viernes, junio 27, 2008

Noticias del Frente Migratorio 029

Adaptación social de las pandillas juveniles latinoamericanas en España. Pandillas y organizaciones juveniles de la calle. (2 de 3)
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Por Juan Pablo Soriano Gatica

Revista Cidob d'Afers Internacionals nº 81, Marzo / Abril 2008 www.revistasculturales.co

LATIN KINGS: LA EVOLUCIÓN DE UNA ORGANIZACIÓN JUVENIL DE LA CALLE

La llegada de las nuevas organizaciones juveniles de la calle a España comenzó a finales de la década de los noventa, junto con la progresiva llegada de miles de inmigrantes latinoamericanos que buscaban una vida mejor. Sin embargo, la existencia de estos grupos llega a las primeras páginas de los periódicos a mediados de 2003, de la mano de una noticia sobre un asalto y violación de una pareja en un parque de Madrid (La Casa de Campo), a manos de dos jóvenes ecuatorianos que se identificaron como miembros de un grupo llamado Latin Kings. ¿Qué significaba ese nombre? ¿Cuáles eran los orígenes de esa agrupación? ¿Cuántos miembros tenía esta organización en España? ¿Hasta qué punto eran peligrosos? ¿Había más grupos? Este tipo de preguntas comenzaron a ser planteadas desde varios sectores sociales y gubernamentales.

Antes de analizar con mayor detenimiento la situación de las nuevas organizaciones juveniles de la calle en España, vale la pena revisar muy brevemente, sin ánimo de ser exhaustivos, la historia y evolución de un tipo de organización juvenil de la calle que en muchos sentidos es emblemática dentro de lo que algunos denominan "bandas latinas" y otros "organizaciones juveniles violentas". Se trata de la organización de los Latin Kings, los Reyes Latinos, cuyo nombre oficial es el de Todopoderosa Nación de Reyes y Reinas Latinos, en inglés Almighty Latin King and Queen Nation (ALKQN). En España su nombre se ha convertido en paradigma del fenómeno de las nuevas organizaciones de la calle conformadas predominantemente por jóvenes inmigrantes latinoamericanos. La "estética latin king", es una fórmula que es repetida por muchos medios de comunicación para describir la forma de vestir, hablar y comportarse de muchos jóvenes latinoamericanos. A principios de 2007, los dirigentes de la organización reconocían oficialmente su presencia en ocho países
[ 11 ] . La historia de los Latin Kings muestra el intento de una organización juvenil de romper con el estigma de pandilla violenta y criminal, y las dificultades a las que se ha tenido que enfrentar. También permite dar cuenta del impacto transnacional de algunas organizaciones juveniles de la calle, ya que los Latin Kings tienen presencia en las calles y en las prisiones de Estados Unidos, Ecuador, Puerto Rico, República Dominicana, España e Italia [ 12 ] , entre otros países. La historia de los Latin Kings también puede ser vista como la historia de cientos de inmigrantes que han llevado consigo una cultura de la calle construida alrededor de elementos identitarios (tatuajes, lenguaje, vestimenta), ritos religiosos, mecanismos de solidaridad y, a veces, también violencia.

Orígenes: Chicago y Nueva York. Los Latin Kings constituyen una organización formada en la década de 1940 en Chicago, con el objetivo de promover y defender los derechos de los hispanos en Estados Unidos y, sobre todo, de los puertorriqueños en el sistema penitenciario. Durante los siguientes treinta años, los Latin Kings fueron perdiendo progresivamente sus objetivos sociales, y la actividad de gran parte de sus miembros se orientó al tráfico de drogas y la delincuencia en general. Desde principios de la década de los setenta, algunos líderes intentaron unificar todas las facciones de Chicago (la madre patria, o "motherland", como la denominan los Latin Kings)
[ 13 ] . Después de varias luchas y enfrentamientos internos se conformó una sola agrupación ( un reino ) que adoptó una corona como símbolo [ 14 ] . A principios de la década de los ochenta, un joven integrante de los Latin Kings salió de Chicago para ir a vivir a Nueva York. Su nombre: Luis Felipe, King Blood . Este cometió una serie de delitos e ingresó en el Correccional de Collins, en Nueva York, donde en 1986 fundó el capítulo de los Latin Kings en Nueva York. Desde la prisión, King Blood dirigió la organización y la llevó, según algunos observadores, a una de las más violentas etapas de su historia en Nueva York (McShane, 1999). En 1994, después de que Luis Felipe fuera apartado por las autoridades penitenciarias de todo contacto con el exterior, los Latin Kings de Nueva York se rebautizaron como la Todopoderosa Nación de Reyes y Reinas Latinos (ALKQN). La "Nación", como la denominan sus miembros, aseguraba haber roto con un pasado vinculado a actividades criminales (violencia, robos, tráfico de drogas, asesinatos) y estar siguiendo los pasos de las Panteras Negras y los Young Lords (grupo integrado principalmente por puertorriqueños). Estas dos organizaciones habían evolucionado desde organizaciones de la calle hasta plantear posiciones claras de reivindicación política durante las décadas de los sesenta y setenta; las Panteras Negras promovieron las libertades civiles y la autodefensa de los afroamericanos en Estados Unidos, y los Young Lords defendieron el derecho de autodeterminación para Puerto Rico.

En 1996 llega a la cúspide de los Latin Kings un personaje fundamental en el intento de transformar definitivamente a los Reyes Latinos en una organización políticamente activa y con una agenda de trabajo comunitario: Antonio Fernández, King Tone . Fernández se unió al grupo en 1990, cuando cumplía una sentencia por venta de drogas y con un importante problema de consumo de crack (un derivado de la cocaína), como él mismo reconocía (McShane, 1998). El nuevo Inca supremo, o corona suprema, de los Latin Kings asume el liderazgo con el beneplácito de Luis Felipe, quien había sido condenado a cadena perpetua en confinamiento solitario por dirigir una organización criminal desde la prisión. A King Blood también se le acusó de orquestar una serie de asesinatos, incluyendo el de algunos miembros de su propia organización. Antonio Fernández declaró que su "reinado" sería distinto, que los reyes se convertirían en un grupo promotor del cambio social y la superación personal de sus miembros. Pero King Tone utilizó su poder no sólo para intentar transformar a los Latin Kings, sino también en beneficio propio. En 1999 King Tone fue condenado a cumplir 12 años de prisión por tráfico de drogas. Fernández admitió que entre septiembre de 1996 y junio de 1997 había planeado la distribución de tres kilos y medio de cocaína y setecientos gramos de heroína (McShane, 1999). Esto cuando ya era el Inca de ALKQN y defendía en los medios de comunicación que quería cambiar la organización. Es verdad que en caso de no haberse declarado culpable, King Tone se enfrentaba a una condena de más de 40 años de prisión. Pero también es evidente que King Tone traicionó a su comunidad, y lo ha reconocido así. Fernández no saldrá de la prisión antes de 2009.

La condena de Antonio Fernández significó un duro golpe a los intentos de transformar a los Latin Kings en una organización política de la calle en Estados Unidos, y específicamente en Nueva York. Sin embargo, desde la prisión, Fernández continúa encabezando un sector importante de la organización, y sigue intentando concienciar a los miembros de los Latin Kings sobre la importancia de la politización del grupo. Actualmente, entre algunos miembros del grupo se conoce el pensamiento que encabeza King Tone como la "cultura de Nueva York"
[ 15 ] . Una muestra del tipo de orientación que a Fernández le gustaría que adoptaran los Latin Kings puede leerse en un artículo suyo publicado en junio de 2005 en el órgano oficial de la organización: El Grito de los Reyes [ 16 ] . Advirtiendo de que no se trataba de una orden, King Tone pedía a los miembros de la organización que permitieran que nuevas ideas de cambio llegaran a todos los "hermanos" del grupo. Pedía involucrase más en actividades de formación académica y en la promoción de la participación política para cambiar la percepción social de que los Latin Kings son principalmente un grupo de pandilleros y traficantes de droga (Fernández, 2005). Percepción que, de acuerdo con King Tone , el Gobierno de Estados Unidos quiere perpetuar, añadiendo ahora la acusación de que son terroristas, para, según Fernández, mantener oprimidos a los latinos. Es importante hacer notar que antes de finalizar su texto, King Tone reconoce que está en la cárcel porque cometió el error de pensar en su propia persona más que en el futuro de la organización.

Orígenes: Ecuador. En Ecuador la organización local ALKQN se creó en 1994. En su fundación tuvo un papel relevante un delegado que llegó desde la ciudad de Nueva York llamado Gean Carlos Cepeda ( Boy Green ). Actualmente la organización se denomina ALKQN Sagrada Tribu Atahualpa Ecuador (STAE). De acuerdo con un miembro de los Latin Kings residente en España (un "hermanito", como se denominan entre ellos), en un primer momento el grupo buscó desarrollar iniciativas de trabajo comunitario en las principales ciudades de Ecuador, sobre todo en Guayaquil y Quito. En 1996 llegó a Ecuador otro hermanito, Raúl Romo (King Lucky), llevando "la cultura" del grupo de Chicago. A partir de este momento hubo una separación que generó enfrentamientos internos y una lucha por el liderazgo en la organización que duró varios años. Paralelamente, se fueron configurando algunas rivalidades con otras organizaciones que tenían presencia en las calles de Ecuador, sobre todo la Asociación Ñeta
[ 17 ] (Feixa, 2006: 132-133). Las diferencias con otros grupos y problemas internos y externos seguirían a algunos miembros de los Latin Kings en su emigración a Europa, sobre todo a Italia y España.

Organización interna: Los Latin Kings son una organización altamente estructurada y jerarquizada, y que repite en varios niveles territoriales una distribución muy semejante de competencias: desde el reino, hasta tribus y capítulos. Como muchas otras organizaciones juveniles en todo el mundo, ha desarrollado códigos y un léxico específicos. Al líder supremo de la Tribu o Reino se le denomina Inca o Corona Suprema. Cada grupo es dirigido por la estructura de la corona, con cinco responsabilidades clave: al líder se le denomina primera corona; el segundo al mando recibe la denominación de segunda corona o cacique; hay también un jefe de guerra, o tercera corona; y un secretario y un tesorero. Los colores negro y dorado son característicos de la organización, y los símbolos más utilizados son coronas y leones. La organización se mantiene con las aportaciones económicas de sus miembros. A la reunión de todos los miembros de un grupo se le denomina "universal". Pee wees son los miembros más jóvenes del grupo. Dar amor, significa infringir un castigo (no necesariamente físico) para corregir el comportamiento de algún miembro. Es importante destacar que la Nación de los Reyes y Reinas Latinos ha desarrollado una especie de religión denominada kingism, que cuenta con un documento parecido a una Biblia, que es un conjunto de principios que deben ser estudiados y seguidos por todos sus miembros. Según explica un integrante del grupo en España, la nación "es un grupo de personas que se rige por un solo gobierno, raza, constitución, leyes... nosotros vivimos aquí una nación en la cual tenemos un presidente, vicepresidente, un secretario, un tesorero, un consejero, un jefe de guerra, maestros que enseñan, nuestras políticas, reglamento, tenemos una corte suprema, jueces... Dentro de nuestra organización, vivimos una nación dentro de otra nación, que es España" (Feixa, 2006: 133-134).

¿QUIÉNES SON? LAS "PANDILLAS LATINAS" EN ESPAÑA Y BARCELONA
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Como señalamos antes, la llegada de la organización de los Latin Kings a España se remonta a finales de la década de los noventa; pero no es hasta el año 2000 cuando un líder reconocido en Ecuador funda el primer capítulo de la organización en Europa. En febrero de ese año, Eric Javier Velastegui, King Wolverine, "planta bandera" y crea un capítulo de los Latin Kings en Madrid.

La evolución del fenómeno de las organizaciones juveniles latinas es especialmente relevante en Barcelona. Sin ánimo de ser exhaustivos, podríamos establecer la siguiente periodización (basada en Feixa, 2006: 137): llegada, acogida, asentamiento y normalización. La llegada a Barcelona comienza hacia el año 2000 y acaba con la fundación de las principales agrupaciones en 2001. La acogida y crecimiento se produce entre 2002 y 2003 y acaba con la muerte de un estudiante colombiano de 17 años de nombre Ronny Tapias, un suceso que supuso una gran visibilidad pública del fenómeno en la ciudad. El 28 de octubre de 2003, Ronny fue asesinado a la salida de su colegio en Barcelona. Cinco jóvenes latinoamericanos, pertenecientes a los Ñetas, agredieron mortalmente al estudiante tras confundirlo con un miembro de los Latin Kings. Ronny falleció tras recibir una puñalada mortal cerca del corazón. Por este asesinato fueron detenidos tres jóvenes dominicanos, quienes en abril de 2005 fueron condenados a 17 años de prisión
[ 18 ] . Los medios de comunicación dieron una enorme difusión a este crimen, y literalmente llenaron las páginas de los diarios, las pantallas de televisión y los programas de radio con el tema de "la invasión de las bandas latinas" y la delincuencia generada por los jóvenes inmigrantes de América Latina. En este escenario emerge un discurso público que criminaliza ciertas formas de vestir de los jóvenes latinoamericanos (la "estética latin king") y de sus formas de relacionarse en los espacios públicos (concentración y presencia continua en parques y plazas). Como respuesta a esta situación, empieza a emerger en los líderes más conscientes de los grupos una preocupación sobre el futuro de sus organizaciones y sobre su propia estancia en España. La cuestión es cómo evitar repetir los errores del pasado y cómo desligarse completamente de la violencia para poder promover el desarrollo de su organización. En esta reflexión interna de los grupos, seguramente tuvo un papel central la experiencia de exclusión y violencia previa que en Ecuador habían tenido algunos líderes y miembros con más antigüedad en el grupo.

El período que podemos denominar de asentamiento comienza en 2004 y termina a principios de 2005, tras una serie de conflictos internos en las dos principales organizaciones (Latin Kings y Ñetas) que llevan a los líderes de las facciones mayoritarias a apostar por un camino de apertura e institucionalización que implicaba acercarse a las autoridades de la ciudad de Barcelona. De forma paralela, el área de servicios de prevención del Ayuntamiento de Barcelona ya había explorado formas de integrar a estos grupos a las dinámicas asociacionistas de los jóvenes en la ciudad condal. Como se da cuenta más adelante en este trabajo, ya se había iniciado un estudio más profundo para intentar descifrar las principales características de estas nuevas organizaciones juveniles de la calle. El período que denominamos de normalización comienza a mediados de 2006. Después de un año largo de trabajo en el interior de los Latin Kings, y apoyados desde diversas asociaciones y grupos académicos, el 7 de mayo de 2006 un grupo de jóvenes constituyó la Organización Cultural de Reyes y Reinas Latinos de Cataluña. Un par de meses más tarde, y después de revisar que los estatutos de la organización cumplieran con todos los requisitos legales, el área de entidades jurídicas del Departamento de Justicia del Gobierno catalán dio su autorización para que la Organización fuera inscrita en el registro de asociaciones. La Organización Cultural de Reyes y Reinas Latinos de Cataluña quedó registrada el 31 de julio, con el número 32929/1. A partir del mes de agosto la nueva organización fue presentada en numerosos actos públicos en toda España y algunas ciudades de Italia. El trabajo en conjunto entre jóvenes y distintas áreas del Ayuntamiento de Barcelona y del Gobierno de la Generalitat fue fundamental en el resultado positivo de este complicado proceso. Además de los miembros de los Latin Kings, también participaron académicos, trabajadores sociales, juristas, las áreas de infancia y juventud, así como la policía autonómicas, entre otras instancias.

Es importante detenerse en este proceso de normalización de la presencia de una parte de los Latin Kings en España. Este proceso, que desde algunos sectores ha sido bautizado como "modelo Barcelona", comienza a mediados de 2005, cuando el Ayuntamiento de Barcelona inició un diálogo con los Latin Kings y la Asociación Ñeta a fin de buscar mecanismos que permitieran su transformación/normalización mediante la conformación de asociaciones juveniles comprometidas con el rechazo de la violencia. En una entrevista periodística de noviembre de 2006, el director de los Servicios de Prevención del Ayuntamiento de Barcelona, Josep María Lahosa, explicaba la lógica de la actuación frente a estas agrupaciones: "Los reconocimos como interlocutores y les expusimos claramente cuáles son los criterios que permitirían su existencia como grupo en la ciudad (...) Les dijimos que habían llegado a una sociedad diferente, con unos valores distintos a los que imperan en sus países de origen y en Nueva York, y muchos grupos iniciaron un proceso de reflexión (...) Les remachamos que la violencia no es la mejor forma de resolver conflictos" (Valero, 2006).

Como un elemento añadido de este proceso, los líderes de las dos principales agrupaciones con presencia en las calles de Barcelona alcanzaron un acuerdo de paz que, hasta mediados de 2007, ha permitido que la mayoría de sus integrantes se distancien de la violencia. En este contexto, en octubre de 2006 se celebró un encuentro académico que permitió a algunos grupos consolidar el proceso de normalización
[ 19 ] . En un contexto de preocupación social por el incremento de la inmigración, la politización de la decisión del Gobierno catalán de "legalizar" a los Latin Kings era inevitable. El tema de la "legalización" (que en realidad es un proceso de normalización) ha sido incorporado al debate que sobre temas de inmigración y seguridad mantienen el Partido Socialista y el Partido Popular. Y cómo Barcelona y Madrid, gobernadas por socialistas y populares respectivamente, hacen frente al tema de "las bandas latinas" se inscribe en este debate. Como sucede con cualquier proceso que se politiza, por una parte hay un enorme deseo de quienes impulsaron el proceso en Barcelona de que este salga adelante. Y por otra parte, desde algunos sectores de gobierno autonómico en Madrid se rechaza esta forma de atender el fenómeno.

En mayo de 2007, el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, aseguraba que el futuro de grupos como los Latin Kings era desaparecer, y no que se "legalicen y reconviertan en asociación cultural", ya que en el caso de Madrid algunos miembros han cometido robos, violaciones e intentos de homicidio. El funcionario añadía que "aunque las bandas latinas están muy controladas por la policía, se encuentran bastante arraigadas en nuestro país", y destacaba que le preocupaba que otras "bandas puedan llegar a surgir, como las maras, que es una organización mucho más peligrosa que los Latin King, y están extendidas en Venezuela, Colombia, México y otros países centroamericanos (...) Se está trabajando desde toda Europa para que las maras no lleguen, pero si se implantan en España tendríamos un problema"
[ 20 ] . A pesar de lo aventurado que es comparar a los Latin Kings con grupos como la mara Salvatrucha [ 21 ] , vale la pena reconocer que la situación en Madrid es más compleja que en Barcelona; no sólo porque la concentración de población es mayor en Madrid, sino porque la violencia protagonizada por las organizaciones juveniles de la calle, conocidas como "bandas latinas", ha sido mayor.

Finalmente, es importante resaltar que este proceso también puede poner en riesgo el surgimiento y la acción de otros grupos organizados de jóvenes latinos que reivindiquen cuestiones similares. No sería muy difícil que algunos actores utilizaran incidentes en otras partes de España o de América Latina y Estados Unidos, en los que participen miembros de los Latin Kings o los Ñetas (o personas que se asuman como miembros de estas organizaciones), para deslegitimar las acciones de la juventud latinoamericana organizada en España. En cierta medida esto ya sucedió durante los disturbios que tuvieron lugar en Alcorcón, en las cercanías de Madrid, en enero de 2007, cuando debido a una pelea entre dos grupos de jóvenes se creó un ambiente propicio (apoyado por algunos políticos y medios de comunicación muy irresponsables) para que se desencadenaran acciones violentas contra jóvenes latinoamericanos por parte de jóvenes españoles.

¿QUÉ SABEMOS? JÓVENES LATINOAMERICANOS Y "PANDILLAS" EN ESPAÑA
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Pero, ¿qué se sabe hoy sobre las denominadas "pandillas" o "bandas latinas" en España? A mediados de 2006 se dio a conocer en Barcelona el resultado del primer gran estudio sobre jóvenes, y también sobre las denominadas "bandas latinas" como una parte importante de esa investigación. El trabajo, Jóvenes "latinos" en Barcelona. Espacio público y cultura urbana, fue dirigido por Carles Feixa, antropólogo de la Universidad de Lleida. Por su relevancia es importante mencionar, brevemente, cómo surge:

"En mayo de 2004 el director de los Serveis de Prevenció del Ayuntamiento de Barcelona, Josep María Lahosa, se puso en contacto con Carles Feixa [...] con la intención de llevar a cabo un estudio de campo sobre las condiciones de vida y prácticas culturales de los jóvenes de origen latinoamericano en Barcelona. Aunque el objeto de investigación propuesto era toda la población adolescente y juvenil de esta procedencia, el interés por el mismo surgía de la problemática de las ‘bandas juveniles', que, desde el asesinato de Ronny Tapias, había atraído la atención de los medios de comunicación y había suscitado cierta alarma social. [...] El encargo era tan valiente como arriesgado: pese a la urgencia y la alarma social creada, el Ayuntamiento prefería conocer mejor la realidad antes de actuar precipitadamente sobre ella (lo que suele implicar anteponer las medidas de seguridad a las sociales)" (Feixa, 2006: 15).

El hecho de que fuera el Ayuntamiento de Barcelona, es decir, las autoridades locales, quienes solicitaran un estudio a un especialista académico para intentar entender un fenómeno nuevo que había llegado a las calles de la ciudad es relevante. Da cuenta de una aproximación al tema de las denominadas "bandas latinas" que después les permitiría emprender, junto con los dos principales grupos de jóvenes latinoamericanos, un complicado y arriesgado proceso de normalización de su presencia en la sociedad catalana. El excelente estudio dirigido por Feixa no solamente aborda el tema de las "pandillas latinoamericanas", pero debido a los objetivos del presente trabajo nos centraremos en esta parte. Feixa y su equipo de investigadores establecen algunas conclusiones importantes sobre el fenómeno
[ 22 ] . En primer lugar, que existe una incipiente autoorganización de los jóvenes de origen latinoamericano, y que éstos, en algunos casos, recurren al modelo de las pandillas de sus países de origen, "como forma de identificación simbólica, como modelo de organización en el espacio público o bien como justificación de determinadas actividades no legitimadas" (Feixa, 2006: 17).

Respecto a la violencia, se señala que aunque algunos de estos grupos se involucran en episodios de violencia, en absoluto es una actividad generalizada, ni arraigada en el colectivo de jóvenes latinoamericanos. En términos del tipo de organización que asumen los jóvenes que reproducían los modelos asociativos de la pandilla, se trata de organizaciones jerárquicas con estructuras piramidales. "Los miembros tienen que pasar por distintas fases o etapas para ascender en esta pirámide social" (Feixa, 2006: 17), y cada miembro debe aportar mensualmente una cuota de dinero (el estudio señala 12 euros) para el mantenimiento de la organización. Respecto a la percepción sobre la presencia pública de estos grupos, el estudio concluye que su presencia en los espacios públicos de la ciudad está muy estigmatizada, y se les asume una capacidad de apropiación y control de territorios, aunque esto no sea cierto. Cualquier problema que sucede "en espacios públicos con presencia de jóvenes latinoamericanos se suele atribuir a las ‘bandas latinas' auque no existan pruebas de su implicación" (Feixa, 2006: 17-18).

A fin de intentar entender el nuevo fenómeno de las agrupaciones de la calle conformadas por jóvenes latinos, el estudio distingue entre bandas, pandillas y organizaciones. En el interior de estos grupos, o en su círculo cercano, pueden existir "bandas" propiamente dichas, con estructuras jerárquicas y finalidades criminales. Por otra parte, existen pandillas de barrio o centros escolares, "que a veces se integran en colectivos más organizados, otras desarrollan tradiciones y rituales propios (dotándose de nombre y espacios), pero que en la mayoría de las ocasiones permanecen al nivel de los grupos de amigos". En tercer lugar, existen organizaciones de "historia compleja y conexiones transnacionales, con presencia en varios nodos del territorio". Dentro de ellas existen varias facciones o subgrupos que en función de coyunturas o cambios de liderazgo pueden fomentar una orientación hacia tendencias delincuenciales o movimientos sociales. "Esta clasificación es dinámica: hay ‘bandas' que pueden abandonar su trayectoria delictiva, pandillas que pueden transformarse en organizaciones y facciones de las organizaciones que optan por una carrera criminal" (Feixa, 2006: 137-138).

Respecto a la dimensión transnacional de las organizaciones juveniles de la calle, hay dos conclusiones relevantes que se derivan del estudio de los jóvenes latinoamericanos en Barcelona. En primer lugar, que las denominadas "bandas latinas" no son un fenómeno importado y tampoco surgen en el vacío. Fenómenos de organizaciones juveniles, más o menos vinculadas con la violencia, existían ya en España antes de la llegada de las organizaciones latinas. En España los colectivos juveniles latinoamericanos modificaron su estructura y normas de funcionamiento para adaptarse a un nuevo contexto social y para hacer frente a la condición de inmigrante de casi la totalidad de sus miembros. Los nuevos miembros que no habían formado parte de estas organizaciones en sus países de origen, modificaron las funciones y significados que le dan a su pertenencia a la organización. En este sentido, no es tanto la violencia y la exclusión social lo que da sentido, sino mecanismos de integración a una sociedad con normas e instituciones distintas, no defensa física, no sustento, sí identidad cultural, sí atención y afecto (Feixa, 2006: 136).

En este contexto, los Latin Kings han ido consolidando un fuerte discurso de reivindicación de los derechos de los inmigrantes latinoamericanos, y especialmente de los derechos de los jóvenes latinos. Pero, ¿cómo se explica esta "milagrosa" transformación? Quizás porque no son simplemente "pandillas" o "bandas", ni en sus orígenes en Estados Unidos ni en España. Son organizaciones con una fuerte presencia en la calle, pero con una estructura interna y un discurso político que las distancia enormemente de agrupaciones como la mara Salvatrucha o la Pandilla de la Calle 18 en Centroamérica, o de los Dominicans Don't Play o los Black Panthers en España. A diferencia de estos grupos, los Latin Kings y los Ñetas no se asumen como pandilleros, y, de hecho, rechazan este apelativo. Es muy probable que estos grupos nacieran en España sin bases ideológicas claras, y con una importante recurrencia a la violencia como forma de respuesta a la marginación y al rechazo social de sus miembros. Pero muy rápidamente asumieron en el liderazgo personas con formación política. Hoy, tanto en los Latin Kings como en los Ñetas, hay un discurso místico-político sobre lo latino, la hermandad latinoamericana y la necesidad de cambiar las condiciones de vida de los latinos. Para aquellos jóvenes que no formaban ya parte de estos grupos en sus países de origen (sobre todo en Ecuador y República Dominicana), este discurso es enormemente atractivo, ya que permite una defensa frente a la discriminación que sufren por tener costumbres distintas, por el color de su piel o por su forma de hablar y de vestir.

Si bien el fenómeno de las denominadas pandillas o "bandas latinas" tuvo en sus inicios una cara predominantemente latinoamericana, progresivamente jóvenes españoles y de otras nacionalidades se fueron integrando a estos grupos. De acuerdo con Maria Sabiote, trabajadora social de la Fundación Ateneu Sant Roc, que trabaja en una de las zonas marginadas del área metropolitana de Barcelona, las denominadas "bandas latinas" han tenido un importante éxito social entre los adolescentes de algunos barrios marginados. El prestigio, solidaridad y protección que algunos jóvenes obtienen al pertenecer a alguno de estos grupos, dice Sabiote, hace que españoles, marroquíes o pakistaníes adopten la forma de vestir de los jóvenes latinoamericanos y que incluso imiten sus acentos. Es importante mencionar el papel que tienen los medios de comunicación sobre cómo los políticos y la sociedad abordan, en general, el tema de las organizaciones juveniles. El papel de los medios es fundamental a la hora de transmitir a la opinión pública los cambios y transformaciones que registra cualquier fenómeno social. Sin embargo, en el caso de estas organizaciones juveniles de la calle, varios medios de comunicación siguen refiriéndose a todos los grupos como "bandas latinas", con toda la carga negativa que ello representa. Esta forma de abordar el fenómeno está presente en casi todos los medios de comunicación, independientemente de su orientación política, y no contribuye a apoyar a los grupos que han decidido apostar por normalizar su presencia en la sociedad española. Evidentemente si existen jóvenes que han cometido delitos, deben ser juzgados, pero si hay una voluntad colectiva de transformar una organización es importante no criminalizar a todo el grupo, e incluso a todo el universo de jóvenes latinoamericanos. Es importante resaltar que, hasta donde es posible saber, actualmente ninguna de las dos principales organizaciones en España (Latin Kings y Asociación Ñeta) tiene, o ha tenido, una orientación y estructura de banda criminal.

Está claro que las organizaciones juveniles pueden evolucionar hacia movimientos sociales y culturales, y que, en gran parte, será responsabilidad de las mismas organizaciones juveniles dar este giro, pero también será fundamental que encuentren los apoyos necesarios para esto en la sociedad de acogida.
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NOTAS

[ 11 ] Véase la página electrónica oficial de la organización: http://www.alkqn.org/
[ 12 ] A mediados de mayo de 2007, los carabineros italianos detuvieron a tres jóvenes ecuatorianos, presuntos miembros de los Latin Kings, a petición de la Fiscalía de Fermo (en el centro de Italia), quien los acusó de extorsión, agresión, violencia sexual a menores, secuestro y tenencia de drogas. Véase, "Detienen a tres presuntos miembros de los ‘Latin King' en el centro de Italia", nota informativa publicada en el portal electrónico Terra.es . (http://actualidad.terra.es/nacional/articulo/detienen_latin_king_italia_1579695.htm. [Página consultada el 8/10/07]).
[ 13 ] Entrevista con Antonio Fernández, King Tone , presentada en el documental Black & Gold (2003).
[ 14 ] Es interesante este símbolo y, en general, el uso de títulos nobiliarios como el de reyes, reinas y príncipes que utiliza la organización. Formar parte de los Latin Kings implica que sus miembros se rebauticen como reyes o reinas (King Mission, King Manaba, King Frenchy, King Outlaw, King Baby White, Queen Laura, Queen Melody o Queen Lady). Los títulos de nobleza parecen reflejar un intento de reconversión del orden social: al convertirse en "aristócratas simbólicos" se vuelven personas especiales dentro de un orden social adverso. En cierta forma, adoptar una identidad "nobiliaria" dentro del grupo les permite otorgarse un reconocimiento que la sociedad no les da; una sociedad que no les reconoce muchas capacidades y que no les brinda muchas oportunidades.
[ 15 ] La dimensión sociológica y política de la organización ha sido analizada en libros y documentales que han intentado reflejar los esfuerzos del grupo en Nueva York por dejar de lado la violencia y promover el activismo para impulsar el cambio social. Este proceso está retratado en los documentales Black & Gold (1999) y Latin Kings: a street gang history (2003), y en el libro The Almighty Latin King and Queen Nation: street politics and the transformation of a New York city gang (2004) de David C. Brotherton y Luis Barrios.
[ 16 ] El artículo de Fernández, "Jewels of the three wisemen" puede consultarse en: http://www.alkqn.org/elgrito/issue44/elgrito_p04.html [Página consultada el 8/10/07].
[ 17 ] La Asociación Ñeta pro Derechos del Confinado (Asociación Ñeta) se funda en 1979 en las cárceles de Puerto Rico, con la intención de proteger a sus miembros en prisión y brindarles todo tipo de apoyo. Carlos Torres Iriarte, La Sombra, un preso del penal de Oso Blanco, funda la organización. Aunque los miembros de un grupo rival asesinaron a Torres Iriarte el 30 de marzo de 1981, la organización Ñeta se extendió en poco tiempo a otros centros penitenciarios y a las calles de Puerto Rico. De ahí la organización fue creciendo hasta emigrar a mediados de la década de los noventa a Estados Unidos, República Dominicana y Ecuador, donde también tiene presencia tanto en las cárceles como en las calles. Como en el caso de los Latin Kings, la Asociación Ñeta tiene un liderazgo muy estructurado y jerarquizado.
[ 18 ] "El Supremo confirma la pena a los tres jóvenes que mataron a Ronny Tapias". El País (16 de marzo de 2007). P. 39.
[ 19 ] Seminario "Organizaciones juveniles latinas: entre Nueva York y Cataluña", celebrado en la Universidad de Lleida, el 23 de octubre de 2006. Las personas que encabezaron cada "delegación" fueron Jaime Rivera, portavoz de la Asociación Ñeta Pro Derechos del Confinado, y King Mission , portavoz de ALKQN. La presencia de los portavoces de ambas organizaciones, que venían desde Estados Unidos, tenía un doble propósito: 1) dar un espaldarazo al proceso en Barcelona y consolidar el liderazgo de sus grupos en la ciudad; y 2) enviar un mensaje a los liderazgos de estas agrupaciones en otras partes del mundo, sobre todo en Madrid, Quito y Guayaquil, respecto a la importancia y conveniencia de explorar acciones como las de los grupos de Barcelona.
[ 20 ] "El Defensor del Menor pide que ‘no se haga la más mínima concesión policial' a las bandas latinas". Madrid Diario (3 de mayo de 2007): http://www.madridiario.es/2007/Mayo/madrid/madrid/20261/el-defensor-del-menor-pide-que-no-se-haga-la-mas-minima-concesion-policial-a-las-bandas-latinas.html [Página consultada el 8/10/07]
[ 21 ] Para un estudio detallado del fenómeno de las pandillas centroamericanas conocidas como maras, véase los diagnósticos de la Red Transnacional de Análisis sobre Maras y Pandillas del Centro de Estudios Interamericanos, del Instituto Tecnológico Autónomo de México: http://interamericanos.itam.mx/maras.
[ 22 ] Sobre el trabajo de campo de la investigación, es importante mencionar que se llevó a cabo entre enero y octubre de 2005; se realizaron 62 entrevistas a jóvenes latinoamericanos y españoles y 53 entrevistas a adultos (docentes, familiares, académicos, policías, periodistas, psicólogos, abogados, técnicos en juventud y prevención); se realizaron observaciones etnográficas en espacios públicos, de ocio y educativos, se dio seguimientos a los medios de comunicación, y se revisaron fuentes documentales (estadísticas, informes institucionales y el material producido por las propias organizaciones juveniles) (Feixa, 2006: 23-26).

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