viernes, enero 18, 2013

Noticias del Frente Ancestral 071


Museo del Hombre Dominicano reúne a expertos nacionales y extranjeros en el taller Legado Indígena en el Caribe

Arqueólogos, antropólogos e investigadores nacionales y extranjeros participaron en el taller “Legado Indígena en el Caribe”, organizado por el Museo del Hombre Dominicano, en coordinación con el Museo de Historia Natural, el Centro Latino Smithsonian y el Museo Nacional del Indígena Americano, entre otras instituciones.



Frank Moya Pons expone, y a su derecha, Christian Martínez, José Barreiro y Ranald Woodaman.

Dicha actividad fue desarrollada como plataforma para la presentación, en el 2016, de una exhibición de artefactos arqueológicos, etnográficos, de arte multimedia y de la cultura popular.

La muestra se exhibirá en el Museo Nacional Indígena Americano, institución Stmithsonian de Nueva York, como forma de conectar a la diáspora caribeña de esa ciudad con su patrimonio ancestral.

El arquitecto Christian Martínez, director del Museo del Hombre Dominicano, y los especialistas José Barreiro (cubano residente en Estados Unidos), y Ranald Woodaman, presidieron la mesa de honor y moderaron los debates.

Martínez, en sus palabras de bienvenida, valoró la importancia y el alcance de la exhibición; afirmó que la misma “es algo vivo que pondrá el dedo en la yaga sobre quiénes somos”. Igualmente, habló con entusiasmo sobre las colecciones indígenas de la isla, las cuales, a su juicio, “son las más grandes de las Antillas”.

El historiador Frank Moya Pons, quien también estuvo presente en el taller, dijo sentirse complacido de participar en este “areíto”, por ser un evento que reunió a tantas personas conocedoras del tema indígena.

Adelantó que la Academia de Historia Dominicana trabaja actualmente en un libro que recoge los 12 estudios principales sobre el debate acerca del número de la población indígena al momento de la llegada de los europeos.

De su lado, el cubano José Barreiro, durante su intervención, abordó el tema relacionado al uso de raíces y árboles en curaciones de distintas enfermedades. Asimismo, abundó sobre las fases de la luna con relación a las siembras en períodos fijos, tomadas en cuenta por los antiguos pobladores.

El especialista reveló que existen unas 240 mil piezas en el continente que tienen un singular valor histórico y cultural.

Otros asistentes al evento fueron Carlos Hernández Soto (antropólogo), el historiador Bernardo Vega, Manuel García Arévalo (arqueólogo), Virginia Roca, el Arquitecto José Delmonte, el musicólogo Geo Ripley y Rafael Emilio Yunén, en representación del Centro León.

http://www.cultura.gob.do/Noticias/Articulo/tabid/78/smid/456/ArticleID/1313/reftab/38/Default.aspx

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La Presencia Indígena en la Cultura e Historia de San Juan de la Maguana

Por: José Enrique Méndez
(Conferencia dictada el día 16 de enero del 2013, en la Sala del Teatro Danilo Taveras / Centro Cultural Monina Cámpora, San Juan de la Maguana, República Dominicana.)
Desde estas tierras vastas del Maguana, les damos la cordial bienvenida a los distinguidos amigos del Centro Latino Smithsonian, que hoy nos visitan con fines de acercarse a nuestras instituciones y comunidades de intelectuales y personalidades que interpretan nuestra historia aborigen taína, invitándonos a compartir en este Foro Sobre el Legado Indígena del Caribe.
Nuestros visitantes habrán podido percibir en la Carretera Sánchez, al final del recorrido que les condujo al municipio de San Juan de la Maguana, hermosos hitos kilométricos, marcadores o señales de referencias del tránsito, conocidos como Los Hitos Kilométricos Taínos que conducen a la provincia de San Juan. Estos hitos kilométricos, muy característicos y especiales, distinguen la provincia que hemos denominado en nuestra República Dominicana como “capital de la cultura taína”.
Creación artística de la arquitecta norteamericana Tali Saxton, quien apoyada en referencias de la cultura aborigen y sus simbologías, diseñó un conjunto de cemíes de piedras que van desde el río Yaque del Sur, donde inicia la provincia de San Juan, hasta el municipio de San Juan de la Maguana, desde donde deberá continuar hasta la Plaza ceremonial indígena “Corral de los Indios” o “Batey Maguana”.
El propósito es que cada kilómetro y en una cuenta regresiva los visitantes, como ustedes, puedan apreciar un monumento de características indígena que indica la distancia faltante tanto al municipio cabecera como a su plaza ceremonial.
Al enumerar los grandes hombres y mujeres en la historia de San Juan de la Maguana, siguiendo un tanto el imperativo del tiempo, es necesario iniciar hablando del Cacique Caonabó, su amada reina Anacaona, y el legado indígena taíno, del rebelde Enriquillo. Al decir de nuestro Profesor Luis Ney Sánchez: Héroes y titanes “que sembraron con sangre caminos de libertad”. En estas tierras, un rebelde Señor de la Casa de Oro, oriundo de las etnias belicosas caribes las gobernó.
Sobre Caonabó, especifica Priego que “…era descendiente de caribes y venido con otros hermanos desde la isla Tureyquerí (hoy Guadalupe)”.
Este Señor llamado Caonabó era el Cacique del poderoso Cacicazgo del Maguana. Aquel defensor de sus tierras, de quien digo: “lanzó un Osama, una ordenanza, la de organizar a los Carib, la de asistir a enfrentar el mar de mentiras que desde la sombra visitaron sus tierras”.
Para hablar de Caonabó, preferimos hacerlo con las palabras del profesor Juan Bosch quien tituló el escrito “El Primer Libertador Americano”. .
“El día mismo que pisaba tierra americana al volver en su segundo viaje, iba a encontrarse Cristóbal Colón, por vez primera, con la sombra de un jefe que estaba llamado a llenarle de graves preocupaciones durante largo tiempo. El primer mensaje de Caonabó -"Señor de la Casa de Oro"- fue terrible: se trataba de los cadáveres de dos soldados españoles; los siguientes serían más fieros y tendrían todos el sello de altivez única que distinguió al cacique indígena, el primero que luchó en América por la libertad, el primero, también, que venció a los europeos en este hemisferio y el primero que produjo -hasta donde lo sepa la historia- una huelga de hambre en el Nuevo Mundo.
El cacique Enriquillo por igual, encabezó la más conocida rebelión indígena del período colonial de nuestra isla. Esta se produjo en el año 1519, ante las arbitrariedades del gobernador de la villa. Educado en la tradición cristiana, vivía en de San Juan de la Maguana, en la Higuera, “un pequeño caserío indígena cerca de La Maguana”, (…) en las proximidades de lo que fue y aun sigue siendo Hato del Padre, al Oeste de San Juan de la Maguana, donde contrajo matrimonio con la indígena Mencía.
Ante el intento del español Andrés Valenzuela de violar a Mencía, el cacique reclamó ante el gobernador, quien lejos de atender sus reclamos decidió encarcelarlo. Privado de justicia, decidió buscar la libertad junto a su esposa y los indios a los cuales dirigía. Partieron de San Juan y se internaron en la sierra de Bahoruco donde permaneció alrededor de trece años, y donde se le sumaron indios y esclavos africanos que huían de los ingenios de azúcar.
Originándose en las llanuras de San Juan de la Maguana y cubriéndose de gloria en las abruptas sierras de Bahoruco, la denodada lucha librada por el indio Enriquillo contra las huestes españolas llena de orgullo nuestro pueblo y simboliza la primera gran batalla por la libertad en América recién conquistada, que obligó a los españoles a firmar un tratado de paz con las fuerzas levantadas en armas, tratado que se llamó de "Barrionuevo".
En  otras tierras vecinas a las del Maguana, en el Cacicazgo del Jaragua, gobernada por el Cacique Bohechio,  Anacaona, con heroísmo propio de la mujer indígena, ante la muerte de su hermano asumió la defensa y control como cacica.
Caonabó, de origen Caribe, casó con Anacaona, hermana de Bohechio, cacique taíno, generando una mezcla taíno-Caribe en sus descendientes.
Rafael García Bidó haciendo referencias a Anacaona dice:
“No se sabe en qué año murió Behequío, dejando el gobierno a Anacaona. Este hecho es notable pues su hermano tuvo muchísimas mujeres (en un momento fueron treinta según narró Pedro Mártir (3)) y por tanto en esa proporción debió ser el número de hijos e hijas. Sin embargo Anacaona, en un tiempo tan difícil y lleno de zozobras para el pueblo taíno, fue la escogida por el consejo de ancianos para seguir gobernando. Con su tacto y su fina diplomacia, mantuvo la paz durante años.”
La mujer indígena que más referencia tiene en la historia dominicana es Anacaona.
Esta indígena ha sido motivo de inspiración, no sólo como vía para exaltar la realidad histórica sino como símbolo de la mujer taína y sanjuanera. De ella quedan memorias en la escultura, en las mentes, en la literatura. En esta última hay desde novelas hasta poesías en las que se destaca su figura.
En nuestro municipio de San Juan de la Maguana la actual gestión de la sindicatura municipal que encabeza nuestra Alcaldesa arquitecta Hanoi Sánchez ha enriquecido con hermosos y significativos símbolos el legado de la cultura taína, representativos de la presencia indígena en la cultura e historia de San Juan de la Maguana.
La Arquitecta Hanoi Sánchez, se llena de orgullo al decir que “Casi todas las plazas en el área son temáticas, con lo que se le agrega valor al espacio público.” Afirmando que “una de las etiquetas de esta ciudad es que somos la capital de la cultura taína-prehispánica”.
Una de tantas Plazas, es la plaza localizada en la rotonda de la Avenida Circunvalación Sur y la Avenida Anacaona que conduce al municipio de Juan de Herrera. Inaugurada en el año 1992 fue construida por la Arq. Hanoi Sánchez y es en honor a la reina indígena Anacaona, esposa del cacique del antiguo cacicazgo de Maguana. La plaza tiene murales con escenas de la vida taína realizados en alto relieve por los artistas Luigi Jiménez (Sanjuanero) y la Norteamericana Natalia Saxton de Pérez, que ilustran toda la belleza de la sociedad indígena; en medio de la rotonda hay una estatua de la Reina Indígena Anacaona sentada en su duho o trono, obra del escultor y pintor Nicolás Jiménez.
Un majestuoso mural constituye uno de los principales atractivos para todos los visitantes a nuestra ciudad.
El mismo consta de tres paredes que forman una “U” alrededor de la escalera de la entrada principal del Palacio Municipal, o sea, la entrada por la Avenida Independencia.
En la pared principal el mural consta de una impresionante obra realizada en cerámica y la misma representa el encuentro entre dos culturas de 1492. Además esa pared contiene diversas facetas de la vida de los aborígenes.
En la pared del lado izquierdo al entrar al referido Palacio, podemos apreciar pinturas que representan diversos tópicos de la vida de los aborígenes, los negros esclavos introducidos a la isla y los españoles. Al lado derecho, al entrar al Palacio Municipal, podemos contemplar múltiples imágenes que narran actividades y costumbres de los habitantes de la historia reciente de esta parte del país. 
Dentro del Conjunto de obras monumentales dedicadas a resaltar la presencia de la Cultura taina en San Juan, está el Monumento al Caonabó Libre).
La Plaza Mayor que rinde mejor tributo a La Presencia Indígena en la Cultura e Historia de San Juan de la Maguana, lo es el Monumento del Caonabo Libre. Esta es una Plaza que representa el mapa de la isla con la división territorial cuando existían los cinco cacicazgos.

En la parte céntrica de la isla existe una escultura del valiente guerrero Caonabó pero sin cadenas ni grilletes como estamos acostumbrados a ver este valeroso indígena en las esculturas que conocemos.
Esta Plaza contiene una verja perimetral la cual representa en si misma un atractivo significativo ya que consta de unas figuras de animales en alto relieve y hechos en cerámica para el deleite de los visitantes. Consta de áreas verdes, bancos para sentarse, baños para niños y niñas, entre otros atractivos. Está ubicada en la intersección de la Avenida Independencia esquina Avenida de Circunvalación Este.
Para hablar de una comunidad y sus identidades es necesario ir a sus raíces, a la base que la sostiene como dinámica y creciente pirámide de elementos definitorios de sus actuales y futuras características y realidades. Es necesario, por tanto, ir a los elementos históricos que sustentan diversas visiones de los símbolos, que llegan hasta lo místico y enriquecen en proporciones a ratos desmedidas la formación de un sistema de identidades que cohesionan al grupo sanjuanero y que le otorgan singular vitalidad. De nada serviría basar los análisis en las relaciones que se suceden en la actualidad sin ver la repercusión de sucesos del pasado y que definen en gran medida a lo que sucede hoy.
La actual ciudad de San Juan de la Maguana tiene sus raíces en la otrora villa conocida como Sanct Joan de la Maguana. Pero mucho antes de la villa se tienen referencias del asentamiento de aborígenes en el lugar conocido con el nombre de Niti, lugar que hoy ocupa la ciudad de San Juan de la Maguana. Según se afirma Caunaboa, Caonabó o Caonabo, cacique caribe de la Maguana, con su asiento en Niti donde está hoy San Juan de la Maguana participa en una acción guerrera exitosa en la costa noroeste de la isla que culmina en la total destrucción del Fuerte de la Navidad…
De modo que Caonabo no vivió en San Juan sino en Niti, sitio que formaba parte del Cacicazgo de Maguana.
El Diccionario de palabras indígenas del Caribe, define la palabra Niti como Lugar del territorio de Maguana. De igual manera define Ni -Radical indo-antillana. Agua.
Desde antes de la colonización española, desde el valle Niti recibimos herencia de cantares, diumbas, juegos, areítos dulces y blandos, rústicos sones de indianos timbales, esta aseveración la inferimos de los estudios de la Versión íntegra de la Carta de Diego Álvarez Chanca, con las anotaciones que le hicieran Fray Bartolomé de Las Casas Historia general de las Indias -1552), Martín Fernández Navarrete Colección de los viajes y descubrimientos que hicieron por mar los españoles, 1825 y el médico e historiador de Puerto Rico Cayetano Coll y Toste en su libro Colón en Puerto Rico, 1893, encontramos referencias al término Niti, asociado al territorio del Maguana. Según Álvarez Chanca:
Aquí estamos en comarca de muchas minas de oro, que según lo que ellos dicen no hay cada una dellas de veinte ó veinte é cinco leguas: las unas dicen que son en Niti, en poder de Caonabó, aquel que mató a los cristianos; otras hay en otra parte que se llama Cibao (….)
…por la mucha enfermedad que había seído en la gente, acordó de enviar dos cuadrillas con dos capitanes, el uno á Cibao, y el otro á Niti, donde está Caonabó, de que ya he dicho, los cuales fueron é vinieron el uno á veinte días de Enero, é el otro á veinte é uno (….)
El otro que fué á Niti trajo también nueva de mucho oro en tres ó cuatro partes; ansi mesmo trajo la muestra dello. Ansi que de cierto los Reyes, nuestros Señores, desde agora se pueden tener por los más prósperos é más ricos Príncipes del mundo.
Milton Olivo, en el artículo La Rebelión del Bahoruco - Eco Taíno, comenta:
Era el año de 1502, sobre la ciudad de Niti, la más importante ciudad de Quisqueya a la llegada de los españoles, capital del Cacicazgo de Maguana, reino del Cacique Caonabo la cual después de la Matanza de Jaragua, y el ahorcamiento de su viuda y heredera la Cacique Anacaona, esta ciudad construida de tabla de palma y bambú y cobijada de yagua y palmas, arquitectura perfecta para un ambiente tropical, esta había sido incendiada y destruida. Pero sobre sus cimientos se había construido una nueva ciudad denominada San Juan de la Maguana.
En su empeño por borrar las tradiciones autóctonas y el pasado, los españoles se habían propuesto cambiar los nombres de los Yucateques o pueblos, cristianizándolo, agregándole algún santo delante. Ocurrió además de con Maguana tomaron el nombre de Cacicazgo (San Juan de la Maguana)
En base a los argumentos antes señalados, asumimos el término taíno Nití como pueblo Yucateque, población indígena, que correspondía al cacicazgo de Maguana, en San Juan, municipio de Juan de Herrera, y su Centro Ceremonial Taíno, centro de operaciones del cacique Caonabó y la reina esposa Anacaona.
Después vendría la fundación de la villa, y de ésta hasta la ciudad que conocemos hoy, ha transcurrido un largo período de tiempo que en su devenir ha ido definiendo la vida de la comunidad sanjuanera en toda su dimensión.


Anacaona, escultura de Sacha Tebo
Con el firme criterio de de unificar cultura, tradición y espiritualidad, Cristina Elizabeth Encarnación, da forma a la Propuesta de Remozar la Plaza Ceremonial de la cultura Taína, Batey Maguana.
En la obra organiza una propuesta precedente destinada a rescatar el espacio urbano que otrora estuvo establecido en los alrededores de la plaza, desarrollando de inmediato en su obra un sistema de atributos arquitectónicos, valores artísticos, atractivos, rutas y sendas contemplativas, museos, alojamientos, que llama “un dinamismo turístico, que proporcionarán al visitante, una estancia acogedora y duradera en el lugar histórico”.
En palabras de la Arquitecta sanjuanera Cristina Elizabeth Encarnación "Al remozar la Plaza Ceremonial de la Cultura Taína, hacemos una honra a nuestros antepasados; y damos seguimiento a lo que dice un dicho popular. Hombre que conoce su historia, sabe para donde va, porque conoce de donde viene”.
En el año 2003 como precedente en la investigación de la cultura aborigen en la Provincia de San Juan se organizó un valioso trabajo con el auspicio de la Secretaría de Estado de Cultura y la Universidad Autónoma de Santo Domingo, (Centro Regional suroeste), Tesis de grado para optar por el posgrado en Gestión Cultural, sustentada por la Dra. Dolores Salvinia Caminero Gerónimo, la Licenciada Elys Noemí Roa de los Santos, el Licenciado Johnny Alejandro Cuello Luciano y la Licenciada Secundina Alcántara Rivera. 
Esta valiosa investigación resultó en un análisis invaluable sobre la presencia indígena en la cultura de la ciudad de San Juan, destinada a servir como plan de Promoción Cultural para el rescate de la Plaza aborigen, o Centro Ceremonial taíno, Batey Maguana, llamada tradicionalmente Corral de los Indios.
Sin lugar a dudas esta tesis es una primera propuesta seria, un detallado Proyecto Arquitectónico para el rescate de la Plaza Ceremonial indígena a ser tomado en cuenta ante cualquier intento de restauración o recuperación de este Patrimonio Cultural Tangible, el mayor y más importante de las Antillas.
Existe otro importante aporte documental que estudia la Presencia indígena en la cultura e historia de San Juan de la Maguana
En el Capítulo VI de la tesis “La Herencia Cultural Taína y su Aplicación en el Proceso de Enseñanza- Aprendizaje de los Centros Educativos Públicos del Nivel del Municipio de San Juan de la Maguana,” Tesis para optar por el Titulo de Magister en Ciencias Sociales en el Instituto de Formación Docente Salomé Ureña, Recinto Urania Montas, en San Juan de la Maguana, sustentada por María Dolores Ortiz Sánchez y Juan García Ramírez, en la sección 6, pág. 118 a la 121, a manera de conclusión anexa se ofrece la Interpretación y análisis de las entrevistas realizadas a personalidades y educadores.
En la interpretación de las respuestas dadas por los entrevistados en las diferentes preguntas este grupo de investigación constató que en relación a la Pregunta No. 1 (¿Cree usted que la población del Municipio de San Juan de la Maguana valora la cultura heredada por los Taínos?)
Todos estuvieron de acuerdo y en ese sentido el Prof. Roberto Rosado afirma que “en los últimos diez años se ha elevado esa evolución debido a la preocupación del Ayuntamiento Municipal al incorporar actividades pertinentes mezclados con el Carnaval “Barriga Verde”, por su parte en ese mismo sentido el historiador e investigador Ing. José Enríque Méndez opina que “hay una destacada percepción cultural de la población sanjuanera en los procesos de construcción identitaria articulada a lo taíno-descendiente.” Reiterando que “Dicha percepción tiene como base fuertes tradiciones heredadas de la riqueza cultural de múltiples expresiones simbólicas, históricas, de la cultura taína, del Cacicazgo del Maguana, Caonabo, Anacaona, y como reserva patrimonial de la región el Centro Ceremonial Taíno Batey Maguana (Corral de los Indios) (….) Todas las identidades de San Juan se sienten sujetas a procesos de construcción, atadas a lo taíno-descendiente, otorgándole importancia a las relaciones en términos simbólicos a la herencia aborigen.”
Por su lado en torno a la misma el Lic. Cristino Comas, expresa que muestra de la valoración están las manifestaciones culturales en las que siempre están presente los elementos de la cultura taína representada en diferentes formas: Pinturas, Monumentos, Estatuas, Plazas, Etc.
En lo concerniente a la pregunta No. 2 (¿Cómo cree que se debe valorar e importantizar el legado cultural heredado de los taínos?) todos los entrevistados están de acuerdo en importantizar el legado cultural heredado de los taínos, pero a la par con otros procesos de construcción de múltiples identidades étnicas y culturales compartidas con otras etnias; la razón de revalorar su importancia es por la riqueza de este legado manifestado en experiencias y prácticas culturales que nos definen como nación caribeña. 
En ese mismo sentido en relación a esta pregunta el Ing. José Enrique Méndez agrega:
“La joven generación sanjuanera desconoce la esencia de la cultura taina, el gran sentido de la cultura material y su alto ceremonialismo, su visión mágico-religiosa del mundo”. Afirmando:
“Para los sanjuaneros, estudiar las figuras espirituales más importantes del universo taíno; la manera en que los aborígenes de la isla asumieron a sus dioses, es un dictamen de reconocimiento del proceso de ritualización en función de defender las identidades individuales y colectivas, como también el erigir diferentes y variados símbolos alrededor de los cuales esos ritos constituyen verdaderos sellos culturales.”
En lo que corresponde a la pregunta No. 4 (¿Podría dar su opinión acerca de las estrategias o sugerencias que se pueden implementar para redimensionar la herencia cultural taína en nuestro municipio?) se hicieron sugerencias tales como:
- Proceso de conciencia ciudadana a través de los medios de comunicación.
- Creación de patronatos pro-rescate de los valores culturales.
= Promocionar a través de diversas actividades, las raíces indigenistas:
- Charlas, conferencias, vídeos, etc.
Por su parte el Ing. José Enrique Méndez expresó: “la Plaza Ceremonial aborigen de San Juan de la Maguana, merece ser estudiada de manera pormenorizada. (…) “Las escuelas, universidades, centros culturales, deben dar a conocer los mitos recogidos por Pané. Los areitos, o danzas ceremoniales de los indios taínos. El conocimiento sobre cada representación estilizada de cada Cemí taíno y su mito. El conocimiento de cada instrumento indígena, uso, construcción, etc. Sus ritos, sus comidas, sus vestidos. (….) Hay que organizar seminarios, concursos, eventos donde se estudie a profundidad el tema sobre la herencia cultural taina.”
En las respuestas de la pregunta No. 5 (¿El legado taíno tiene que ver con el nacimiento de nuestra dominicanidad?, ¿Por qué?) los entrevistados estuvieron de acuerdo en que el legado taíno tiene que ver con el nacimiento de nuestra dominicanidad basándose en las siguientes justificaciones:
“Heredamos su cultura.”
“Están presente en todas las manifestaciones del pueblo dominicano.”
“Constituyen el punto de partida para convertirnos en nación.”
“Aunque la población indígena se redujo significativamente con la llegada de los españoles, de la unión de estos y los taínos surgieron los mestizos, grupos que forman aun sea en menor proporción de nuestra identidad.
“El espíritu de lucha, ya estaba encarnado precisamente en Caonabo y Enriquillo, lo cual nos llevaría más tarde en las luchas de los habitantes a la definición de la nación.
En relación a esta pregunta el Ing. José Enrique Méndez justifica su respuesta opinando lo siguiente: “La Dominicanidad tiene aportes culturales de los conquistadores españoles, de los pueblos originarios taínos y aportes de los afrodescendientes. (….) Apoyándonos en la tesis de rescatar la memoria ancestral del olvido, podemos reconstruir el ser nacional, dentro de las múltiples fases identitarias que conforman la dominicanidad, lo taínodescendiente, puede ser una nueva manera de reconstruir el ser nacional.”
En sus Conclusiones expresan:
Luego de las discusiones, puestas en común y aportaciones ofrecidas por los participantes se llegó a las siguientes conclusiones:
“Los contenidos (sobre la historia impartida para escolares) no son identificatorios del legado cultural de cada pueblo; los temas se tratan a modo general alejando la posibilidad de vinculación de estos con el pueblo Dominicano.”
“El currículo no permite la discusión sobre el legado histórico de los taínos, por  lo que es una necesidad la promoción de estrategias en las que cada docente incluya el legado taíno propio de esta zona donde se conservan vestigios de fuertes raíces de la cultura aborigen.”



“El currículum es débil en el manejo de los contenidos que deben trabajarse en la historia precolombina, solo se trabaja a modo general.”
Hoy una vez más quisiera reiterar, haciendo referencia a las creencias comunitarias que se van transmitiendo de generación en generación, afirmando que “el espíritu del ser sanjuanero”, posee rasgos fundamentales que, como barrera invisible, encuentra su origen en el bautizo de un falo pulimentado, encerrado en redondel de piedras sueltas en el Municipio de “Juan de Herrera”, centro del poder de Caonabó y Anacaona, corral ceremonial de la vida, círculo de devoción taína convertido en signo cargado de significación, desde donde se empezaron a escuchar, en areitos, los latidos de la vida del pueblo del Maguana.
Adoptada como punto principal de participación social, la plaza distingue como punto central de un poblado el ámbito cultural tribal en las Antillas. Aunque se suponga que la plaza está ligada principalmente al juego de la pelota o batey-cuya ritualidad es indiscutible-, lo cierto es que arqueológicamente la plaza indígena corresponde a una estructuración que tiene como fundamental objetivo la integración de grupos de diversas zonas, y la consolidación al través de actividades culturales y cotidianas como juego, danzas, y simulacros, la identidad de los pueblos tribales.
Al estudiar la historia del yucayeque (pueblo) Niti, sitio que formaba parte del Cacicazgo de Maguana, descubrimos su batey, con calzada cercada con lajas de piedra, llamada hoy Centro Ceremonial aborigen, o Corral de los Indios de San Juan, comprendemos que es en realidad un complemento de esas formas espaciales que hoy llamamos plazas y que tenían sentido ritual, por ser punto primordial de reunión y decisión de la sociedad precolombina.
Refiriéndose al Batey de la Maguana, Gronau afirma que…. “está formado por un círculo perfecto, su centro está demarcado por un ídolo columnar de piedra, el perímetro de la calzada que lo circunda es de 760 metros lineales por 7 de ancho, proyectada de Este a Oeste dobla a la derecha en ángulo recto hasta conducir al riachuelo… (…) Alrededor del Batey, vivían las autoridades: la casa de los nitaínos, los jueces y otras autoridades tribales. El caserío de la gran sabana estaba urbanizado perfectamente. Los historiadores dicen que la disposición de las casas estaba trazada a cordel, en perfecto alineamiento, y tenía, el cuidado de mantener las calles barridas y limpias; las casas de las autoridades eran cuadrangulares. Las de las naborías, o pueblo común, eran cónicas, de diversos diámetros, según el número de personas que las ocupaban”.
Sir Schomburgh cree que el círculo en su forma original fuera una calzada. Otros sugieren la posibilidad de que representara un santuario. Pero la tradición más aceptada supone que la plaza era usada por los indígenas para celebrar festividades y juegos y que el cuadrado saliente a que hacemos referencia más arriba, (era) el lugar donde la Reina Anacaona y su corte presidían las ceremonias.
Quiero terminar mi intervención con un mitopoema nuestro que intenta recrear cómo Caonabó destruyo el Fuerte de la Navidad
Haciendo acto de depuración de sus sentimientos, Apito descendió bajo tierra, penetró a través de la cúspide de la montaña, que acostumbraba echar lenguas de fuego por la boca. Consultaba los misterios que yacen en el ramaje oculto de los huesos, en la penúltima frase del ritual desnudo de los cerros y los sueños, escuchó como alerta, la enormidad de un grito sórdido, un alarido primitivo consagrado al poder lítico
El Seboruco fue el parto originario de ese grito que ordenaba la guerra.
El alarido quedó grabado en la memoria primordial límpida, lascada en Silex.
La boca eterna de los Dioses dijeron que para seguir viviendo tenían que esconderse en la zona marrón cruda del tiempo, ocultos, camuflados de cima, de caverna.
Aun no existía la distancia lúdica, el recuerdo, ni el pensamiento. La memoria no regresaba cargada, venían de la paciencia de ver la vida como un todo indivisible, lo demuestran las huellas encontradas en el polen fósil de sensaciones que construyeron posterior sus sentimientos.
En las escarpadas cimas quedaron, casi invisibles, las crónicas de cimarrón, ocultas en la memoria de Guayacán en Seboruco.
Las lenguas de fuego, incitaron la niebla, asustaron la madrugada, ocultaron el poderoso Güey; el humo mensajero galopó como estandarte llevando un alerta al Atabey , transportaba un Osama, la ordenanza de organizar a los Carib, la de participar con urgencias de un cambio, uniendo sus conocimientos deberían asistir a enfrentar el mal de mentiras que desde la sombra visitaban estas tierras.
Entonces obscureció el Turei, el valle Niti se estremeció por las señales emitidas de los dioses ígneos.
Fue entonces cuando desde el Centro de la isla, Cahonaboa, Caonabó, el Cacique de razonamiento sabio y el honor, desató la visión, despertó su Ri y con atrevimiento desbordante se rebeló. Cubrió su desnudez natural con tintes rojo de la bija y el mangle, negro de la jagua, atravesó la yucabia la maraña, el bejucal, la tierra de piedras y montañas, los samanes y yabacoa, puso en pie de guerra a los suyos y marchó hacia el noroeste, en dirección de los venidos de tierra extraña, borrando así la última humillación de la primera avanzada europea en tierras de América.
Caonabó desentrañó el tiempo, hizo temblar la creación.
Había dejado degollada, ultrajada de muerte la conquista en el texto.
Como ángel triunfador recogió sus retoños, cargó en su odre caminos de luz entre siluetas repartidas.
Regresó juntando la victoria en una sola voz, la victoria de su pueblo contra el conjuro de los salvajes vestidos.
Hoy Caonabó ha regresado convertido en pueblo y nos pide que no cambiemos de nuevo nuestras riquezas, que no permitamos de nuevo cambiar nuestro valle
MUCHAS GRACIAS.


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La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos. (Ejercito Negro Makhnovista, Ucrania, 1923).

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