lunes, abril 07, 2008

Noticias del Frente Poetico 008

Amén de mariposas (*)
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"Si me matan...Yo sacaré mis brazos de la tumba y seré mas fuerte"
- Minerva Mirabal
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Bustos en el Museo de las Hermanas Mirabal
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Primer Tiempo
Cuando supe que habían caído las tres hermanas Mirabal
me dije:
la sociedad establecida ha muerto.
(Lapislázuli a cuento de todo emblema ruidoso

mentís en A referido a un imperio en agonía
y cuanto ha sido conocido desde entonces
me dije
y cuanto ha sido comprendido desde entonces
me dije
es que la sociedad establecida ha muerto)
Comprendí

que muchas unidades navales alrededor del mundo
inician su naufragio
en medio de la espuma
pensadora
y que grandes ejércitos reconocidos en el planeta
comienzan a derramarse
en el regazo de la duda
pesarosa
Es que

hay columnas de mármol impetuoso no rendidas al tiempo
y pirámides absolutas erigidas sobre las civilizaciones
que no pueden resistir la muerte de ciertas mariposas.
Cuando supe que tres de los espejos de la sociedad

tres respetos del abrazo y orgullo de los hombres
tres y entonces madres
y comienzo del día
habían caído
asesinadas
¡oh asesinadas!
a pesar de sus telares en sonrisa
a pesar de sus abriles en riachuelo
a pesar de sus neblinas en reposo
(y todo el día lleno de grandes ojos abiertos)
roto el cráneo
despedazado el vientre
partida la plegaria
¡oh asesinadas!
comprendí que el asesinato como bestia incendiada

por la cola
no se detendría ya
ante ninguna puerta de concordia

ante ninguna persiana de ternura
ante ningún dintel ni balaustrada
ni ante paredes
ni ante rendijas
ni ante paroxismo
de los progenitores iniciales
porque a partir de entonces el plomo perdió su rumbo
y el sentido su rango
y solo quedaba en pie
la Humanidad
emplazada a durar sobre este punto
escandaloso
de la inmensidad
del Universo
Supe entonces que el asesinato ocupaba el lugar del

pensamiento
que en la luz de la casa
comenzaba a aclimatarse
el puerco cimarrón
y la araña peluda
que la lechuza se instalaba en la escuela
que en los parques infantiles
se aposentaba el hurón
y el tiburón en las fuentes
y engranaje y puñal
y muñón y muletas
en los copos y de las cunas
o que empezaba entonces la época rotunda
del bien y del mal
desnudos
frente a frente
conminados a una sola
implacable definitiva
decidida victoria
muerte a muerte
¡Oh asesinadas!
No era una vez
porque no puedo contar la historia de los hombres
que cayeron en Maimón
y Estero Hondo
a unos pocos disparos de Constanza
en el mismo corazón del año 1959
puesto que todo el mundo sabe que somos el silencio
aun en horas de infortunio.
No era una vez porque no puedo contar la historia

de este viejo país del que brotó la América Latina
puesto que todo el mundo sabe que brotó de sus vértebras
en una noche metálica denominada
silencio
de una vértebra llamada Esclavitud
de otra vértebra llamada Encomienda
de otra vértebra llamada Ingenio
y que de una gran vértebra dorsal le descendió completa
la Doctrina de Monroe.
No contaré esta historia porque era una vez no la primera

que los hombres caían como caen los hombres con un
gesto de fecundidad
para dotar de purísima sangre los músculos de la tierra.
La espada tiene una espiga

la espiga tiene una espera
la espera tiene una sangre
que invade la verdadera
que invade el cañaveral

litoral y cordilleray a todos se nos parece
de perfil en la bandera
la espiga tiene una espada

la espada una calavera.
Pero un día se supo que tres veces el crepúsculo
tres veces el equilibrio de la maternidad
tres la continuación de nuestro territorio
sobre la superficie de los niños adyacentes
reconocidas las tres en la movida fiebre
de los regazos y los biberones

protegidas las tres por la andadura
de su maternidad navegadora
navegable
por el espejo de su matrimonio
por la certeza de su vecindario
por la armonía de su crecimiento
y su triple escuela de amparo
habían caído en un mismo silencio asesinadas
y eran las tres hermanas Mirabal
¡oh asesinadas!
entonces se supo que ya no quedaba más
que dentro de los cañones había pavor
que la pólvora tenía miedo
que el estampido sudaba espanto
y el plomo lividez
y que entrábamos de lleno en la agonía de una edad
que esto era el desenlace de la Era Cristiana.


¡Oh dormidas!
¡oh delicadas!
qué injuria de meditar.
El mes de noviembre descendía sobre los hombros

como los árboles aún debajo de la noche y aún
dando
sombra.
¡Oh eternas!
El péndulo palpitaba las horas del municipio

y el pequeño reloj destilaba en silencio gota a gota
veinticinco visiones de una día llamado noviembre.
Pero aún no era el fin

¡oh dormidas!
aún no era el fin
no era el fin


.
Segundo Tiempo
Cuando supe que una pequeña inflamación del suelo

en el Cementerio de Arlington
se cubría de flores y manojos de lágrimas
con insistencia de pabellones y caballos nocturnos
alrededor de un toque de afligida trompeta
cuando todo periódico se abría en esas paginas
cuando se hicieron rojas todas las rosas amarillas
en Dallas
en Texas
me dije
como era presidencial
el nuevo mes de noviembre
ya millones de seres tocaron lo imposible
ya millones de seres ya millones de estatuas ya

millones de muros de columnas y de máquinas
comprendieron de súbito
que el asesinato
no ha sido
ni un fragmento de minuto
calculado solamente para las cabezas semicoloniales
y sustantivas
de las tres hermanas Mirabal
sino
que este inédito estilo de la muerte

producto de las manos de los hombres
de manos de hermanos
(para todo el siglo)
muerte sana y artesana
(para todo el mundo)
provista de catálogo
(para todo el tiempo)
de numero de serie o serial number
y venida de fuera o made in usa
fría inalterable desdeñosa desde arriba desde

entonces
esta muerte
esta muerte
esta muerte
asume contenido universal

forzosamente adscrita a la condición
del ser humano
en cuyo espectro solar figuran todas las formulas

personales
y todas las instancias puras
del individuo
tal
como va por la calle

como habitante de la ciudad con todo su derecho
como
continuador esencial del índice de población o séase
representante manufacturero indiferente agente de
seguros repartidor de leche asalariado guarda
campestre administrador o sabio poeta o portador
de una botella de entusiasmo etílico donde están
convocadas todas las palabras
ciclamen platabanda metempsicosis
canícula claudia clavicémbalo
cartulario venático vejiga
trepa caterva mequetrefe
primicia verdulero postulante
palabras todas sustitutivas
palabras pronunciables
en lugar de presuntas actitudes
y todas las maldiciones y protestas
y las posiciones geométricas igual
que la rotura del sentido igual
que la rotura de una biela igual
que el desgarrón de la barriga igual
mente todo desquiciado y ron
pido todo maligno y amargo
todo reducido a sombra
y nadidad y oscuridad
y estadidad
palabras mentirosas llenas
de contenido impronunciable
y desechos de organismo
de cualquier muchacha igual
que de cualquier cochero igual
que el choque de la portezuela
del catafalco igual
fue esta universal investidura de la que no esta exento
nadie nadie
ni yo
ni tu
ni nosotros ni ellos ni nadie
podridamente nadie
nadie
desde el mismo momento que fueron golpeadas
ciertamente
profesionalmente
maquinalmente
tres de las hermanas Mirabal
hasta llegar
en punto
exactamente
al
fin fin fin
de la Era
Cristiana


(Oigamos
oigamos
esto retumba en el
más
absoluto silencio
muchas unidades navales en todos los océanos inician
su hundimiento después
de deglutir los archipiélagos
de miel envenenada
grandes ejércitos destacados en la entrada del mundo
comienzan a reintegrarse
a sus viejos orígenes
de sudor y clamor
en el seno de las masas
populares
en el más

en el más categórico y el más
absoluto
silencio)
Porque
hay columnas de mármol impetuoso no rendidas al tiempo
y pirámides absolutas erigidas sobre las civilizaciones
que no pueden resistir la muerte de ciertas mariposas
y calles enteras de urbes imperiales llenas de transeúntes

sostenidas desde la base por tirantes y cuerdas de armonía
de padre a hija de joven a jovenzuela de escultor a modelo
y artilleros atormentados por la duda bajo el cráneo

cuyas miradas vuelan millares de leguas sobre el horizonte
para alcanzar un rostro flotante más allá de los mares
y camioneros rubios de grandes ojos azules

obviamente veloces
que son los que dibujan o trazan las grandes carreteras
y transportan la grasa que engendra las bombas nucleares
y portaviones nuevos de planchas adineradas invencibles
insospechablemente unidos al rumbo del acero y del petróleo
y gigantes de miedo y fronteras de radas y divisiones aéreas
y artefactos electrónicos y máquinas infernales dirigidas
de la tierra hacia el mar y del cielo a la tierra y viceversa
que no pueden resistir
la muerte
de ciertas
mariposas
porque la vida entera se sostiene sobre un eje de sangre

y hay pirámides muertas sobre el suelo que humillaron
porque el asesinato tiene que respetar si quiere ser respetado
y los grandes imperios deben medir sus pasos respetuosos

porque lo necesariamente débil es lo necesariamente fuerte
cuando la sociedad establecida muere por los cuatros costados
cuando hay una hora en los relojes antiguos y los modernos

que anuncia que los mas grandes imperios del planeta
no pueden resistir la muerte muerte
de ciertas ciertas
debilidades amén
de mariposas

Pedro Mir (1913 – 2000)



Don Pedro Mir, Poeta Nacional

Más información:

Las hermanas Mirabal

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(*) epistheme pide excusas a sus amables lectores porque el formato del blog no ha podido conservar las sangrias de algunos versos.

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