jueves, agosto 31, 2006

Noticias del Frente Migratorio 002

Huérfanos políticos: ¿Qué pasa a los niños nacidos en EE. UU. cuando sus padres indocumentados son deportados?

Publicada originalmente el 17 de agosto de 2006 08:00:00 CST

http://www.uiuc.edu/minutewith/noreensugrue.html

Un minuto con Noreen Sugrue
Noreen M. Sugrue es profesora del Programa Mujeres en Perspectivas Globales, donde es coordinadora de las Iniciativas de Políticas de Salud. En un artículo reciente publicado en el
Christian Science Monitor, Sugrue documentó los efectos de las leyes y políticas migratorias de los Estados Unidos en las familias. Ella profundiza esos argumentos en esta entrevista con Melissa Mitchell, editora los Programas y Estudios de la Oficina Internacional de Prensa.

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Según el Congreso de los Estados Unidos continúa buscando algún tipo de consenso sobre la reforma migratoria, las leyes actuales siguen teniendo impacto en los inmigrantes ilegales en este país – y en sus familias. ¿Cómo, exactamente, están siendo afectadas las familias?

En familias donde por lo menos uno de los progenitores es un trabajador indocumentado, todos los miembros de la familia viven con el riesgo de que él o ella sea arrestado/a, detenido/a y deportado/a. La familia enfrenta la devastación económica y la posibilidad de ser separada. Si el/la cabeza de familia está sin documentos, la familia tiene el riesgo de no tener recursos, sus miembros no tendrán con qué comprar alimentos y enfrentan la posibilidad de quedarse sin hogar. Estos riesgos están presentes día a día. El temor y lo desconocido son el pan nuestro de cada día para estas familias.

¿Están algunas de las medidas que se discuten y debaten actualmente enfocando de alguna manera el destino de los niños nacidos de trabajadores indocumentados – niños que tienen el derecho de ser ciudadanos estadounidenses por nacimiento?

Una propuesta, el Acta de Protección de la Ciudadanía de Niños (HR 5035), introducida en marzo de 2006 por el congresista José E. Serrano, busca restaurar alguna discrecionalidad a los jueces de migración para decidir dónde la deportación de un trabajador indocumentado no representa el mejor interés de su niño/a nacido/a en territorio estadounidense. Esta propuesta ha recibido poca atención de los medios y en la actualidad no es un asunto central en el debate vigente en Capitol Hill, el palacio del Congreso, o en cualquier otra parte en los EE. UU.

¿Qué tipo de problemas cree usted que surgirán si las necesidades de las familias son ignoradas, y las nuevas leyes resultan en la separación de las familias o en hacer necesario que los/as niños/as nacidos en EE. UU. Regresen con sus familias a los países de origen de sus padres?

Los Estados Unidos no tiene antecedentes de implementar una política pública que resulte en la deportación de facto o de jure indiscriminada de ciudadanos americanos. Muchas de las propuestas migratorias actualmente en consideración harían esto exactamente. Eso representaría un cambio abismal en la forma en que el país protege los mejores intereses de sus ciudadanos/as. Cualesquiera políticas o leyes que contengan un componente de deportación resultará en niños/as americanos/as separados de sus padres en los EE. UU. – huérfanos políticos – o forzados a vivir fuera del país, en caso de que prefieran permanecer con sus padres. El Instituto Urbano estima que hay 15 millones de niños/as de inmigrantes que viven en los EE. UU.; aproximadamente dos terceras partes de los/as niños/as de inmigrantes viven en hogares donde por lo menos uno de los padres está indocumentado. De todos/as los/as niños/as en el país, los de trabajadores indocumentados tienen el mayor riesgo de ser pobres. Y aunque los/as niños/as más necesitados/as son elegibles para servicios y beneficios, sus padres casi nunca los buscan por temor a ser identificados como trabajadores indocumentados.

¿En su opinión, qué puede hacerse para que la reforma de la inmigración sea más justa y humana, en los que concierne a las familias?

En primer lugar, la reforma migratoria debe tomar en cuenta las necesidades y el mejor interés de los/as niños/as nacidos de inmigrantes indocumentados/as. Estos/as niños/as americanos/as merecen que el país proteja sus mejores intereses y sus intereses a largo plazo. Segundo, la reforma moratoria debe incluir cambios en las leyes y reglamentos de manera no sólo los extranjeros de mayor nivel escolar puedan inmigrar legalmente y comenzar el proceso de convertirse en ciudadano americano. Debemos permitir que los trabajadores que no hayan llegado a la universidad la oportunidad de inmigrar de manera permanente a los Estados Unidos, trabajar, levantar una familia aquí, y hacerse ciudadanos si lo desean.


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Material cortesía de Andrés Guerrero. Traducido por EA de Moya, Consejo de Ancianos/as, Guabancex Viento y Agua.

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