lunes, febrero 18, 2008

Noticias del Frente Migratorio 017

La Policía detecta en Catalunya dos de las bandas latinas más peligrosas
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La Mara Salvatrucha y la M18, enfrentadas a muerte, no tienen contacto en Catalunya

Enrique Figueredo Barcelona 10 de febrero, 2008

Las bandas latinas más violentas han llegado a Catalunya. Miembros de estas peligrosas organizaciones han realizado dos asentamientos en esta comunidad. Uno se encuentra localizado en Barcelona. En la capital catalana se ha registrado la presencia de un grupo de pandilleros de la temida Mara Salvatrucha o MS13, que son enemigos irreconciliables de la Mara 18 o M18, cuyos miembros son los que se encuentran localizados en la zona de Girona.

La luz de alarma, precisamente, se ha encendido en esta última ciudad. El 13 de enero se produjo la muerte por disparo de una especie de escopeta artesanal de un joven dominicano, Gilson Cabrera, de 21 años, en el aparcamiento de la discoteca gerundense Enjoy. Ese mismo día fue detenido un ciudadano hondureño, Nelson Geovanny R., de 23 años, acusado del crimen. Los Mossos han comprobado que el sospechoso pertenece a una de las bandas más violentas de América Latina, la Mara 18.

Oficialmente, el gravísimo incidente de la discoteca Enjoy no está, por ahora, relacionado con un intento de implantación de la Mara 18 en Girona, según fuentes policiales. Sin embargo, las autoridades temen que este suceso sea una primera manifestación de la agresividad de unos grupos que, hasta el momento, han permanecido en un estado de aparente inactividad. Grupos policiales especializados investigan el entorno del marero acusado del crimen y el resto de detenidos para descartar que la M18 haya empezado a funcionar aunque sea en fase de primeros tanteos.

Informaciones recogidas tras el grave suceso añadieron nuevos datos que apuntaban a la presunta implicación de la mara en el homicidio. Los investigadores averiguaron que otro miembro de la M18 pudo participar de uno u otro modo en el homicidio. Tras el crimen de la discoteca Enjoy, este individuo de nacionalidad hondureña en fuga permaneció durante 24 horas escondido. Se sabe que este sospechoso compró un billete de avión con destino a Honduras y logró huir. Su vuelo tenía escalas en Estados Unidos y Chile.

Los Mossos d´Esquadra trataron de que Interpol detuviera al sospechoso en Santiago de Chile, pero no se llegó a tiempo. La aeronave en la que viajaba el marero de la 18 estaba despegando cuando llegó la orden. Tras varias experiencias negativas con la policía hondureña, los Mossos d´Esquadra descartaron la posibilidad de reclamarlo a las autoridades de ese país centroamericano infestado de maras.

Así, en el crimen de la Enjoy aparecen presuntamente implicados dos mareros de una de las pandillas que más terror y violencia causan en los países donde tienen una mayor implantación, como son El Salvador, Honduras y Guatemala. Según la investigación de los Mossos d'Esquadra en lo referido estrictamente al homicidio, este tuvo como móvil una disputa en el interior de la sala de fiestas por una cuestión de faldas.

Sin embargo, el modo ultraviolento en que los acusados - se produjeron cinco detenciones y tres de los arrestados entraron en prisión- resolvieron la disputa es clásico del comportamiento de las bandas latinas. Los cinco arrestados por el caso - dos de ellos son menores de edad- son cuatro hondureños y un salvadoreño, el propietario del vehículo.

Los Mossos creen que Nelson Geovanny R. fue quien, desde dentro del coche Hyundai Coupé que ocupaba junto a los otros jóvenes, disparó contra la víctima una chimba que causó la muerte de esta. Se trata de un arma rudimentaria, muy usada por los mareros, que consiste en percutir un cartucho de postas con un clavo u objeto punzante después de introducirlo en un tubo metálico ajustado a su calibre. En este caso se utilizó un tornillo como percutor del cartucho.

Fuentes conocedoras de la investigación señalan que agresor y víctima habían tenido antes del incidente de la discoteca una serie de desencuentros y que se guardaban una manifiesta enemistad por motivos que, por ahora, se desconocen.

¿Están las maras en una fase embrionaria en Catalunya? ¿Están estas peligrosas bandas empezando a organizarse? ¿Están actuando ya, pero su actividad pasa inadvertida a ojos de la policía? ¿El asesinato del joven dominicano tiene un trasfondo distinto al del móvil oficialmente atribuido?

Los Mossos d´Esquadra están empeñados en despejar todas esas incógnitas. Por el momento, en Girona, el crimen de la discoteca Enjoy ha tenido efectos palpables. Desde aquella fatídica madrugada, los hondureños que viven en esa ciudad han desaparecido del mapa urbano. Salen de sus trabajos y se refugian en sus casas. Han dejado de frecuentar lugares públicos en los que antes era habitual encontrarlos. Temen algún tipo de venganza. "Están esperando a que se enfríen las cosas", aseguran fuentes conocedoras de la situación.

La gran mayoría de la comunidad latina de Girona sabe perfectamente qué es una mara, pero nadie parece dispuesto a soltar prenda, quizá por miedo a los propios pandilleros o por temor a verse comprometidos en una investigación oficial. El nerviosismo ha llegado hasta el punto de que se han disparado en determinados círculos latinos los rumores de que pandilleros de Barcelona están viajando a Girona en busca de no se sabe qué o quién.

Sin embargo, según las citadas fuentes, los Mossos d´Esquadra creen que estas informaciones se circunscriben al terreno de la especulación y afirman no tener constancia de ninguno de esos supuestos movimientos.

La Mara 18 y la Mara Salvatrucha, incomunicadas por la distancia que separa las ciudades de Girona y Barcelona, no tienen contacto. Esta circunstancia es, por el momento, una garantía de que ambas bandas no van a enfrentarse. Fuentes conocedoras de la situación afirman que mientras no se encuentren de frente no debe temerse una guerra entre pandilleros, que en Centroamérica han provocado gigantescas masacres. "El odio que se tienen es irracional e irrefrenable", afirman dichas fuentes.

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Eso es la mano dura: Ni desestabilización ni intriga

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Por: Edgar Gutiérrez - elperiodico.com, Guatemala – Lunes 11 de febrero, 2008

No hay que ir muy lejos para descifrar la crisis de seguridad de estos días. Basta con volver los ojos hacia El Salvador y Honduras, donde varios gobiernos tozudamente intentaron frenar las maras a sangre y fuego, y fracasaron. Removieron el avispero logrando la milagrosa acción de reconciliar a los jefes de clicas rivales, y estos, al cerrar filas, escalaron la respuesta violenta contra las autoridades y la población blanco de sus extorsiones, arrastrando tras de sí maras que todavía no eran estables ni extremadamente agresivas. Ni siquiera hay que traspasar fronteras para aprender lo que no se debe hacer. Durante el Gobierno de Berger, la eliminación sumaria de pandilleros fue práctica usual y, como se puede constatar dramáticamente, en vez de atemorizarlos, estos adquirieron más fuerza y creció su poder destructivo.

Entonces, ¿qué se puede hacer? Justamente lo que rezaba el eslogan de Álvaro Colom al final de su campaña: enfrentar “la violencia con inteligencia”. No me refiero solo a la inteligencia policial operativa. Hablo de la inteligencia estratégica que debe tener las herramientas para levantar fielmente la topografía de las maras y comprender lo esencial de su anatomía.

Por lo visto, las autoridades lanzaron su ofensiva sin esa inteligencia estratégica y sin prever escenarios. En primera instancia localizaron y capturaron mareros, y el MP fue su coladera.
Después, algunos policías fueron de caza y la capacidad de reacción de los pandilleros fue brutal: la emprendieron, como suele ocurrir, contra civiles.

Esa es la “mano dura” de la cual abiertamente habló Otto Pérez y de la que renegó Colom, aunque al ir a su programa de Gobierno, ahí están las nociones de una “súper-mano dura”. Es una visión operativa, que interpreta a quienes trabajaron en el terreno con rango de capitanes contra la guerrilla.

Consiste en ocupar barrios, vaciarlos por completo y reconcentrarlos bajo la protección de un campamento policial. Claro, después de hacer eso en cinco barrios, ya no habría policías en la capital.

Denunciar planes de desestabilización del crimen organizado, a estas alturas, es colocar el problema en un cuadrante equivocado. Y suponer que tras el telón actúan los maestros de la intriga, es ocioso.

n eventual estado de excepción o militarización de las áreas urbanas podría servir como recurso psicológico que, acaso, salva la coyuntura; pero, al cabo, despierta más problemas de los que resuelve.

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Descarta delegado de Migración, Gerardo López, que maras utilicen a la Iglesia
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Saltillo, Coah.- El delegado regional del Instituto Nacional de Migración, Gerardo López, dijo que hablar de que maras están utilizando las casas de migrantes —hay una en Saltillo—, es delicado y difícil de creer.

Por: Édgar González / Vanguardia, Coahuila, México - 11 de febrero, 2008

Vanguardia publicó que el director de Protección Ferroviaria de Kansas City Southern de México, James Kniestedt, dijo que sin saberlo, la Iglesia católica está sirviendo de refugio y apoyo al tráfico de indocumentados que hace la pandilla de los Mara Salvatrucha, porque utilizan las Casas del Migrante como estaciones.

“Hemos detectado que a la mara le gusta usar las casas de migrantes como una forma de apoyo y refugio.

Obviamente es sin conocimiento de la Iglesia (católica)”, dijo Kniestedt durante una reunión de la Policía Internacional Transfronteriza.

Gerardo López dijo que se niega a creer que las casas de los migrantes sean utilizadas por los maras por varios motivos, principalmente porque ellos viajan rumbo a Tijuana por otra ruta ferroviaria, porque la mayoría quiere llegar a Los Ángeles.

Además los propios migrantes los rechazan porque son violentos y siempre tenido enfrentamientos con centroamericanos que viajan por todo México para llegar a Estados Unidos a buscar un empleo honesto.

La Iglesia católica dijo, da refugio a todos aquellos que llegan hambrientos, pero además lleva un registro de las personas que ingresan a sus casas de migrantes.

Estos pandilleros, explicó, buscan el beneficio personal y sería difícil creer que están traficando con personas.

El Instituto Nacional de Migración en Coahuila sí ha detenido maras, los más recientes casos fueron dos hombres que se encontraron en Piedras Negras.

Los migrantes, insistió, rechazan a los maras porque saben que son asesinos y en caso de que viajen por el ferrocarril, lo harían solos o en grupos, de las mismas pandillas.

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Los orígenes: Maras y pandillas en Centroamérica (1/2)
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Por: Julieta Castellanos – elheraldo.hn, Honduras

En días recientes se presentó en Tegucigalpa, bajo el auspicio del PNUD, el estudio Maras y Pandillas, Comunidad y Policía en Centroamérica, un exhaustivo trabajo realizado en la región por la firma Demoscopia y patrocinado por ASDI y el BCIE. El estudio prologado por el Dr. Juanjo Medina y el Dr. Pedro Mateu-Gelabert es un erudito recorrido por la literatura que recoge la dinámica que este problema ha tenido a nivel mundial que bien vale la pena enunciar.

El primer estudio sobre el tema fue publicado en 1927 por Frederick Thrasher uno de los padres de la Escuela de Sociología de Chicago. “The Gang” es el punto de origen de los estudios sobre pandillas juveniles y del papel que las mismas juegan en la dinámica de la delincuencia. La literatura especializada ha comenzado a hablar de la globalización del fenómeno de las pandillas, entendiéndose por dicha globalización la aparición de pandillas similares a las estudiadas tradicionalmente en Estados Unidos y en otros puntos del planeta.

De acuerdo con esta literatura en las últimas décadas se han producido una serie de cambios socioeconómicos y culturales que han facilitado la reproducción de las condiciones que dieron lugar a la aparición de las pandillas delictivas en las grandes ciudades norteamericanas. El criminólogo estadounidense ha enlistado una serie de factores que en su opinión han favorecido la globalización de las pandillas:

1) La urbanización sin precedentes que se ha generalizado en todo el mundo.

2) La retirada del Estado como consecuencia de políticas neoliberales y el recorte de políticas asistenciales. Ello ha producido el debilitamiento de instituciones sociales capaces de gobernar la conducta de jóvenes marginales, fomentando una serie de vacíos ocupados por pandillas delictivas que cuestionan el monopolio de la violencia del Estado.

3) el fortalecimiento de identidades culturales alternativas que se ha convertido en un método de resistencia a la marginalización de los jóvenes, tanto para hombres como mujeres, siendo la pandillas una de estas identidades culturales alternativas.

4) La polarización económica, los crecientes grados de desigualdad y la marginalización de sectores enteros de la sociedad que aporta un fundamento económico para estas agrupaciones de jóvenes. Y finalmente:

5) Los flujos migratorios internacionales que han contribuido a crear minorías étnicas y de inmigrantes que son marginadas y geográficamente segregadas en enclaves que se convierten en caldo de cultivo para el desarrollo de las pandillas.

Para estos factores macroeconómicos y sociales hay una serie de factores de riesgo identificados por el estudio de Demoscopia que pueden servir para identificar a aquellos jóvenes particularmente vulnerables a la atracción de las pandillas. Por un lado hay factores que indican un entorno familiar problemático y, por otro, factores que son expresivos de determinados estilos de vida e indicadores de un rápido tránsito hacia papeles adultos para lo que estos jóvenes no están preparados.

Un factor que resulta visible en el estudio de Demoscopia es que el entorno familiar del que proceden los pandilleros es más duro de aquel del que proceden los jóvenes en situación de riesgo. Los pandilleros son más propensos a proceder de un ambiente familiar violento, en el que se dado una situación de abandono familiar, ha muerto algún familiar o ha habido maltrato en la familia. No es de extrañar que los jóvenes pandilleros sean más proclives a tener malos recuerdos de su infancia, y que un porcentaje mayor haya dejado de vivir con su familia.

Estudios comparados han sugerido que un entorno familiar negativo puede conducir a una mayor dependencia del grupo de iguales y en la medida que este grupo de iguales tenga tendencias antisociales ello puede contribuir al inicio y cimentación de carreras criminales. El estudio para Centroamérica demuestra que la mayoría de los hombres que se afilian a las pandillas no proceden de este tipo de entornos; pero sí en el caso de las mujeres que están en las pandillas.

Por otro lado, los jóvenes pandilleros tienden a un muy rápido tránsito a la vida adulta, en el sentido que se acelera la adopción de una serie de papeles propios de adulto (padre, madre, participación en relación de pareja) y a un más rápido abandono de los papeles propios de la edad (menos vínculos con la escuela).

En parte esto perfila a los pandilleros como jóvenes y adolescentes que están perdiendo su juventud, corriendo hacia la adopción de papeles adultos para los que posiblemente no están preparados. El estudio hace énfasis que las bandas delictivas no son un fenómeno nuevo en la historia de la humanidad, antes bien constituyen una constante de diferentes épocas y civilizaciones; y, aunque el pandillaje y bandolerismo suelen ser considerados como un hecho marginal y oscuro en la historia, en realidad se trata, como lo señaló el historiador inglés Eric Hobsbawn, “de uno de los fenómenos sociales más universales registrados por la historia”.

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Mano dura, cabeza dura
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Y queremos otros resultados.

Por: Edgar Gutiérrez, elperiodico, Guatemala

Pena de muerte y estados de excepción en “zonas rojas”. Ese es el consejo de Otto Pérez, líder de la oposición, al Gobierno del presidente Álvaro Colom. Presumo que, de haber ganado las elecciones el 4 de noviembre, es lo que el general retirado estaría ordenando desde Casa Presidencial para recular las maras.

La gente inerme que a diario sale de su casa, forzada a una ruleta rusa, oye o lee a Otto Pérez y dice: “¡Sí, es lo que necesitamos! ¡Carácter para enfrentar a los criminales!”. Y es que esas fórmulas rotundas suenan bien, pues mueven la cólera y conectan con el miedo y la angustia, que no esperan respuestas o consuelo racional. Aún así siguen siendo frases de campaña. Inaplicables. Un mal consejo para quien gobierna.

La pena de muerte es anacrónica, pero asumamos un escenario en que resulta plausible convertirla en una verdadera contención del crimen. Entonces, volvamos la mirada sobre el Ministerio Público (MP): apenas logra que el 0.6 por ciento de los delitos contra la vida reciban condena en un tribunal.

El fiscal Juan Luis Florido, que ya siente la presión del Gobierno y de los países con los que Guatemala tiene ineludibles compromisos de seguridad, mueve a sus subalternos a subir el índice de condenas. Así, estamos a la expectativa de que el MP logre la ambiciosa meta del ¡2 por ciento! de desempeño.

Para discutir seriamente la pena de muerte, antes hay que quitar las marañas del MP y la Policía. ¿O todo es un mensaje subliminal? Puede que en realidad se está abogando por la ley de la selva como política de Estado. Justo las ejecuciones sumarias que Otto Pérez denunció hace un año contra el Gobierno de Berger y que acabó en un juicio político para defenestrar a Carlos Vielman y su grupo de Gobernación.

Vuelvo a mi punto del lunes: esa es la continuidad de la mano dura, sin inteligencia estratégica. Incrementaron el fuego contra las maras sin medir capacidades propias ni del enemigo, y sin analizar los eslabones que arrastra la cadena. Hace dos noches mataron a un piloto en Boca del Monte. Y en el mismo sector, al siguiente día apareció ejecutado el supuesto responsable. Horas más tarde, otro piloto fue asesinado. Esa misma tarde, un policía. Y al rato, otro marero. Y la de nunca acabar…

¿Estados de excepción locales? ¿Con qué poder estatal? Aquí falta realismo y estrategia. Y en el Gobierno alguien que sepa comunicar y oriente a la población, que no exacerbe el pánico ni la confusión.

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