El Gobierno admite que las ayudas a la banca aumentan el déficit público
Cristobal Montoro satirizado como el avaro Burns de los Simpson
Montoro presenta el Presupuesto del Estado como "austero" al tiempo que "social". Pero los datos le desmienten: reconoce que los gastos financieros lastran las cuentas públicas y que hay que recortar en casi todo.
Por: JORGE OTERO, Público (Madrid), 01 10 12
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se acercó este sábado hasta el Congreso de los Diputados para entregar, como marca la tradición, el proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado al presidente de la Cámara, Jesús Posada. Y fue allí, en medio de tanto boato, en una rueda de prensa multitudinaria, donde Montoro admitió por primera vez que las ayudas del Estado a la banca aumentan el déficit público.
Tras negarlo muchas veces, Montoro confesó que el déficit de 2011, que estaba en el 8,96%, se elevó al 9,44% por las ayudas a los bancos y que en 2012 se elevará al 7,4%, cuando el objetivo inicial para este año es del 6,3%. Sin embargo, apuntó Montoro, esas ayudas no computan en el procedimiento de déficit excesivo: el titular de Hacienda dijo que ese dinero será devuelto en el futuro a la banca y que por eso no cuenta. El ministro insistió en que el déficit de 2011 será del 8,96%.
Los problemas de la banca española marcan mucho los Presupuestos que presentó Montoro. Las ayudas a los bancos no sólo lastran el déficit público, si no también la deuda pública, que en 2013 se situará en el 90,5% del PIB, récord del último siglo, al tener que avalar el Estado el préstamo de la UE para sanear al sector.
Montoro explicó que el Gobierno está obligado a hacer una estimación del déficit de las administraciones públicas y, por otro lado, de la incidencia de las operaciones financieras puestas en marcha para sanear la banca, pero recordó que las cifras son provisionales y se van a remitir a Eurostat a finales de este mes.
Para el ejercicio actual, el Gobierno también tiene que enviar a Bruselas una estimación provisional que, en este caso, se cifra en el 6,3% para el déficit de las administraciones públicas y en el 1,1% el efecto de las operaciones financieras.
Austeridad
Esta alusión al déficit llegó al final de una rueda de prensa de casi dos horas en la que Montoro, flanqueado por sus tres secretarios de Estado, desgranó las grandes líneas de un presupuesto que, según dijo, "coloca a España a las puertas del fin de la recesión". Una cuentas públicas que para Montoro "abrirán el crecimiento en España" y destacan por ser cada vez más sociales. Aunque también tuvo que aceptar el ministro que son unas cuentas marcadas por la austeridad.
Porque los datos proporcionados por el Gobierno desmienten a Montoro. Bastan unos cuantos ejemplos: aunque es previsible que el año próximo haya más parados, el Gobierno les bajará las prestaciones un 6,3%; el dinero destinado a las políticas de Igualdad baja un 24%; la inversión en infraestructuras baja un 15%; el presupuesto destinado a la conservación de Parques Naturales baja un 40%; el sueldo de los funcionarios queda congelado; se retrasa otra vez la entrada en vigor de la ampliación del permiso de paternidad.
Los ejemplos son incontables. Montoro reconoció que en el apartado de los gastos, se recorta en todas las partidas menos en la de gastos financieros (pago de los intereses de la deuda), pensiones y becas, aunque aquí la cosa no está tan clara porque las becas de investigación se reducen notablemente.
Tampoco en lo tocante a las pensiones quiso precisar si el Gobierno las revalorizará respecto a la subida del IPC.
Montoro prefirió centrarse en destacar que uno de cada cuatro euros que ingresa el Estado va a pagar los intereses de la deuda. Y es que son los gastos financieros los que lastran las cuentas públicas. Montoro dijo que la austeridad es la única vía para salir de la crisis. "Sólo controlando el déficit, habrá crecimiento", dijo el ministro.
Pero entre tanto recorte, nadie ve dónde queda el crecimiento: gran parte de la oposición cree que estos presupuesto son "irreales", sobre todo porque las previsiones del Gobierno sobre la evolución del PIB parecen demasiado optimistas: pronostica una caída del 0,5% del PIB en 2013. Nadie se lo cree, pero Montoro defendió que sus proyecciones son las correctas y que su estimación de ingresos es la correcta. 2013 le dará o le quitará la razón.
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Reino Unido
"Los conservadores gobiernan como si hubiera dos naciones: los banqueros y el resto del país"
En su mejor discurso hasta la fecha, el líder de los laboristas británicos, Ed Miliband, acusa a Cameron de gobernar para una élite
Por: DAVID BOLLERO, Público, 03 10 12
Un año después, Miliband llegaba a la Conferencia del Partido Laborista, que este año se celebra en Manchester, con el mismo reto que el año anterior en la de Liverpool: convencer no sólo a los votantes, sino a su propio partido, de que puede ser un buen primer ministro. Algo que no resulta tan evidente para todo el mundo, a la luz de la última encuesta publicada por The Independent, que revela que sólo dos de cada diez británicos creen que el líder laborista tiene lo necesario para ser un buen gobernante. El vacío dejado por Tony Blair aun pesa en el partido laborista, siendo una asignatura pendiente para Miliband.
Para atajarlo, hoy ha tirado de cercanía, tratando de buscar su lado más humano y próximo a la ciudadanía, encuentro incluido con su mujer Justine al finalizar su exposición. Si el año pasado pronunció todo su discurso desde un atril, hoy lo ha hecho a pie de butaca como si, metafóricamente hablando, bajara al nivel del pueblo. Y lo ha hecho sin notas, con las palabras bien aprendidas y tocando más que nunca la fibra sensible, recordando a sus padres, sus profesores y su procedencia de una familia judía polaca que emigró huyendo del nazismo y a la que Reino Unido se lo dio todo.
La idea central de todo su discurso, probablemente el mejor hasta la fecha, ha girado sobre la necesidad de recuperar el país y, sobre todo, la idea de "una nación", concepto acuñado como eslogan por el que fuera dos veces primer ministro, Benjamin Disraeli, a finales del siglo XIX. Lo curioso es que Disraeli, uno de los mejores oradores que ha desfilado por la Cámara de los Comunes, pasa por ser una de las figuras históricas más destacadas del partido conservador, lo que le ha valido a Miliband para asegurar que el actual primer ministro, David Cameron, ya no es digno de tal lema.
La imagen empleada por el líder laborista para ilustrar el sentimiento de unidad ha venido de la mano de los Juegos Olímpicos, durante los cuales el patriotismo -más que el beneficio económico- vivió un repunte extraordinario. "El problema no son los británicos; si los Juegos triunfaron fue por las personas", ha asegurado, "porque los unos hablaron con los otros de un modo como nunca antes habían hecho". Una imagen que no ha desaprovechado para recordar que "los escoceses no sólo animaban a los deportistas de Escocia, sino a todo el equipo británico". Y es que, desde su punto de vista, Reino Unido perdería con la independencia de Escocia tanto económicamente como "en el alma de nuestra nación".
Ataque a la banca
"Los tories han convertido la recuperación de la crisis en la mayor recesión desde la guerra"
Miliband ha querido lanzar un mensaje claro: el partido conservador no es el partido de una nación, hasta el punto de que ha llegado a indicar que el país se haya dividido con un Cameron que gobierna para la élite. El laborista ha asegurado que el pueblo está pagando el precio del fracaso del Gobierno, sugiriendo no sólo que haya que cambiar la medicación si ésta no funciona, sino también al médico: "los tories han convertido la recuperación de la crisis en la mayor recesión desde la guerra", ha indicado, denunciando sus recortes en los servicios, su incapacidad para frenar la deuda y el desempleo y una reforma en Sanidad -que el partido laborista derogará si llega al poder- que ya se ha cobrado, según ha afirmado, 5,500 enfermeras.
Si en la conferencia de 2011 Miliband arremetió contra capitalismo depredador, este año no ha querido olvidar a la banca y a los ricos. En el caso de los primeros, el laborista ha afirmado tajantemente que "necesitamos bancos que sirvan al país, no un país que sirva a los bancos", lanzándoles una advertencia: "Podemos hacerlo por las buenas o por las malas".
Asimismo, ha denunciado las políticas conservadoras, cuya "prioridad es rebajar los impuestos a los ricos, mientras que se incorporan nuevos gravámenes los pensionistas". En este sentido, Miliband ha lanzado la promesa de que, de llegar a Downing Street, jamás recortará los impuestos a los ricos mientras los aumenta al resto.
Encuestas favorables
El mes pasado, el sondeo de intención de voto que publica The Independent daba la victoria al partido laborista con un 38%, superando a los conservadores (35%) y a los liberal-demócratas (15%). Las crisis y la gestión de la misma parece haber hecho mella en el gobierno de coalición: un año antes, este mismo sondeo otorgaba a los tories un 37% y a la formación liderada por Nick Clegg un 11%. La mala noticia para Miliband es que su partido ya contaba con un 38% entonces lo que evidencia que las formaciones minoritarias son las que están aprovechando el desgaste del Gobierno, no el partido laborista.
Sin embargo, otro sondeo publicado hoy mismo por The Sun arroja unos porcentajes biendistintos, otorgando hasta nueve puntos de ventaja al partido laborista (43%) frente a los conservadores (34%) y hasta 34 puntos respecto a los liberal-demócratas (9%). Estas últimas encuestas van más en la línea de los últimos resultados en las elecciones municipales de mayo, cuando el partido laborista ganó 800 nuevos concejales, haciéndose con más de 2,000 de las 5,000 concejalías, mientras que los conservadores, habiendo perdido 12 ayuntamientos y 405 concejales, apenas superaron las 1,000 concejalías.
Aquellas elecciones, con un pobre índice de participación (32%), amplificaron el voto de castigo para el Gobierno de coalición de Cameron y Clegg, no sólo por el bajo número de concejalías obtenido sino, además, por la pérdida de municipios clave como Birmingham, la ciudad más grande de Inglaterra, Glasgow o Cardiff. Miliband vio entonces cómo el panorama de cara a las futuras generales de 2015 se despejaba, recuperando el apoyo de las clases medias del sur como Southampton, Plymouth, que tan valiosas fueron en la carrera de Blair hacia Downing Street.
Por su parte y aunque por estrecho margen, Londres quedó como el gran bastión conservador, con un Boris Johnson cada vez más popular imponiéndose al que fuera alcalde de la capital, el laborista Ken Livingstone. Johnson ha visto su imagen pública reforzada tras la celebración de los Juegos Olímpicos, hasta el punto de que se ha barajado en numerosas ocasiones como futuro candidato tory para primer ministro.
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¿Qué tipo de iglesia tiene salvación?
Por: Leonardo Boff, Koinonía, 29 20 12,
El centro de la predicación de Jesús no fue la Iglesia sino el Reino de Dios: una utopía de revolución/reconciliación total de toda la creación. Es tan cierto esto que los evangelios, a excepción del de san Mateo, nunca hablan de Iglesia sino siempre de Reino. Con el rechazo a la persona y al mensaje de Jesús, el Reino no vino y en su lugar surgió la Iglesia como comunidad de los que dan testimonio de la resurrección de Jesús y guardan su legado intentando vivirlo en la historia.
Desde su inicio se estableció una bifurcación: el grueso de los fieles asumió el cristianismo como camino espiritual, en diálogo con la cultura ambiente. Y otro grupo, mucho menor, aceptó asumir, bajo control del Emperador, la conducción moral del Imperio romano en franca decadencia. Copió las estructuras jurídico-políticas imperiales para la organización de la comunidad de fe. Ese grupo, la jerarquía, se estructuró alrededor de la categoría “poder sagrado” (sacra potestas). Fue un camino de altísimo riesgo, porque si hay una cosa que Cristo siempre rechazó fue el poder.
Para él, el poder en sus tres expresiones, como aparece en las tentaciones en el desierto –el profético, el religioso y el político–, cuando no es servicio sino dominación pertenece a la esfera de lo diabólico. Sin embargo este fue el camino recorrido por la Iglesia-institución jerárquica bajo la forma de una monarquía absolutista que rechaza hacer partícipes de ese poder a los laicos, la gran mayoría de los fieles. Ella nos llega hasta nuestros días en un contexto de gravísima crisis de confiabilidad.
Ocurre que cuando predomina el poder, se ahuyenta el amor. Efectivamente, el estilo de organización de la Iglesia jerárquica es burocrático, formal y a veces inflexible. En ella todo se cobra, nada se olvida y nunca se perdona. Prácticamente no hay espacio para la misericordia y para una verdadera comprensión de los divorciados y de los homoafectivos. La imposición del celibato a los sacerdotes, el enraizado antifeminismo, la desconfianza de todo lo que tiene que ver con sexualidad y placer, el culto a la personalidad del papa y su pretensión de ser la única Iglesia verdadera y la “única guardiana establecida por Dios de la eterna, universal e inmutable ley natural”, que así, en palabras de Benedicto XVI, “asume una función directiva sobre toda la humanidad”.
El entonces cardenal Ratzinger todavía en el año 2000 repitió en el documento Dominus Jesus la doctrina medieval de que “fuera de la Iglesia no hay salvación” y que los de afuera “corren grave riesgo de perderse”. Este tipo de Iglesia seguramente no tiene salvación. Lentamente pierde sostenibilidad en todo el mundo.
¿Cuál sería la Iglesia digna de salvación? Aquella que humildemente vuelve a la figura del Jesús histórico, obrero simple y profético, Hijo encarnado, imbuido de una misión divina de anunciar que Dios está ahí con su gracia y misericordia para todos; una Iglesia que reconoce a las demás Iglesias como expresiones diferentes de la herencia sagrada de Jesús; que se abre al diálogo con todas las demás religiones y caminos espirituales viendo ahí la acción del Espíritu que llega siempre antes que el misionero; que está dispuesta a aprender de toda la sabiduría acumulada de la humanidad; que renuncia a todo poder y espectacularización de la fe para que no sea mera fachada de una vitalidad inexistente; que se presenta como “abogada y defensora” de los oprimidos de cualquier clase, dispuesta a sufrir persecuciones y martirios a semejanza de su fundador; que en ella el papa tuviese el valor de renunciar a la pretensión de poder jurídico sobre todos y fuese señal de referencia y de unidad de la Propuesta Cristiana con la misión pastoral de fortalecer a todos en la fe, en la esperanza y en el amor.
Esta Iglesia está en el ámbito de nuestras posibilidades. Basta imbuirnos del espíritu del Nazareno. Entonces sería verdaderamente la Iglesia de los humanos, de Jesús, de Dios, la comprobación de que la utopía de Jesús del Reino es verdadera. Sería un espacio de realización del Reino de los liberados al cual estamos convocados todos.
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Inauguran Parque Humanista-Siloista de Reflexion en Odena, Barcelona
Vista panoramica del parque
La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos. (Ejercito Negro Makhnovista, Ucrania, 1923).
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