miércoles, enero 03, 2007

Noticias del Frente Poetico 006

Fragmentos de
Divagaciones e imágenes alrededor de un plátano (poema casi abierto)

Por Julio Alvarado
República Dominicana

Quiero dedicar estos asuntos a Freddy Gatón Arce, en homenaje a su obra; a Luís Días, por su “Tránsito entre Guácaras” y a todas las Cimarronas y Cimarrones.

¡Ah que el baile no es la muerte, ni toda la vida!
Freddy Gatón Arce

1

Los dioses y sus antepasados
se estacionaron en una esquina del mar
donde la vida
intercambiaba olas por música
y mansos jolgorios.

Se estacionó la vida
en una esquina de sus antepasados
donde los dioses y el mar
intercambiaban jolgorios, olas y músicas.

La música y sus olas
se estacionaron en una esquina del jolgorio,
manso como un mar,
intercambiando dioses y antepasados…

…entonces,
machacada la memoria
estrujados los mitos
mal planchado el calendario
filtradas las leyendas
saltaron ídolos mágicos
desde las piedras sonrientes
y en el almidón del día una yuca señalaba su sol,
inmenso como un labio ansioso en la mañana.

4

Los asesinos dejan
rímel pegado a las puertas
van contando chismes y yerbas malas

Los asesinos dejan pus
en el cielo de la boca,
musarañas,
origen mineral
que sabe a plomo sin flores

Pero un puente es un puente
es un puente
es un puente
es un puente
un puente es un sueño
o un regreso,
las manos que acarician
el lomo de una culpa.

5

Anclada en su poniente de bagazos
y trenes rotos,
de pizarra sin domingo
y ahogada cabellera,
larga como rayo de sol,
mientras un susurro infinito
de melodía nos invita:

Aurora vegetal
devúelveme el polvo de los muertos
destrúyelos para que desde su dolor
nos sonrían,
atérralos y espántales la vida
no los regreses
deja a los crucificados
revolcados en su historia
dame sólo sus olvidos,
dame sólo sus ojos
para mirar el cielo
blanco como una leche nueva
dame sus inquietos recuerdos
agrupa toda su felicidad
devúelvemela en un brindis cimarrón
entiérramelos de nuevo, no los despiertes
hazme un casabe sagrado con sus dientes,
dame sólo sus rabias
tomémonos sólo su caldo embravecido

7

Como un ladrillo que engaña su memoria
ignorante me paseo por las calles de vidrio
no tengo suerte o soy afortunado
en un precipicio que no me quiere dar la hora
tránsfuga de la mañana
maromeo los minutos y un instante,
no tengo nada que contar
el sol es zángano y aburrido…

un silbo sin público
un amuleto de aguaceros sin susurros
un reguero de astros
una pocilga,
yo soy un jilguero sin tramoya,
un antemeridiano en Chiapas o Acapulco,
y mientras por la Benito me vienen persiguiendo
mato tres policías y un billetero,
comulgo con el cura y soy inocente;
soy un simulacro y una quiniela,
María Tomasa no quiere saber de mí
y estoy a punto de conseguirme una licencia
de buitres, sotanas y cumbanchas

“O ja la dor o ja la dor a teee so ba ti do re”

grita Ramón Francisco
desde el cogollito del altar del trabucazo y sus ponientes

y yo
escampo y trueno en una esquina sin viento ni tristeza
entre tu crudo azul o tus lamentos
aparo bateo en el “play” del mar
donde se ahogó un cachimbo
buscando y buceando la patria agradecida que dormía

¡Ojalador! ¡Ojalatero!

Maroteo y cuelgo, cuelgo alto viejo
hormigas entre mis pies y estoy contento
de espalda a los intrusos y falsos escribas

“O ja la dor o ja la dor a teee so ba ti do re”

y el pie lo dan los gritos
la jaula del palenque y sus zozobras
la cueva mía que no es tuya
ni mía ni tanto, la cueva ombligo
respirando catedrales de fuego y areitos;
y donde la hubo, hubiese, había corazón
cuevas para uña en el vientre de la luna
que no era un bolero sino un crimen…
entonces, todo oído, seguía una señal
y otros divagaban:

moriviví pa’ mí que tengo sarpullido
moriviví pa’ti que tiene ñañaras y dictadores
un gofio de sangre no es un gofio
protectora de salmos y evangelios
el callejón Regina es un simulacro
porque no sabré de luciérnagas y rezos
aprendo catecismo de pendones y cadillos

¡Ojalador! ¡Ojalatero!
¡Atezo bailes y vidas!

8

¿A quién le hablo
Padre erecto?
¿De qué me asumo,
paladar majado?

ajo en el ojo del hambre

Las islas están calladas
como velero sin pieles
el viento es un pretexto en la jornada

ojo en el ajo del hombre

Las islas están calladas
como velero sin viento
la piel es un pretexto en la jornada

hambre en el ajo del ojo

Las islas están calladas
como velero sin remos
la jornada es un pretexto para decir
clavo dulce, ají picante
espejo de lo eterno, marchante de los mares

¿A quién le hablo
Padre erecto?
¿De qué me asumo,
paladar majado?

Hombre en el ojo del ajo y del hambre

Y nuestros pies aquí,
siempre,
aquí en lo claro.

Noviembre 1994
New York City

Puede verse este texto completo en:
http://www.cielonaranja.com/alvaradopoesia1.htm

Otros trabajos de Julio Alvarado en:
http://www.redyaccion.com/biogJulioalvarado.htm

No hay comentarios: