Un David contra un Goliat: Experiencia de la lucha antitabáquica en el mayor productor de tabaco del Caribe y Latinoamérica
.
Plantita del tabaco
Por: Dr. Eduardo Gautreau de Windt *
Adaptación del trabajo presentado en el Primer Congreso Latinoamericano & Segunda Conferencia Iberoamericana sobre el Control del Tabaco (Río de Janeiro, Brasil, 7 de septiembre, 2007)
La República Dominicana es el líder en la producción tabacalera en el Caribe y América Latina en siembra, manufactura, fabricación y exportación de productos), por encima, incluso, de Cuba.
Nos proponemos presentar las experiencias de la lucha antitabáquica emprendida a lo largo de casi 10 años, como ejemplo de lo que una Sociedad de Neumólogos y Cirujanos de Tórax puede lograr, aún con pocos recursos, si se compromete a luchar contra este mal.
La mayor motivación para presentar esta experiencia es la ausencia de conocimiento de la comunidad internacional de las acciones emprendidas, por falta de reportes.
El presente trabajo parte de cuatro consideraciones especiales:
1. La responsabilidad social de las sociedades médicas especializadas, mayormente en los países del Tercer Mundo;
2. La ausencia de programas estatales efectivos en la promoción de la salud libre de tabaco;
3. El perfil del fumador dominicano (masculino, analfabeto y de zona rural) (Proyecto Doble T); y
4. La prevalencia de 24% de fumadores en la población escolar primaria.
Nuestro escenario
La posición cimera de nuestro país como productor de tabaco en la región y la importancia de los empleos e impuestos que genera esta industria, resaltan su fortaleza e influencia económica.
Somos, por cierto, uno de los pocos países que posee un organismo estatal para proteger, incentivar y subsidiar la producción de tabaco (INTABACO).
Nuestro sistema de salud aún lucha con las enfermedades infecto-contagiosas y con una alta tasa de morbi-mortalidad materno-infantil. Este sistema cubre apenas un 60% de la población.
La inversión en salud es ínfima en comparación con las inversiones del PBI en otros renglones, obligando a que los gastos en la salud provengan en más de un 52% del presupuesto familiar, con una ausencia casi total de promoción de la salud.
El sistema tampoco reconoce suficientemente la importancia de luchar contra el consumo de tabaco y sus consecuencias en la salud, que es la tercera causa de morbi-mortalidad mundial, de acuerdo a la OMS.
En estas condiciones, la Sociedad Dominicana de Neumología y Cirugía del Tórax, filial del Colegio Médico Dominicano, reconociendo la necesidad de formar e informar a la población sobre el daño ocasionado por el tabaco, ha emprendido desde su fundación en 1980 diversas acciones a lo largo de su historia.
Nuestra pequeña experiencia
Adaptación del trabajo presentado en el Primer Congreso Latinoamericano & Segunda Conferencia Iberoamericana sobre el Control del Tabaco (Río de Janeiro, Brasil, 7 de septiembre, 2007)
La República Dominicana es el líder en la producción tabacalera en el Caribe y América Latina en siembra, manufactura, fabricación y exportación de productos), por encima, incluso, de Cuba.
Nos proponemos presentar las experiencias de la lucha antitabáquica emprendida a lo largo de casi 10 años, como ejemplo de lo que una Sociedad de Neumólogos y Cirujanos de Tórax puede lograr, aún con pocos recursos, si se compromete a luchar contra este mal.
La mayor motivación para presentar esta experiencia es la ausencia de conocimiento de la comunidad internacional de las acciones emprendidas, por falta de reportes.
El presente trabajo parte de cuatro consideraciones especiales:
1. La responsabilidad social de las sociedades médicas especializadas, mayormente en los países del Tercer Mundo;
2. La ausencia de programas estatales efectivos en la promoción de la salud libre de tabaco;
3. El perfil del fumador dominicano (masculino, analfabeto y de zona rural) (Proyecto Doble T); y
4. La prevalencia de 24% de fumadores en la población escolar primaria.
Nuestro escenario
La posición cimera de nuestro país como productor de tabaco en la región y la importancia de los empleos e impuestos que genera esta industria, resaltan su fortaleza e influencia económica.
Somos, por cierto, uno de los pocos países que posee un organismo estatal para proteger, incentivar y subsidiar la producción de tabaco (INTABACO).
Nuestro sistema de salud aún lucha con las enfermedades infecto-contagiosas y con una alta tasa de morbi-mortalidad materno-infantil. Este sistema cubre apenas un 60% de la población.
La inversión en salud es ínfima en comparación con las inversiones del PBI en otros renglones, obligando a que los gastos en la salud provengan en más de un 52% del presupuesto familiar, con una ausencia casi total de promoción de la salud.
El sistema tampoco reconoce suficientemente la importancia de luchar contra el consumo de tabaco y sus consecuencias en la salud, que es la tercera causa de morbi-mortalidad mundial, de acuerdo a la OMS.
En estas condiciones, la Sociedad Dominicana de Neumología y Cirugía del Tórax, filial del Colegio Médico Dominicano, reconociendo la necesidad de formar e informar a la población sobre el daño ocasionado por el tabaco, ha emprendido desde su fundación en 1980 diversas acciones a lo largo de su historia.
Nuestra pequeña experiencia
.
Van Gogh - Calavera fumando
Hemos llevado a cabo múltiples congresos bianuales (dos centroamericanos y dos iberoamericanos), conferencias, cursos, seminarios sobre el daño en la salud ocasionado por el tabaco y entrenamiento de facilitadores para cesación de fumar.
En el Diálogo Nacional de 1997, la Sociedad participó realizando un diagnóstico de la situación y recomendó soluciones, tales como la prohibición de fumar en los espacios cerrados y la limitación y regulación de la propaganda de las tabacaleras, convertida en ley en julio del año 2000, tras una ardua labor de lobbying congresual.
En febrero de 2005 se firmó un acuerdo entre la Sociedad, el proyecto de ayuda técnica contra el tabaco (Proyecto Doble T, patrocinado por la Universidad de Rochester) y la Secretaría de Estado de Salud Pública, con la asistencia técnica de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para implementar una campaña antitabáquica nacional.
Logramos realizar una gran movilización social para crear conciencia sobre los daños causados por el consumo de tabaco, tanto en los fumadores como en los no fumadores (las víctimas del “humo de segunda mano”).
La campaña nacional ha contado con una gran utilización de prensa radial, escrita y televisiva; talleres infantiles en escuelas y colegios; talleres en empresas privadas, que interesadas han declarado sus “espacios libres de humo”.
Hemos elaborado folletos educativos populares que distribuimos en las actividades que realizamos y a través de las instituciones que colaboran con nosotros.
Actualmente tenemos un acuerdo con la Sociedad Dominicana de Pediatría, para sumarse a nuestra campaña y emprender la campaña de los Tres No (No al Tabaco, No al Alcohol, No a las Drogas Ilegales.)
Hemos implementado un programa de visitas a restaurantes, bares y sitios de diversión para concitar el apoyo necesario para la implementación plena de la Ley Antitabaquica.
Nos hemos reunido con funcionarios judiciales, como el Procurador Fiscal de la Ciudad Capital y el Procurador General de la Republica, en aras de concitar su apoyo para la aplicación de la Ley.
Recientemente fuimos recibidos por la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados al Congreso Nacional para solicitar el rechazo de la modificación de la ley que establece las medidas impositivas para el expendio de alcohol y tabaco solicitada por los comercializadores de estos productos.
Tenemos pendiente el tiraje de más de 3,000 afiches para ser colocados por toda la geografía nacional y un programa de realización de graffiti con mensajes claros y contundentes contra el tabaco.
Entre nuestros planes inmediatos está la formación de una gran coalición para lograr la firma del “Acuerdo Marco” ya que somos el único país de América que no lo ha hecho.
Obstáculos
1. Dada la influencia social y económica del sector tabacalero no existe una voluntad política en los gobernantes para una lucha antitabáquica seria. El mismo Presidente que promovió la Ley ahora baja los impuestos por razones financieras.
2. No existe una política de salud contra el tabaco desde la Secretaría de Estado de Salud Pública.
3. Los medios de comunicación tienen limitaciones y recelos para dar cabida a los mensajes contra el tabaco. A pesar de que la ley regula la propaganda de las tabacaleras, estas tienen gran influencia financiera sobre los medios, mayormente a través de la publicidad.
4. Ausencia o gran timidez para el patrocinio de actividades contra el tabaco por sectores que tradicionalmente apoyan las actividades médicas de educación continuada o en salud, es decir, las casas farmacéuticas.
5. Poco interés en gran parte de los profesionales de la salud en involucrarse en este tipo de actividades.
6. Labor muy tímida de los clínicos en advertir y/o disuadir a sus pacientes a evitar el tabaco.
7. Ausencia de programas de cesación de tabaco con alcances nacionales.
8. Derrotismo y conformismo en muchos de los sectores llamados a jugar un papel importante en la lucha contra el tabaco.
9. Desconocimiento en la población de todas las consecuencias en la salud por el consumo del tabaco.
Conclusiones
Por lo antes expuesto concluimos, que:
1. Necesitamos lograr una gran alianza para emprender una verdadera movilización social en torno a la promoción y educación para la salud sobre la problemática del consumo del tabaco y sus consecuencias.
2. Ameritamos apoyo nacional e internacional de toda índole, para tener la fuerza suficiente para incidir a los más altos niveles de las políticas publicas.
3. Debemos continuar nuestras acciones antitabáquicas de manera responsable, concientes de que los cambios se darán luego de un arduo proceso de promoción de la salud.
4. Debemos implementar, urgentemente, un servicio asistencial de cesación de fumar para dar respuesta a las personas que, motivadas por nuestra campaña, nos demandan esa ayuda.
En el Diálogo Nacional de 1997, la Sociedad participó realizando un diagnóstico de la situación y recomendó soluciones, tales como la prohibición de fumar en los espacios cerrados y la limitación y regulación de la propaganda de las tabacaleras, convertida en ley en julio del año 2000, tras una ardua labor de lobbying congresual.
En febrero de 2005 se firmó un acuerdo entre la Sociedad, el proyecto de ayuda técnica contra el tabaco (Proyecto Doble T, patrocinado por la Universidad de Rochester) y la Secretaría de Estado de Salud Pública, con la asistencia técnica de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para implementar una campaña antitabáquica nacional.
Logramos realizar una gran movilización social para crear conciencia sobre los daños causados por el consumo de tabaco, tanto en los fumadores como en los no fumadores (las víctimas del “humo de segunda mano”).
La campaña nacional ha contado con una gran utilización de prensa radial, escrita y televisiva; talleres infantiles en escuelas y colegios; talleres en empresas privadas, que interesadas han declarado sus “espacios libres de humo”.
Hemos elaborado folletos educativos populares que distribuimos en las actividades que realizamos y a través de las instituciones que colaboran con nosotros.
Actualmente tenemos un acuerdo con la Sociedad Dominicana de Pediatría, para sumarse a nuestra campaña y emprender la campaña de los Tres No (No al Tabaco, No al Alcohol, No a las Drogas Ilegales.)
Hemos implementado un programa de visitas a restaurantes, bares y sitios de diversión para concitar el apoyo necesario para la implementación plena de la Ley Antitabaquica.
Nos hemos reunido con funcionarios judiciales, como el Procurador Fiscal de la Ciudad Capital y el Procurador General de la Republica, en aras de concitar su apoyo para la aplicación de la Ley.
Recientemente fuimos recibidos por la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados al Congreso Nacional para solicitar el rechazo de la modificación de la ley que establece las medidas impositivas para el expendio de alcohol y tabaco solicitada por los comercializadores de estos productos.
Tenemos pendiente el tiraje de más de 3,000 afiches para ser colocados por toda la geografía nacional y un programa de realización de graffiti con mensajes claros y contundentes contra el tabaco.
Entre nuestros planes inmediatos está la formación de una gran coalición para lograr la firma del “Acuerdo Marco” ya que somos el único país de América que no lo ha hecho.
Obstáculos
1. Dada la influencia social y económica del sector tabacalero no existe una voluntad política en los gobernantes para una lucha antitabáquica seria. El mismo Presidente que promovió la Ley ahora baja los impuestos por razones financieras.
2. No existe una política de salud contra el tabaco desde la Secretaría de Estado de Salud Pública.
3. Los medios de comunicación tienen limitaciones y recelos para dar cabida a los mensajes contra el tabaco. A pesar de que la ley regula la propaganda de las tabacaleras, estas tienen gran influencia financiera sobre los medios, mayormente a través de la publicidad.
4. Ausencia o gran timidez para el patrocinio de actividades contra el tabaco por sectores que tradicionalmente apoyan las actividades médicas de educación continuada o en salud, es decir, las casas farmacéuticas.
5. Poco interés en gran parte de los profesionales de la salud en involucrarse en este tipo de actividades.
6. Labor muy tímida de los clínicos en advertir y/o disuadir a sus pacientes a evitar el tabaco.
7. Ausencia de programas de cesación de tabaco con alcances nacionales.
8. Derrotismo y conformismo en muchos de los sectores llamados a jugar un papel importante en la lucha contra el tabaco.
9. Desconocimiento en la población de todas las consecuencias en la salud por el consumo del tabaco.
Conclusiones
Por lo antes expuesto concluimos, que:
1. Necesitamos lograr una gran alianza para emprender una verdadera movilización social en torno a la promoción y educación para la salud sobre la problemática del consumo del tabaco y sus consecuencias.
2. Ameritamos apoyo nacional e internacional de toda índole, para tener la fuerza suficiente para incidir a los más altos niveles de las políticas publicas.
3. Debemos continuar nuestras acciones antitabáquicas de manera responsable, concientes de que los cambios se darán luego de un arduo proceso de promoción de la salud.
4. Debemos implementar, urgentemente, un servicio asistencial de cesación de fumar para dar respuesta a las personas que, motivadas por nuestra campaña, nos demandan esa ayuda.
******
* Sobre el autor:
El doctor Gautreau de Windt es especialista en Cirugía Torácica y Vías Respiratorias, con entrenamiento en Oncología Quirúrgica del Tórax; Profesor de Post-Grado de Neumología Clínica en el Hospital Dr. Salvador B. Gautier, del Instituto Dominicano del Seguro Social (IDSS); Jefe de Servicio de Cirugía Torácica en el Hospital Central de las Fuerzas Armadas; y actual Presidente de la Sociedad Dominicana y de la Federación Centroamericana y del Caribe de Neumología y Cirugía del Tórax. Además, es uno de los más asiduos, entusiastas y prestigiosos colaboradores de epistheme.
1 comentario:
felicidades Eduardo
Apoyamos este esfuerzo que hacen en nombre de la salud de cada uno de nuestros pueblos.En mi querida Honduras,tembien estamos haciendo una lucha grande en contra de este flagelo y lo seguiremos haciendo.
consejo:No se cansen!!Somos pocos los interesados en contra de los intereses de estos assss-ssesinos!!
Publicar un comentario