unas sociedades altamente organizadas, con individuos
especializados para diferentes roles. Esta forma de conducta social se conoce
como eusociabilidad. Algunos vertebrados, más notablemente la rata topo desnuda,
son también eusociales.
Algunos animales
cuya conducta social es de un interés particular: Humanos (Homo sapiens),
Gorilas (Gorilla gorilla), Lobos y perros (Canis lupus), Leones (Panthera
leo), Chimpancés (Pan troglodytes), Bonobos (Pan paniscus) y Orcas
(Orcinus orca)
Eusocialidad
La eusocialidad (en griego "eu": "bueno" +
"social") es el nivel más alto de organización social que se da en
ciertos animales. El término eusocial fue creado en 1966 por Suzanne Barata en
referencia a ciertas abejas de la familia Halictidae. En 1971 E. O. Wilson le dio un significado más
preciso.Al principio se refería solamente a aquellos organismos que reunían
ciertas características (originalmente sólo invertebrados); después se hizo más
amplio.
Los
tipos de vida social se pueden agrupar en diferentes categorías, incluyendo,
además de eusocial las siguientes: presocial, subsocial, semisocial, parasocial
y quasisocial. Todos estos distintos niveles se dan en ciertos insectos,
especialmente en los del orden Hymenoptera.
Entre
los insectos sociales están las termitas (orden Isoptera), todas las hormigas, muchas especies de abejas y de avispas (orden Hymenoptera). También ocurre en
algunos miembros de Thysanoptera y en
algunos pulgones. Otros artrópodos incluyen a ciertos crustáceos. Finalmente, entre los vertebrados
se da en la especie de mamífero la rata topo lampiña Heterocephalus glaber.
Insectos
solitarios
Se toma como punto de partida en esta evolución la vida de los
insectos que no tienen comportamiento social. Los padres tienen una vida corta
que termina, generalmente, con el apareamiento y la puesta de los huevos.
Debido a esto no llegan a conocer a sus descendientes aunque, a veces, puedan
depositar sus huevos en las proximidades del alimento o les dejen provisiones
para su desarrollo. Los descendientes nacidos no mantienen entre ellos
relaciones, pues muy tempranamente se dispersan y emprenden vida solitaria.
Insectos
presociales
Presentan cualquier grado de comportamiento social más allá del
sexual, pero que no llega a la verdadera sociabilidad (eusocialidad) (Wilson,
1965). Dentro de esta amplia categoría pueden reconocerse una serie de estadios
sociales inferiores:
- Insectos
subsociales: es el tipo más
extendido que practican trece órdenes de insectos. Los adultos cuidan de sus
larvas durante algún periodo de tiempo.
- Insectos
parasociales: término
introducido en 1969 por Michener para denominar a los estados presociales en
los que los miembros de la misma generación interactúan entre sí y matiza con
las categorías:
-- Insectos
comunales: los miembros de
la misma generación usan el mismo nido, sin cooperación en el cuidado de la
cría.
-- Insectos
cuasisociales: los miembros
de la misma generación usan el mismo nido y la prole es atendida de forma
cooperativa, pero cada hembra aún pone huevos en algún momento de su vida.
-- Insectos
semisociales: el nido
comunal contiene miembros de la misma generación, colaborando en el cuidado de
la cría, pero existe división de tareas reproductoras con algunas hembras
(reinas) poniendo huevos mientras que sus hermanas actúan de obreras y
raramente ponen huevos. Difiere de la eusocialidad en que las obreras son
hermanas de las reinas y no hijas. Algunas abejas y avispas entran en esta
clasificación.
Insectos
eusociales
Cooperan
en el cuidado de la cría y generalmente tienen castas estériles. Existe
solapamiento de generaciones con longevidad elevada de la casta reproductora.
Generalmente las hembras obreras estériles son hijas, no hermanas de la reina. Comprende
a todas las hormigas y termitas así como algunos grupos de abejas (por ejemplo
en la familia Apidae, tales como abejas melíferas, abejorros y abejas sin aguijón) y de avispas sociales Vespidae.
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UNA COLONIA DE HORMIGAS TIENE UN
CEREBRO COMÚN TAN GRANDE COMO EL DE UN MAMÍFERO (NOTICIAS LATAM, CORTESÍA DE NOHIVO LUGO, TALLERES LOGÍSTICOS PALMEROS, 20 DE ENERO, 2013.)
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La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos. (Ejercito Negro Makhnovista, Ucrania, 1923).
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