Cuba esta nueve lugares por encima de EEUU en inversion en educacion
Cuba se coloca en el lugar 16 de una lista elaborada por la UNESCO, en la cual se evalúa la inversión en educación a nivel global y el índice de desarrollo de ese sector.
Estados Unidos ocupa el lugar 25.
Herman van Hooff, director de la oficina de Educación de la UNESCO para Latinoamérica y el Caribe, destacó al presentar su Informe de Seguimiento de la Educación para Todos que Cuba encabeza a la región en ese tema. De acuerdo con el documento citado por Prensa Latina, secundan a Cuba en la región Aruba, en el puesto 40, y Argentina en el 43, en tanto, Venezuela y Bolivia -países que reciben colaboración cubana en el sector educacional- se ubican en los puestos 58 y 74, respectivamente.
El informe refiere que la media del gasto público en educación en Latinoamérica y el Caribe es de 4,1 por ciento con respecto al Producto Nacional Bruto (PNB), sin embargo este suele oscilar entre tres por ciento en Uruguay y 9,3 en Cuba, lo que refleja -dice- los distintos niveles de desarrollo económico y los diversos grados de compromiso con los programas educacionales.
La UNESCO denuncia la existencia de 61 millones de niños en todo el mundo sin enseñanza primaria, 47 por ciento de los cuales jamás la recibirá, asegura, y expone la situación extrema de regiones como África Subsahariana y Asia Meridional.
Asevera que la pobreza es la principal causa de la pauperización de la enseñanza en todo el orbe, y en este sentido señala el incumplimiento del compromiso de financiamiento, asumido por los países más desarrollados del mundo durante la Cumbre del G-8 en 2005, en Escocia, Reino Unido.
Esta décima edición del informe de la entidad de la ONU hace énfasis asimismo en la necesidad de proveer a las nuevas generaciones de diferentes competencias básicas, transferibles y técnico-profesionales para encarar el porvenir.
Tal derecho aseguraría a los jóvenes la preparación imprescindible para obtener un empleo digno y participar plenamente en la sociedad del futuro, indicó van Hooff.
http://www.cubadebate.cu/noticias/2012/10/18/cuba-entre-los-paises-que-mas-invierten-en-educacion-segun-la-unesco/
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LA BANCA, EL FRAUDE FISCAL Y EL NEW YORK TIMES
(Hablando de ricos y botines)
Emilio Botin, presidente del Banco Santander, hace una mueca meditando sobre su botin
(Vicenç Navarro es Catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra y Profesor de Public Policy, The Johns Hopkins University.)
El New York Times ha ido publicando una serie de artículos sobre Emilio Botín, presentado por tal rotativo como el banquero más influyente de España, y Presidente del Banco de Santander, que tiene inversiones financieras de gran peso en Brasil, en Gran Bretaña y en Estados Unidos, además de en España. En EE..UU. el Banco de Santander es propietario de Sovereign Bank.
Lo que le interesa al rotativo estadounidense no es, sin embargo, el comportamiento bancario del Santander, sino el de su Presidente y el de su familia, así como su enorme influencia política y mediática en España. Un indicador de esto último es que ninguno de los cinco rotativos más importantes del país ha citado o hecho comentarios sobre esta serie de artículos en el diario más influyente de EE.UU. y uno de los más influyentes del mundo. Es de suponer que si se escribieran artículos semejantes, por ejemplo, sobre el expresidente Zapatero, tales reportajes serían noticia. No así en el caso Emilio Botín.
Una discusión importante de tales artículos es el ocultamiento por parte de Emilio Botín y de su familia de unas cuentas secretas establecidas desde la Guerra Civil en la banca suiza HSBC. Por lo visto, en las cuentas de tal banco había 2,000 millones de euros que nunca se habían declarado a las autoridades tributarias del Estado español. Pero, un empleado de tal banco suizo, decidió publicar los nombres de las personas que depositaban su dinero en dicha banca suiza, sin nunca declararlo en sus propios países. Entre ellos había nada menos que 569 españoles, incluyendo, entre otros a Emilio Botín y su familia y a José María Aznar.
Según el New York Times, esta práctica es muy común entre las grandes familias, las grandes empresas y la gran banca.
Según la propia Agencia Tributaria española, el 74% del fraude fiscal se centra en estos grupos, con un total de 44,000 millones de euros que el Estado español (incluido el central y los autonómicos) no ingresa. Esta cantidad, por cierto, casi alcanza la cifra del déficit de gasto público social de España respecto la media de la UE-15 (66,000 millones de euros), es decir, el gasto que España debería gastarse en su Estado del Bienestar (sanidad, educación, escuelas de infancia, servicios a personas con dependencia, y otros) por el nivel de desarrollo económico que tiene y que no se gasta porque el Estado no recoge tales fondos. El resultado de su influencia es que el Estado no se atreve a recogerlos.
En realidad, la gran mayoría de investigaciones de fraude fiscal de la Agencia Tributaria se centra en los autónomos y profesionales liberales, cuyo fraude fiscal representa -según los técnicos de la Agencia Tributaria del Estado español- sólo el 8% del fraude fiscal total. Es también conocida la intervención de autoridades públicas para proteger al Sr. Emilio Botín de las pesquisas de la propia Agencia Tributaria. El caso más conocido es la gestión realizada por la exVicepresidenta del Gobierno español, la Sra. De la Vega, para interrumpir una de tales investigaciones.
Pero el Sr. Botín no es el único. Como señala el New York Times, hace dos años, César Alierta, presidente de Telefónica, que estaba siendo investigado, dejó de estarlo. Como escribe el New York Times con cierta ironía, "el Tribunal desistió de continuar estudiando el caso porque, según el juez, ya había pasado demasiado tiempo entre el momento de los hechos y su presentación al tribunal".
Una medida que juega a favor de los fraudulentos es la ineficacia del Estado así como su temor a realizar la investigación. Fue nada menos que el Presidente del Gobierno español, el Sr. José Mª Aznar, que en un momento de franqueza admitió que "los ricos no pagan impuestos en España". Tal tolerancia por parte del Estado con el fraude fiscal de los súper ricos se justifica con el argumento de que, aún cuando no pagan impuestos, las consecuencias de ello son limitadas porque son pocos. La solidez de tal argumento, sin embargo, es nula. En realidad, alcanza niveles de frivolidad. Ignora la enorme concentración de las rentas y de la propiedad existente en España, uno de los países donde las desigualdades sociales son mayores y el impacto redistributivo del Estado es menor. Los 44,000 millones de euros al año que no se recaudan de los súper ricos por parte del Estado hubieran evitado los enormes recortes de gasto público social que el Estado español está hoy realizando.
Pero otra observación que hace el New York Times sobre el fraude fiscal y la banca es el silencio que existe en los medios de información sobre tal fraude fiscal. Tal rotativo cita a Salvador Arancibia, un periodista de temas financieros en Madrid, que trabajó para el Banco Santander, que señala como causas de este silencio el hecho de que el Banco Santander gasta mucho dinero en anuncios comerciales, siendo la banca uno de los sectores más importantes en la financiación de los medios, no sólo comprando espacio de anuncios comerciales, sino también proveyendo créditos -aclara el Sr. Salvador Arancibia- medidas de enorme importancia en un momento como el actual, donde los medios están en una situación financiera muy delicada". De ahí que tenga que agradecer al diario que se atreva a publicarlo, porque hoy, artículos como los que publica el New York Times y el mío propio, no tienen fácil publicación en nuestro país. Es lo que llaman "libertad de prensa".
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Consecuencias del golpe a la mafia china
(Leer con un grano de sal)
La ‘Operación Cheqian-Emperador’ desmitifica la figura del emigrante chino en España y refleja el poderío, la complejidad y la cohesión internacional de los grupos criminales chinos que proliferan en varios sectores
"Cabeza de serpiente", logo de la Operacion Cheqian-Emperador
Seguramente ni en sus peores pesadillas la comunidad china en España habría imaginado un suceso tan negativo para su imagen como la Operación Cheqian-Emperador.
Para un grupo que hace de la discreción el elemento fundamental de su modo de vida —y una de sus fortalezas—, la información que ha llegado a la opinión pública no puede ser peor: historias rocambolescas de cómo los grupos criminales habrían defraudado a la Hacienda española hasta 35,000 millones de euros, violencia ejercida por el clan del cabecilla Gao Ping para extorsionar, corrupción y negocios vinculados con la prostitución y la venta de droga.
Una realidad que sorprenderá a muchos españoles, acostumbrados a percibir una imagen de los chinos de grupo trabajador, emprendedor y místico capaz de rentabilizar negocios condenados a la quiebra. En este sentido, resuenan todavía las palabras del presidente de Mercadona, Juan Roig, instando a los españoles a “trabajar como chinos” por el bien de nuestra economía. Pero lo cierto es que, aunque no hay que tomar la parte por el todo y no se puede ni se debe juzgar por igual a todos los 170,000 chinos que viven en nuestro país, la expansión de los negocios chinos en España y en otras regiones del planeta presenta componentes que invitan cuanto menos a la reflexión.
Como todo emigrante, el chino emigra sin otro fin que el ánimo de lucro. Una nueva vida en Europa o Estados Unidos es muchas veces el camino más corto —aunque tortuoso— para hacer realidad sus sueños de prosperidad. Pero este proceso migratorio, vertiginoso en su evolución en lugares como Francia, Italia o España, no ha ido acompañado de una integración social completa, sino que se ha limitado demasiadas ocasiones al contacto económico y comercial. Y ha sido precisamente esta falta de integración y apego a las sociedades receptoras —expresada urbanísticamente con el concepto del barrio chino— lo que ha contribuido a crear “Estados dentro del Estado”, en palabras de varios comisarios, en una especie de extraterritorialidad china en la que la justicia o las condiciones laborales, por ejemplo, siguen patrones marcados por la comunidad, y no por el Estado.
La Operación Cheqian-Emperador ha destapado una trama de blanqueo de dinero y evasión fiscal de proporciones gigantes. Pero no hay que olvidar que en otras intervenciones policiales, como la Operación Wei llevada a cabo por los Mossos d'Esquadra en 2009, los delitos han sido el tráfico de personas y la explotación laboral. En total, más de 450 chinos eran explotados en jornadas laborales de hasta 15 y 17 horas diarias en los 72 talleres textiles chinos intervenidos sólo en Mataró. La operación — que recibió la atención del canal estadounidense CNN— también destapó el fraude al fisco que se llevaba a cabo con salidas masivas de dinero en efectivo por carretera y barco a otros destinos europeos menos estrictos en sus salidas de capitales, con el objetivo de enviarlos desde allí a China.
España debería mirar a sus vecinos para evitar males mayores y fomentar la integración
Dos elementos destacan de estas operaciones. El primero es la extensión de las redes criminales intrachinas en nuestro territorio, que se organizan de forma piramidal y —en base a entrevistas con los investigadores— proliferan paralelamente en varios sectores. El sector del import-export es el único evocado por ahora en la operación en curso, pero probablemente las reverberaciones también afecten a otros sectores tradicionales de los inmigrantes chinos (restauración, venta al por menor de textil, gestorías, inmobiliarias, bares).
Es complejo explicarlo en pocas líneas, pero el sistema —que hemos investigado igualmente en otros países— funciona más o menos así: el empresario chino “importa” a través de sus redes y “cabezas de serpiente” mano de obra ilegal, a la que explota durante años en sus negocios (restaurantes, talleres, tiendas), hasta que ésta completa el pago de la deuda. La precariedad y las condiciones de vida y laborales que se les impone es en ocasiones brutal, pese al gusto de nuestros académicos por relativizar esta situación al compararla con lo que se vive en las fábricas chinas, como si los derechos de una persona tuvieran que ser distintos por ser de una u otra procedencia. El nuevo inmigrante, tras el pago de la deuda por ser llevado a la tierra prometida, debe abonar posteriormente la legalización y obtención de papeles (en la que intervienen, como por arte de magia, gestorías chinas controladas o participadas por los mismos capos).
Por último, el inmigrante contrae una última deuda con la red en forma de crédito informal para poder montar su propio negocio y, de esta forma, pasar de explotado a explotar. Exprimido el margen de la venta del pincho de tortilla o de la camiseta terminada de confeccionar, el nuevo empresario tiene que ingeniárselas para pagar, y recurre a traer más inmigrantes a través de su negocio, a los que endeuda y explota. Si los sectores tradicionales están ya muy saturados por otros chinos y no se tiene miedo ni escrúpulos, se exploran sectores completamente ilegales, como el de la prostitución, el juego o el tráfico de drogas. Una empresaria china del sector textil en Egipto justificaba con este argumento que estuviera montando un burdel de meretrices chinas en la capital de este país de mayoría musulmana.
El segundo elemento que hace esta trama aún más compleja es la internacionalización de unas redes que, en su lugar de origen, están curiosamente muy concentradas. En el caso de Europa, la mayoría de inmigrantes chinos provienen de Zhejiang, donde se encuentra la localidad de Qingtian, epicentro de la emigración china a España e Italia, y región que gracias a las remesas se ha desarrollado aceleradamente. Estos emigrantes, que llegaron primero a Holanda y Francia, y posteriormente al área del Mediterráneo, presentan una movilidad y organización excepcional. Van allá donde hay trabajo o negocios, donde se pueda dar un pelotazo que permita retirarse pronto y volver a China, donde más fácil sea repatriar el dinero a coste fiscal cero. Muchos de los entrevistados en Cobo Calleja y Usera hace unos meses declaraban que tienen familiares o incluso que han vivido en Milán, París o Amsterdam.
En Prato, en la Toscana, empresarios textiles chinos controlan el 60% de la actividad
España, al ser uno de los últimos países de Europa occidental en recibir inmigrantes chinos, debería mirar a sus vecinos para evitar males mayores, fomentar la integración y evitar situaciones como las que se viven en Prato. En esta localidad de la Toscana situada a una treintena de kilómetros de Florencia la tensión es constante entre chinos y toscanos.
Cuna tradicional del textil más preciado de Europa, los chinos empezaron a llegar en los años 1980, empleados por las empresas familiares italianas que exportaban sus tejidos a toda Europa. En menos de una década, nació la primera generación de empresarios textiles chinos y, hoy, controlan el 60% de la actividad, con más de 4,800 empresas y una población oficial de unos 25,000 chinos de un total de 200,000. El hampa ha proliferado al mismo ritmo y es así que la localidad es un epicentro de las actividades delictivas y blanqueo de dinero de las mafias chinas de toda Europa. “La proliferación del crimen chino en la región es la más alta de todos los grupos inmigrantes”, explica un subinspector con más de 10 años siguiendo el fenómeno.
En la ciudad, unos viven de espaldas a los otros, en una especie de apartheid entre locales y chinos. Los italianos viven mal el enriquecimiento chino y les acusan de evasión fiscal y de no aportar valor añadido a la región: la tela, la maquinaria, los trabajadores y los distribuidores son todos chinos. Sólo es italiano el cliente final. ¿Cómo se beneficia entonces la región? Los chinos condenan que se juzgue a todos con el mismo patrón. Por si fuera poco, el poder político no ha hecho más que dificultar las cosas: en 2009 fue elegido el populista antichino Roberto Cenni como alcalde, y las comunidades parecen ahora más alejadas que nunca. Un caldo de cultivo nada óptimo para la solución de un problema que —en Italia como en España— exige más adaptación por el lado chino, incrementando por ejemplo el derrame de riqueza entre los locales con contratación de personal local, y mayor tolerancia por parte nuestra hacia un grupo cuya presencia ha ganado merecidamente peso y prestigio en nuestras sociedades.
- Heriberto Araújo y Juan Pablo Cardenal, periodistas en China y autores del libro La Silenciosa Conquista China, trabajan en un nuevo libro sobre la presencia de China en Europa y Estados Unidos.
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Mañana miercoles 24 de octubre: Indignados frente al Congreso
Octubre 27: El chamán mayor en Man(h)at(t)an, New York
Afiche de promocion de la exhibicion
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El bolero de Ravel
Video: http://www.youtube.com/watch?feature=endscreen&NR=1&v=3-4J5j74VPw
La libertad de los campesinos y de los obreros les pertenece y no puede ni debe sufrir restricción alguna. Corresponde a los propios campesinos y obreros actuar, organizarse, entenderse en todos los dominios de la vida, siguiendo sus ideas y deseos. (Ejercito Negro Makhnovista, Ucrania, 1923).
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