miércoles, febrero 06, 2013

Noticias del Frente Ecológico 109

Superorganismos: Las lluvias hacen posible el arroyo.

(Tomado de Wikipedia, La Enciclopedia Libre)


La palabra  superorganismo se utiliza en biología y ecología para resumir una forma de ver la naturaleza de la sociedad. Es aplicada en himenópteros como las abejas, las hormigas y termitas que son insectos sociales. Es un concepto sociobiológico de que una organización social, como una comunidad, trasciende los organismos biológicos que la componen.
Todos los himenópteros (hijos de la misma madre) tienen las siguientes características:
- La existencia de un nido común que da protección y permite el aprovisionamiento.
- La longevidad de la madre y el solapamiento de generaciones de hermanas.
- La distribución y reparto de funciones de la colonia, con la aparición de las castas.
- La comunicación entre todos los constituyentes del grupo social.
Esta vida social confiere a los animales que la presentan determinadas ventajas en el aprovechamiento de los recursos que hace que logren un mayor éxito evolutivo:
- Mayor número de descendientes por cada madre.
- Mantener una independencia del medio externo, superando condiciones adversas.
- Mayor longevidad que el resto de los insectos.
Una abeja es un ente de acción, pero esta vive de acuerdo con cierta división de trabajo, hay obreras, zánganos y reinas. Esa organización social permite afirmar que los objetivos de la abeja individual están subordinados a los de la colmena.
Si miramos la colmena como parte de un sistema biológico más amplio, podríamos señalar algunas relaciones simbióticas o sinérgicas que podrían resultar de interés: las lluvias hacen posible el arroyo. El arroyo crea un buen ambiente para el árbol. El árbol florece. Las abejas liban estas flores, recolectando el néctar con el cual producen la miel y el polen de donde obtienen las proteínas, oligoelementos y vitaminas. Algunos biólogos describen como superorganismo a esos entes complejos que operan en una relación de cooperación mutua.
Algunos hasta sostienen que todo lo que vemos es un inmenso superorganismo, donde hasta los virus tienen relación con la vida de todo el conjunto, del cual forma parte la especie humana. A esta teoría se denomina Hipótesis de Gaia.

Hipótesis de Gaia


El estudio de la habitabilidad planetaria está parcialmente basado en una extrapolación del conocimiento de las condiciones terrestres, ya que actualmente la Tierra es el único planeta en el que se conoce la presencia de vida.
La hipótesis de Gaia es un conjunto de modelos científicos de la biosfera en el cual se postula que la vida fomenta y mantiene unas condiciones adecuadas para sí misma, afectando al entorno. Según la hipótesis de Gaia, la atmósfera y la parte superficial del planeta Tierra se comportan como un todo coherente donde la vida, su componente característico, se encarga de autorregular sus condiciones esenciales tales como la temperatura, composición química y salinidad en el caso de los océanos. Gaia se comportaría como un sistema auto-regulador (que tiende al equilibrio). La teoría fue ideada por el químico James Lovelock en 1969 (aunque publicada en 1979) siendo apoyada y extendida por la bióloga Lynne Margulis. Lovelock estaba trabajando en ella cuando se lo comentó al escritor William Golding, fue éste quien le sugirió que la denominase “Gaia”, diosa griega de la Tierra (Gaia, Gea o Gaya).

Origen de la hipótesis

Lovelock fue llamado por la NASA en 1965 para participar en el primer intento de descubrir la posible existencia de vida en Marte. Participó como asesor de un equipo cuyo objetivo principal era la búsqueda de métodos y sistemas que permitieran la detección de vida en Marte y en otros planetas. Uno de los problemas a resolver sería el encontrar los criterios que deberían seguirse para lograr detectar cualquier tipo de vida. A Lovelock le llamaron la atención las radicales diferencias que existían entre la Tierra y los dos planetas más próximos, fue la singularidad de las condiciones de la Tierra lo que le llevó a formular su primera hipótesis.

Fundamentos

Esta teoría se basa en la idea de que la biomasa autorregula las condiciones del planeta para hacer su entorno físico (especialmente temperatura y química atmosférica) más hospitalario con las especies que conforman la  “vida”. La hipótesis Gaia define esta “hospitalidad” como una completa homeostasis. Un modelo sencillo que suele usarse para ilustrar la hipótesis Gaia es la simulación del mundo de margaritas.
Según la segunda ley de la termodinámica un sistema cerrado tiende a la máxima entropía. En el caso del planeta Tierra su atmósfera debería hallarse en equilibrio químico, todas las posibles reacciones químicas ya se habrían producido y su atmósfera se compondría mayoritariamente de dióxido de carbono  (CO2). (Se estimó que la atmósfera debería componerse de, aproximadamente, un 99% de CO2) sin apenas vestigios de oxígeno y nitrógeno. Según la teoría de Gaia, el que al día de hoy la atmósfera la compongan un 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno y apenas un 0,03% de dióxido de carbono se debe a que la vida, con su actividad y su reproducción, mantiene estas condiciones que la hacen habitable para muchas clases de vida.
Con anterioridad a la formulación de la Hipótesis de Gaia se suponía que La Tierra poseía las condiciones apropiadas para que la vida se diese en ella, y que esta vida se había limitado a adaptarse a las condiciones existentes, así como a los cambios que se producían en esas condiciones. La hipótesis de Gaia lo que propone es que dadas unas condiciones iniciales que hicieron posible el inicio de la vida en el planeta, ha sido la propia vida la que las ha ido modificando, y que por lo tanto las condiciones resultantes son consecuencia y responsabilidad de la vida que lo habita.
Para explicar cómo la vida puede mantener las condiciones químicas de Gaia, Margulis ha destacado la gran capacidad de los microorganismos para transformar gases que contienen nitrógeno, azufre y carbono.

Animal social


Un animal social es un término vagamente definido para un organismo que es altamente interactivo con otros miembros de su especie hasta el punto de tener una distinta y reconocible sociedad.
Todos los animales son sociales hasta cierto punto, la reproducción sexual requiere animales que se pongan en contacto para aparearse, y en animales mostrando algún grado de cuidado parental hay una mínima unidad social de uno o más parientes y sus crías. El término "animal social" suele emplearse sólo cuando hay un nivel de organización social que va allende de esto, con grupos permanentes de adultos viviendo juntos, y relaciones entre individuos que duren de un encuentro a otro.
El comportamiento y la organización de los animales sociales se estudia en psicología comparativa, etología, sociobiología, ecología de la conducta y ciencias de la computación (inteligencia artificial). Las materias típicas en comportamiento social son:
- ¿Cuál es el tamaño típico del grupo?, ¿qué factores limitan el tamaño del grupo?, ¿qué factores dirigen la unión y separación de los grupos?
- ¿Muestran las especies territorialidad?, si es así, ¿de qué extensión?, si los territorios se mantienen, ¿cuál es su propósito?, ¿se mantienen por un individuo o por un grupo?
- ¿Son estas relaciones sociales de dominancia permanentes dentro del grupo?, ¿hay alguna pauta dentro de ellos?
Unas pocas especies, insectos del orden Hymenoptera (hormigas,abejas y avispas) e Isoptera (termitas) muestran una forma extrema de sociabilidad, siendo unas sociedades altamente organizadas, con individuos especializados para diferentes roles. Esta forma de conducta social se conoce como eusociabilidad. Algunos vertebrados, más notablemente la rata topo desnuda, son también eusociales.
Algunos animales cuya conducta social es de un interés particular: Humanos (Homo sapiens), Gorilas (Gorilla gorilla), Lobos y perros (Canis lupus), Leones (Panthera leo), Chimpancés (Pan troglodytes), Bonobos (Pan paniscus) y Orcas (Orcinus orca)

Eusocialidad


La eusocialidad (en griego "eu": "bueno" + "social") es el nivel más alto de organización social que se da en ciertos animales. El término eusocial fue creado en 1966 por Suzanne Barata en referencia a ciertas abejas de la familia Halictidae. En 1971 E. O. Wilson le dio un significado más preciso.Al principio se refería solamente a aquellos organismos que reunían ciertas características (originalmente sólo invertebrados); después se hizo más amplio.
Los tipos de vida social se pueden agrupar en diferentes categorías, incluyendo, además de eusocial las siguientes: presocial, subsocial, semisocial, parasocial y quasisocial. Todos estos distintos niveles se dan en ciertos insectos, especialmente en los del orden Hymenoptera.
Entre los insectos sociales están las termitas (orden Isoptera), todas las hormigas, muchas especies de abejas y de avispas (orden Hymenoptera). También ocurre en algunos miembros de Thysanoptera y en algunos pulgones. Otros artrópodos incluyen a ciertos crustáceos. Finalmente, entre los vertebrados se da en la especie de mamífero la rata topo lampiña Heterocephalus glaber.
Insectos solitarios
Se toma como punto de partida en esta evolución la vida de los insectos que no tienen comportamiento social. Los padres tienen una vida corta que termina, generalmente, con el apareamiento y la puesta de los huevos. Debido a esto no llegan a conocer a sus descendientes aunque, a veces, puedan depositar sus huevos en las proximidades del alimento o les dejen provisiones para su desarrollo. Los descendientes nacidos no mantienen entre ellos relaciones, pues muy tempranamente se dispersan y emprenden vida solitaria.

Insectos presociales

Presentan cualquier grado de comportamiento social más allá del sexual, pero que no llega a la verdadera sociabilidad (eusocialidad) (Wilson, 1965). Dentro de esta amplia categoría pueden reconocerse una serie de estadios sociales inferiores:
- Insectos subsociales: es el tipo más extendido que practican trece órdenes de insectos. Los adultos cuidan de sus larvas durante algún periodo de tiempo.
- Insectos parasociales: término introducido en 1969 por Michener para denominar a los estados presociales en los que los miembros de la misma generación interactúan entre sí y matiza con las categorías:
-- Insectos comunales: los miembros de la misma generación usan el mismo nido, sin cooperación en el cuidado de la cría.
-- Insectos cuasisociales: los miembros de la misma generación usan el mismo nido y la prole es atendida de forma cooperativa, pero cada hembra aún pone huevos en algún momento de su vida.
-- Insectos semisociales: el nido comunal contiene miembros de la misma generación, colaborando en el cuidado de la cría, pero existe división de tareas reproductoras con algunas hembras (reinas) poniendo huevos mientras que sus hermanas actúan de obreras y raramente ponen huevos. Difiere de la eusocialidad en que las obreras son hermanas de las reinas y no hijas. Algunas abejas y avispas entran en esta clasificación.

Insectos eusociales

Cooperan en el cuidado de la cría y generalmente tienen castas estériles. Existe solapamiento de generaciones con longevidad elevada de la casta reproductora. Generalmente las hembras obreras estériles son hijas, no hermanas de la reina. Comprende a todas las hormigas y termitas así como algunos grupos de abejas (por ejemplo en la familia Apidae, tales como abejas melíferas, abejorros y abejas sin aguijón) y de avispas sociales Vespidae.
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UNA COLONIA DE HORMIGAS TIENE UN CEREBRO COMÚN TAN GRANDE COMO EL DE UN MAMÍFERO (NOTICIAS LATAM, CORTESÍA DE NOHIVO LUGO, TALLERES LOGÍSTICOS PALMEROS, 20 DE ENERO, 2013.)

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La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos. (Ejercito Negro Makhnovista, Ucrania, 1923).

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