martes, noviembre 14, 2006

Noticias del Frente Multicolor 004

El Grito de la Independencia

Combatientes Negros de los Libertadores: Simón Bolívar y Francisco Morazán en las Fuerzas Armadas de las Américas [1]

Dr. Andoni Castillo
Antropólogo

Antes de entrar en este tema, es necesario decir que en las conquistas de las Américas los negros también fueron protagonistas de la Independencia Americana, y en las luchas civiles de cada una de las naciones que se formaron al terminar el dominio español. Los negros, los mulatos, los indios y sus descendientes, considerados castas, fueron reclutados para luchar en todos los bandos que se enfrentaron, por algo más de medio siglo. Por ello pelearon negros contra negros, indios contra indios, de la misma manera que lo hicieron contra el blanco dominador.

Por ello es que desde muy remota época durante el dominio español el indio americano y el negro esclavo, junto a sus descendientes, fueron incorporados a las fuerzas militares en calidad de auxiliares, que para la época referida era la equivalencia de peones, pues sobre ellos recaían las más pesadas y rudas tareas.

Fue costumbre complementar regimientos o batallones de blancos con cuerpos de negros. Pasada la contingencia esa fuerza negra fue separada y absorbida por cuerpos de negros ya existentes, como el llamado Regimiento de Castas que incluía indios, negros y castas.

“Aquellos negros, nuestros negros, sirvieron a un ejército que nacía con la Patria, y lo enaltecieron con su heroísmo y con su sangre. Constituyeron el núcleo de los batallones de Infantería y lucharon junto a sus pares blancos y mulatos pero en unidades distintas, en el ejército Libertador de Los Andes del Gral. José de San Martín. La carta del libertador Simón Bolívar reconoce la contribución de los soldados negros libertos y mulatos para el logro de la independencia en Suramérica. También apunta acerca de su colega el Gral. Francisco Morazán quien también reclutó a soldados, negros, sambos, y mulatos para el ejército de la Unión Centroamérica.”

Los negros lucharon y murieron por la emancipación de América. Se cubrieron de gloria en los campos de combate de Chacabuco, Maipú, Cancha Rayada y llevaron la libertad a medio continente participando también durante la campaña del Alto Perú.

Regimiento Negro en el Ejército de Los Andes bajo el mando del General Libertador Simón Bolívar

En 1819 Simón Bolívar cruza los Andes a la cabeza de un ejército republicano de campesinos, esclavos negros libres, de ciudadanos descalzos en armas, para liberar al pueblo colombiano, Venezuela, Bolivia y Ecuador del yugo de un imperio. Su muerte prematura deja inacabado el proyecto de hacer de América Latina una vasta república de iguales. Por ello no es de sorprender que en la batalla de Sipe-Sipe, fueran liquidados casi por completo dos regimientos de negros (algo más de 1.000 hombres). Esa muerte masiva se ha de reiterar los negros reclutados para el Ejército de los Andes que estuvieron en campaña entre 1816 y 1823, combatiendo en Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela y Ecuador, de manera que de los 2.000 soldados negros que iniciaron el cruce de los Andes, fueron repatriados en la segunda fecha indicada, 143 soldados de color.

Esa merma se explica al saber que en la batalla de Maipú, los negros enganchados provenían de los cañaverales tucumanos, muy hábiles en el manejo del machete para cortar la planta. Recibieron la orden de cargar a las tropas realistas provistas de armas de fuego. Lo hicieron blandiendo los machetes y al grito de: querré achucha, Tomá Pachuca. Rompieron las filas de los soldados veteranos y sembraron el terror por la furia puesta en cortar cabezas de españoles. Murieron más del 86% en el combate, pero se ganó la primera batalla decisiva de la campaña de Chile. Con el mismo ímpetu siguieron combatiendo los otros negros en el resto de la campaña libertadora.

En aquella época el General José de San Martín, conductor del Ejército Libertador, resaltó el valor de sus soldados negros, expropió a los esclavos y les dio libertad a cambio de sus servicios. Varios fueron los negros que legaron su nombre a la posteridad, entre ellos cabe destacar al capitán Antonio Videla, quien murió valientemente entre las murallas de Montevideo al frente de la compañía de cazadores pardos y morenos que él comandaba. Su hija, que continuaba siendo esclava, fue liberada por el Cabildo de Buenos Aires ante la muerte heroica de su padre.

Combatientes Negros y Mulatos en las Filas del Ejército Federal Centroamericano

Desde los inicios de la colonia, la presencia de africanos esclavizados y sus descendientes en Centroamérica ha sido enorme, [así como su] contribución al desarrollo demográfico, económico, social y cultural. El antropólogo Leslie B. Rout Jr. y los historiadores argentinos describen a los combatientes y militares negros centroamericanos, como jefes de brigadas de la revolución mexicana desconocidos en México; grandes combatientes de la Florida; comandantes de la escuadrilla argentina de la que nunca oyeron hablar los argentinos; capitanes de navío de Venezuela de los que no habla el “Diccionario de los Próceres”.

Libertadores de la Nueva Granada, San Andrés, Providencia y Santa Catalina, negado por los colombianos; combatientes de Galveston y de Texas, desconocido por tejanos y mexicanos; héroes militares de la libertad de Honduras, Nicaragua, Guatemala, Costa Rica y el Salvador, bajo el mando del General Francisco Morazán proyectando liberar Panamá bajo ordenes del General San Martín. Más de 475 negros, mulatos y sambos combatieron en las filas de las fuerzas armadas de la Unión Centroamericana y fueron también partidarios en la batalla de San Jacinto y La Trinidad, sin una página en la historia oficial de la antigua República Federal Centroamericana.

En el fuerte “La Libertad”, reconstruido por el ingeniero Agustín Codazzi, establece Louis Michel Aury su cuartel general y nombra Secretario de Estado a Louis Perú de Lacroix, autor del célebre diario de Bucaramanga y quien años después se suicidaría en Paris.

El libertador francés Louis Michel Aury, héroe naval de la Gran Colombia, también ha sido ignorado de la historia suramericana y centroamericana. La primera expedición militar de Aury se hace con éxito al fuerte de San Felipe en Honduras, contando con más de 170 militares mulatos y negros, recibiendo los corsarios acto seguido la solicitud de ayuda del gobernador patriota de la provincia de Citara (Chocó), José María Cancino. Durante tres años el almirante Louis Aury intentó obtener el reconocimiento de Bolívar, mientras daba batallas por la libertad del Chocó, de Panamá y de las repúblicas centroamericanas desde su nueva base de operaciones en las islas de Providencia y Santa Catalina.

En Honduras en el año de 1814 las autoridades atemorizadas se quejaban por no contar con tropas para hacerle frente a los movimientos populares. Una cita textual ilustra la situación: "Que lo que me da mayor cuidado en tan apuradas circunstancias es que en las elecciones de algunas ciudades y villas contiguas han sido admitidos y reclutados descendientes de África. No solamente como militares, sino para votar y también para obtener destinos y, lo mismo ha sucedido en las Juntas de Parroquias y Partidos para nombramiento de diputados, cuyo temor es tanto más fundado, cuando tan sólo en la Provincia de Honduras sobre 100.000 habitantes, para la mayor aproximación, 60.000 son descendientes de África y, al ver que son los únicos excluidos de la clase de ciudadanos”.

Regimiento Negro en el Ejército del México Colonial

Hacia el fin del siglo XVII, aunque España sentía la amenaza de guerra y los constantes asaltos de los piratas ya castigaban los litorales del Nuevo Mundo de la corona, los burócratas tenían miedo al prospecto de utilizar las tropas para defender sus pertenencias. Francisco de Seijas y Lobera, el alcalde mayor anterior de Tacaba, miembro distinguido de la clase noble, científico, comerciante y viajero, parecía captar el espíritu de los tiempos en su historia de catorce volúmenes sobre el reino español.

Escrita alrededor de 1702 como una guía para el rey Felipe V, Seijas escribió un volumen entero que trataba exclusivamente de los asuntos mexicanos. Describió con detalle el panorama militar existente, y más importante, ofreció una serie de recomendaciones para mejorar los mecanismos para proteger las fronteras de la corona. Seijas sugirió que durante tiempos de emergencia, México probablemente podría confiar en el servicio militar de 200,000 defensores de la costa y la frontera. Sus cálculos cuentan con 175,000 de estas tropas serían de las clases raciales negro, mulato, pardo, indio y mestizo.

Pero con su entusiasmo en abogar porque la expansión del ejército incluyera las personas no blancas, Seijas también reveló algunos prejuicios que parecían característicos de su época. Por supuesto, los negros y mulatos (es decir, gente libre de color) podrían ser llamados al servicio; sin embargo, las condiciones de su servicio debían ser restringidas:

Le pido un toque de silencio en memoria de nuestros heroicos negros.

La historia de nuestros padres fundadores y la de tantos seres en su mayoría anónimos, como estos negros valerosos, que desde los campos de batalla de nuestra emancipación, o desde el trabajo de todos los días, supieron transformar lo que era un desierto en naciones libres y progresistas. Los estados centroamericanos deben reconocer la enorme contribución de los afrodescendientes a la independencia. Especialmente en esta fecha histórica en que marcamos los 150 años desde la abolición de la esclavitud.

No obstante incentivo a los historiadores del tema de la Antigua República Centroamericana para que sigamos revisando las páginas de la Federación, porque pienso que en alguna parte debe estar, incluso, la lista de los combatientes negros. Rescatemos entonces del pasado, como un homenaje largamente merecido y postergado, como un mandato de la historia para nosotros, para las generaciones venideras, el heroísmo de nuestros ilustres negros, de nuestros queridos negros, de aquellos que supieron darlo todo por la Patria incluyendo sus vidas, para gloria de ellos, de sus descendientes y de la sociedad.

Maestro: Le pido un toque de silencio en memoria de nuestros heroicos soldados negros.

Bibliografía consultada

Aury, Louis. (1966). Documentos y correspondencia del Almirante Louis Aury. Biblioteca Luis Angel Arango, Bogotá.

Coria, Juan Carlos. (1997). Comercio y Trata en el Río de la Plata. Buenos Aires, octubre.

Ferro, C. (1976). Vida de Louis Aury, Buenos Aires: Editorial Cuarto Poder.

Gomes, Miriam Victoria. (sf). Homenaje a la Negritud. Cátedra Abierta de Estudios Americanistas (UBA) y de la Unión de Mujeres Afrodescendientes de la República Argentina. Boletín del Congreso Nacional.

Jones, Grant D. (1989). Maya Resistance to Spanish Rule: Time and History on a Colonial Frontier. Albuquerque: Univ. of New Mexico Press, pp. 226-27.

Lovejoy, Paul E. (1983). Transformations in Slavery: A History of Slavery. En Matthew Restall (ed.), Black Conquistadors: Armed Africans in Early Spanish America. Cambridge: Cambridge Univ. Press.

Ortiz, S. E. (1971). Franceses en la independencia de la Gran Colombia. Bogotá: Editorial ABC.

Rout Jr., Leslie B. (1969). The African Experience in Spanish America. London: Longman, pp. 13-17

Vinson, Ben. (2004). "Articular el Espacio: El establecimiento militar de gente de color libre en el México Colonial de la Conquista hasta la Independencia." Callaloo - Volume 27, Number 1, Winter 2004, pp. 331-354


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[1] Cortesia de la Red Latinoamericana de Afrodescendientes.

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