viernes, febrero 15, 2008

Noticias del Frente Onirico 009

La curiosidad sin límites de una virgen peregrina consagrada: ¿Fue Eteria la verdadera Vieja Belén?
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12 de enero, 2008

Querido Tony:

Me dijo una vez Marcio Veloz Maggiolo que yo era un “Befanista”, y con toda la razón, pues siempre me ha fascinado la figura de la Vieja Belén / Befana.

Pues bien, en mis años monásticos creo que encontré el verdadero origen de la Vieja Belén: Egeria o Eteria o Etheria, religiosa romana del siglo IV, quien se dedicó a viajar por los Santos Lugares: Egipto, Siria, Mesopotamia, Asia Menor y Constantinopla, incluyendo las ciudades de Alejandría, Tebas, Sinaí, Jerusalén, Jericó, Nazaret y Cafarnaún. Al principio se la confundió con Santa Silvia de Aquitania, pero luego se aclaró este error.

Sus recorridos por los Santos Lugares la hacen digna “competidora” de los Reyes Magos y Santa Claus, sobre todo porque tuvo el acierto de escribir el relato de sus viajes, y por las dificultades que debió haber encontrado y vencido para lograr sus peregrinaciones.

Creo que le habría encantado saber que es la “salvadora de ilusiones” de aquellos olvidados por Santa Claus y los Santos Reyes. La incertidumbre sobre su lugar de nacimiento la hace ciudadana del mundo.

Te anexo algo que encontré en el Internet. Si puedes, por favor hazlo llegar a Marcio, pues no tengo su dirección electrónica.

Abrazos y bendiciones,

Eduardo Villanueva

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ETERIA (Egeria) [*]

Tomado de: R. CIVIL DESVEUS, Gran Enciclopedia Rialp, 1991

[Eteria] es el nombre con el cual generalmente es conocida una piadosa dama que en los alrededores del año 400 peregrinó a los Santos Lugares, dejando un minucioso relato de su viaje, el Itinerarium. En 1884 el erudito J. F. Gamurrini descubrió en la biblioteca de Santa María de Arezzo un manuscrito proveniente de la abadía de Montecasino, el único conocido que haya conservado el texto del Itinerarium; su estudio suscita una serie de problemas a los que en su mayor parte no se ha dado aún una solución plenamente satisfactoria.

El texto conservado se presenta mutilado. Faltan el comienzo y la última parte; además dentro del mismo texto se notan dos lagunas. El defecto de los primeros folios puede ser subsanado en parte por algunas indicaciones del Liber de locis sanctis de Pedro Diácono. El manuscrito es del siglo Xl.

Contenido del “Itinerarium
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El camino de Santiago, España

El texto se divide en dos partes. La primera es el diario de viaje propiamente dicho. Perdidas las primeras páginas del manuscrito, el relato conservado empieza en el momento en que la intrépida viajera, después de haber visitado ya Jerusalén, Belén, Hebrón y Galilea, se dispone a subir a la cumbre de la montaña del Sinaí. Visita luego el monte Horeb, y regresa a Jerusalén por la tierra de Gesén.

Pasado un tiempo va al monte Nebo, en Arabia, y peregrina asimismo por las tierras de Samaria. De nuevo en Jerusalén, transcurridos ya tres años desde el día que emprendió su viaje, se decide a regresar a su patria. Siguiendo la costa mediterránea se dirige hacia Tarso, con la intención de cruzar el Asia Menor en dirección de Constantinopla.

En Antioquía, sin embargo, sintiendo deseos de visitar Edesa demora su regreso adentrándose por tierras de Siria y de Mesopotamia. Finalmente vuelve a Tarso, y por Galacia y Bitinia llega a Constantinopla. Viajera infatigable concibe entonces el deseo de visitar Éfeso. En Constantinopla concluye el diario de viaje.

En la segunda parte se da una descripción de la liturgia tal como se celebraba en Jerusalén: el oficio diario, los oficios propios del domingo, las celebraciones en el curso del año litúrgico, aportando una serie de detalles relativos a la semana santa y fiestas de Pascua.

Personalidad del autor del “Itinerarium

Se trata con toda evidencia de una mujer, probablemente una monja, que escribe su diario de viaje con la intención de informar de todo lo que ve a sus “hermanas señoras venerables”, a sus “amigas de mi alma” que viven en comunidad en una parte de Occidente.

Se ha discutido mucho en torno de su personalidad. Dejando aparte la primitiva identificación errónea de ella con una Silvia de Aquitania (la primera edición del texto a cargo de Gamurrini llevaba por título Sanctae Silviae Aquitanae peregrinatio ad loca sancta) su mismo nombre ha sido objeto de controversia.

Dando por justificada su identificación con “la virgen consagrada a Dios en un monasterio” de que habla con elogio el monje gallego Valerio, a mediados del siglo VI, en una carta Ad fratres Bergidensis, a los monjes del Bierzo (cfr. Flórez, XVI, 391-416; PL 87,439-456), la autora se llama Eteria, Egeria o Echeria; existen aún otras variantes. A. Lambert ha avanzado una hipótesis según la cual se trataría de la hermana de Gala, de quien habla S. Jerónimo (Epístola, 133,4,3) y se inclina a adoptar la forma de Egeria.

Por lo que se refiere a la patria de la peregrina ha habido también diversidad de pareceres. La opinión más común es la que hace proceder a Eteria de un monasterio del noroeste de la península ibérica. Algunas expresiones del Itinerarium y de la carta de Valerio que apuntan a la región de donde Eteria es oriunda, y algunos indicios que ofrece el latín usado por la peregrina llevan a creerlo.

Perteneció a un rango social elevado, por más que provinciano. Disponía indudablemente de bienes económicos considerables, los que le permitirían realizar el viaje en las condiciones en que lo hizo. Obispos, monjes y militares la acogen con honor y le dispensan fácilmente protección.
Su cultura era superior a la vulgar. El latín con el que se expresa no es el de la sociedad culta, pero no por ello carece de una cierta simplicidad y de cierto encanto.

El rasgo religioso es, en la personalidad de Eteria, sobresaliente. Es verdad que su curiosidad, como ella misma confiesa, no tiene límites. El deseo manifiesto que le impele a emprender su peregrinación es, sin embargo, de carácter religioso: es el de conocer y venerar los lugares santificados por Cristo, por los santos del Antiguo Testamento y por los apóstoles y los mártires.

En los diversos santuarios que visita siente la necesidad de hacer una plegaria seguida luego por la lectura de un fragmento de la S. E., recita asimismo un salmo y termina dándose de nuevo a la oración. Considera que la realización de sus anhelos de peregrinar a los Santos Lugares constituye un don que Dios le ha otorgado inmerecidamente, y siente por ello la necesidad de la acción de gracias:

“Nuestro Dios Jesús, escribe, que no abandona a aquellos que esperan en Él, se ha dignado permitirme la realización de este deseo”. La gracia de Dios le ha procurado “no solamente la voluntad de ir sino también la posibilidad de realizar lo que deseaba”.

A través de todo el relato se pone de manifiesto el carácter ingenuo, el candor y la credulidad de la viajera. Las narraciones de las Sagradas Escrituras así como las leyendas que le cuentan las personas que encuentra por el camino y que le colman de bendiciones y de eulogias, y los más mínimos detalles la maravillan y la llenan de entusiasmo.

Todo es para ella objeto de edificación. Por más que no falten en sus memorias algunas observaciones críticas, acepta con gran facilidad que fue precisamente allí o fue allá, bajo este árbol o junto a este pozo donde tuvieron lugar determinados episodios narrados por los libros santos. Se deja asimismo seducir sin dificultad por tradiciones extrabíblicas, tal como la de la tumba de S. Tomás y la de la correspondencia habida entre Cristo y el rey Abgar de Edesa.

La autora del “Itinerarium” y la historia
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Befana, la Vieja Belen italiana

Se han insinuado ya algunas hipótesis propuestas para la identificación de la autora del Itinerarium con algún personaje conocido. Ninguna de ellas deja de ser discutible.

Acerca de la época precisa en que Eteria realizó el viaje a Oriente, los eruditos aportan una serie de argumentos para fijarla en los alrededores del 400. Para unos habría tenido lugar entre el 393 y 396, mientras que para otros lo fue más probablemente hacia el 415 o el 417.

El Itinerarium de Eteria, para concluir, constituye un documento de gran interés. Es una fuente importantísima para el conocimiento de la liturgia tal como se desarrollaba en una época bastante oscura; los pocos escritores de aquel momento dan indicaciones muy vagas y muy incompletas, Eteria, en cambio, las da profusamente.

Tiene interés, asimismo, por el hecho de constituir una prueba de la antigüedad de la tradición relativa a muchos lugares bíblicos. La filología encuentra también en la obra locuciones de la latinidad popular tardía. El relato de Eteria tiene finalmente el valor de testimonio de primera mano de un sinnúmero de costumbres populares de la época, y de aspectos de su espiritualidad.

BIBLIOGRAFIA

Ediciones críticas y traducciones del Itinerarium:

Entre las más importantes descuella la del descubridor del mismo. F. GAMURRINI, S. Silviae Aquitaniae Peregrinatio, en Studi e documenti di storia e diritto, 9 (1888) 97-174; P. GEVER, Itineraria Hierosolymitana saecc. 1V-VIII, en CSEL 39,35-101; E. FRANCESCHINI y R. WEBER, en Corpus-Christianorum seu nova Patrum collectio, 175, París 1965, 27-90; R. WEBER, Appendix ad Itinerarium Egeriae, ib. 91-103; H. PETRE, Ethérie, Journal de voyage, París 1948 (texto latino, introducción y traducción); traducciones españolas de G. ROMEO (1924) y de B. ÁVILA (1935); C. BARAUT, Bibliografía egeriana, "Hispania Sacra" 7 (1954) 203-215.

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Nota: Hemos dividido los parrafos para hacer mas facil de leer el texto.

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JORNADAS DE PAZ Y DIGNIDAD

Coordinador Alaska-Panamá (ver):

www.peaceanddignityjourneys.com

Reunión de la Ruta de Nueva York

Sábado 16 de febrero, 2008, 12:00m-4:00pm


American Indian Community House - 11 Broadway (cruzando el Museum of the American Indian y el Toro), 2do piso - Tren 4/5 hasta Bowling Green o N/R hasta Whitehall

Convocatoria: Nos honramos en participar a toda la comunidad, a tomar parte en las actividades de planeamiento de la jornada de paz y dignidad que se llevara a cabo el día sábado, 16 de febrero del presente año. Tendremos el honor de conocer a los participantes de este gran evento.

Propósito: Mediante el proceso de la carrera espiritual, las jornadas de paz y dignidad pretenden a:

- Organizar carreras espirituales para sanar nuestras naciones de los efectos de la colonización por medio del rezo;

- Honrar a nuestros ancianos y la gente de tradición;

- Honrar a los niños y a las mujeres indígenas y a las generaciones del futuro;

- Recordar a todos nuestros ancestros;

- Continuar las luchas de los que nos precedieron en resistir la invasión y la colonización;

- Promover la paz, la justicia, el respeto y la dignidad entre todos;

- Honrar a nuestra sagrada Madre Tierra y los lugares sagrados y ceremoniales.

- Crear vehículos de intercambio cultural entre naciones indígenas tales como el arte, la danza, la música, y que las ceremonias puedan ser compartidas y respetadas;

- Celebrar la fuerza, supervivencia y la auto-determinación de la gente indígena y nuestra
habilidad de mantener nuestros lenguajes, nuestra cultura y espiritualidad por mas de 500 años.

¡Los esperamos en la reunión! Necesitamos corredores, organizadores, y gente que pueda orar y dar su energía!

¡Gracias!

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