miércoles, enero 17, 2007

Noticias del Frente Historiografico 004

Una experiencia de coaprendizaje: Cauterizando la fractura digital. [1]

Por E. Antonio de Moya

A mediados de noviembre de 2006, recibí del Prof. Luís Pérez, coordinador del XXV Curso Optativo Equivalente a la Tesis de Grado de la Escuela de Comunicación Social, Facultad de Humanidades, Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la amable invitación de impartir un segmento de 16 horas teóricas y 8 horas de prácticas supervisadas en un módulo sobre VIH/SIDA y Comunicación Social para estudiantes de término de dicha importante carrera en la primera quincena de diciembre de este año. El módulo sería compartido con los profesores Rafael Núñez Grassals y Ángela de León, del mismo Departamento, y Gisela Ventura, de la Dirección General de Control de ITS y SIDA (DIGECITSS), de la Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social (SESPAS).

Esto ocurría por recomendación del Prof. Tony Pérez, director de la carrera, con quien, en varias ocasiones recientes, habíamos compartido en mesas redondas y paneles orientados hacia la creación de redes regionales de comunicación digital entre comunicadores profesionales, como iniciativa del Consejo Presidencial del SIDA (COPRESIDA). En esos eventos, junto a otros líderes y lideresas de la comunicación social en el país, Tony había abordado importantes asuntos filosóficos de la ética profesional, mientras yo abordaba el tema del desarrollo de medios alternativos de comunicación comunitaria y popular, asuntos que resultaban complementarios.

La ocasión de impartir el módulo me brindaba un motivo para celebrar jubilosamente los 30 años de mi inserción, en 1976, tras regresar al país después de 8 años de estudios universitarios en el exterior, en el cuerpo docente del prestigioso Departamento de Comunicación Social de nuestra Alma Mater, donde se congregó lo más ético, consagrado y crítico de la resistencia cultural y la comunicación social que se hizo en Dominicana en el último cuarto de siglo.

Inmediatamente consulté sobre su disponibilidad para acompañarme en esta travesía con dos de mis más prometedores discípulos, los profesores Jorge Acosta García y Nancy Reinoso, en parte como cuestión de procedimiento y en parte porque estaría fuera del país para las dos sesiones finales de nuestra parte del módulo.

Con ellos habíamos compartido felizmente, por un lado, las labores de parto sin dolor de sus respectivos proyectos de tesis de maestría en Terapia Familiar y Sexualidad Humana, respectivamente. Por otro, hemos disfrutado juntos el trabajo en equipo de enseñanza de técnicas posmodernas cualitativas de investigación-acción participativa. Esto último ha ocurrido en el Diplomado de Gerencia Social de Proyectos de VIH/SIDA para Pastores y Líderes Laicos de las Iglesias Cristianas -- del Programa Solidaridad en el Evangelio con la Prevención del SIDA (ProSolidaridad), que dirige la Dra. Loida Pérez -- y en el Diplomado sobre Atención Primaria en Salud Mental, de la Residencia en Psiquiatría de SESPAS/UASD, que dirige el Dr. Fernando Sánchez Martinez.

A pesar de sus ingentes compromisos – sólo ellos saben la magnitud del sacrificio -- ambos colegas aceptaron el reto y asumieron la tarea como la continuación de un proyecto de comunicación, y gestión del conocimiento y del cambio sociocultural. Preparamos rápidamente un programa tentativo, distribuyéndonos los temas, y un dossier de más de 170 páginas de material de apoyo sobre las nuevas tendencias de la comunicación social, la utilidad de la investigación (fon)émica de la cultura popular, y la articulación de estos dos aspectos con la necesidad de los comunicadores sociales de contribuir a reducir los riesgos que corren los jóvenes en relación con el VIH/SIDA y las infecciones de transmisión sexual (ITS).

El Departamento se encargó de tener listas suficientes fotocopias de este material al comenzar la docencia. La sinapsis de estos tres enfoques capturaría la imaginación y la motivación de los estudiantes participantes.

Dos noches antes de iniciar la docencia tuve la oportunidad de conocer personalmente en una exposición artística multimedia del chamán Geo Ripley, a una persona resplandeciente, el compositor, músico y estudiante de psiconeuroinmunología francomacorisano, criado en Nagua, Alejandro José, creador de la tecnología denominada Psicosonía©. Este sistema permite, entre otros, reducir dramáticamente el estrés de la vida cotidiana, facilitando la comunicación interpersonal.

Sus aplicaciones colectivas a la comunicación en nuestra sociedad en seguida fluyeron por mi mente: la posibilidad de usar esta tecnología, basada en principios científicos bien establecidos de comunicación subliminal, para promover el aprendizaje social y sanar heridas profundas en el alma nacional. Al día siguiente llamé a Alejandro a fin de adquirir la serie de tres CDs de su producción, con el propósito de hacer un experimento con el grupo de estudiantes que ilustrara sus posibles efectos facilitadores en la preparación mental, emocional y espiritual del colectivo para la comunicación.

Mostrando su generosidad, solidaridad y sencillez, Alejandro se ofreció él mismo a compartir durante el tiempo hábil, uno hora aproximadamente, sus conocimientos con el grupo. Sin tomacorrientes disponibles en el aula, sin energía eléctrica, sin el data show ni la lap top del Departamento, con la sola pantalla de su pequeña computadora portátil operada con baterías, Alejandro deleitó al grupo con su calor humano, experimentos, electroencefalogramas y geniales introvisiones.

En dos sesiones presenciales de cuatro horas, los días 2 y 3 de diciembre, 2006, abordé el tema de las incesantes, vertiginosas y efímeras “generaciones” de la revolución de las comunicaciones en las últimas dos décadas.

Basado en un trabajo de Da Cruz (2006), comencé analizando lo que se ha llamado Periodismo de Primera Generación, o Periodismo 1.0, que ocurrió hasta 1990, con la crisis de los medios tradicionales. En esta fase se ha olvidado lo local a expensas de lo global, y apenas existe posibilidad de retroalimentación de parte de los perceptores, excepto a través del lento proceso de comentarios, cartas, foros y listas de correos.

El Periodismo de Segunda Generación, o Periodismo 2.0, ocurre entre 1995-2000. Es el advenimiento de la comunicación digital y el auge de la Web e Internet. Aparecen los “cibermedios” o periódicos digitales, los cuales se actualizan múltiples veces al día. Empieza a hablarse de “periodismo participativo,” comienzan los blogs y los medios en línea.




A partir del 2000, surge el Periodismo de Tercera Generación, Periodismo 3.0, o Periodismo Ciudadano (Acción y Política), con el “ansia de encontrar de nuevo la voz humana” (Wikimedia 2006). Surgen los weblogs periodísticos y los we media (nosotros los medios). Estos son dirigidos por los ciudadanos, que ahora son llamados “co-redactores” y “editores ciudadanos”. El presupuesto básico para este nuevo periodismo es la comunicación en ambas direcciones por vías expeditas y de acceso masivo, donde el antiguo “perceptor” se desdobla, es consumidor de contenidos y a la vez creador de los mismos. En consecuencia, los periodistas – “comunicantes,” propongo llamarles -- tienen que ser capaces de actuar recíprocamente y comunicarse mucho más estrechamente con su audiencia.

Luego planteé la necesidad de una redefinición del rol de los comunicantes como agentes de cambio, donde el arma comunicacional sea puesta al servicio del empoderamiento y la liberación de los oprimidos. Asimismo, abogué porque la comunicación social asumiera un compromiso de educar a la comunidad a través de medios alternativos, tales como el graffiti, los empapelados en postes de luz, los mensajes en contenes, la música popular (bachata, rap, reggaetón), entre otros. El comunicante profesional tendría así, entre otras funciones, la de asesor de comunicación de las organizaciones populares.

Tras mis dos exposiciones, asigné individualmente a los estudiantes que abrieran cuentas personales de correo electrónico en la Web, que se pusieran de acuerdo para crear un blog colectivo de la promoción, y que investigaran y redactaran un reportaje relativo a la situación del VIH/SIDA sobre una localidad con la cual estuvieran familiarizados. La sensibilidad posmoderna de la investigación constructivista, que complementaría y facilitaría la parte práctica del módulo, fue abordada el fin de semana siguiente (9-10 de diciembre, 2006) por Jorge y por Nancy en dos sesiones de cuatro horas cada una, donde desplegaron de manera interactiva una introducción a cinco técnicas interconexas básicas para la investigación en comunicación, a saber: el mapeo territorial, el diario de bitácora, la observación partícipe, la entrevista participante y los grupos focales, así como la oportunidad de empezar a ensayarlas y la necesidad de profundizar su estudio.

El presente volumen debe servir, entonces, como evidencia de la potencialidad de producción creativa de una promoción altamente motivada de estudiantes de comunicación, y como desafío del presente a nuestras autoridades para construir el futuro y contribuir a cauterizar la fractura digital. Los productos están aquí a la vista de todos:

1. Cuarenta y dos (81%) de los 52 integrantes del grupo evidenciaron por escrito, vía e-mail, disponer de una cuenta gratuita de correo electrónico (31 de ellos, cuentas de gmail, con mayor capacidad de memoria, recién abiertas). Estos contactos, incluyendo los docentes, hicieron 294 actos de comunicación en 30 días (unos diez por día, 6 por contacto) intercambiando mensajes de consulta y enviando materiales. De esa manera, el grupo se convierte en una “nanoaudiencia” o foro electrónico, que puede comunicarse con cada uno o con todos sus miembros a discreción, a través del tiempo, mientras se mantengan las cuentas. El probable crecimiento y aprovechamiento de esta red con los años está por verse.

2. Se evidenciaron ocho contribuciones, individuales o colectivas, a la ampliación de la llamada “blogosfera,” o conjunto de we blogs. No se logró que el grupo creara a tiempo un blog propiedad de toda la promoción, lo que constituía un preciado objetivo del módulo – mientras yo me resistía a la tentación paternalista a crearlo --, pero el grupo parece encaminarse en la dirección de empezar a concebirse como sujeto colectivo. Teóricamente, cada individuo conectado a la red podría convertirse en “propietario” de un medio de comunicación electrónico, donde puede mostrar su unicidad personal y decir su palabra al mundo, aunque por el momento el mercado sólo oferte oportunidades de empleo en periódicos tradicionales, ya sean físicos o digitales. Es de esperar que la creación de los blogs sirva para que profesores y otros estudiantes universitarios, no sólo de comunicación social, sigan el ejemplo.

3. Análisis de la situación local comunitaria del VIH/SIDA. El grupo produjo información relevante a la comprensión de la epidemia de 31 comunidades locales, mayormente de la capital, y algunas del interior. Más adelante, analizamos brevemente el contenido de este material. A esto se añadieron colaboraciones espontáneas de algunos integrantes, como material de apoyo, así como comentarios personales. Dada su cobertura, si este esfuerzo hubiera sido remunerado, podríamos decir, parafraseando un anuncio comercial, que el mismo no tendría precio. Menos precio tiene aún la satisfacción experimentada por los docentes y la apertura de una dimensión escasamente explorada antes por el grupo de estudiantes.

Dentro de poco, nuestra Universidad abrirá una moderna planta televisora educativa, con la que podremos acercarnos a (o alejarnos de) los anhelos, necesidades, expectativas y demandas de nuestra población, tanto estudiantil como general – profundizar o cauterizar la fractura digital. Sólo en la medida que la interacción física profesorado-estudiantado-comunidad transite por las avenidas de la identificación y el respeto, del rapport y la empatía, de la apropiación de la cultura y del alejamiento del autoritarismo, de la superación de los prejuicios sexistas, racistas y de clase que nos animan, podremos esperar a que dicho medio se convierta en un arma crucial al servicio del desarrollo, que es justamente la misión de la universidad.

La mera televisación de ideas, teorías, estrategias y técnicas “quedadas,” anacrónicas y obsoletas sólo podrá constituir un aburrido espectáculo para continuar creyéndonos y haciendo creer a los incautos que, en la “preparación digital,” aún podemos hundirnos más de lo que estamos.

En conclusión, ofrecemos como hito de la Promoción de Febrero de 2007 del Departamento de Comunicación Social, Facultad de Humanidades de la UASD, este humilde pero ilustrativo texto, ejemplo de lo que podemos lograr cuando nos lo proponemos, en tan sólo días, con una pequeña ayuda de nuestros amigos y amigas.

Referencias

Da Cruz J. (2006). Periodismo ciudadano: Ruidos y nueces. Carta Global Latinoamericana, marzo, número 6.
dacruzdacruz@gmail.com

Wikimedia, la enciclopedia libre. (2006). Periodismo 3.0, la socialización de la información.

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Análisis de la Situación Local Comunitaria del VIH/SIDA


Por E. Antonio de Moya, Jorge Acosta García, Nancy Reinoso

Uno de los más importantes productos del presente módulo es el levantamiento de información sobre 31 localidades, principalmente de Santo Domingo y del Distrito Nacional.

En el país no se había realizado un estudio de evaluación rápida tan detallado a nivel geográfico respecto a esta epidemia. Debemos recordar que estos trabajos son apenas el “ejercicio de calentamiento” de un grupo de estudiantes de término de comunicación social de la UASD, quienes se encuentran ahora mejor armados y enfrascados en subgrupos en la redacción de sus informes monográficos más amplios.

Diez de los reportajes corresponden a comunidades de Santo Domingo Central, 13 a Santo Domingo Este, 4 a Santo Domingo Oeste, y 3 a localidades de dos provincias del interior.

Un análisis de contenido de estos trabajos indica que los conceptos “jóvenes y juventud,” así como “condón, preservativo y protección,” fueron mencionados cada uno unas 160 veces, evidenciando el foco temático de los reportajes. La cultura del uso del condón en los jóvenes parece seguir abriéndose camino, a pesar de las resistencias de algunos sectores que paradójica y afortunadamente les sirven de punto de apoyo y acicate.

De manera prominente aparecen los términos “nosotros/as y nuestros/as,” con 90 menciones, lo que parece apuntar al surgimiento de un espíritu de grupo o sujeto colectivo. Algunos trabajos recibidos inicialmente por el equipo facilitador fueron devueltos a sus autores con sugerencias de reflexionar más profunda y críticamente en sus afirmaciones, ya que mostraban una pobre identificación con el sector estudiado y con la clase social de pertenencia, mientras hablaban de “los jóvenes,” su conducta y su cultura, como “ellos,” los “otros,” como si los autores fueran ancianos venidos desde la estratosfera que ni fumaban, ni bebían, ni bailaban, ni parecían hacer el amor, y no jóvenes vivos de clase popular de alrededor de 24-25 años.

Antonio Gramsci se revolvía en su tumba.

Un conjunto de términos fueron mencionados con abundante frecuencia, y parecen referirse al comportamiento y a los ambientes percibidos socialmente como de mayor riesgo. Estos son “colmadones,” “drogas,” “delincuencia,” “prostitución” (de ambos sexos) y “turismo” (20-47 menciones).

Otros términos relativos a la calidad de la vida en la comunidad, tales como “alcohol,” “billares,” “robos,” “atracos,” “violencia,” “discotecas,” “pandillas,” y “homosexuales” fueron mencionados con menor frecuencia (5-13 menciones).

Francisco Medina, uno de los autores, puntualiza con agudeza:

Es bueno aclarar que el sector menos pudiente de la sociedad (los pobres), no es tomado en cuenta con las filosofías económicas que implementan los gobiernos, y fruto de esta situación es que su tiempo de vida con la enfermedad es más corto.

Ahora sólo resta sopesar con más detenimiento los importantes datos que aquí encontraremos, y continuar aprovechando estas oportunidades para afinar más la puntería en torno a la promoción de la salud.


[1] Artículos tomados de: E. Antonio de Moya, Jorge A. Acosta Garcia, Nancy Reinoso. (Eds.). (2007). El VIH/SIDA y la Comunicación Social. Periodismo 3.0, Investigación Cualitativa y Salud. Informe del XXV Curso Optativo Equivalente a la Tesis de Grado. Escuela de Comunicación Social, Facultad de Humanidades, Universidad Autónoma de Santo Domingo.

[Si desea recibir gratuitamente el informe íntegro – 99 páginas en pdf – favor solicitarlo con una nota a polisintesis@gmail.com)

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